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DE AGUAS RESIDUALES
Contenido
Generalidades
Vertidos industriales
Generalidades
De los tres vectores básicos que integran el medio ambiente: aire, agua, y sólidos, el agua está
relacionada con el 60% de las cuestiones ambientales que se plantean, lo que explica su importancia
para la vida en general y el desarrollo sostenible.
La actividades humanas han acabado por alterar sus características impidiendo su retorno a los
cauces naturales de los ríos, es por ello que se hace indispensable un tratamiento que, en la medida
de lo posible, devuelva al agua sus características originales.
El saneamiento fue elegido como el avance médico más importante desde hace 166 años en un
concurso realizado en el 2007 por el British Medical Journal (Ferriman, 2007).
Generalidades (2)
En muchos países industrializados las aguas residuales son transportadas de forma segura lejos de los
complejos habitacionales. Sin embargo, no siempre existen adecuados sistemas de tratamiento,
especialmente en países en vías de desarrollo, en donde el saneamiento aún está muy lejos en
comparación con el servicio de abastecimiento de agua.
La necesidad de un adecuado saneamiento fue establecido en los objetivos del desarrollo del milenio
(ODM) de las Naciones Unidas. El objetivo número 7 impulsó a reducir a la mitad la población que
vive sin un adecuado saneamiento.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en el 2008 como el Año Internacional del
Saneamiento, reconociendo el impacto del saneamiento en la Salud Pública, la reducción de la
pobreza, en el desarrollo económico y social, así como en el ambiental. El fin fue enfocar la atención
mundial en la necesidad de iniciar la implementación de adecuadas soluciones de saneamiento para
todos. Lo importante de esto es no sólo conectar a la gente con las soluciones de saneamiento, sino
hacer que esta conexión se realice por una vía sustentable.
Generalidades (2)
Los sistemas de alcantarillado y las plantas de tratamiento de aguas residuales han probado ser
eficientes para transportar agua y para eliminar patógenos, contaminantes orgánicos y nutrientes.
Sin embargo, estas instalaciones requieren de una operación y mantenimiento apropiados, y un buen
entendimiento de los procesos involucrados.
En este contexto, la asignatura TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES realiza una descripción de los
principales usos del agua (doméstico, industrial y agrícola) incidiendo en la adopción de un conjunto
de buenas prácticas y de las posibilidades de reutilización, análisis y estrategias de depuración por
medios físicos, químicos y biológicos.
El desarrollo de sistemas tratamiento de aguas residuales se hizo más evidente en el siglo XX. Estos
sistemas fueron considerados por mucho tiempo como un riesgo potencial para la salud y molestos
en aglomeraciones urbanas. El valor fertilizante de las excretas humanas fue reconocido
recientemente.
Los antiguos griegos (300 A.C. a 500 D.C.) utilizaban letrinas públicas que drenaban hacia alcantarillas
que transportaban las aguas residuales y pluviales hacia un colector en las afueras de la ciudad. De
ahí, el agua residual era conducida hacia campos agrícolas por canaletas de ladrillo para ser utilizada
en el riego y la fertilización de cultivos y huertas.
Alrededor de 800 años A.C., los romanos tomaron este sistema más adelante y construyeron la
Cloaca Máxima. Inicialmente este sistema central de alcantarillado fue utilizado para drenar el
pantano sobre el cual Roma sería construida. Para el año 100 D.C. el sistema estaba casi terminado, y
con conexiones a algunas casas. El agua era transportada por un acueducto desde los baños públicos
y letrinas hasta el alcantarillado colocado debajo de la ciudad y finalmente hacia el Tiber. Las calles
eran regularmente lavadas con agua del acueducto y el agua generada se conducía hacia las
alcantarillas.
Cuando el Imperio Romano colapsó, su sistema sanitario también colapsó con él. El periodo
comprendido entre los años 450 y 1750 D.C. fue así conocido como la “era de la obscuridad sanitaria”
(Wolfe, 1999). Durante este periodo, la principal forma de disposición de residuos fue simplemente su
colocación en las calles, frecuentemente vaciando los recipientes desde las ventanas del segundo
nivel.
