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78 Revista de la Asociación Geológica Argentina 73 (1): 78 - 92 (2016)

CARACTERIZACIÓN DE LAS FACIES VOLCANO-


SEDIMENTARIAS DE LA FORMACIÓN CHUSCHÍN,
SECTOR SUR- OCCIDENTAL DEL SISTEMA DE FAMATINA,
PROVINCIA DE LA RIOJA
Paula ARMAS1,2 , Eber CRISTOFOLINI1,2 , Juan OTAMENDI1,2 , Alina TIBALDI1,2 y Matías BARZOLA 1

1
Departamento de Geología, Universidad Nacional de Río Cuarto, Río Cuarto, Córdoba. Email: parmas@exa.unrc.edu.ar
2
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina.

RESUMEN

La Formación Chuschín constituye una sucesión volcano-sedimentaria presente en el sector sur-occidental del Sistema de Fa-
matina, asociada al arco magmático desarrollado en el borde occidental de Gondwana durante el Ordovícico Inferior y Medio.
El análisis de facies realizado para esta formación, ha permitido caracterizar los depósitos y definir algunas de las caracterís-
ticas del volcanismo y sedimentación vinculado con la evolución del arco famatiniano. En el área de trabajo han sido defini-
das, para la Formación Chuschín, facies volcánicas coherentes, tales como riodacita masiva, riolita bandeada y riolita masiva
con textura esferulítica. Otro tipo de facies interpretadas corresponde a las del tipo volcaniclásticas, ya sean autoclásticas, pi-
roclásticas y volcanogénicas. Entre este tipo de facies se han descriptos tobas-lapilíticas, tobas vitrofíricas, brechas monomíc-
tica y polimíctica, y arenisca tobácea. Además en el área se diferenciaron facies epiclásticas denominadas como metagrauvaca
laminada y metapelitas masivas y laminadas. Las características litológicas y asociaciones faciales que integran la Formación
Chuschín evidencian tanto eventos de volcanismo lávico de composición silícica emplazado en ambiente subácueo, así como
también eventos de volcanismo explosivo. El registro de volcanismo efusivo y explosivo se interdigita con depósitos volcani-
clásticos cuyas características sugieren proximidades al edificio volcánico y sedimentos epiclásticos asociados a procesos de
decantación y corrientes de turbidez en ambientes de baja energía.
Palabras clave: Rocas volcánicas y volcaniclásticas, Análisis de facies, Ordovícico Inferior y Medio, Sistema de Famatina, Provincia de La Rioja

ABSTRACT

Characterization of the volcano-sedimentary facies of the Chuschín Formation, South-western section of the Sistema de Famatina, La Rioja province
The Chuschín Formation is a volcano-sedimentary succession that is found in the south-western section of the Famatina System
and its genesis is linked to the evolution of the Western margin of Gondwana during the Lower and Middle Ordovician. Facies
analysis carried out in the Chuschín Formation allows characterizing the nature of volcano-sedimentary deposits and unders-
tanding some process of volcanism and sedimentation in this part of the Famatinian magmatic arc. The volcano-sedimentary
succession includes three coherent volcanic facies: massive rhyodacite, banded rhyolite and massive rhyolite with spherulitic tex-
ture. Volcaniclastic facies are divided into autoclastic, pyroclastic, and volcanogenic deposits. Several rocks including hyaloclas-
tic breccia, lapilli tuffs, vitrophyric tuffs, massive monomictic breccia, massive polymictic breccia and tuffaceous sands are re-
cognized within the volcaniclastic facies. Epiclastic facies occur in subordinate abundance and are characterized by alternating
laminated metagreywacke with massive and laminated metasiltstone. Lithological diversity and facies association in the Chus-
chín Formation reflect several events of silicic eruptive volcanism mostly emplaced under sub-aqueous conditions associate
with explosive volcanism. The main characteristics of eruptive and explosive volcanism inter-stratified with volcaniclastic de-
posits suggest that these rocks were sourced from a nearby volcanic edifice. Whereas, epiclastic facies are material deposited fall-
out and sedimentation by turbidity currents in low energy environments.

Keywords: Coherent volcanic and volcaniclastic rocks, Facies analysis, Lower and Middle Ordovician, Famatina System, La Rioja province

INTRODUCCIÓN
continuas y detalladas. En el Sistema de vícico durante la evolución de un arco
Desde los trabajos pioneros realizados Famatina se encuentran expuestas suce- magmático desarrollado en el borde occi-
por Stelzner (1876) y Bodenbender (1911) siones volcano-sedimentarias de más de dental de Gondwana (Turner 1958, de Al-
entre otros, hasta la actualidad, las ro- 3200 m de potencias y sus rocas plutóni- ba 1980, Toselli et al. 1996, Astini 1998).
cas que conforman el Sistema de Fama- cas complementarias. Esta sucesión plu- Los distintos eventos tectónicos desde el
tina han sido el objeto de investigaciones tónica - volcánica se generó en el Ordo- Paleozoico tardío al Terciario contribu-
Formación Chuschín, suroeste sistema de Famatina. 79

Figura 1: Ubicación del área de trabajo; a) Sudamérica y Argentina; b) Argentina y la provincia de La Rioja; c) Esquema geológico y unidades litoestratigráficas
simplificadas del sector sur de la sierra de Famatina donde se encuentra el área de estudio. Compilado de Clemens y Miller (1996), Mannheim y Miller (1996) y
Esteban (2003).

yeron a que las sucesiones sedimentarias son definidas a partir de la relación y aso- MARCO GEOLÓGICO
del Ordovícico que rellenaron las cuen- ciación con otras de ellas (Cas y Wright
cas del arco se presenten en afloramien- 1987). De igual modo que la diagénesis, El Sistema de Famatina, ubicado en-
tos discontinuos (Astini 2003). Parte de alteración hidrotermal y metamorfismo tre los 27º y 31º S, forma parte de un ar-
los depósitos volcano-sedimentarios que dificulta la identificación e interpreta- co magmático ordovícico (480-467 Ma;
aparecen en la pendiente occidental, co- ción de texturas y estructuras primarias Pankhurst y Rapela 1998, 2000, Ducea
rresponden a la Formación Chuschín, la formadas durante la depositación de se- et al. 2010) que actualmente se extiende
cual es caracterizada en este trabajo a par- dimentos o emplazamiento de las facies por más de 2000 km desde el norte de Pe-
tir del relevamiento litológico y análisis de volcánicas (McPhie et al. 1993, Asvesta y rú hasta el centro de Argentina (Chew et
facies de las unidades ordovícicas que la Dimitriadis 2010). Dado el contexto de al. 2007, Chernicoff et al. 2010), y desde
componen. Esta unidad aflora en el área procesos naturales originales y secunda- el Cenozoico constituye parte del ante-
de la quebrada homónima y en el sector rios (sobreimpuestos), el análisis de facies país fragmentado (Dávila y Astini 2007).
de Mina Delina, 20 km al este de la locali- es muy importante para establecer algu- Este sistema magmático-orogénico es-
dad de Villa Unión, en la provincia de La nas consideraciones en relación a la inter- tá asociado a subducción normal a lo lar-
Rioja (Fig. 1). pretación y reconstrucción del ambiente go del margen occidental de Gondwana.
La interacción de procesos originados depositacional (Cas y Wright 1987). En El magmatismo activo, tuvo un cinturón
por la actividad volcánica y el ambiente lo que respecta a las unidades de la For- de arco frontal con una gran cuenca de
sedimentario resulta en la depositación mación Chuschín, éstas presentan cier- retro-arco cuyos registros se encuentran
de facies autoclásticas, piroclásticas y vol- tas texturas relícticas y algunos contactos en la Sierra de San Luis, Sierras Pampea-
canogénicas (Fisher 1961, Cas y Wright primarios preservados localmente, que nas de Catamarca y Tucumán, y en la Cor-
1987, Kralj 2012) junto a facies volcánicas permiten reconocer y diferenciar los dis- dillera Oriental (Astini y Dávila 2004,
coherentes y facies epiclásticas. Si bien en tintos tipos de facies. Por lo cual, el obje- Lucassen y Franz 2005, Otamendi et al.
este tipo de sucesiones es común la inter- tivo principal de este trabajo, es determi- 2010, Larrovere et al. 2011).
estratificación de estas facies, cuando se nar los estilos eruptivos y características En el área del río Cachiyuyo y el anticlinal
trabaja con sucesiones antiguas, afecta- paleoambientales de los depósitos volca- Los Colorados (Famatina central) es don-
das por deformación tectónica como es no-sedimentario de la Formación Chus- de mejor preservadas están las sucesiones
el caso de la Formación Chuschín, es di- chín, a partir del estudio petrológico y el ordovícicas (Astini 1998, Astini y Dávi-
ficultoso definir si tal interestratificación análisis de facies. Considerando el estado la 2002, Astini et al. 2007). En este sec-
es original o por yuxtaposición tectónica. actual del conocimiento geológico, esta tor se encuentran las riolitas y andesitas
Este aspecto complica la determinación sería la primera contribución que carac- Cerro Tocino, las cuales yacen por debajo
de las relaciones verticales y laterales en- teriza la constitución litológica de la For- de la secuencia marina volcano-sedimen-
tre las facies, y en especial cuando muchas mación Chuschín. taria que constituye el Grupo Famatina
80 P. ARMAS, E. CRISTOFOLINI, J. OTAMENDI, A. TIBALDI Y M. BARZOLA

