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Cuando alguien pide que no haya recortes o que no se rebaje el gasto público

tirando de déficit y por lo tanto de deuda pública me pregunto si alguna vez alguien
de esos habrá siquiera administrado la economía de su propia casa.

El déficit supone gastar más de lo ingresado. Imaginemos un hogar con ingresos de


15000 euros al año que gasta 16000, esos 1000 de diferencia se los pide a un
amigo prometiéndole que el año que viene le dará 1200. Pero al año siguiente sigue
ingresando 15000 y en vez de gastar menos y devolver al amigo lo que le debe
vuelve a gastar otros 16000 y vuelve a pedir al amigo (o a otro) los 1000 de
diferencia. Así llegamos al punto actual en el que se deben más de esos 15000 a
unos cuantos amigos (que ya no lo serán tanto o exigirán muchas cosas) sin que se
haga nada por gastar menos y pagar esa deuda.

Mientras tanto, la excusa que se pone es que no voy a dejar a mis hijos sin
comer....pero es que donde más se va no es en la comida de esos hijos sino en las
cañitas de diario (gastos superfluos como miles de partida presupuestarias para
asuntos de tal relevancia como subvenciones a partidos políticos, a asociaciones sin
ánimo de lucro (jaja) dedicadas a mil tonterías, dietas a políticos sobrepagados).
Además se niega a cambiarse a una casa más económica de mantener (obras
faraónicas que resultan con sobrecoste de varias veces lo presupuestado,
infraestructuras infrautilizadas e innecesarias...), sigue dándole la paga al hijo que
ha dejado de estudiar y no quiere trabajar (miles de ayudas "para no hacer nada"),
se compra un coche de alta gama que apenas utiliza (ave hasta la puerta de la casa
del último pueblo deshabitado, aeropuertos...) y tiene posibilidad de, haciendo un
curso de especialización en el trabajo, en un par de años conseguiría duplicar el
sueldo, pero el curso le cuesta dinero y lo descarta, en vez de eso intenta pedir al
jefe un aumento de sueldo sin ofrecer nada a cambio "porque ellos lo valen" (nula
incentivación de I+D+i, equiparación de salarios irracional, exigencia de más
esfuerzo a los trabajadores "normales" y autónomos).

Y eso, amigos, es lo que sucede "grosso modo" en España. El año siguiente a los
amigos se le hincharán los cojones de estar dejando dinero con falsas promesas de
cobro, el jefe le dará la patada por no ser competitivo en el trabajo y exigir más de
lo que merece y su economía (que se mantenía en el alambre artificialmente)
colapsará.

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