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HONGOS

¿QUÉ SON LOS HONGOS?


En condiciones normales, los hongos son microorganismos que pueden habitar en la piel, en las uñas, en el
pelo y en otras partes del cuerpo sin producir ningún problema.
Sin embargo, hay algunos factores que pueden hacer que se vuelvan dañinos y provoquen infecciones,
como los climas muy húmedos, la sudoración excesiva, algunas enfermedades como la diabetes y la dermatitis
atópica, o los traumatismos.
Existen algunos hongos que viven en las superficies húmedas, como los suelos de las piscinas, lo que hace
que sea muy fácil contagiarse. Las mascotas y otros animales también pueden padecerlos e infectar a las
personas. A las infecciones producidas por hongos se las conoce como tiñas.
¿Cuáles son los síntomas?
Estos pueden variar según la zona del cuerpo que esté afectada por los hongos:
 En la piel. Pueden aparecer manchas circulares u ovaladas, escamosas, que habitualmente presentan picor
y, en ocasiones, supuración.
 En el cuero cabelludo. Se aprecian zonas escamosas y enrojecidas, a veces de color negruzco. También
se puede caer el pelo y aparecer calvas en varios puntos. Generalmente el pelo vuelve a salir tras la
curación, pero en algunos casos la tiña que afecta al cuero cabelludo puede dejar calvas permanentes.
 En las uñas. Su aspecto se transforma y aparecen engrosadas, blanquecinas o amarillentas, y quebradizas.
Normalmente no duelen, a no ser que no se traten. Si se deja que los hongos evolucionen, es frecuente que
las uñas terminen cayéndose.
 En la zona genital. Puede aparecer inflamación, enrojecimiento, picor intenso o sensación de quemazón.
La cándida, que es el hongo que suele provocar la infección en esta zona, puede permanecer a
veces silente y no dar síntomas, hasta que se descubre en una revisión ginecológica de rutina.
¿Pueden ser peligrosos? Si la persona que los padece tiene buena salud, no es frecuente que los hongos produzcan
enfermedades importantes. Pero aquellas cuyo sistema inmunitario esté debilitado por sufrir otras patologías, como cáncer
o sida, sí pueden tener complicaciones e incluso llegar a padecerlos de forma crónica. Esto también puede suceder en caso
de que se tomen habitualmente corticoides por cualquier motivo.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
Las infecciones fúngicas leves y localizadas suelen curarse bien con tratamiento tópico en crema, pomada o
loción (antifúngicos o antimicóticos), específicos en función de la zona del cuerpo afectada.
Pero a veces esta terapia no es del todo efectiva o no es suficiente, y el médico puede añadir medicación por vía
oral. También puede ser necesario prescribir fármacos orales cuando las lesiones afectan a una zona muy
extensa del cuerpo o si los hongos aparecen en las uñas o en el cuero cabelludo. En algunos casos, para facilitar la
acción del producto, las regiones con pelo deben ser depiladas y las uñas cortadas.
En caso de inflamación importante, hay lociones específicas y champús de tratamiento para disminuirla. Si hay
sobreinfección de la lesión por bacterias, al tratamiento del hongo se le añaden antibióticos.
¿CÓMO SE PUEDEN PREVENIR?
La mejor manera de combatir los hongos es previniendo aquellas situaciones que pueden favorecer su contagio:
 No compartir toallas, sábanas ni otros utensilios con las personas que tengan hongos hasta que se hayan
curado por completo.
 Las uñas deben estar siempre bien cuidadas, limpias y secas.
 Secar muy bien la piel tras la ducha, sobre todo las zonas de pliegues como las axilas o las ingles, y muy
especialmente los pies, secando los dedos uno por uno e insistiendo en el espacio que hay entre ellos.
 Utilizar preferiblemente prendas interiores de algodón para facilitar la transpiración de la piel, pues el
sudor favorece las infecciones fúngicas.
 Elegir calzado de materiales de calidad y naturales, como la piel, y no de plástico, para que el pie pueda
respirar.
 Evitar las prendas muy ajustadas, como pantalones demasiado ceñidos.
 No aplicar fragancias ni usar productos de higiene femenina en la zona genital.
 En piscinas y duchas públicas, utilizar siempre chanclas.
 No mantener prendas húmedas durante mucho rato, como por ejemplo el bañador.
 Si se tienen mascotas, las zonas sin pelo en los animales deben hacer sospechar de una infección por
hongos. En este caso, es importante llevar a la mascota al veterinario cuanto antes, pues
podría contagiarnos.