(Formaciones Suri y Molle) del Ordovíci- Formación Suri (de Alba 1980, Clemens do que afectó a esta unidad (Mannheim
co Inferior. La Formación Suri, compues- y Miller 1996). En la zona de Cerro Ne- 1988). En el área de estudio esta forma-
ta de pelitas, fangolitas, areniscas y tobas, gro las rocas ordovícicas comprenden la ción está deformada en varias fajas milo-
representa ambientes restringidos, fon- Formación La Alumbrera, y la Forma- níticas, sobreimpuestas a los planos sedi-
dos anóxicos, hasta ambientes costeros ción Portezuelo de las Minitas compues- mentarios originales, de rumbos N 335º
de alta energía. Por su parte, la Formación ta por conglomerados, areniscas y peli- a N 20º con buzamientos entre 90º a 59º
Molle, compuesta de bancos rojos y mo- tas interdigitadas con rocas volcánicas. La E. La faja de deformación Chuschín es
rados de areniscas y niveles volcaniclásti- presencia de graptolitos en la sección me- posterior a la depositación volcano-sedi-
cos gruesos, intercalados con pelitas ver- dia inferior le arroja una edad Arenigiana mentaria de la formación homónima, y
des con braquiópodos, sugieren períodos (Esteban 1999) y permite correlacionarla se habría iniciado y evolucionado entre el
de exposición subaérea interrumpida por parcialmente con la Formación Suri (As- Ordovícico Inferior a Devónico Inferior,
periódicas transgresiones marinas. Cabe tini 2003). En el área de Cuchilla Negra, por lo que ha sido asignada a la orogenia
destacar que todo el Grupo Famatina pre- yacen sucesiones sedimentarias formadas Oclóyica (Conci et al. 2001).
senta niveles volcánicos y volcanogénicos por depósitos volcánicos, volcaniclásticos Fundamentalmente, por la presencia de
intercalados dentro de la sucesión (Astini y epiclásticos con presencia de braquiópo- las vulcanitas intercaladas en la sucesión,
1998). Sobre este Grupo, en discordancia dos y trilobites del Llanvirniano (Lavan- Mannheim (1993) asigna a la Formación
angular, se encuentra el Grupo Cerro Mo- daio 1973, Dahlquist et al. 2008). Chuschín una edad Arenigiano-Llanvir-
rado (Ordovícico Medio) integrado por En el extremo sur de la pendiente occi- niano. Clemens y Miller (1996) incluyen a
la Formación El Portillo, constituida por dental del Famatina, las rocas ordovíci- esta unidad dentro de la Formación Su-
volcanitas ácidas e ignimbritas, y la For- cas conforman la Formación Chuschín ri de edad ordovícica temprana, y Astini
mación La Escondida que incluye psami- (Mannheim 1988) en la quebrada homó- (1998) propone la correlación de la For-
tas, microconglomerados, tobas e ignim- nima, descripta a continuación, y al es- mación Chuschín con El Grupo Famati-
britas (Astini y Dávila 2002, Candiani et te yace la Formación Bordo Atravesado na a partir de sus similitudes en facies y
al. 2011). compuesta de limolitas arcillosas, arenis- espesores. Posteriormente este autor tam-
En la pendiente occidental del Sistema de cas limosas y areniscas calcáreas porta- bién deja abierta una posible vinculación
Famatina, las rocas ordovícicas afloran doras de una fauna poco diversa de co- con el Grupo Cerro Morado asignado al
en secciones espaciadas debido a los dis- nodontes del Tremadociano superior y Ordovícico Medio (Astini 2003).
tintos eventos tectónicos que afectaron una asociación de trilobites del Tremado- La Formación Chuschín, en el sector cen-
el borde occidental de Gondwana (As- ciano superior alto (Esteban 2003, entre tral del área de estudio de esta contribu-
tini 2003). Estos afloramientos, al igual otros). Esta unidad se encuentra intruida ción, está afectada por una faja de alte-
que los del Famatina central menciona- por riolitas y dacitas del Ordovícico Me- ración hidrotermal, caracterizada por la
dos anteriormente, comprenden depósi- dio (Toselli et al. 1996). asociación mineral de curazo, sericita,
tos relacionados a un ambiente de margen caolinita y pirofilita (Schalamuk y Curci
activo, de edad Tremadociano - Llanvir- Antecedentes de la Formación Chus- 1999). Dicha alteración hidrotermal so-
niano. En la sierra de Narváez, se reco- chín breimpuesta a esta sucesión es asociada al
noce la granodiorita de Las Angostu- La Formación Chuschín aflora aproxi- mismo sistema volcánico que generó los
ras (Cisterna 1994) intruyendo depósitos madamente a 30 km al este de la locali- productos lávicos (Sardi et al. 2005) que la
volcánicos y sedimentarios con presen- dad de Villa Unión, en la provincia de La conforman.
cia de graptofauna ubicándolos cronoló- Rioja. Su localidad tipo se encuentra en
gicamente en el Tremadociano temprano la quebrada de Chuschín, Departamen- ANÁLISIS DE FACIES DE LA
(Cisterna et al. 2006). Al oeste, en la sie- to General Lavalle, y fue caracterizada FORMACIÓN CHUSCHIN
rra de Las Planchadas yacen los depósitos por Mannheim (1988) como una unidad
volcánico - sedimentarios del Arenigiano, constituida por chert, pizarras, grauva- Los principales afloramientos de la For-
definidos como Formaciones Suri (Harr- cas, cuarcitas y riolitas concordantes de mación Chuschín se encuentran en la
ington y Leanza 1957) y Las Planchadas más de 100 m de espesor. Esta formación quebrada del Arroyo Chuschín como así
(Turner 1958, Fanning et al. 2004). En la alcanza una potencia de 2000 m y repre- también en la margen izquierda del río
región de Chaschuil, Mángano y Buatois senta un complejo volcano-sedimenta- Cosme en la zona de Mina Delina (Figs.
(1994) reconocieron en la Formación Su- rio, intruido por granodioritas porfíricas, 1 y 2). En ambos sectores la actividad mi-
ri, los Miembros Vuelta de Las Tolas, Lo- aplitas, diques lamprofíricos (Mannheim nera del lugar contribuyó a la generación
ma del Kilómetro y Punta Pétrea. En las y Miller 1996) y el Granito Ñuñorco. La de excelentes exposiciones de esta forma-
proximidades de Valle hermoso se en- intrusión de este batolito granítico pro- ción. Dicha unidad litoestratigráfica está
cuentran cuarcitas, pizarras y chert den- dujo un metamorfismo de contacto al limitada al este por la intrusión del Gra-
tro de una serie volcánica atribuidas a la metamorfismo regional de muy bajo gra- nito Ñuñorco y al oeste por contacto tec-
Formación Chuschín, suroeste sistema de Famatina. 81

