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COLOQUIO PSICOLINGÜÍSTICA

Para quienes no estuvieron en la presentación del segundo parcial, el tema que presenté fue
“La adquisición de la categoría funcional Tiempo, a partir de una hipótesis de Nina Hyams, que
se denomina hipótesis de la infraespecificación. Trabajé con un texto de Ana Ojea, publicado en
el 2001 que se denomina “El desarrollo sintáctico en la adquisición de la primera lengua:
análisis de la etapa telegráfica de una sujeto monolingüe de español”.

Entonces, lo que hace Ojea es retomar esta hipótesis que dice que en la etapa telegráfica
(de los 2 años a los 2 años y medio) la gramática infantil posee todas las categorías funcionales
pero estas se encuentran infraespecificadas (tienen ciertos valores asignados por defecto)

Por lo tanto, la hipótesis en la que me baso tiene un enfoque continuista; esto es, que
podemos asumir que los mecanismos cognitivos del niño y del adulto son los mismos, sólo que
las categorías funcionales se encuentran infraespecificados. Ana Ojea va a analizar el habla de
una niña en el periodo entre los 16 y 22 meses de edad, dirá que a partir de los 16 meses (al año
y cuatro meses) la categoría Tiempo ya aparece pero infraespecificada y que es a partir de los 22
meses que la flexión verbal “perfectiva” comienza a utilizarse con valor de tiempo pasado a la
vez que se activa el rasgo [+IMPERFECTIVO]. Es decir, desde aquí comienza la activación de
los demás rasgos inherentes a la categoría. Partiendo de esto, la autora se pregunta ¿Qué
fenómenos gramaticales se relacionan con la adquisición de la categoría funcional Tiempo?
Ella presenta tres fenómenos:

 La fijación del orden de los constituyentes:


Antes de los 22 meses las posiciones en que aparecen los argumentos del verbo con
respecto a éste no siempre coincide con la del español adulto; la tendencia es que el sujeto
aparezca al final de la oración (lo cual es posible también en la lengua adulta), por ejemplo: [llora
nena]

[4] [llora nena] Antes de los 22 meses


Desde nuestro punto de vista, casos como [llora nena], en los cuales el orden del argumento
externo (Sujeto) es distinto al del habla adulta, son explicables utilizando las hipótesis e
indagaciones de Ojea y también de Hyams: como ya hemos explicado, hasta los 22 meses, los
únicos rasgos activados en la categoría T son [+PRESENTE] y [+PERFECTIVO]. Por esta razón
Ojea argumenta que, al no activar T los rasgos no interpretables [+CASO NOMINATIVO] y
[NÚMERO], no pueden generarse operaciones de movimiento; esta operación se desencadena
sólo cuando algo no puede ser leído por los sistemas de actuación.

Una vez superada esta etapa, el sujeto amplía esos rasgos de T, completando los valores ya
adquiridos y activando los rasgos [-INTERPRETABLES]. Ahora sí se requerirán operaciones de
movimiento, como en este caso el movimiento del SN ‘nena’ hacia la posición de Especificador
del ST para chequear Caso Nominativo (recientemente activado en Tº).

[5] [llora nena] Después de los 22 meses

 La adquisición del artículo:

Aunque se han encontrado algunos resultados de SSNN con artículos indeterminados ( un/una ),
la autora plantea que el uso del artículo en la gramática de los niños no empezará a ser productivo
hasta después de los 20 meses; por ejemplo las marcas de [número] aparecen a los 21 meses.
Siguiendo su hipótesis acerca de las categorías funcionales (particularmente TIEMPO) sostiene
que el SD está hasta entonces infraespecificado como [+referencial]. Esta idea refuerza el planteo
de que las categorías funcionales ya se proyectan en esta etapa pero con valores predeterminados.
Sin embargo, la evidencia que podemos aportar a favor de este planteo es únicamente semántica:
en algunos casos se comprueba que hacia los 21 meses ya se utiliza espontánea y sistemáticamente
la distinción [±específico], desarrollada léxicamente en la oposición artículo determinado /
artículo indeterminado; es más, se comienza también a sondear la posibilidad que existe en
español de utilizar el artículo para legitimar una categoría vacía en el núcleo nominal (sean tanto
Sujeto como OD):

[10]

Mami, esa crema que está ahí abajo: la de arriba no (1;09,21)

(Quiero) la nueva y la vieja (1;09,04) [pidiendo unas esponjas]

ST

Esp. T’

pro
T° SV

OD V’

V° Coord

SD y SD

D° SA D° SA

[+referencial] nueva [+referencial] vieja

Significativamente, la adquisición del artículo (o de sus rasgos) tiene lugar muy poco antes que
la de tiempo gramatical, son casi simultáneas, de ahí que sea plausible hablar de conexión entre
ambas. Ojea sostiene que la aparición de la categoría SD (infraespecificada) como [+referencial]
va a permitir la activación de los rasgos [-interpretables] de la categoría ST1.

 La adquisición de los clíticos


La arregló mamá (1;09,03)
No la toques, es de Tomás, la bici (1;09,08)
Ahora los cogió Marta (1;09,18)

1
Al respecto, aclaramos aquí que el rasgo de [PERSONA] se adquiere más tarde, de ahí que durante
un tiempo los verbos aparezcan flexionados en presente o pasado sólo en tercera persona.
Todos los clíticos que recogió la autora hasta los 24 meses son marcas de Objeto Directo (OD): los de
Objeto Indirecto (OI), o los omite (en contextos donde la lengua no permite esta opción), o los utiliza
incorrectamente:

El payasín dio a Pluto (1;10)

<El payasín me dio a Pluto>

ST ST

SD T’ SD T’

el payasín el payasín
T° SV T° SV

dió dió
SD V’ SD V’

a Pluto a Pluto
V° OI V° SD

hi hi me

Sin descartar que puedan existir razones temáticas que determinen la aparición de los clíticos de OD
antes que los de OI, también hay un condicionante puramente formal para este orden: los clíticos de
OI poseen un rasgo [+persona] que el hablante no adquirirá hasta pasados los 24 meses. Hasta entonces
sólo utilizarán clíticos de OD que son SD con los rasgos [+específico], [+género], [+número], [+Caso
acusativo], es decir, sintagmas caracterizados por rasgos que en ese momento ya se han activado.
Además el orden de los constituyentes (SVO) se origina en esta etapa de una operación de movimiento
del V° a T°; a partir de los 22 meses estas operaciones computacionales son ya normales en la
producción de frases2.

2
Si recordamos el caso del ejemplo [7] ‘mama pitet posa’ (mamá babero pone), no solo evidencia
que hasta los 24 meses no se incopora el rasgo [+persona] propio del OI, sino también que las operaciones
de Movimiento no son activadas hasta los 22 meses del proceso de adquisición. Si contrastamos los dos
casos, podemos apreciar que en ‘mama pitet Posa’ (1;08) el orden de los consituyentes es [SOV], pero en
‘El payasín dio a Pluto’ (1;10) el orden es [SVO].
CONCLUSIÓN

A raíz de la investigación de Ojea, podemos concluir, entonces, que entre los 16 y 22 meses de
la gramática infantil, la categoría funcional T sí está presente, pero sólo ha activado los rasgos
[+interpretables], es decir [+presente] y [+perfectivo]. Luego de los 22 meses el Tiempo
completará la totalidad de sus rasgos: por un lado, completará el valor perfectivo y, por otro lado,
activará los rasgos no interpretables de [Caso] y [Número], cuyas marcas morfológicas y
sintácticas serán la Flexión Verbal y el Movimiento.

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