CANDIDIASIS
La candidiasis es una infección causada por el crecimiento excesivo del hongo Candida que, normalmente, ocurre
cuando existe una disminución del sistema inmune o porque se hizo tratamiento con antibióticos, por ejemplo.
Este tipo de infección puede surgir en hombres y mujeres y tiene cura, siendo el tratamiento hecho con pomadas o
remedios que eliminan los hongos que están provocando esta enfermedad, ayudando al alivio de los síntomas.
Si sospechas que puedas tener candidiasis o candidiosis, es importante estar atento a algunas señales que
incluyen:
1. Picazón intensa en la región genital 4. Flujo blanquecino con grumos, semejante a la
2. Enrojecimiento e hinchazón en la región genital leche cortada
3. Placas blanquecinas en la vagina o en la 5. Dolor o sensación de ardor al orinar
cabeza del pene 6. Molestia o dolor durante el contacto íntimo
Normalmente, este tipo de hongo vive en el organismo humano pero el sistema inmune es capaz de evitar su
proliferación. Sin embargo, cuando el cuerpo está más débil o sufre alguna alteración hormonal, como después de
sufrir de una gripe o durante el embarazo, estos hongos se pueden reproducir de forma exagerada causando la
candidiasis.
La candidiasis no solo se manifiesta a nivel de las partes íntimas, también puede manifestarse en otros locales del
cuerpo, como por ejemplo: en la piel, boca o intestinos.
Cómo es el tratamiento
La candidiasis genital puede afectar tanto el hombre como a la mujer, pero su tratamiento es semejante y es
hecho con pomadas antimicóticas en ambos casos, como Candicort o Fluconazol, que deben ser aplicadas 2 a 3
veces por día, entre 3 hasta 14 días como máximo, de acuerdo con la indicación del médico.
Es recomendado:
Usar ropa íntima de algodón, permite que la piel respire;
Lavar la región genital solamente con agua y con jabón neutro, o con jabón propio para la región;
Dormir sin ropa íntima, siempre que sea posible;
Evitar los tampones higiénicos;
Evitar tener contacto íntimo sin protección durante el tiempo de tratamiento.
Además de eso, hacer una alimentación baja en azúcar también ayuda al organismo a combatir más fácilmente el
crecimiento de hongos, curando la candidiasis más rápido.
En caso de que los síntomas no desaparezcan al cabo de 2 semanas, es aconsejado volver al médico porque
puede que sea necesario iniciar el tratamiento con pastillas antimicóticas, para ayudar a combatir la infección
desde el interior del cuerpo, alcanzando mejores resultados de que solo utilizando pomadas.
Qué puede causar la candidiasis
Algunos factores que están asociados al aumento de riesgo de la candidiasis incluyen:
Relaciones sexuales sin utilizar protección con alguna persona contaminada;
Uso frecuente de antibióticos, anticonceptivos y corticosteroides;
Embarazo o durante la menstruación;
Enfermedades como diabetes, SIDA, VPH y lupus que disminuyen el sistema inmune;
Uso frecuente de ropas apretadas o húmedas;
Andar con los pies descalzos o compartir guantes;
Lavar los genitales más de 2 veces al día y utilizar toallas sanitarias por más de 3 horas seguidas.
Una persona también puede estar contaminada con el hongo y no saber, normalmente la enfermedad se
manifiesta cuando el sistema inmunológico está disminuido.