Figura 2: Mapa litológico del área de


la quebrada Chuschín y Mina Delina.
Ubicación de las secciones y perfiles
relevados.

tónico con unidades pérmicas del Grupo el mapeo de las mismas a partir del rele- depositado en algún ambiente o mezcla-
Paganzo (Fig. 2). La sucesión está confor- vamiento de secciones y perfiles estrati- do en porcentaje significante con frag-
mada principalmente por volcanitas efu- gráficos (Figs. 2 y 3). mentos no volcánicos.
sivas y piroclásticas que alternan median- La metodología utilizada para la clasifi- En este análisis de facies, los depósitos
te contactos netos o transicionales con cación de facies sigue casi estrictamente a volcaniclásticos se han subdivididos en
rocas volcanogénicas y epiclásticas, sien- la propuesta de McPhie et al. (1993). Esta autoclásticos, piroclásticos y volcanogé-
do éstas de menor relevancia en el área. clasificación se inicia con una primera di- nicos, y en los últimos dos casos ha si-
La distribución de tales depósitos y sus visión que incluye facies coherentes y fa- do posible diferenciar las distintas facies,
relaciones faciales evidencian una dispo- cies volcaniclásticas. Cabe aclarar que en utilizando la terminología propuesta por
sición casi submeridional de los mismos el caso de las facies volcaniclásticas se uti- Branney y Kokelaar (2002). Además se in-
afectados y controlados por la deforma- lizó el concepto de depósito volcaniclás- cluyen, en otro grupo las facies epiclásti-
ción sobreimpuesta (Fig. 2). tico propuesto por Fisher (1961), el cual cas presentes en la sucesión.
Con el objetivo de llevar a cabo el análisis incluye todo material volcánico clástico
de facies de la sucesión volcano-sedimen- formado por procesos de fragmentación, Facies volcánicas coherentes
taria de la Formación Chuschín se realizó dispersado por cualquier tipo de agente, Riodacita masiva: esta litología yace en
82 P. ARMAS, E. CRISTOFOLINI, J. OTAMENDI, A. TIBALDI Y M. BARZOLA

ta 1 mm., así como también diseminada y


en parches, afectando tanto a la pasta co-
mo a los fenocristales de feldespatos.
Riolita masiva: esta litología conforma
cuerpos tabulares, limitados por contac-
tos netos, con una potencia máxima que
alcanzan los 50 m. Macroscópicamente
presenta coloración negra azulada y tex-
tura afaníticas, mientras que el análisis
microscópico permite caracterizar una
muy baja proporción (<5%) de fenocris-
tales de cuarzo y feldespatos, de hasta 1,4
mm. Estos se presentan inmersos en una
pasta con textura micropoiquilítica, en la
cual los microlitos de plagioclasas alcan-
zan los 0,02 mm y se disponen sin una
orientación preferencial. La textura mi-
cropoiquilítica se dispone en bandas que
alterna con texturas esferulítica del tipo
axiolítica concéntrica (Fig. 4f) en racimos
abiertos. Las esferulitas, presentan forma
alargada, alcanzan hasta 0,8 mm de diá-
metros y en parte exhiben recristaliza-
ción parcial. La textura micropoiquilítica
y la esferulítica están limitadas por la alte-
ración argílica y sericítica.

Facies autoclásticas
Figura 3: Perfiles de detalle de la Formación Chuschín. Perfiles A, B y C relevado en la quebrada Chus- Brecha hialoclástica: esta facies yace como
chín de este a oeste respectivamente. Perfiles D y E relevado en el sector de Mina Delina de este a oeste cuerpo tabular, limitado por contactos
respectivamente.
gradacionales con la facies riolita bandea-
cuerpos tabulares de hasta 30 m de po- talina a criptocristalina de textura felsítica da. Presentan una potencia máxima que
tencia y con una coloración gris oscura a (Fig. 4b), y en muy baja proporción incluye alcanza los 15 m y coloración gris clara.
negro. Macroscópicamente presenta una textura esferulítica. Corresponde a una brecha matriz sopor-
textura porfírica con fenocristales euhe- Riolita bandeada: esta facies aparece en tada con clastos de composición riolíti-
drales y subhedrales de cuarzo y feldespa- cuerpos lobulares limitados por contac- ca con bandeado de flujo. Estos clastos
tos (Fig. 4a) de tamaño máximo de has- tos cóncavos convexos y con una poten- son angulosos, con bordes rectos a curvi-
ta 3 mm inmersos en una pasta vítrea con cia máxima que alcanzan los 600 m. Se planares y alcanzan un tamaño máximo
fractura concoide característica. El análi- caracteriza por presentar una coloración de 8 cm (Fig. 4g y h). En el miscroscópi-
sis microscópico permite observar feno- blanco amarillenta y estructura bandeada co la matriz posee una textura porfírica
cristales de cuarzo con bordes engolfados asignada a flujo de entre 15 a 5 mm (Fig. con fenocristales con un tamaño de hasta
e internamente fracturas rellenos por la 4d). Las observaciones microscópicas 1,7mm. Los fenocristales son de cuarzo, y
pasta recristalizada felsítica microcristali- permiten observar una textura porfírica feldespato (oligoclasa y albita), muestran
na o criptocristalina (Fig. 4b). Otros tipos con fenocristales euhedrales y subhedra- hábito euhedral y subhedral, y tienen bor-
de fenocristales corresponden a plagio- les con bordes engolfados de cuarzo con des engolfados. La pasta es microcrista-
clasas subhedral del tipo albita y oligo- un tamaños máximo de hasta 1,3 mm, y lina y presenta tanto textura felsítica co-
clasa, con maclas de dos individuos con feldespatos alcalino (ortoclasa) de hasta mo así también textura perlítica de vidrio
tamaños de hasta 2 mm, y en menor pro- 1,5 mm. La pasta presenta un bandeado totalmente desnaturalizado y cloritiza-
porción feldespato alcalino subhedros de marcado por la alternancia de texturas fel- do (Fig. 4i). Esta textura perlítica se pre-
hasta 1 mm. Los fenocristales se encuen- sítica microcristalina y textura esferulítica senta tanto en su forma clásica, arquea-
tran fragmentados (Fig. 4c) y en ocasio- (Fig. 4e) axiolítica y en abanico. Siempre das y concéntricas, o en forma alargada
nes se presentan orientados marcando la se observa presente una alteración sericí- (Fig. 4j).
dirección del flujo. La pasta es microcris- tica y argílica en bandas continúas de has-
Formación Chuschín, suroeste sistema de Famatina. 83

