1. rafis (ῥάφις, 4476), (de rapto, coser). Aparece en Mt 19.24; Mc 10.25
2. belone (βελόνη, 955), similar a belos, dardo. Denota un pincho aguzado, y, por ende, una aguja (Lc 18.25; algunos mss. tienen el Nº 1). Nota: La idea de aplicar el «ojo de una aguja» a portillos parece ser moderna; no hay rastros de ella en la antigüedad. El objeto del Señor en esta afirmación es el de expresar la imposibilidad humana y no hay necesidad de tratar de suavizar la dificultad haciendo que la aguja signifique otra cosa que el instrumento normal que se expresa con esta palabra. VINE - DICCIONARIO EXPOSITIVO DE PALABRAS DEL ANTIGUO Y DEL NUEVO TESTAMENTO EXHAUSTIVO Página 482 Hay que considerar también que las palabras pueden significar varias cosas de acuerdo con el contexto en que se digan, en este caso en el texto mencionado, el Señor hace un planteamiento de algo que es imposible para el hombre, en este caso lo imposible para el hombre es que un camello pase para el ojo de una aguja, pero para Dios lo imposible es posible. Hay otras explicaciones que se dan acerca de estos textos, pero se aleja mucho de lo que el Señor quiere decir, ya que estas explicaciones como en el caso de una pequeña puerta llamada “el ojo de una aguja” plantean posibilidad, es decir que si se podía pasar ese camello por esa puerta realizando una serie de maniobras para que pasara. Nilson Tovar Martinez