Protección radiológica para instalaciones de radioterapia
Con el incremento del uso de las radiaciones ionizantes en el campo de la medicina,
es necesario incrementar las medidas de protección radiológica con el objetivo de proteger a las personas y medio ambiente, contra los riesgos radiológicos. La comisión internacional de protección radiológica es una organización que se encarga de publicar, controlar y gestionar las medidas de protección radiológica para garantizar la protección de los trabajadores y del público. Las instalaciones que cuentan con equipos generadores de radiación ionizantes, deben cumplir con ciertos parámetros de seguridad establecidos por norma. El sistema de protección radiológica se aplica a: - Exposiciones ocupacionales: se refiere a la exposición de los trabajadores del reciento. El principal riesgo de este grupo es la irradiación externa, a pesar de que los equipos e instalaciones tienen un alto grado de seguridad en su diseño, siempre existe la posibilidad de fallas en el sistema de seguridad o errores del mismo personal a exposiciones no deseados. - Exposición médica (pacientes): exposición de los pacientes como parte de su propio tratamiento. - Exposición al público: exposiciones que reciben las personas que están cerca o en el interior del recinto. Los embriones o fetos en el caso de embarazadas, público externo al reciento de radiación, se consideran en este grupo. Límites de dosis - Pacientes: no existe límite de dosis, pero debe ser la mínima posible. En radioterapia la dosis en parte del tejido a tratar debe ser la más alta y en tejido sano la mínima posible. - Personal de radiología: límite de dosis efectiva de 50 mSv por año. - Personal no expuesto: límite de dosis efectiva de 1 mSv por año. - Público: límite de dosis efectiva de 1 mSv (miliSievert) por año. Laberinto Conecta al bunker con la puerta y actúa como un elemento de blindaje adicional que disminuye la radiación dispersa que llega a la puerta. Además, actuaría como una barrera de protección en el caso de que alguien quedara accidentalmente dentro del bunker durante una irradiación. Puede tener uno o varios tramos; si solo tiene uno, debe estar diseñado de forma que desde la puerta no sea visible ninguna parte de las paredes que pueda ser irradiada por el haz directo. El ancho del laberinto debe permitir el paso de las camillas usadas para el transporte a los pacientes.
Bunker con doble laberinto
- Minimiza la fuga de radiación hacia el exterior
- No es necesaria la puerta - Pérdida de contacto con el paciente durante el tratamiento - Mayor gasto en construcción, mantenimiento, personal - Mayor consumo de energía, mantenimiento y climatización - Negativo balance de resultados a partir de los 5 años de funcionamiento: incómodo para personal
Bunker con laberinto
- Requiere puerta blindada
- Mayor proximidad al paciente durante el tratamiento - Menores gastos de construcción, mantenimiento, personal