Figura 4: a) Afloramiento de rio-


dacita, textura porfírica con feno-
cristales de cuarzo y feldespatos; b)
Microfotografía de riodacita masi-
va con fenocristales de cuarzo con
bordes engolfados y fracturas re-
llenas por la pasta felsítica micro a
criptocristalino (nicoles cruzados);
c) Microfotografía de riodacita ma-
siva con fenocristales de cuarzo
fragmentado (nicoles paralelos); d)
Afloramiento de riolita bandeada;
e) Microfotografía de riolita ban-
deada con texturas felsítica y tex-
tura esferulítica, parte superior e
inferior de microfotografía respec-
tivamente (nicoles cruzados); f) Mi-
crofotografía de riolita masiva con
textura esferulítica del tipo axiolí-
tica concéntrica (nicoles cruzados;
g y h) Clastos de brecha hialoclás-
tica, angulosos y con bordes rectos
a curviplanares; i) Microfotografía
de la matriz de brecha hialoclástica
con textura felsítica como así tam-
bién textura perlítica de vidrio des-
naturalizado y cloritizado (nicoles
paralelo); j) Microfotografía de la
matriz de brecha hialoclástica con
textura perlítica arqueadas, concén-
tricas y en forma alargada (nicoles
cruzados).

Facies volcaniclásticas piroclásticas nos casos, curvamiento en contacto con tras que el resto presenta bordes desmem-
Toba lapilítica masiva eutaxítica: esta facies los cristaloclastos adaptándose a su forma brados y con límites difusos en contacto
posee una coloración morada, se dispo- (Fig. 5e y f). Otro rasgo distintivo del aná- con la matriz. La matriz es predominante-
ne en cuerpos con morfología tabular de lisis microscópico es la presencia de clas- mente detrítica con clastos tamaño arena
hasta 300 m de potencia, y está en con- tos rotados por la acción del flujo (Fig. 5e). cuyo análisis microscópico permite defi-
tactos netos con la facies toba vitrofíri- Toba vitrofírica: esta facies yace en bancos nir líticos volcánicos y clastos monomine-
ca. Macroscópicamente, presenta textu- tabulares de hasta 50 m de potencia. Ma- rálicos euhedrales de cuarzo, albita y orto-
ra porfírica, con cristaloclastos de cuarzo, croscópicamente presenta una coloración clasa. En parte la matriz también presenta
feldespato alcalino, y plagioclasa de hasta gris azulada y aspecto vítreo con un ban- textura vítrea totalmente desnaturalizada.
3mm, y litoclastos indiferenciados de 1 a 3 deado milimétrico (1 a 3 mm), el cual mi- Brecha masiva polimíctica: esta facies alcan-
mm. Además se diferencian fiammes con croscópicamente se caracteriza por bandas za los 100 m de potencia, y está conforma-
formas lenticulares de hasta 2cm de lar- de sílice microcristalina y criptocristalina. da por clastos angulosos a subangulosos,
go (Fig. 5a), y litofisas irregulares de entre oblados, ecuantes y prolados, inmersos en
1 a 3 mm. El análisis microscópico mues- Facies volcanogénicas una matríz sabulítica a psamítica (Fig. 6c,
tra una pasta totalmente desvitrificada Brecha masiva monomíctica: constituyen de- d y e). El tamaño de los clastos varía entre
con textura eutaxítica (Fig. 5b), la cual se pósitos monolitológicos clasto-soporta- 5 cm a 35 cm, y su distribución resulta en
encuentra obliterada por bandas de has- da a matriz soportada, masivos, dispues- una fábrica caótica. Dentro de esta facies
ta 0,5 mm de cuarzo y epidoto. Micros- tos en bancos tabulares con una potencia la composición de los clastos es variable,
cópicamente se observa que esta facies que alcanza los 30 m. Los clastos son de predominan las riodacitas y riolitas, en
incluye fragmentos pumíceos desnatura- composición riolítica con bandeado de tanto que los clastos de andesitas (Fig. 6d
lizados (de hasta 2 mm de tamaño) y fiam- flujo, similares a las facies coherentes con- y e) y facies piroclásticas aparecen en pro-
mes recristalizadas (Fig. 5c) a agregados cordantes. El tamaño de los mismos varía porciones subordinadas. Ocasionalmente
granulares de cuarzo y feldespatos y otras desde 4 a 45 cm y se caracterizan por pre- esta facies contiene bloques riodacíticos
con textura esferulítica (de hasta 1 mm sentar formas angulosas a subangulosas. de morfología redondeada cuyos ejes ma-
de tamaño). Las fiammes además presen- En el 80% de los clastos los bordes son yores varían entre 70 a 90 cm, alcanzando,
tan plegamiento disarmónico y, en algu- rectos y curviplanares (Fig. 6a y b), mien- en algunos casos los 350 cm.
84 P. ARMAS, E. CRISTOFOLINI, J. OTAMENDI, A. TIBALDI Y M. BARZOLA

Figura 5: a) Afloramiento de
toba lapilítica masiva eutaxítica
(ignimbrita soldada) con fiam-
mes (f ); b) Microfotografía de
textura eutaxítica en toba lapi-
lítica (nicoles paralelos); c y d)
Microfotografía de toba lapilíti-
ca con cristaloclástos (Cc), frag-
mentos pumíceos (Fp) y fiam-
mes (f ) recristalizadas (nicoles
cruzados); e y f ) Microfotogra-
fía toba lapilítica con fiammes
(f ) y plegamiento disarmónico
y curvamiento en contacto con
los cristaloclastos (Cc).