Alrededor del año 1900 las aguas residuales colectadas
no recibían ningún tratamiento. En lugar de esto, eran
esparcidas sobre la tierra como un fertilizante. Sin
embargo, la saturación de las tierras con este tipo de
aguas llegó a ser un problema serio, y la continua
expansión de las ciudades hizo más difícil el encontrar
tierras disponibles para tal fin. La idea de que se podría
dar un mejor uso a los “organismos” gradualmente
empezo a surgir (Cooper, 2001).
En los Estados Unidos de América y el Reino Unido se les dio uso a estos organismos al ser aplicados
para limpiar el agua en los llamados filtros biológicos, que eran sistemas con biopelículas sobre rocas
provenientes del lecho de ríos. Uno de los primeros filtros biológicos se instaló en 1893 en Salford
cerca de Manchester. En los Estados Unidos el primer filtro fue instalado en 1901, en Madison,
Wisconsin. Entre 1895 y 1920, se instalaron muchos para tratar aguas residuales de las ciudades y
pueblos en el Reino Unido.
Durante la primera mitad del siglo XX, los ríos sobre los cuales eran descargadas las aguas residuales
eran considerados como parte integral del proceso de tratamiento. La razón por la cual se requieren
cinco días para la determinación de la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) se debe a que éste era
el tiempo máximo requerido en los ríos del Reino Unido, antes de llegar al mar.
Con el rápido crecimiento de las ciudades fue muy evidente que los ríos no podrían ser capaces de
soportar mayores cargas orgánicas. Como respuesta, se incrementaron los requisitos para el
tratamiento de aguas residuales para alcanzar mejores eficiencias de eliminación de materia orgánica.
La utilización del agua como recurso provoca una disminución de su calidad y, en muchos casos, un
deterioro medioambiental al ser devuelta directamente al medio receptor tras su utilización, de ahí la
importancia de depurarla para su reutilización y evitar de esta forma impactos ambientales negativos.
El agua, dentro de su ciclo integral, debe ser devuelta al medio natural en condiciones de que pueda
volver a ser utilizada, por lo que al considerar la reutilización del agua desde una perspectiva global se
está adoptando un enfoque de ciclo de vida de un producto, donde los requisitos de reutilización y
reciclaje se toman en consideración desde la fase de diseño del mismo hasta el final de su vida útil,
incluyendo su etapa como residuo .
Pensar en la reutilización del agua desde un principio evita tener que implantar posteriormente
costosas soluciones de “fin de tubería” para hacer viable esta idea.
Las aguas residuales son, tal como su propio nombre lo indica, efluentes que contienen sustancias
fecales y otros compuestos derivados de utilizaciones diversas (limpiezas, procesos industriales,
actividades lúdicas, etc.).
Este tipo de aguas provienen principalmente de un uso doméstico e industrial. El mayor porcentaje
de su composición procede del consumo doméstico y raramente se incorporan aguas residuales de
origen ganadero o agrícola. Además, la presencia de efluentes industriales en las redes de
alcantarillado está limitada según su calidad y regulada por las ordenanzas municipales.
Hasta hace pocos años, los vertidos producidos por la población y por la escasa industria existente
podían ser asimilados por los cauces receptores. El río, a través de su capacidad de autodepuración
natural, limpiaba las aguas residuales recibidas de una población, volviendo a tener el cauce unas
características lo suficientemente aceptables para su reutilización.
Para el planteamiento de la gestión integral de un agua urbana se deberá tener en cuenta los
siguientes factores:
El saneamiento urbano de las aguas comprende un ámbito funcional extenso que cubre todo el
proceso completo de recolección, evacuación, tratamiento y control de las aguas residuales, pluviales
y subterráneas, mediante una red de alcantarillado, depuradoras y otras instalaciones.
