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Prescripcion y Caducidad de Los Titulos
Prescripcion y Caducidad de Los Titulos
Caducidad de los poderes, el artículo 264 del Código Civil, regula lo referido a
la caducidad de los poderes otorgados para el matrimonio por representación.
De esta manera, la diferencia entre los dos tipos de caducidad viene dada
por la naturaleza de los elementos jurídicos sometidos a la extinción por el tiempo.
En algunos casos, hablamos de instituciones y actos, en otros hablamos de
acciones y derechos.
De lo dicho hasta aquí, puede verse claramente que de los cuatro conceptos
involucrados, dos tienen un campo común de aplicación: la prescripción extintiva,
y la caducidad simultánea de acciones y derechos.
- El término final de la prescripción se rige por las normas generales del plazo
establecidas en el artículo 1983 del Código Civil, en la medida que el artículo
2002 no trae excepción expresa. Esto equivale a decir que cuando el vencimiento
del plazo se produce en día inhábil, en realidad se verifica el primer día hábil
siguiente, artículo 183 inciso 5. En cambio, según el artículo 2007, en tanto que
“la caducidad se produce transcurrido el último día del plazo, aunque éste
sea inhábil”.
PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA
recibe un daño por dolo o culpa de alguien deber ser indemnizado, derecho
objetivo, entonces cuando alguien concreto me hace un daño por dolo o culpa, se
encarna en mí el derecho subjetivo de recibir una indemnización de su parte.
El concepto de acción.
Nótese que existe una profunda diferencia entre derecho y acción según los
tratamos en este aspecto del sistema jurídico:
El derecho es una facultad o poder para exigir cumplimiento de algo que nos
beneficia de otra u otras personas;
La acción es una atribución que la persona ejerce ante los tribunales para
que hagan, realidad su derecho.
Código Civil, aunque dicha exigibilidad resulta más débil que si la acción aún
subsistiera.
- La renuncia tácita de la que habla el segundo párrafo del artículo 1991 del
Código, debe ser evaluada no sólo en base al texto de esta norma, sino también
en base a los elementos normativos que aporta el artículo 141 del Código Civil,
particularmente, la necesidad de la inferencia indubitable a partir de la actitud o
circunstancias del comportamiento, y la excepción de la declaración en contrario o
la reserva.
La norma que establece este requisito es el artículo 1992° del Código Civil:
muerte del titular del derecho y la situación en que quedan sus sucesores frente a
la prescripción iniciada.
De aquí que el requisito para que comience a correr la prescripción sea que
la acción pueda ejercitarse. En caso contrario, de los dos fundamentos faltaría
necesariamente el segundo, porque el interesado no tendría cómo ejercitar su
acción y, por tanto, se estaría sancionando su inactividad jurídicamente forzosa.
“El día en que puede ejercitarse la acción”, no es una expresión que suponga
un referente de hecho, sino uno de naturaleza jurídico-conceptual. Es decir, la
norma no exige que de hecho pueda ejercitarse la acción sino que, de Derecho, la
acción pueda ser interpuesta.
SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
Los artículos que tratan el tema dentro del Código son tres:
II. Casos en los que no es razonable que las personas con intereses
encontrados, litiguen entre sí a propósito del problema cuya acción va a prescribir.
Estos son los casos de los incisos 2, 3, 4, 5 y 7 del artículo 1994°; y,
El inciso primero del artículo 1994 del Código Civil, establece como causa de
suspensión el hecho que los incapaces no estén bajo la guarda de sus
representantes legales. Es una obvia causal de suspensión desde que los
incapaces no pueden accionar. Hacer correr el plazo en estas circunstancias sería
perjudicar su derecho a la acción en forma grave.
El inciso tres del artículo 1994 del Código Civil se refiere a las personas que,
conviviendo con los requisitos establecidos en el artículo 326 del Código,
conforman una sociedad de bienes que se rige por las reglas de la sociedad de
gananciales del matrimonio civil. En consecuencia, la unión de hecho de que
tratamos, es análoga a la situación matrimonial –aunque muy distinta, desde
luego, y pueden serle aplicables las mismas reglas.
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Los incisos cuatro y cinco tratan de aquellas situaciones en que los incapaces
son representados por quienes ejercen poderes personales sobre ellos (patria
potestad, tutela o curatela). Por consiguiente, en las acciones que quepan entre
representante y representado, no puede haber prescripción mientras el vínculo
existe, por la sencilla razón de que el representante tendría que enjuiciarse a sí
mismo y, como eso no va a ocurrir, entonces los derechos del incapaz estarían a
muy pobre recaudo.
INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
Los artículos que tienen que ver con este tema dentro del Código Civil son los
siguientes: 1996, 1997, 1998 y 1999.
1. Reconocimiento de la obligación.
3. Citación con la demanda o por otro acto con el que se notifique al deudor,
aun cuando se haya acudido a un juez o autoridad incompetente.
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2. El actor se desiste del a demanda o de los actos con los que ha notificado
al deudor o; cuando el demandado se desiste de la reconvención o de la
excepción con la que ha opuesto la compensación.