En esta brecha polimíctica la estructura- bancos tabulares de hasta 1 m de poten- Distribución espacial de las facies
ción primaria interna se presenta afectada, cia integrados por estratos de grauvacas volcano-sedimentarias
en gran parte, por una intensa deforma- de entre 0,40 y 0,20 m. con contactos ne- En el borde occidental del Famatina, la
ción frágil-dúctil, la cual genera de mane- tos. Los cuerpos se encuentran amalga- Formación Chuschín, constituye una su-
ra localizada una estructura curviplanar mados, presentan una coloración ocre a cesión volcano-sedimentaria de hasta
anastomosada del tipo milonítica (folia- amarillo verdoso (Fig. 6f) e internamen- 2000 m de potencia. El análisis de facies
ción milonítica); en estos casos también se te están constituidos por la alternancia de permite aseverar que dicha sucesión es-
observa que algunos clastos menores es- sets masivos y con laminación paralela fi- tá constituida por depósitos volcánicos
tán elongados, ahusado y orientados en na. La potencia de los sets varían de 0,5 coherentes, autoclásticos, piroclásticos y
posición sub-paralela (Fig. 6c, d y e). hasta 3 cm, y en algunos además se iden- volcanogénicos, intercalados con facies
Arenisca tobácea: esta facies se presenta en tifica una gradación normal débilmente epiclásticas.
bancos tabulares de hasta 5 m de poten- definida. Esta facies se encuentra inten- La sucesión presenta un cambio facial
cia, la estructuración primaria interna se samente afectada por deformación frágil- discernible sin ambigüedades en direc-
encuentra totalmente obliterada por la fá- dúctil y yace en contacto neto y alternan- ción este-oeste, desde las facies coheren-
brica milonítica penetrativa anastomosa- do con la facies de metapelita descripta a tes y autoclásticas a las piroclásticas y vol-
da evidenciando una intensa deformación continuación (Fig. 6 f y g). canogénicas (Fig. 2).
dúctil-frágil. El análisis microscópico Metapelita masivas y laminadas: esta facies se En el extremo oriental de la zona de estu-
muestra la predominancia de fragmentos dispone en bancos tabulares de entre 1 a dio (Fig. 2) yacen las facies volcánicas co-
pumíceos totalmente desvitrificados, con 6 m de potencia, conformados por estra- herentes, entre éstas la más abundante es
la presencia subordinada de fragamen- tos de entre 15 y 30 cm limitados por con- la riolita bandeada. En el área de la Que-
tos líticos de riolitas masivas, y una escasa tactos netos, y de coloración gris oscura brada Chuschín las riolitas bandeadas pa-
proporción de cristaloclastos de cuarzo y (Fig. 6 f y g). Los estratos están constitui- san en transición hacia el oeste a la facies
albita. La matriz se compone de argilomi- dos por una alternancia de sets de entre de riolita masiva con textura esferulíti-
nerales, sericita y láminas subhedrales de 1 a 0,5cm de potencia, los cuales se pre- ca dominante. Mientras que al norte, en
moscovita y clorita con bordes aserrados e sentan masivos o con laminación paralela la zona de Mina Delina, el cambio facial
inclusiones de opacos. Esta matriz se pre- muy fina. Los estratos masivos se caracte- se da hacia la facies autoclástica de flujos
senta en folias finas continuas y anasto- rizan por presentar una intensa silicifica- riolíticos (brecha hialoclástica) junto con
mosadas, las cuales rodean y engloban a ción. Esta facies al igual que la anterior es la intercalación de las riodacitas masivas.
los clastos, marcando una típica esquisto- afectada por metamorfismo de bajo gra- En el sector occidental del área, y prin-
sidad milonítica. do (facies de prenhita - pumpellita) e im- cipalmente en la Quebrada Chuschín es
portante deformación dúctil-frágil so- donde predominan las dos facies piroclás-
Facies epiclásticas breimpuesta evidenciada por un marcado ticas identificadas (toba lapilítica masiva
Metagrauvaca laminada: esta facies yace en clivaje de creanulación. eutaxítica y toba vitrofírica) las cuales se
Formación Chuschín, suroeste sistema de Famatina. 85

Figura 6: a y b) clastos con


bordes rectos y curviplanar de
brecha monomíctica masiva. c,
d y e) afloramiento de brecha
polimíctica con clastos de: rio-
dacita masivas (rd), riolitas ban-
deada (rb) y andesitas (a). f y g)
afloramiento de metagrauvacas
y metapelita en el área de Mina
Delina.

disponen en contacto neto y alcanzan su las máximas potencias. la morfología de las esferulitas varía se-
máxima potencia. En esta zona además gún la temperatura de formación, en el ca-
se presentan los mayores espesores de las DISCUSIÓN so de las esferulitas presentes en estas fa-
areniscas tobáceas aunque no es posible cies, pueden considerarse como formadas
asegurar su relación de campo con las fa- Depósitos de volcanismo efusivo de la a alta temperatura (700°C), ya que con-
cies piroclásticas mencionadas. En la zo- Formación Chuschín sisten de racimos abiertos, mientras que
na de Mina Delina, estas facies son me- Las facies volcánicas coherentes que con- las de baja temperatura (<400°C) son pa-
nos representativas y toman relevancia las forman la Formación Chuschín son ex- quetes de fibras radiales (Lofgren 1971b,
brechas monomíctica masiva y la brecha clusivamente de composición silícica McPhie et al. 1993).
polimíctica masiva. (riolitas y riodacitas), caracterizadas prin- En el caso de la facies riolita bandeada, es-
Los depósitos epiclásticos presentes en cipalmente por texturas felsíticas, esferu- tos tipos de texturas acentúan el bandea-
el área, se encuentran intercalados con líticas y micropoiquilíticas en la pasta. La do que la caracteriza tal como se presen-
rumbos submeridionales principalmen- textura felsítica en particular evidencia ta en la figura 4e, debido a variaciones en
te con las facies de volcanitas coherentes. procesos de recristalización del vidrio ya la hidratación y desvitrificación del vidrio
La facies dominante es la de metapelita que es uno de los productos de la desvitri- (Cas y Wright 1987, Scutter et al. 1998). La
dispuesta en cuerpos tabulares de más de ficación de alta temperatura de vidrio silí- generación de este bandeado se debe a
6 m de espesor, intercalándose con ban- ceo (McPhie et al. 1993). De igual modo, la la elongación de las vesículas y su poste-
cos de metagrauvacas de menor potencia preservación de textura micropoiquilítica rior relleno de microesferulitas alineadas
(0,70 m). Esta alternancia se incrementa en estas facies registra el estadio inicial de y minerales secundarios o cuarzo micro-
hacia el contacto con las riolitas bandea- la desvitrificación en vidrios con alto con- granular producto de cristalización en fa-
das y brechas monomícticas, generando tenido de agua o cuyo enfriamiento fue se de vapor (Asvesta y Dimitriadis 2010).
una arreglo granocreciente. Las mejores lento (Lofgren 1971a). Por otra parte, la Las distintas texturas y las evidencias de
exposiciones de este arreglo de facies se coexistencia de textura micropoiquilítica desvitrificación de alta temperatura de vi-
preservan en el sector del perfil E (Figs. 2 con la del tipo esferulítica sugiere que la drio que presentan estas facies coheren-
y 3) donde las facies epiclásticas alcanzan desvitrificación fue completa. Dado que tes sugieren que los cristales en la pasta re-
86 P. ARMAS, E. CRISTOFOLINI, J. OTAMENDI, A. TIBALDI Y M. BARZOLA

