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Cree un entorno

cluster virtual

Cómo tener un cluster de dos nodos en su portátil u ordenador de sobremesa

Las soluciones empresariales de Microsoft para entornos cluster han mejorado con el tiempo,
haciéndose mejores con el paso del tiempo. Desgraciadamente, el coste de implementar y
probar una solución de cluster está normalmente fuera del alcance de muchos. Hay varias
empresas que tienen en producción tanto clusters de SQL Server como de Exchange, pero que
no pueden permitirse entornos de prueba de clusters en su laboratorio, cosa que les sería muy
útil.

Para instalar y enseñar el funcionamiento de un entorno cluster, se debe enfrentaba a tener que
comprar una docena de adaptadores SCSI, cables, y discos SCSI externos. Con eso, tan sólo se
conseguiría mostrar entornos cluster de un solo disco compartido. El mismo problema y las
mismas limitaciones tenían otros colegas que coincidían conmigo en la conveniencia de que un
entorno cluster fuera algo más portable. Ya no sólo educadores, sino también administradores de
redes e ingenieros de sistemas, también deseaban encontrar la forma de poder practicar la
instalación, configuración y mantenimiento de entornos cluster fuera del entorno de producción.
La misma necesidad que tienen muchos proveedores de poder hacer demostraciones de sus
productos para entornos cluster a sus clientes, sin tener que arrastrar pesados equipos a casa
de sus clientes. Al final, una variante de solución.

VMware, el mejor aliado

Hace dos años que descubrí los productos de la empresa VMware, e inmediatamente me
gustaron. Instale una máquina virtual con una distribución de Linux y otra con Windows 2000
Server, corriendo sobre una red virtual, de forma que mis conocimientos y pruebas alcanzaron
otro nivel. Además de permitirme compartir la misma red sobre el mismo sistema, VMware
permite configurar recursos compartidos de red, accesibles desde las máquinas virtuales. Este
artículo asume que el lector dispone de conocimientos básicos sobre el funcionamiento de
VMware. Si no es así, les recomendamos que visiten [www.vmware.com/support/ws3/doc].

El caso es que VMware permite compartir discos virtuales entre dos sistemas virtuales, lo que
me dio la posibilidad para instalar un entorno cluster completamente virtual en mi equipo. Aquí un
método documentado para construir un entorno cluster virtual. Hete aquí los ingredientes
básicos:

• Un portátil o estación de trabajo con 512Mb de memoria RAM y 6GB libres de disco
duro.
• Dos máquinas virtuales Windows 2000 Advanced Server sobre una red TCP/IP virtual,
cada uno de ellos configurado con 128MB de memoria RAM.
• Uno o más discos SCSI virtuales no persistentes (que harán de unidades de
almacenamiento del cluster)
• Un disco virtual local de 2GB para cada máquina virtual (para los datos propios del
sistema operativo)
• Uno o más adaptadores de red virtuales en cada máquina virtual (para la comunicación
del cluster)

Creación del cluster virtual


A la hora de crear nuestro entorno de cluster virtual, el orden en la elaboración es fundamental.
Para empezar, necesitaremos dos instancias de Windows 2000 Advanced Server funcionando
como máquinas virtuales en el mismo equipo.

Cree la primera máquina virtual (VM1), e instale Windows 2000 Advanced Server como servidor
independiente. Cuando haya terminado de instalar y de actualizar convenientemente el sistema
con Services Packs, actualizaciones y parches de sistema, copie todo el contenido de la carpeta
en donde se aloja la máquina virtual recién configurada a otra carpeta, por ejemplo, de nombre
VM2 (o cualquier otro que le ayude a identificarlo). Abra, desde la consola de VMware la
máquina virtual VM2, Configuration Editor, seleccione Options y cambie el nombre de la maquina
virtual, para que no coincida con el nombre de la máquina de la que es copia. Después, desde la
pestaña Hardware cambie la ruta de acceso para la máquina virtual 2 a la ruta en donde se
localicen los archivos de la máquina virtual. Tras configurar la máquina virtual, arránquela y tras
inicializar el sistema, inicie sesión como administrador y cambie el nombre de máquina y la
dirección IP para que sean distinta de la VM1 (normalmente, los clusters se llaman Nodo1 y
Nodo2, pero como siempre, eso depende de usted y de sus hábitos de denominación). Sin duda,
copiar y cambiar la configuración será siempre más rápido que instalar una segunda instancia de
Windows 2000 Advanced Server desde cero.

