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(UASD)-CURNA

Centro Universitario Regional Nagua


Asignatura
Literatura Infantil

Tema
Carpeta de Trabajo

Maestro
Licda. Sonia Barrera García

Sustentado Matricula
Enlorenny López Alcéquiez 100274627

Sección
N-5

Fecha
24/04/2018
En esta carpeta de la literatura infantil la cual fue sustentada por la licenciada Sonia
Barrera García

En la universidad Autónoma de Santo Domingo UASD-Nagua Rep. Dom.

Durante este semestre, estuvimos acordando diferentes temas que debemos trabajar en
el Nivel Inicial y Como lo debemos trabajar a través de la exposición pudimos ver y
aprender cómo vamos realizando los trabajos con los niños.

Podemos ver que le niño aprende mejor con los recursos audiovisuales donde ellos
pueden ver también la importancia de la literatura infantil y logras que se pueden
alcanzar a través del trabajo artísticos, cultural y los valores humanos, estéticos,
morales, didácticos y de sentimiento patrióticos.

Espero llevar todo este conocimiento a la hora de laborar y poder desenvolverme en los
trabajos realizados fuera sin lugar a dudas sin desperdicio.
Cuentos

Uga Tortuga

- ¡Caramba, todo me sale mal!, se lamenta constantemente Uga,


la tortuga.

Y es que no es para menos: siempre llega tarde, es la última en


acabar sus tareas, casi nunca consigue premios a la rapidez y,
para colmo es una dormilona.

- ¡Esto tiene que cambiar!, se propuso un buen día, harta de que


sus compañeros del bosque le recriminaran por su poco esfuerzo
al realizar sus tareas.

Y es que había optado por no intentar siquiera realizar


actividades tan sencillas como amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar
piedrecitas de camino hacia la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.

- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis compañeros? Mejor es
dedicarme a jugar y a descansar.

- No es una gran idea, dijo una hormiguita. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en un
tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo mejor que sabes, pues siempre te quedará la
recompensa de haberlo conseguido.

No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren tiempo y esfuerzo. Si no
lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te quedarás con la duda de si lo hubieras
logrados alguna vez.

Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La constancia y la
perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos; por ello yo te aconsejo que lo
intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.

- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba: alguien que me
ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.

Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.

Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía porque era
consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.

- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e imposibles metas, sino acabar todas
las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes fines.

FIN.
El niño y los clavos
Un cuento para ayudar a controlar el mal genio de los niños

El niño y los clavos es un cuento que habla de las


consecuencias del mal genio y temperamento de los niños.
Una experiencia para que los niños reflexionen sobre sus
malas reacciones.

Los cuentos, fábulas y poemas nos ayudan a enseñar valores


a los niños. Desde Guiainfantil.com te animamos a utilizar este cuento para hablar con tu hijo de los
berrinches, la ira y el mal genio. Ayúdale a entender qué siente cuando está enfadado y qué
consecuencias tiene, así como a darle las herramientas necesarias para que aprenda a canalizar mejor
sus emociones.

El niños y los clavos, un cuento sobre los berrinches de los niños

Mal genio

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos
y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días
posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que
clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no
tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su
carácter, sacase un clavo de la cerca.

Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de
la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:

- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los
agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una
cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará
siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.

Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar.
Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen
su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron que el niño
reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.
Santilin
Santilin es un osito muy inteligente, bueno y
respetuoso. Todos lo quieren mucho, y sus
amiguitos disfrutan jugando con él porque es muy
divertido.

Le gusta dar largos paseos con su compañero, el


elefantito. Después de la merienda se reúnen y
emprenden una larga caminata charlando y
saludando a las mariposas que revolotean coquetas,
desplegando sus coloridas alitas.

Siempre está atento a los juegos de los otros animalitos. Con mucha paciencia trata de enseñarles que
pueden entretenerse sin dañar las plantas, sin pisotear el césped, sin destruir lo hermoso que la
naturaleza nos regala.

Un domingo llegaron vecinos nuevos. Santilin se apresuró a darles la bienvenida y enseguida invitó a
jugar al puercoespín más pequeño.

Lo aceptaron contentos hasta que la ardillita, llorando, advierte:

- Ay, cuidado, no se acerquen, esas púas lastiman.

El puercoespín pidió disculpas y triste regresó a su casa. Los demás se quedaron afligidos, menos
Santilin, que estaba seguro de encontrar una solución.

Pensó y pensó, hasta que, risueño, dijo:

- Esperen, ya vuelvo.

Santilin regresó con la gorra de su papá y llamó al puercoespín.

Le colocaron la gorra sobre el lomo y, de esta forma tan sencilla, taparon las púas para que no los
pinchara y así pudieran compartir los juegos.

Tan contentos estaban que, tomados de las manos, formaron una gran ronda y cantaron felices.