sultan de la cristalización sineruptiva del enfriamiento afecta la superficie de con- tación primaria y la depositación ocurrió
magma y/o cristalización acompañada tacto externa y produce fracturas que va- en proximidad al edificio volcánico.
por el lento enfriamiento durante y des- rían en forma y en la profundidad a la que Las relaciones faciales presentes entre las
pués del emplazamiento (Lofgren 1971b, penetran. Los clastos son formados in si- facies volcánicas coherentes y sus equiva-
Allen y McPhie 2003). La presencia de ca- tu por la intersección de tales fracturas y lentes autoclásticos, permiten interpretar
nalículos rellenos con pasta recristaliza- por el astillamiento del vidrio enfriado algunos rasgos de los depósitos efusivos
da en los fenocristales de cuarzo con bor- (Kokelaar 1986, McPhie et al. 1993, Mo- de la Formación Chuschín. Las facies de
des engolfados sugiere inestabilidad en telib et al. 2014). Por otra parte, la presen- riolita bandeada y las riolita masiva con
el magma y una disolución parcial de es- cia de textura perlítica en la matriz de es- predominio de esferulitas (Fig. 7), cons-
tos cristales (Asvesta y Dimitriadis 2010). te tipo de brecha (Fig. 4i y 4j), se asocia al tituyen el modelo típico de bordes de do-
La interconexión de estos canalículos y sobreenfriamiento del vidrio por la inte- mos o flujos de lava (McPhie et al. 1993)
engolfamientos profundos pueden ser racción con el agua. Esta hidratación del cuyas texturas sugieren distintos grados
la causa de la fragmentación de los feno- vidrio involucra la difusión del agua e in- de desvitrificación (Lofgren 1971a). Es-
cristales de cuarzo (Allen y McPhie 2003) cremento de volumen dentro del vidrio ta disposición en capas vinculada a facies
presentes en la facies riodacita, tal co- sólido (McPhie et al. 1993, Asvesta y Di- de borde, asociado con las facies de hialo-
mo se observa en la figura 4c. Otra cau- mitriadis 2010). clastitas tanto in-situ como resedimenta-
sa de la fragmentación y en especial para Entre los depósitos volcaniclásticos se ha das, indica que los flujos de lava o domos
el caso de los feldespatos, es la presencia definido un tipo de brecha monomíctica extruídos corresponden a ambientes su-
de grandes inclusiones fundidas, las cua- masiva (Fig. 5a y 5b), la cual posee clastos bácueos (Fig. 7) o en contactos con acuí-
les promueven la rotura interna de los fe- de la misma composición que los clastos feros. Sin embargo, las observaciones no
nocristales. Las inclusiones fundidas con- que constituyen la facies brecha hialo- son determinantes a la hora de inferir la
tribuyen al craqueo de estos durante el clástica mencionada anteriormente. Sin profundidad de los procesos extrusivos
ascenso del magma debido a que las vesí- embargo, la brecha monomíctica masiva (Kokelaar 1986, Németh et al. 2008, Kra-
culas de estas inclusiones generan grandes se diferencia por contener mayor propor- lj 2012). La ausencia de vesículas en estos
incrementos en la presión interna durante ción de matriz, y del tipo detrítica. Este depósitos coherentes implica una inhibi-
la descompresión, causando fracturas en rasgo junto con la disposición de los clas- ción de la exsolución de volátiles, fenó-
el cristal (Manley 1996, Best y Christian- tos sugieren que se trata de brechas hia- meno que comúnmente se relaciona con
sen 1997). En relación con este proceso loclásticas resedimentadas de composi- la presión de la columna de agua supra-
Allen y McPhie (2003) sugieren que tanto ción riolítica. Los distintos modelos de yacente. Gifkins et al. (2002) sugiere más
los fenocristales de feldespatos como los facies hialoclásticas muestran que estos de 200 m de profundidad para inhibir es-
de cuarzo son los más propensos a frac- depósitos se componen de material deri- te proceso para magmas félsico, mientras
turarse por este proceso ya que contienen vado de la fragmentación tanto primaria que Fisher (1984) propone como nivel de
inclusiones múltiples y/o grandes. y con cierto grado de retrabajo. La resedi- compensación de presión 1000 m de po-
Las facies riolíticas coherentes de la For- mentación de este material puede ocurrir tencia de la columna de agua para este ti-
mación Chuschín presentan sus equiva- poco después de la depositación o luego po de erupción.
lentes autoclásticos tal como la facies de- del soterramiento de poca profundidad,
finida como brecha hialoclástica. Este estando controlado el grado de retraba- Depósitos de volcanismo explosivo de
tipo de depósito es el producto del frac- jo por el entorno ambiental (Watton et al. la Formación Chuschín
turamiento no explosivo y desintegra- 2013). El material hialoclástico que se de- La facies de origen piroclástico presentes
ción por enfriamiento en la parte exter- posita en regímenes inestables es propen- en la Formación Chuschín se caracterizan
na de los flujos o domos lávicos (McPhie so a ser removilizado. El flujo de lava es por la presencia de fiammes, fragmentos
et al. 1993). La forma angular de los clas- suministrado, a través de canales preexis- pumíceos y textura eutaxítica (Fig. 5a, b,
tos que presenta esta facies, es consisten- tentes, pendiente abajo, fragmentándose c y d), rasgos que permiten interpretarla
te con la fragmentación frágil en respues- en profundidad y aumentando su retra- como ignimbritas, en las cuales se obser-
ta a la contracción por el enfriamiento al bajo en las zonas distales. De este modo van condiciones de soldamiento (McPhie
entrar en contacto con el agua, y/o el es- es común que estos depósitos se interdi- et al. 1993). La discriminación entre tex-
fuerzo dinámico del margen externo rí- giten con las facies coherentes u otras fa- tura soldada genuina y aparente es difi-
gido debido al movimiento continuo del cies volcaniclásticas (Watton et al. 2013), cultosa en sucesiones volcánicas antiguas
flujo. Además, la forma plana y angular tal como se observa en el área de estudio. (Gifkins et al. 2005). Por otra parte, las
de los fragmentos refleja que no existió En esta facies de brecha hialoclástica re- morfologías de las fiammes en agrega-
retrabajo previo a la depositación, defi- sedimentada la alta concentración de los dos granulares recristalizados responde a
niendo el brechamiento como in-situ (As- clastos y su característica composición procesos diagenéticos y de litificación fa-
vesta y Dimitriadis 2010). Inicialmente el monolitológica sugiere que la fragmen- voreciendo la preservación de las mismas
Formación Chuschín, suroeste sistema de Famatina. 87