Ahora, que ya tenemos dos máquinas virtuales completamente operativas, efectúe los siguientes
pasos para preparar los dos sistemas para ser partes de un cluster.

Ejecute el mandato dcpromo.exe para promover VM1 a controlador de dominio y raíz de árbol
del Directorio Activo. Póngale el nombre al dominio que más le guste.

Tras la instalación del Directorio Activo utilizando su asistente, reinicie el sistema, añada la
segunda máquina virtual al dominio. Con los dos sistemas virtuales ejecutándose a la vez, abra
en la consola de gestión MMC de VM1, el complemento Usuarios y equipos y cree una cuenta
específica para el cluster en el dominio (lo más normal es llamarle, cluster). Configure dicha
cuenta para que la contraseña no expire, y para que el usuario no pueda cambiarla. Añada la
cuenta el grupo de Administradores del dominio.

Apague ambas máquinas virtuales.

Compartir el almacenamiento

Ahora que ya hemos creado un dominio y un perfil de usuario para el cluster, el paso siguiente
es configurar el almacenamiento compartido. Para disponer de la flexibilidad de un entorno
cluster en el que combinar los servicios de Exchange o de SQL Server 2000, es recomendable
preparar 3 discos SCSI virtuales. Haremos lo siguiente:

1. En la pantalla principal de VMware, haga clic con el botón derecho sobre la primera
máquina virtual (VM1), y seleccione Settings.
2. En la pestaña Hardware, haga clic en Add.
3. Seleccione Hard disk y pulse Next.
4. Deje seleccionada la opción Create a New Virtual Disk y pulse Next.
5. Ajuste el tamaño del disco a 0.5GB (será usado por la información de quórum del
cluster), y pulse Next
6. Haga clic en Browse y cree una nueva carpeta en donde almacenar los discos virtuales
compartidos. Déle el nombre Shared1.vdmk y haga clic en Open.
7. Verifique que el disco virtual que acaba de crear muestra la ruta de acceso y tiene el
nombre asignado y haga clic en Advanced, para configurar opciones avanzadas.
8. Seleccione SCSI 0:0 como el dispositivo virtual del nodo, y pulse Finish.
9. Repita los pasos del 2 al 8 y cree dos discos SCSI virtuales más, con los nombres
Shared2 (de 2Gb de tamaño) y Shared3 (de media giga de capacidad), y determine que
utilicen los dispositivos virtuales de una cadena SCSI 0:1 y 0:2, respectivamente

La Pantalla 1 reproduce la pestaña Hardware del configurador de una máquina virtual, en la que
podemos ver creados tres discos SCSI. Si no dispone de mucho espacio de almacenamiento
libre, tan sólo es estrictamente necesario crear un disco, que es el que necesita el entorno
cluster para funcionar.

Anteriormente, hemos indicado inicialmente que los discos deben ser no persistentes, pero como
verá tras seguir los pasos anteriores, los discos serán persistentes. De momento, deje los discos
así. De esta forma, cuando se carguen las copias del sistema operativo en las dos máquinas
virtuales, detectarán los discos virtuales y los firmarán para su uso posterior. Antes de que los
dos nodos puedan compartir los discos, ambos nodos deben haberlos reconocido.

Con los pasos detallados hace un momento, hemos configurado a la primera máquina virtual
para que comparta los discos. Ahora vamos a configurar la segunda máquina virtual para que los
detecte. Realizaremos los siguientes pasos.

1. Inicie una segunda instancia de VMware.


2. En la pantalla principal de VMware, haga clic con el botón derecho del ratón sobre la
segunda máquina virtual y seleccione Settings.
3. En la pestaña Hardware, haga clic en Add.
4. Seleccione Hard Disk y haga clic en Next.
5. Seleccione Use an Existing Virtual Disk y pulse Next.
6. Haga clic en Browse, localice y seleccione el archivo Shared1.vdmk y haga clic en Open.
7. Verifique que la ruta de acceso de dicho archivo es correcta y pulse Next.
8. Seleccione Persistent como tipo de disco y pulse Finish
9. Repita los pasos del 2 al 8 para los discos compartidos Shared2 y Shared3.