ASPERGILOSIS
Es una infección o respuesta alérgica debida al hongo aspergillus.
Causas
La aspergilosis es causada por un hongo llamado aspergillus. El hongo comúnmente crece en hojas muertas,
granos almacenados, pilas de estiércol o abono u otra vegetación en descomposición. También se puede
encontrar en las hojas de marihuana.
Aunque la mayoría de las personas frecuentemente están expuestas al aspergillus, las infecciones causadas por
el hongo rara vez ocurren en personas con un sistema inmunitario saludable.
Existen varias formas de aspergilosis:
La aspergilosis pulmonar de tipo broncopulmonar alérgica es una reacción alérgica al hongo. Esta infección
generalmente se desarrolla en personas que ya tuvieron problemas pulmonares, como asma o fibrosis quística.
El aspergiloma es un tumor (bola fúngica) que se desarrolla en una zona de enfermedad pulmonar o cicatrización
pulmonar previas, como una tuberculosis o un absceso pulmonar.
La aspergilosis pulmonar de tipo invasivo es una infección grave con neumonía. Se puede diseminar a otras
partes del cuerpo. La infección ocurre con más frecuencia en personas con sistemas inmunitarios debilitados
debido al cáncer, VIH/SIDA, leucemia, trasplante de órganos, quimioterapia u otras afecciones o medicamentos
que reducen la cantidad de glóbulos blancos normales o debilitan el sistema inmunitario.
Síntomas
Los síntomas dependen del tipo de infección.
Los síntomas de la aspergilosis alérgica broncopulmonar pueden incluir:
Tos Dolor torácico
Tos con sangre o tapones mucosos de color castaño Escalofríos
Fiebre Disminución del gasto urinario
Indisposición general (malestar) Dolores de cabeza
Sibilancias Aumento en la producción de esputo que puede
Pérdida de peso tener sangre
Otros síntomas dependen de la parte del cuerpo Insuficiencia respiratoria
afectada y pueden incluir: Ulceras (lesiones) cutáneas
Dolor de huesos Problemas de visión
Tratamiento
Un aspergiloma no suele tratarse con medicamentos antimicóticos, a menos que haya sangrado en el tejido
pulmonar. En cuyo caso, se requiere cirugía y medicamentos.
La aspergilosis invasiva se trata con varias semanas de un medicamento antimicótico. Se puede administrar por vía
oral o directamente dentro de la vena (IV). La endocarditis causada por aspergillus se trata mediante el reemplazo
quirúrgico de las válvulas cardíacas infectadas. También se necesita una terapia antimicótica a largo plazo.
Este tipo de aspergilosis se trata con fármacos que inhiben el sistema inmunitario (inmunodepresores), como la
prednisona.

PIE DE ATLETA
Es una infección en los pies provocada por hongos. El término médico es tiña podal.
Causas
El pie de atleta ocurre cuando un cierto hongo prolifera sobre la piel de sus pies. El mismo hongo también se puede
presentar en otras partes del cuerpo. Sin embargo, los pies son los más afectados sobre todo entre los dedos de
los pies.
El pie de atleta es el tipo más común de infecciones por tiña. El hongo prospera en zonas cálidas y húmedas. El
riesgo de contraer esta afección incrementa si usted:
Usa calzado cerrado, especialmente si es recubierto con plástico
Mantiene sus pies húmedos durante períodos prolongados
Transpira mucho
Tiene una lesión menor en la piel o las uñas
El pie de atleta se contagia rápidamente. Se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales
como zapatos, calcetines y superficies de duchas o piscinas.
Síntomas
El síntoma más común es la piel agrietada, en escamas y que se desprende entre los dedos de los pies o en los
lados del pie.
Otros síntomas pueden incluir:
Piel roja y con picazón
Ardor o escozor
Ampollas que supuran (salida de líquido) o forman costra
Si el hongo se disemina hacia las uñas, estas pueden presentar decoloración, engrosamiento e incluso pueden
desprenderse.
El pie de atleta se puede presentar al mismo tiempo que otras infecciones de la piel por hongos o levadura como
dermatofitosis y tiña crural.

Tratamiento
Las cremas o polvos antimicóticos de venta libre pueden ayudar a controlar la infección:
Estos productos contienen medicamentos como miconazol, clotrimazol, terbinafina o tolnaftato.
Siga usando el medicamento durante 1 a 2 semanas después de que la infección haya desaparecido para evitar su
reaparición. Además:
Mantenga los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos.
Lávese bien los pies con agua y jabón, y seque completamente la zona con mucho cuidado. Trate de hacer esto al
menos dos veces al día.
Para ensanchar y conservar seco el espacio interdigital (la zona entre los dedos de los pies), utilice lana de oveja.
Esta se puede comprar en la farmacia.
Use calcetines limpios de algodón. Cámbiese los calcetines, al igual que los zapatos, tan frecuentemente como sea
necesario para mantener los pies secos.
Use sandalias o chanclas en duchas o piscinas públicas.
Utilice polvos antimicóticos o talcos de secado para prevenir el pie de atleta si tiende a presentarlo a menudo o si
frecuenta lugares en los que es común el hongo que provoca el pie de atleta (como las duchas públicas).
Use zapatos que estén bien ventilados y fabricados de un material natural como el cuero. Puede ser útil alternar
zapatos cada día, de manera que puedan secarse por completo entre una vez que los use y la siguiente. No use
zapatos con forros de plástico.
Si el pie de atleta no mejora con tratamiento de cuidados personales en 2 a 4 semanas o si reaparece con
frecuencia, acuda a su proveedor. Su proveedor puede recetarle:
Medicamentos antimicóticos tomados por vía oral
Antibióticos para tratar infecciones bacterianas que se presentan por el rascado
Cremas tópicas de receta que matan los hongos.

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