y eliminando la textura vítrea primaria ficie antes de que se produzca el enfria- calados entre bancos potentes de pelitas,
(Asvesta y Dimitriadis 2010). Si bien po- miento por el contacto con ésta (Freundt podrían ser indicios de depósitos de co-
dría considerarse que no hay evidencia de 1998). El bandeado de sílice microcristali- rrientes de turbidez de baja concentración
soldamiento original, la presencia de plie- na y criptocristalina representa la comple- de partículas (Pickering et al. 1986). El
gues disarmónicos en las fiammes, el cur- ta desvitrificación mediante la nucleación arreglo facial evidencia avenidas episódi-
vamiento en contacto de los cristaloclas- y crecimiento de cristales a temperaturas cas a un ambiente de baja energía, lo cual
tos, y la presencia de clastos rotados por subsólidas generando la textura en mosai- puede ser asignado a ambientes marino
el flujo (Fig. 5e y f) sugieren condiciones co de cuarzo y feldespatos que oblitera la profundo o ambiente de plataforma (As-
de reomorfismo (Motelib et al. 2014) y/o textura vítrea original (McPhie et al. 1993). tini et al 2005). La poca preservación de
soldamiento (Gónzalez et al. 2004). Wolff Las facies piroclásticas de la Formación estructuras primarias así como también
y Wright (1981) asumen el reomorfismo Chuschín son volumétricamente domi- la ausencia de facies fosilíferas imposibi-
como un movimiento secundario de flujo nantes en el sector occidental del área, y litan hasta el momento sugerir con preci-
que sucede inmediatamente después de ponen de manifiesto la importancia del sión tal ambiente depositacional.
su depósito, como un fluido viscoso co- volcanismo explosivo en esta localidad En cuanto a las facies volcaniclásticas de-
herente, y McPhie et al. (1993) conside- del arco Famatiniano. El ambiente de de- finidas en el área, caracterizadas como
ran al soldamiento como el sintering jun- positación de estos flujos piroclásticos, brecha polimíctica masiva y arenisca to-
to a la deformación plástica por calor y hasta el momento no ha sido establecido, bácea, éstas presentan una deformación
baja viscosidad de los piroclastos juveni- debido a la ausencia de facies fosilíferas en sobreimpuesta que obliteró las posibles
les. Branney y Kokelar (1992) denominan los depósitos sedimentarios asociados y la estructuras primarias y sedimentarias,
este proceso como aglutinación, caracte- deformación sobreimpuesta. Sin embar- hecho que condiciona las consideracio-
rístico de ignimbritas de alto grado y lo go, considerando el resto de las facies de- nes que pueden contribuir a su interpre-
distinguen del soldamiento post-empla- finidas para el área es esperable que se tra- tación. En el caso de la brecha masiva, la
zamiento por carga. De este modo la de- te de ignimbritas subacueas o con origen mala selección que presenta, el tamaño y
finición de esta facies como ignimbrita de subaereo y posterior ingreso a un cuer- forma de los clastos, y su naturaleza po-
alto grado (Llambías 2001) o reoignim- po de agua. Es importante sostener esta limíctica permite interpretarla como de-
brita (Walker 1983) se basa en la eviden- idea notando que Sparks et al. (1980) de- pósitos de avalanchas de detritos de rápi-
cia de la aglutinación y coalescencia de los mostró por primera vez como se preser- da depositación (Schmincke et al. 1997).
vitroclastos a temperaturas por encima van las ignimbritas de alta temperatura en Además la presencia de bloques de hasta
de la transición del vidrio, proceso que ambientes subácueos. Este autor conside- 3,5 m de tamaño sugiere altos gradientes
además es causante del flujo que genera ra que la soldadura y compactación de los y proximidad al área de aporte para su de-
la textura de soldamiento, las fiammes flujos piroclásticos calientes están contro- positación. Este tipo de facies se genera a
plegadas y los clastos rotados que se ob- lados principalmente por la carga litostá- partir de fallas en las laderas de los edifi-
servan (White 2000, Kralj 2012). El ban- tica y la viscosidad del vidrio. En ambien- cios volcánicos (Moore et al. 1989). A di-
deado de cuarzo y epidoto que oblitera la tes subácueos esta viscosidad, relacionada ferencia de los flujos de detritos éstos son
textura eutaxítica podría vincularse a los con el contenido de agua y la presión, dis- eventos repentinos, el material es disgre-
procesos hidrotermales que afectaron la minuye con la potencia de la columna de gado y la energía se disipa debido a las co-
sucesión estudiada. El desarrollo de lito- agua, permitiendo el soldamiento a altas lisiones entre clastos (Masson et al. 2002,
fisas que presenta esta facies (Fig. 8), es profundidades (Sparks et al. 1980). 2006). Las fallas que provocan las ava-
otro indicador de depósitos piroclásticos lanchas de detritos suelen ser el resultado
soldados, ya que indican expansión de ve- Depósitos epiclásticos y volcanogéni- de un aumento excesivo del crecimiento
sículas por exsolución de volátiles y la de- cos de la Formación Chuschín del aparato volcánico en un período re-
formación plástica del vidrio en alta tem- En cuanto a las facies epiclásticas obser- lativamente corto y/o la sismicidad rela-
peratura (McPhie et al. 1993). vadas en toda la Formación Chuschín só- cionada con la erupción volcánica (Moo-
La relación de yacencia entre tobas vitro- lo se ha podido determinar la presencia re et al. 1989). Dicha actividad volcánica
fíricas con facies de ignimbritas permite de niveles formados por facies pelíticas es el principal responsable de la construc-
interpretar vitrófiros basales de flujos pi- intercaladas con facies grauváquicas. Las ción de edificios inestables, que luego son
roclásticos (Fig. 8), los cuales se asocian a características de la facies pelíticas permi- destruidos mayormente por el colapso la-
porciones de ignimbritas densamente sol- ten asociarla a la depositación por decan- teral, en lugar de por el colapso vertical
dadas (Cas y Wright 1987). Dichos vitró- tación a partir de material en suspensión relacionado con la formación de calde-
firos basales evidencian flujos de tempe- en ambiente de baja energía, por debajo de ras (Masson et al. 2002). Las secciones fa-
raturas mayores a la de soldamiento, de la base de acción de olas. La presencia de lladas de las laderas que quedan expues-
muy baja viscosidad en el que las partícu- estratos grauváquicos en set masivos, la- tas tanto en ambientes subácueos como
las se aglutinan al impactar en la super- minados, y con gradación normal, inter- subaéreos, son zonas de posterior volca-
88 P. ARMAS, E. CRISTOFOLINI, J. OTAMENDI, A. TIBALDI Y M. BARZOLA

Figura 7: Esquema de distribución de facies en borde de flujo de lava o domo extruído en ambiente subácueo (Cas y Wright 1987, McPhie et al. 1993) e imágenes
de las relaciones de facies en el área de Quebrada Chuschín y Mina Delina.

nismo, debido a la disminución de la po- Características paleoambientales y gistro del inicio de fases de volcanismo
tencia de las paredes del aparato volcáni- consideraciones regionales explosivo félsico. Las facies de mayor re-
co, facilitando que el magma llegue a la El análisis de facies y su arreglo vertical levancia de esta sección caracterizan un
superficie (Cantagrel et al. 1999, Masson permite dividir a la sucesión volcano-se- ambiente dominado por flujos piroclásti-
et al. 2006). Este rasgo contribuye a la in- dimentario estudiada en dos secciones cos de altas temperaturas emplazados o
tercalación y asociaciones laterales de es- (inferior y superior) que sugieren distin- generados en ambientes subácueos.
ta facies volcaniclásticas con las del tipo tos paleoambientes de sedimentación. Mannheim (1993) fue quien primero es-
coherente tal como se observa en el área La sección inferior evidencia un ambien- tableció las composiciones félsicas de las
de estudio (Fig. 2 y 3). te depositacional dominado por episodios volcanitas de esta Formación. Estudios
En referencia a la facies arenisca tobácea, volcánicos efusivos félsicos subácueos realizados en el sector norte del Famati-
la presencia de fragmentos pumíceos en (flujos de lava o domos) con generación de na, en el área de Chaschuil, definen facies
alta proporción sugiere que esta facies po- depósitos hialoclásticos tanto in-situ como volcánicas coherentes similares de com-
dría corresponder ya sea a depósitos pri- resedimentados. Las características de las posición félsica, dentro de Formación Su-
marios no soldados de un volcanismo ex- facies coherentes sugieren que las efusio- ri, junto con basaltos y andesitas (Mán-
plosivo o al retrabajo de estos en áreas nes ocurrieron bajo una columna de agua gano y Buatois 1996, Cisterna et al. 2010),
muy próximas al aparato volcánico. Am- de por lo menos más de 200 m de profun- estando éstas últimas ausentes en el área
bos orígenes pueden ser posibles, ya que didad. En esta sección tales efusiones al- de Chuschín. Cisterna et al. (2010) tam-
podría vincularse con la facies de ignim- ternan con las facies epiclásticas que re- bién interpreta facies hialoclásticas para la
britas descriptas anteriormente, represen- presentan principalmente ambientes de secuencia en Chaschuil evidenciando vol-
tando los depósitos sin soldamiento de sedimentación de baja energía para su em- canismo subácueo, sin embargo en dicha
flujos piroclásticos (McPhie et al. 1993) o plazamiento. área éstas constituyen los depósitos auto-
depósitos de caída independiente, o bien La sección superior, en cambio incluye las clásticos de basaltos y andesitas, y no de
asociarse a la facies de brecha correspon- facies volcanogénicas, representando una facies félsicas como en la zona de estudio
diendo a la transformación de flujos de depositación a partir de flujos de detritos de esta contribución. En la región central
avalancha a flujos de detritos y corrientes posiblemente asociado al colapso al apa- del Famatina, en el área del río Cachiyu-
de turbidez (Fisher 1984). rato volcánico, como así también el re- yo, Astini (1998) también reconoce rioli-
Formación Chuschín, suroeste sistema de Famatina. 89