La configuración de los discos de la segunda máquina virtual (VM2) debe coincidir pues con la
de la primera máquina, VM1, con la excepción de que cada máquina dispone de un disco IDE
local propio (en donde reside su instalación de Windows 2000 Advanced Server).
Firmado de los discos

Ahora que ya hemos configurado los discos (Pantalla 2), éstos deben ser firmados. Para hacerlo
en la primera máquina virtual (VM1), siga los pasos siguientes:

1. Inicie la máquina virtual e inicie sesión como administrador.


2. Haga clic con el botón derecho sobre el icono Mi equipo que se encuentra sobre el
Escritorio de Windows y seleccione Administrar.
3. Haga clic en la carpeta Administración del disco.
4. Cuando le aparezca el asistente Firmar y actualizar los discos, pulse Continuar.
5. Cuando se le solicite que seleccione los discos a firmar, seleccione las casillas de
selección de los tres discos virtuales recién creados, y pulse Continuar.
6. En la siguiente pantalla, deseleccione los 3 discos virtuales para que no se actualicen
como discos dinámicos, y pulse Continuar.
7. Haga clic en Finalizar para cerrar el asistente.
8. Ahora que los tres discos están firmados y reconocidos por el sistema operativo, cree
una partición en cada disco y déles formato NTFS. Para crear la partición, haga clic con
el botón derecho sobre el espacio no utilizado y seleccione Crear partición. Para este
artículo, le hemos dado los nombres Quórum y la letra de unidad Q a la primera unidad,
al segundo volumen el nombre Data y la letra de unidad R y al tercer volumen, el nombre
Logs y la letra de unidad S. en la Pantalla 2 podemos ver los tres discos ya formateados.
9. Cierre el complemento Administración de discos
10. Apague la máquina virtual VM1.

Ahora que ya tenemos los tres discos firmados, tendremos que verificar que la segunda máquina
virtual es capaz de reconocerlos. Inicie la segunda máquina virtual VM2. Abra la aplicación
Administración de discos de esta máquina virtual, y verifique que los tres discos se ven
representados. Las letras de las unidades no coincidirán con las que les hemos dado
anteriormente en la máquina virtual VM1, pero lo harán tan pronto incorporemos esta segunda
máquina virtual al cluster. Ahora que hemos verificado que los discos se reconocen en VM2,
apague esta máquina virtual.

El último paso que tenemos que hacer antes de instalar el servicio Microsoft Cluster en ambos
nodos es convertir los discos de persistentes a no persistentes de manera que las dos máquinas
virtuales puedan compartirlos de forma simultánea. Siga los siguientes pasos:
1. En la pantalla principal de VMware, haga clic con el botón derecho sobre la primera
máquina virtual y seleccione Settings.
2. Un la pestaña Hardware del Configuration Editor, seleccione el primer disco virtual SCSI
y seleccione la opción Nonpersistent: Discard changes after powering off.
3. Repita el paso 2 para los demás dos discos virtuales.
4. Haga clic en Aceptar para cerrar el Configuration Editor.
5. Repita los pasos 1 a 4 para la segunda máquina virtual VM2.

Los discos no perderán sus firmas al ser convertidos de persistentes a no persistentes, tal y
como podrá comprobar cuando inicie VM1 e instale el servicio de cluster. Pero tenga en cuenta
que los discos no persistentes pierden sus datos cuando son apagados. Para evitarlo, les
explicaremos un truco un poco más adelante.

Instalación del servicio de cluster

Ahora que los discos virtuales están completamente operativos, todo lo que tenemos que hacer
es instalar el servicio de Cluster normalmente. Comencemos con la primera máquina virtual.