En situaciones extremas de pluviosidad puede darse el caso de que las depuradoras no puedan
absorber todo este caudal de agua, por lo que es necesaria la construcción de aliviaderos. Estos
elementos son salidas de los colectores que conducen las aguas directamente al río o al mar. Debido
a que el agua pluvial es limpia y queda mezclada con las residuales en una proporción de 4:1, se dan
unos niveles de contaminación tolerables.
Esta depuración se lleva acabo a través de una serie de etapas u operaciones unitarias secuenciadas,
las cuales pueden desarrollarse, todas o alguna de ellas, en el mismo lugar de producción del agua
residual o en plantas centralizadas al servicio de varios usuarios (por ejemplo, depuradoras donde se
tratan conjuntamente aguas residuales de origen urbano y de origen industrial).
Las operaciones de depuración del agua en una estación depuradora de aguas admiten dos
clasificaciones distintas. La primera se realiza en base al tipo de elemento utilizado en el proceso y se
distinguen:
Tratamientos biológicos. Cuando hay actuación de elementos vivos (microorganismos)
Tratamientos físico-químicos. Cuando lo que interviene son reactivos químicos y/o factores
físicos.
La segunda clasificación se realiza según la ubicación del proceso dentro del esquema de la Planta de
tratamiento, lo que conduce a definir:
Tratamientos previos o pre-tratamiento. Para separar sólidos gruesos
Tratamientos primarios. Se definen como los tratamientos físicos y/o químicos que
comportan la sedimentación de sólidos en suspensión, reduciéndose la DBO5 al menos en un
20% y los sólidos en suspensión totales en, como mínimo un 50%
Tratamientos secundarios. Se definen como el tratamiento del agua residual mediante un
proceso que, en general, comporta un tratamiento biológico con sedimentación secundaria, u
otro proceso en el que se respetan los requisitos que deben cumplir los vertidos de las
instalaciones de depuración de aguas residuales.
Como resultado de la depuración se obtendrá unos lodos o fangos procedentes de los decantadores
que habrá que gestionar. En consecuencia, podemos distinguir en todo el proceso dos líneas: la de
aguas y la de fangos.
Después de ser tratada, el agua residual debe ser evacuada al medio acuático (vertido y dilución en
corrientes, alcantarillado, ríos, lagos, estuarios o el mar) o reutilizarla, por ejemplo, como agua de
riego o como agua para refrigeración industrial, siempre cumpliendo la normativa vigente en cada
caso en particular.
En la siguiente tabla se muestra la secuencia típica que sufre un agua residual urbana a lo largo del
proceso de depuración en una EDAR.
En la siguiente tabla se muestra la secuencia típica que sufre un agua residual urbana a lo largo del
proceso de depuración en una EDAR.
Procesos aerobios. Procesos El influente del tratamiento secundario debe haber reducido
Tratamiento Proceso biológicos anaerobios. Procesado de los su DBO inicial en un 70-90% y los sólidos totales en un 90%
secundario residuos sólidos.
El saneamiento y la depuración de las aguas residuales son fundamentales para evitar posibles
contaminaciones de origen microbiológico o de origen químico. En este sentido, es muy importante
realizar una correcta gestión, entendiendo como tal el conjunto de actividades encaminadas a dar a
esta agua el destino final mas adecuado de acuerdo con sus características. Referente al uso del
agua, no solo las industrias y los procesos comerciales generan grandes cantidades de aguas
residuales sino también los hogares.
Las aguas de consumo urbano se utilizan básicamente para uso doméstico, es decir, para atender las
necesidades personales de higiene, lavado, alimentación, y riego de jardines. También se incluye el
uso comercial e industrial de aquellos establecimientos situados en el medio urbano y servicios de
equipamiento público (escuelas, hospitales, limpieza de calles y alcantarillado, protección de
incendios, etc.