FIN.
El deseo de Luisa

Hace mucho tiempo, existió un pueblito pequeño de


nombre Tristonia, cuyos habitantes eran muy pobres,
tan pobres, que apenas tenían para comer o para
vestir. Sin embargo, a pesar de la pobreza, eran
personas muy bondadosas, que compartían todo
cuanto tuviesen, incluso la tristeza.

En efecto, las personas de aquel pueblito siempre


andaban tristes y esperaban con impaciencia la
llegada del nuevo año, pues durante esa fecha, el hada de los pobres aparecía justo a las doce de la
noche, para conceder un deseo a la persona que tuviese el corazón más bondadoso de todos.

En aquel pueblito, vivía una dulce muchacha llamada Luisa, que se levantaba cada mañana bien
temprano a trabajar la tierra para poder obtener comida, y brindarla a los más pobres de Tristonia. Las
tierras de Luisa no eran buenas, y la pobre campesina debía trabajar día y noche para lograr abundante
comida.

Cuando terminaba la época de cosecha, repartía lo obtenido entre todos y a partes iguales, y solo se
quedaba para ella una porción muy pequeña de los alimentos. Su alma era tan generosa, que se
compadecía de todos los seres de Tristonia, y sufría por todos los niños que se iban a la cama sin
probar bocado alguno.

Finalmente, llegó el último día del año, y todos esperaban impacientes la aparición del hada mágica
para que concediera un deseo. Cuando todos comenzaban a impacientarse, se abrió una luz en el cielo,
y descendiendo hizo su entrada la noble figura del hada. Tras mirar a todos los ciudadanos, decidió que
el deseo sería para la buena de Luisa, y ¿Saben lo que Luisa pidió?

Pues más tierras para cultivar, y así dar de comer a todos los niños de la ciudad. Las persona
aplaudieron emocionadas, y Luisa pudo ver su deseo hecho realidad.
El Príncipe y la Cebolla

Cuando los príncipes aún libraban doncellas


atrapadas en castillos, y las brujas vivían en los
bosques y tenían mucho poder, existió un reino
lejano, cuyo príncipe quería encontrar el amor,
tener muchos hijos y volverse un rey justo.

Con el paso de los años, el príncipe se convirtió en


un apuesto joven, y cierta mañana decidió partir en
busca de una princesa en apuros, para rescatarla y
brindarle su amor por siempre. Tras haber
cabalgado durante un tiempo, se dio cuenta que había llegado al fin del mundo, donde no alcanzaban
los colores del arcoíris ni llegaba el agua de la lluvia.

Un hada que andaba de paso quiso ayudar al príncipe, se trataba del Hada Distraída, y le prometió que
al regresar a su reino, encontraría al gran amor de su vida, sentada junto al trono esperando su llegada.
El príncipe volvió sobre sus pasos a toda velocidad, pero al llegar al castillo descubrió que le esperaba
una cebolla gigante.

Sin más remedio, el príncipe se casó con la cebolla, y en las noches, se acostumbró a soportar su olor
tan horrible. Con el paso de los años, la cebolla aprendió a hablar, a recitar poemas y cantar hermosas
melodías, y el príncipe comenzó a sentirse a gusto con su esposa, quien le hacía reír y le preparaba
sopas exquisitas con su propia piel.

Un buen día, el Hada Distraída se apareció en el reino, disculpándose con el príncipe por su terrible
confusión, pues había equivocado sus conjuros y debía devolver la cebolla a su dueño y en cambio
ofrecerle la hermosa princesa que siempre había querido. Sin embargo, el príncipe se negó
rotundamente, pues había encontrado el amor junto a su querida cebolla.

Y así amigos, es que no debemos dejar de creer en los imposibles, y mucho menos, en un sentimiento
tan poderoso como el amor.

César Manuel Cuervo


Adivinanzas

En verdes ramas nací,

en molino me estrujaron,

en un pozo me metí,

y del pozo me sacaron

a la cocina a freír.

(El aceite)

Negra por dentro,

negra por fuera,

es mi corazón

negra madera.

(La aceituna)

Blanca soy como la nieve


y me sacan de una caña,
aunque soy del otro mundo,
ahora ya nazco en España.

(El azúcar)

Blanca fue mi niñez,

morada mi mocedad,

negra y prieta mi vejez,

adivina qué será.

(El café)

Blanco es,

la gallina lo pone,

con aceite se fríe

y con pan se come.

(El huevo)
Trabalengua

Erre con erre, guitarra; Mariana Magaña


erre con erre, carril: desenmarañará mañana
rápido ruedan los carros, la maraña que enmarañara
rápido el ferrocarril. Mariana Mañara

El perro en el barro, rabiando rabea: su rabo se


La gallina cenicienta en el cenicero está,
embarra
el que la desencenice buen desencenizador
cuando el barro barre,y el barro a arrobas le
será
arrebosa el rabo.