1. Inicie VM1 y haga un inicio de sesión como Administrador del dominio.


2. Abra en el Panel de control, la aplicación Agregar o quitar programas.
3. Haga clic en Agregar o quitar componentes de Windows.
4. Seleccione el componente del servicio de cluster.
5. Si se le solicita, inserte el CD original de Windows 2000 Advanced Server.
6. Cuando le aparezca la pantalla de introducción del asistente de configuración, pulse
Siguiente.
7. Acepte la advertencia de que Microsoft no soporta hardware para entornos cluster que
no haya sido aceptado por la HCL (Hardware Compatibility List), y pulse Siguiente.
8. Seleccione la opción que instala el primer nodo del cluster, y pulse Siguiente
9. Déle un nombre al entorno cluster y pulse Siguiente.
10. Introduzca el nombre y contraseña del usuario de dominio para el cluster que habíamos
creado anteriormente, y pulse Siguiente.
11. Asegúrese que los tres discos virtuales están seleccionados como Discos administrados,
y pulse Siguiente.
12. Seleccione el disco de 500MB que hemos bautizado como Quorum, y con la letra de
unidad Q, como disco de quórum.
13. Acepte para configurar la red del cluster.
14. Déle un nombre a la red y seleccione Habilitar esta red para su uso en cluster, tal y como
podemos ver en la Pantalla 3. Esta máquina virtual dispone únicamente de un adaptador
de red, de manera que seleccionaremos la opción Todas las comunicaciones (red mixta)
y aceptaremos. Si tuviéramos dos adaptadores virtuales de red, podríamos disponer de
dos redes; una privada y una pública.
15. Cuando recibamos la notificación de sólo se ha configurado un adaptador, pulsaremos
Siguiente.
16. Introduzca una dirección IP y una submáscara de red válida que estén en la misma red
virtual de las dos máquinas virtuales, y pulse Siguiente.
17. Haga clic en Finalizar para cerrar el asistente.
18. Cuando sea notificado que el servicio de cluster se ha iniciado correctamente, pulse
Aceptar.
19. Cierre la aplicación Añadir/Borrar programas.

Deje la máquina virtual VM1 ejecutándose e inicie la segunda; VM2. Inicie sesión como
administrador de dominio y realice los siguientes pasos:

1. Abra en el Panel de control, la aplicación Agregar o quitar programas.


2. Abra Agregar o quitar componentes de Windows.
3. Seleccione el componente del servicio de cluster.
4. Si se le solicita, inserte el CD original de Windows 2000 Advanced Server.
5. Cuando le aparezca la pantalla de introducción del asistente de configuración, pulse
Siguiente.
6. Acepte la advertencia de que Microsoft no soporta hardware para entornos cluster que
no haya sido aceptado por la HCL (Hardware Compatibility List), y pulse Siguiente.
7. Seleccione la opción que instala el segundo nodo del cluster, y pulse Siguiente
8. Introduzca el nombre del cluster que dimos en la configuración del primer nodo, y pulse
Siguiente.
9. Cuando recibamos la notificación de sólo se ha configurado un adaptador, pulsaremos
Siguiente.
10. Introduzca la contraseña del usuario del cluster, y pulse Siguiente.
11. Haga clic en Finalizar, para adjuntar este segundo nodo al cluster.
Ahora que ya tenemos los dos nodos funcionando, verifique su funcionamiento provocando un
failover (migración de recursos):

1. En cada máquina virtual, ejecute la aplicación Administrador de clústeres, que


encontrará en las Herramientas de administración
2. Expanda la carpeta de Grupo de clústeres
3. Haga clic con el botón derecho y seleccione Mover grupo

4. Tal y como la Pantalla 4 reproduce, debería ver cómo los recursos del cluster se han
movido al segundo nodo.

Tras haber iniciado la migración de los recursos del cluster para cada grupo de clústeres y para
cada grupo de discos, las letras de unidad de los discos compartidos del segundo nodo
coincidirán con los del primer nodo. Si se ejecuta un CHKDSK durante el primer failover, deje
que termine y no interrumpa el proceso.

Un pequeño truco

Hemos encontrado un pequeño problema con el entorno cluster basado en máquinas virtuales,
en donde se comparten discos SCSI virtuales no persistentes: los discos pierden los datos
cuando se apagan las máquinas virtuales. El problema sólo se da cuando se apagan, no cuando
sé reinicializa una máquina virtual. Para evitar este problema cuando quiera apagar
efectivamente el sistema, suspenda primero la máquina virtual y cierre después la ventana.
Ahora ya podrá apagar su equipo sin perder los datos de esos discos no persistentes. Esta
técnica, evidentemente, hace que las máquinas virtuales se suspendan, de manera que cuando
volvamos a trabajar con ellas, al encenderlas volveremos a tener las máquinas en el punto en
donde las dejamos.

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