Figura 8: Esquema de ignimbritas de


alto grado intensamente soldadas con
bordes con litofisas (toba lapilítica ma-
siva eutaxítica) y vitrófiro basal (toba
vitrofírica), según Cas y Wright (1987).
Afloramientos de éstas facies en el área
de Quebrada Chuschín. Detalle de tex-
tura de soldamiento intenso y litofisas.

tas y andesitas (volcanitas Cerro Tocino), varios autores para unidades correlacio- destacable, que éstas se presentan escasa-
subyacientes a la Formación Suri, y en dis- nables. Desde Lavandaio (1973) la For- mente aflorando en relación a las facies
cordancia angular sobre el Grupo Fama- mación Suri fue atribuida a facies de pla- volcánicas, al igual que en la Formación
tina, describe volcanitas riodacíticas (For- taformas, con posterioridad, Clemens y Molle (Astini 1998) y Formación El Por-
mación Morado). Miller (1996) mantienen la idea de este ti- tillo (Astini y Dávila, 2002) donde predo-
Como se muestra en esta contribución po de ambiente y proponen que los depó- minan los niveles volcanogénicos.
la Formación Chuschín además incluye sitos de Formación Chuschín, correspon- Teniendo en cuenta las consideraciones
grandes potencias de facies piroclásticas den a acantilados de margen continental regionales planteadas anteriormente, se
de altas temperaturas. En relación a regis- activo con tendencia a pasivo. Por otra puede afirmar que las facies coherentes,
tros de volcanismo explosivo, se destaca parte, Mángano y Buatois (1997) en el autoclásticas y parte de las volcanogéni-
lo mencionado por Cisterna et al. (2005) área de Chaschuil definen para el Miem- cas, que conforman la Formación Chus-
para el área de Chaschuil. Dichas autoras bro Vuelta de Tolas de la Formación Su- chín presentan similitudes con los depó-
reconocen potentes depósitos de ignim- ri, facies asociadas a un ambiente de talud sitos del Grupo Famatina del sector norte
britas para la Formación Suri caracteriza- adyacente a un arco volcánico. Los auto- (área de Chaschuil). Mientras que las fa-
das por soldamiento y textura eutaxítica res se refieren a talud de margen activo cies piroclásticas, demás volcanogénicas
indicando altas temperaturas de empla- formados en escarpas de fallas a profun- y su relación con las epiclásticas, se ase-
zamiento. Otras son las investigaciones didades someras. La facies volcanogéni- mejan principalmente al Grupo Cerro
referentes al Grupo Cerro Morado por ca denominada como brecha polimícti- Morado de la región central del Famati-
Astini y Dávila (2002), quienes describen ca, definida en esta contribución podría na. Sin embargo, para corroborar tales
facies ignimbríticas también de alta tem- correlacionarse con tales tipos de depó- correlaciones resulta de crucial relevan-
peratura, para la Formación El Portillo, sitos, caracterizando también ambien- cia la obtención de edades radimétricas
y posteriormente Astini (2003) mencio- tes de alto gradiente y proximidad al ar- de las volcanitas para definir si los even-
na la posible correlación entre este grupo co volcánico. De igual modo, la facies de tos efusivos y explosivos que representan
y la Formación Chuschín. areniscas tobáceas definidas en este tra- la Formación Chuschín son coetáneo con
El análisis y las comparaciones regionales bajo, presentan similitudes a la descrip- uno u otro Grupo. Como se mencionó
también se basan en las facies volcanogé- tas en Chaschuil por Mángano y Buatois anteriormente, la yacencia discontinua de
nicas de la Formación Chuschín interpre- (1996), Cisterna et al. (2010) y, Cisterna y las sucesiones ordovícicas de la pendiente
tadas, y para ello es importante tener en Coira (2014). occidental del Famatina dificultan las co-
cuenta algunos aspectos paleoambien- En cuanto a las facies sedimentarias epi- rrelaciones litoestratigráficas en ausencia
tales definidos en estudios previos por clásticas en la Formación Chuschín, es de dataciones.
90 P. ARMAS, E. CRISTOFOLINI, J. OTAMENDI, A. TIBALDI Y M. BARZOLA

CONCLUSIÓN
yectos PICT 00453/10 de la Agencia Na- lución temprana del Famatina y como parte
Los resultados de la investigación lleva- cional de Promoción Científica y Tecno- del orógeno oclóyico en el noroeste argen-
da a cabo en la Formación Chuschín su- lógica de Argentina y a través del fondo tino. En: Dahlquist, J., Baldo, E. y Alasino,
gieren que la sucesión litológica estudiada de ayuda de la Secretaria de Ciencia y Téc- P. (eds.) Geología de la Provincia de La Rio-
corresponde a depósitos volcano-sedi- nica de la Universidad Nacional de Río ja (Precámbrico-Paleozoico inferior): 67-84,
mentarios, los cuales han sido vinculados Cuarto. Por otra parte se reconoce la co- Buenos Aires.
con la evolución del arco magmático Fa- laboración en las tareas de campo del Lic. Asvesta, A. y Dimitriadis, S. 2010. Facies archi-
matiniano en todos los estudios realiza- Nicolás Zambroni, Darío Ferrero y Lucía tecture of a Triassic rift-related Silicic Volca-
dos hasta el presente (Mannheim 1988, Cattana. no-Sedimentary succession in the Tethyan
Clemens y Miller 1996, Mannheim y Mi- Los autores agradecen a los árbitros del realm, Peonias subzone, Vardar (Axios) Zo-
ller 1996, Astini 1998, 2003, Armas et al. trabajo, al Dr. Federico Martina y a la ne, northern Greece; Regional implications.
2014). Dra. Flavia Salani por sus valiosas suge- Journal of Volcanology and Geothermal Re-
El análisis de facies de la Formación rencias al manuscrito. search 193: 245-269.
Chuschín ha permitido distinguir facies Best, M y Christiansen, B. 1997. Origin of broken
volcánicas coherentes, facies volcaniclás- TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO phenocrysts in ash-flow tuffs. Geological So-
ticas y facies epiclásticas. Entre las facies ciety of America, Bulletin 1: 63-73.
coherentes se han definido: riodacitas ma- Allen, S. y McPhie, J. 2003. Phenocryst frag- Bodenbender, G. 1911. Constitución geológica
siva, riolita bandeada y riolita masiva. Las ments in rhyolitic lavas and lava domes. Jour- de la parte meridional de La Rioja y regiones
facies volcaniclásticas han sido diferen- nal of Volcanology and Geothermal Research limítrofes. Academia Nacional de Ciencias,
ciadas entre autoclásticas, piroclásticas y 126: 263-283. Boletín 19:1-220, Córdoba.
volcanogénicas. Dentro de estos grupos Armas, P., Cristofolini, E., Otamendi, J., Tibaldi, Branney, M. J. y Kokelaar, B. P. 2002. Pyroclastic
se han descripto brecha hialoclástica; toba A. y Zambroni, N. 2014. Geología de la Que- density currents and the sedimentation of ig-
lapilítica masiva eutaxítica; toba vitrofíri- brada de Chuschín y Valle del Cosme. Sector nimbrites. Geological Society of London, 136
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