El hipopótamo Hipo

está con hipo.

¿Quién le quita el hipo

al hipopótamo Hipo?
Poesía
LOS RATONES REVOLTOSOS

Dentro de su ratonera
dos ratones revoltosos,
ven al gato adormilado
que está cerrando los ojos.

Cada uno por un lado,


le están tirando del rabo,
el gato se ha dado cuenta
pero se hace el despistado.

Le tiran de las orejas,


le dan pequeños mordiscos,
el gato con gran paciencia
las mueve a modo de aviso.

Le han cogido los bigotes


le están haciendo cosquillas,
el gato mueve el hocico
y en su boca un ratón pilla.

El otro se vuelve loco,


grita dando grandes saltos:
'Suelta a mi amigo ratón
que sólo estamos jugando'.

El gato de buen humor,


riéndose a carcajadas,
saca el ratón de su boca
después le sopla a la cara.

Huyendo a la ratonera,
los dos corriendo se han ido,
el gato cierra los ojos
y se duerme divertido.
LA HORA DEL CUENTO

Me pongo solo el pijama

y cuando llega papá,

estoy tumbado en la cama

dispuesto para escuchar.

Un cuento todas las noches

siempre me viene a contar,

una historia diferente

con la que puedo soñar.

Cuando acabamos el cuento

siempre apagamos la luz,

y besándome me dice,

¡lo que más quiero eres tú!

Poemas cortos con rima para niños


Gastón, el muñeco de nieve

Un gran muñeco de nieve


hacemos en el jardín,
nos ponemos gorro, guantes,
y bufandas al salir

Papá viene a ayudarnos


haciendo una enorme bola,
nosotros otra pequeña,
¡hacer un muñeco mola!

La bola grande es el cuerpo


la pequeña es la cabeza,
mi papá trabaja mucho
para que queden sujetas.

Los ojos son dos botones,


y un viejo gorro de lana
le ponemos con bufanda
de color verde manzana.

Mi mamá una zanahoria


le pone como nariz,
para la boca una rama,
¡y ya parece sonreír!
Rap del corderito para perder el miedo a hablar en público

Se ponía tan nervioso


si tenía que cantar,
que se quedaba sin voz
y lo pasaba fatal.

Pero cuando estaba solo


no paraba de balar,
solo se quedaba mudo
si escuchaban los demás.

El gallo quiquiriquí
y su amiga la cotorra,
para que fuera a cantar
le compraron una gorra.

Un concurso divertido
entre los dos inventaron,
«hacer un rap ingenioso»
y al concurso lo apuntaron.
Dijeron al corderito
que tenía que balar,
que se pusiera la gorra
y pensara en disfrutar.
Que mirara a los amigos
y olvidara a los demás,
que les contara la historia
con ritmo y normalidad.

Poco a poco el corderito


baló, con fuerza baló,
hizo caso a sus amigos
y de todos se olvidó.

Y balaba el corderito
con más ritmo cada vez,
la gorra de medio lado
dando vueltas del revés.

Sus balidos eran fuertes,


sus movimientos también.
ganó el concurso de rap
y perdió su timidez.
La serpiente y la cobra

¿Por qué siempre llegas tarde

teniendo tiempo de sobra?

cansada de esperar dijo

una serpiente a la cobra

Me entretuve entre en las piedras,

jugando con una rata,

me escondí después de un gato

dentro de una vieja lata.

Me perdí entre unos arbustos,

me enredé en unos alambres,

luego me puse a comer

porque tenía mucha hambre.

Y después como acostumbro

necesito ir a dormir,

-dijo mientras bostezaba-

pero ya me tengo que ir.

Y dando la media vuelta

reptando se fue de allí,

mientras su amiga serpiente

no supo ni qué decir.


Conclusión

Gracias a la realización de este trabajo he podido ampliar mis conocimientos acerca de

la literatura infantil, sus funciones en el desarrollo y la formación de los niños, así como

el papel que juegan los cuentos, las adivinanzas, la poesía y los trabalenguas en el

desarrollo cognitivo y cognoscitivo de los niños del nivel inicial.

Los conocimientos adquiridos en la asignatura literatura infantil, me servirán como base

en el fortalecimiento de mis habilidades como futura maestra de educación inicial, las

pautas seguidas en el desarrollo de esta asignatura no son más que una serie de

indicaciones que se les enseñan al estudiante sobre la metodología y la implementación

de los recursos literarios en la formación de los niños.


Bibliografía

https://www.guiainfantil.com/articulos/ocio/poesias/la-serpiente-y-la-cobra-poesias-para-ninos/

https://www.guiainfantil.com/servicios/trabalenguas.htm

http://www.elhuevodechocolate.com/adivinanzas/adivina2.htm

https://www.chiquipedia.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-de-hadas/el-principe-y-la-cebolla/

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