ALEGACION DE LA INTERRUPCION
Como puede apreciarse del artículo 1996 del Código Civil, la interrupción sólo
puede darse dentro de relaciones obligacionales –acreedor, deudor y prestación,
pues todas las causales se refieren exclusivamente a ellas.
El inciso tres del artículo 1996 prevé el caso en que la intimación para
constituir en mora al deudor se haya hecho recurriendo a autoridad incompetente.
En este caso, propiamente, no se ha constituido la mora por un defecto de
competencia del juez o de la autoridad elegida por el acreedor. Sin embargo, el
cuidado de éste ha sido salvaguardado y, por tanto, la interrupción de la
prescripción se produce, aunque la mora no se haya generado. Este inciso permite
ver que son dos fenómenos independientes, para efectos de la interrupción, el
hecho de que le acreedor se preocupe por su crédito, y el de que la mora
efectivamente se produzca.
El inciso cuatro del artículo 1996 del Código Civil establece la interrupción de
la prescripción extintiva cuando se opone judicialmente la compensación. Entre los
artículos 1288 y 1294, el Código establece ciertos requisitos para que la
compensación sea posible y ellos no se cumplirán necesariamente con la
oposición judicial. Cabe entonces preguntarse si de los que trata el inciso 4 del
artículo 1996° es de que la compensación sea jurídicamente posible, o si basta
que el acreedor se haya preocupado de lograr por esta vía la satisfacción de su
crédito. Consideramos que el requisito del inciso 4 del artículo 1996° es sólo lo
segundo, es decir, que se oponga judicialmente la compensación y no que ésta
sea amparada por los órganos jurisdiccionales. En efecto, dos cosas distintas son
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El inciso dos del artículo 1997 supone el desistimiento del acreedor frente a
su deudor bien en la demanda, bien la notificación por otro medio, o en la
reconvención o en la excepción –estas últimas, como medio de lograr la
compensación de obligaciones. El desistimiento supone que el acreedor no exige
debidamente a su deudor, de acuerdo a su interés obligacional.
El inciso tres del artículo 1997 del Código Civil considera el caso de
finalización del proceso por abandono del acreedor, figura procesal que también
supone descuido del acreedor en la exigencia de su crédito.
“Código Civil, artículo 2000°.- Sólo la ley puede fijar los plazos de
prescripción”.
1. El plazo señalado por días se computa por días naturales, salvo que la ley
o el acto jurídico establezcan que se haga por días hábiles.
3. El plazo señalado por años se rige por las reglas que establece el inciso 2.
5. El plazo cuyo último día sea inhábil, vence el primer día hábil siguiente”.
Y para que no quede duda de que estas son las disposiciones aplicables a la
prescripción extintiva, el artículo 184° dice:
“Las reglas del artículo 183° son aplicables a todos los plazos legales o
convencionales, salvo disposición o acuerdo diferentes”.
cuando el último día del plazo sea inhábil, el vencimiento se produce el primer día
hábil siguiente. En la caducidad, según el artículo 2007°, el plazo vence aún en día
inhábil.
FUNDAMENTOS DE LA PRESCRIPCION
El Código Civil lo que preserva, y por eso enfatiza en la nulidad de los pactos
para su renuncia, es el fundamento del régimen legal de la prescripción y, por eso
también, impide que un sujeto pretensor pueda imponer un pacto de tal índole al
obligado. Este criterio, aunque de manera redundante dada la aplicación
supletoria del Código Civil en virtud del art. IX de su Título Preliminar, ha sido
tomado por la Ley General de Arbitraje N° 26572, en cuyo inc. 5 de su Sétima
Disposición Complementaria se establece que: “Es nulo todo pacto contenido en el
convenio arbitral destinado a impedir los efectos de la prescripción”.
La norma general que preceptúa el art. 1992 del Código Civil, es concordante
con la posibilidad legal de renunciar la prescripción ya ganada, prevista en el art.
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e) En los títulos valores a los que se refiere el inciso a) que lleven la clausula
de que se trata el artículo 52, se ejercitará la acción cambiaria por el sólo
mérito de la claúsula “sin protesto” y cumplir con lo señalado en el inciso
c) anterior, esto es recurrir a la Camara de Comercio respectiva dando
cuenta del incumplimiento.
Por último, la Ley N° 27287 legisla sobre la acción causal como una acción
alternativa cuando las calidades de tenedor del título y de obligado principal
corresponden, respectivamente, al acreedor y al deudor de la relación causal de la
que derivó la obligación cambiaria, autorizando al tenedor a promover, a su
elección y alternativamente, la acción cambiaria o la acción causal (art. 94.1). El
mismo derecho le reconoce la Ley N° 27287 al endosatario respecto a su
inmediato endosante, siempre que el endoso haya sido en propiedad y derive de
una relación causal, en la que uno y otro tuvieren la calidad de acreedor y deudor,
respectivamente (art. 94.2).
Distinta es la situación en el caso del interés directo del beneficiario del plazo.
Si él quiere hacer honor al derecho de su contraparte en la relación, puede optar
bien por reconocerle tal derecho, bien por no alegar la prescripción, en cualquiera
de las formas en que puede hacerse.
Bibliografía: