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En el primer capítulo se habla de cómo es el trato hacia nosotros los jóvenes pues
a veces nos hablan como idiotas y en lo personal lo he visto en amigos a los que se
les quiere dar algún consejo pero éstos no están dispuestos a escucharlos o los
escuchan pero hacen caso omiso de lo que les acaban de aportar, lo que provoca
que nos hablen como idiotas, pues no ven la suficiente madurez como para
hablarnos como adultos, aunque también éstos se predisponen a la idea de que no
queremos escuchar ningún consejo y por lo tanto se vuelve pesado tanto para ellos
como para nosotros, yo no he tenido la experiencia de que me traten de esa manera
pues yo no me espero a que los adultos se me acerquen para ofrecerme su apoyo
o consejo sino que yo tomo la iniciativa de preguntar a cada una de las personas
exitosas que me rodean pues considero que ellos tienen más experiencia respecto
a obstáculos en la vida y cómo afrontarlos, es decir me da curiosidad sobre que hizo
esas personas para llegar a donde se encuentran en ese momento. Siento que para
solucionar este gran problema en el que los adultos les hablan a los jóvenes como
idiotas se debe de hacer enfoque en las dos partes, tanto de los adultos como de
los jóvenes, pues en parte el problema de que no queremos escuchar está en que
algunos adultos presentan una conducta de doble moral en la que ya nos es difícil
creer y asimismo los jóvenes deberíamos estar en una actitud de disposición hacia
las nuevas enseñanzas de las personas que ya han pasado por ese camino al que
nosotros nos dirigimos, es decir tanto los adultos como los jóvenes deben de
cambiar su manera de actuar unos con otros.
En el segundo capítulo, que en mi opinión es un muy buen punto a favor del autor,
de establecer un compromiso con el lector a fin de crear un vínculo con éste, que
como ya lo mencioné anteriormente, va dirigido sobre a los jóvenes. En este capítulo
de establecen los objetivos del autor con su libro y un compromiso de hacer del libro
una lectura amena y sencilla, con lo que el autor pretende lograr una comunicación
directa con él lector y asimismo pide un compromiso al lector para sea abierto con
lo que le va a proponer y ayudar, como lo dice el autor no comportarse como un
idiota. Otra parte que se me hizo un buen punto del libro es que el autor en este
capítulo pone su correo para que cualquier duda o crítica constructiva, le sea llegado
y él pueda responder personalmente cada una de éstas.
En el cuarto capítulo se habla sobre un dilema que se nos presenta en nuestra vida
en donde las decisiones que van a marcar el rumbo de nuestra vida las tomamos
cuando estamos menos experimentados o mejor dicho cuando no sabemos nada,
y debemos recurrir a preguntar a aquellos que ya han tenido esas experiencias. De
hecho el autor hace imaginarse al lector una utopía donde sería mejor si naciéramos
ya con la experiencia y condiciones corporales necesarias para que nuestra vida
fuera más sencilla, pero lamentablemente no es así; y con mayor razón debemos
de poner más atención a los adultos más experimentados, pero a veces no cuando
nos quieren dar un consejo lo primero que pensamos es que si ellos supieran tanto
no estarían donde se encuentran ahora, por esa razón es que somos a veces
crueles, y no los escuchamos ni entendemos que muchos de los consejos que nos
dan son los que ellos aplicarían si se los hubieran dicho antes. A mí esto ya me ha
pasado varias veces con algunas personas que yo no considero que sus logros
sean algo considerables o dignos de admirar, es decir como lo dice el autor en base
en sus resultados los escucho o no, pero claro que es muy difícil encontrar a alguien
que haya hecho el 100 por ciento de las cosas que se propuso y tampoco esas
cosas van a coincidir exactamente con las mías. Así que en base a lo que leí en
este capítulo creo que si me puede pasar pero voy a procurar que sean mínimas las
veces que me pase esto. Coincido con el autor en que la manera más fácil de
solucionar este problema es estar conscientes como jóvenes de las razones por las
cuales los adultos nos quieren dar sus consejos y aunque su vida no haya sido muy
vertiginosa debemos siempre de buscar algo que podamos aprender de la otra
persona de tal manera que estemos en un constante aprendizaje sin juzgar a la
persona que su única intención es ayudarnos. Algo que si me gustaría agregar
respecto a este capítulo es que debemos de aprender de todos pero asimismo
identificar a aquellos de los cuales es necesario aprender más.Tampoco es como
que exista una receta especial para el éxito pero existen algunos caminos que ya
otras personas han recorrido y lo mejor es preguntar sobre el camino que más
armonice con nuestros intereses; pero siempre teniendo en cuenta que debe ser
nuestro futuro el que sigamos y no el de otra persona.