Las aguas residuales urbanas son el resultado de la actividad normal de los habitantes de un núcleo
urbano y provienen básicamente de cocinas y baños. Se incluye también el agua residual procedente
de los equipamientos de uso domestico, los servicios a la vía pública y las actividades industriales
conectadas a la red de saneamiento urbano.
En los grandes núcleos urbanos, las aguas residuales tienen prácticamente un carácter mixto:
domestico e industrial. El hecho de considerar grandes volúmenes de caudal, hace que en conjunto
se pueda hablar de una composición media determinada para las aguas residuales urbanas, cosa que
no ocurre con las aguas industriales típicas. Si los valores obtenidos se apartan mucho de los
mostrados en la siguiente tabla, hay que pensar que existen vertidos industriales que pueden
incrementar las concentraciones de metales pesados u otros productos que puedan inhibir los
procesos biológicos de depuración o digestión en las EDAR´s.
Por otro lado, con el incremento de la demanda de agua potable para usos no-potables, es cada vez
necesario impulsar la concienciación social para la reutilización de las aguas grises, de manera que
esta actividad se convierta poco a poco en una práctica cada vez más extendida, hasta reducir el
volumen doméstico de agua potable demandada así como la generación de agua residual.
El término aguas grises se emplea a todas las aguas residuales domésticas que se generan en los
procesos de un hogar, tales como: limpieza de utensilios, uso de lavadora, baño, etc., excepto a
aquellos usos que provienen del inodoro, y se caracterizan por tener una carga contaminante inferior
a las aguas residuales y, por esta razón, su tratamiento es más simple.
Los principales usos de las aguas grises tratadas se encuentran en el riego de jardines, limpieza de
patios, y para descarga de inodoros. Aplicando la tecnología conveniente, se puede reducir un 40% el
consumo de agua apta para el consumo humano en viviendas, uni o plurifamiliares, hoteles y
residencias, polideportivos, edificios industriales, así como en grandes superficies, etc. (Guía Técnica
Española de Recomendaciones para el Reciclaje de Aguas Grises en Edificios).
Vertidos industriales
Las propiedades físicas y los componentes químicos y biológicos del agua residual tienen una gran
importancia para el diseño y explotación de las instalaciones. El volumen de agua residual generada
oscila entre los 150 y 350 litros por habitante y día, dependiendo de la situación geográfica, de los
hábitos de la población, etc. Asimismo, los datos anteriormente citados pueden verse alterados por
la presencia de industrias.
Para el caso de las industrias, no puede hablarse de sistemas estándar de depuración de aguas, ya
que las características de los suministros y del proceso industrial determinaron, en cada caso, las
operaciones a efectuar.
De forma general, se pueden clasificar los vertidos industriales en las siguientes categorías:
1. Vertidos no contaminados
2. Vertidos asimilables a las aguas residuales domésticas
3. Vertidos de tipo doméstico (orgánicos) de alta concentración
4. Vertidos asimilables, previo tratamiento
5. Vertidos incompatibles con el sistema de saneamiento
En función del caudal y carga contaminante de las aguas residuales de una industria, se pueden
establecer tres categorías: tipo A, tipo B y tipo C.
Tipo A: el vertido de aguas residuales es superior a los 6000 m3/año, siendo la carga
contaminante diferente a la doméstica. Este grupo es el mas significativo, y a él pertenecen
sectores tan importantes como el industrial, textil, químico o alimentario
Tipo B: el vertido de aguas residuales es inferior a los 6000 m3/año y la carga contaminante es
similar a la doméstica.
Tipo C: se trata de industrias con un código de actividad económica igual o inferior a 5000
m3/año; sin actividad industrial, pero que pueden generar vertidos significativos.
Del mismo modo, la reutilización de aguas grises puede suponer un importante ahorro en el consumo
de este medio dentro del sector industrial, ya que una gran parte de él depende fuertemente del
agua pudiendo bastar, en muchas ocasiones, con emplear agua regenerada (debidamente tratada
con anterioridad) para llevar a cabo procesos tan generalmente empleados como los de limpieza, por
ejemplo.