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PLACER FEMENINO
El clítoris es una parte importante de los genitales femeninos, ubicado justo sobre la
abertura de la vagina. Durante el desarrollo embrional las células del tubérculo
genital evolucionan ya sea a pene en los hombres o clítoris en las mujeres. Resulta
impresionante que hasta las ocho semanas de gestación, todo feto parece ser
femenino, ya que la testosterona recién aparece en ese periodo, y todo el tejido se
regenera. Debido a esta evolución común, el clítoris es similar al pene en muchos
sentidos. El clítoris se erecta, cambia de color y puede ser muy dinámico. Al cambiar
de forma, resulta algo muy sexy.
Los genitales de la mujer son tan amplios y poderosos como los de los hombres. Esto
es sabido desde Grecia antigua, la diferencia es que están adentro. Existen muchas
partes complejas y sensibles que no se ven, que no han sido contadas como parte
del "equipamiento" sexual de las mujeres, como deberían.
Lo más resaltante del clítoris es que es un órgano que existe exclusivamente para
dar placer. Una mujer puede salir encinta sin tener un orgasmo, pero los hombres
necesitan sentir cierta cantidad de placer para poder eyacular.
El siguiente paso fue que inhabilitaban a la mujer de tener una sexualidad plena y
desde ahí todo decayó. En la era Victoriana la sexualidad de la mujer,
particularmente en las clases medias y altas, era agresivamente reprimida. Freud
sostuvo que el orgasmo obtenido por medio de la estimulación del clítoris era
inapropiado para mujeres maduras. Si una niña se masturbaba, no se le podía
controlar, pero el orgasmo clitorial era inmaduro y no era saludable. Esto no fue
explicado, pero él y sus seguidores glorificaron a la vagina, que es de donde
proviene el placer primario masculino. Esto duró hasta 1970, cuando las feministas
empiezan a reinventar el sexo para las mujeres. La idea de que el principal placer de
la mujer está en la vagina es totalmente equivocada. Hasta los dibujos de la
anatomía femenina, tan precisamente ilustrada por Leonardo da Vinci, eran
inexactos, simplificados ya que hasta se atribuía parte de los genitales femeninos al
sistema urinario o reproductivo.
Es necesario que sepan que ese extremadamente sensible bultito del tamaño
de una arvejita es sólo la punta del iceberg.
Mediante ilustraciones -las ilustraciones correctas- podrán ver que hay mucho
más tejido al que se puede acceder de diversas formas.
Particularmente mediante la vagina se puede alcanzar la esponja de la uretra,
el Punto G. Así también pueden ver cómo estimular mejor estas áreas y
estructuras -que funcionan juntas- para producir un orgasmo.
Toda esta información puede ser realmente útil para las mujeres que no tienen
orgasmos, o que no los tienen frecuentemente, o que quieren pasar de tener
orgasmos simples a tener orgasmos múltiples. Algo que puede ser muy positivo
también es que sean más creativas al masturbarse.