Está en la página 1de 27

INTRODUCCION

El principio del interés superior del niño1, como concepto debe entenderse en un esquema
amplio de interpretaciones legislativas y acciones gubernamentales por realizar. La tutela
del interés superior del niño tiene por objetivo constituir una garantía al desarrollo integral
del niño, por lo cual no puede ser restringido a una mera “directriz” porque este concepto
gaseoso impide una real aplicación de sus objetivos en los procesos judiciales donde se
ventilan los derechos del niño.
En nuestro país la aplicación más favorable de las normas e interpretaciones que se
realicen respecto de los derechos del niño y adolescente suelen tener una serie de aristas
que muy por el contrario de atender a parámetros legales nos sitúan en una realidad muy
alejada de ella, esto debido a problemas de carácter cultural, económico y social; los cuales
han afectado los derechos e intereses de los más indefensos en esta paradójica sociedad
peruana, esto es, de los menores.
“Desde fines del siglo XIX ha existido a nivel mundial, innumerable legislación vinculada
con las personas menores de edad, a la relación de éstas con el Derecho habiendo variado
el tratamiento, al compás de los cambios en la ideología que lo sustenta, fruto de una
evolución en el pensamiento. Se ha venido denominando a esta normativa: “Derecho
de Menores”, sobre el particular existen ordenamientos jurídicos nacionales que han
reunido toda la materia en cuerpos jurídicos codificados, concebidos como códigos del
menor y, en otros casos se ha logrado una legislación orgánica autosuficiente sobre el
tema, motivando la discusión en relación con la autonomía científica de la materia”2.
Teniendo este panorama tenemos que, tanto en la Convención de los Derechos del Niño,
Constitución Política del Perú y la Ley 27337 , no se ha establecido como debe ser la
conceptualización de este principio, así tampoco se ha delimitado su amplitud o límites. Es
entonces que a instancias doctrinarias y jurisprudenciales se ha ido dando las pautas para la
efectivización de este principio tan importante para la protección de aquel sector de la
población que merece una atención especial como es la niñez.
A pesar de ello, los juzgados de familia parecen no establecer criterios uniformes en
nuestra región, consideramos pues no logran percibir que no sólo van a resolver una
controversia entre los progenitores sino olvidan que lo principal es tutelar los derechos de
los niños no sólo atendiendo a las circunstancias socioeconómicas que los rodean, sino
también salvaguardarlos de sus propias familias, aunque cueste plantearlo.
“Esta búsqueda de defensa de los derechos de ese grupo más vulnerable de nuestra
sociedad tiene una premisa fundamental de desarrollo: el interés superior del niño, el cual
se traduce en acciones de políticas afirmativas por parte del Estado, en acciones políticas
de los órganos estatales, en protección judicial y en deberes de vinculación a los padres
quienes deben comprender que los niños requieren más que un sustento económico”3.
Por ello, la primera acción que se debería realizar en un proceso judicial vinculado a los
derechos del niño es realizar un test de protección de derechos sobre la base de dos
aspectos complementarios4:

1 Manuel Bermúdez Tapia. El desarrollo estatal, jurisdiccional y familiar de la protección del interés superior del niño. En:
IUS, doctrina. Nº 8/2007, Agosto. páginas 163 – 173 – Lima: Grijley, 2007.
2 En “DEL MODELO TUTELAR AL MODELO DE RESPONSABILIDAD A LA LUZ DE LA CONVENCIÓN
INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO”, Ana Cecilia Garay Molina (Vocal Superior de la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Huánuco y Pasco).
3 Manuel Bermúdez Tapia. El desarrollo estatal, jurisdiccional y familiar de la protección del interés superior del niño. En:
IUS, doctrina. Nº 8/2007, Agosto. páginas 163 – 173 – Lima: Grijley, 2007.
4 Manuel Bermúdez Tapia, ídem.

1
a) Una directriz de preferencia de interpretaciones normativas. Así, el
magistrado deberá optar por hacer prevalecer la norma más favorable al menor con
independencia de su nivel jurídico.
b) El resultado de la evaluación psicológica del menor y progenitores a efectos de
determinar el derecho del menor de convivir con el “mejor progenitor”.
Solo con este mecanismo sería factible una protección real de los niños en un proceso
judicial, por cuanto la judicatura suele interpretar que se protege los derechos de estos con
una preferencia –por lo general– hacia las mujeres, sobre la base de las acciones
afirmativas en la materia.
Por tanto este test de protección de derechos debe ser realizado aun antes de la etapa de
conciliación y saneamiento procesal, por cuanto los derechos del niño no pueden estar una
situación de desprotección e indefensión procesal si es que consideramos los plazos y
lentitud judicial para dictar una sentencia.
De lo anteriormente expuesto, es importante enfocarnos en que la problemática surge
debido a la falta de unificación de criterios en los juzgados de familia respecto a las pautas
que deben establecerse para flexibilizar reglas procedimentales en procesos donde exista
controversias respecto de derechos e intereses de menores, pues con lo único que contamos
a nivel nacional es un
bagaje doctrinario y jurisprudencial que no sientan parámetros de estricto cumplimiento
para los magistrados de la república.
En el desarrollo del presente trabajo de investigación nos centraremos en desarrollar los
aspectos relacionados a la interpretación y aplicación del principio del interés superior del
niño, niña y adolescente, tanto en la tramitación como en la resolución de controversias
devenidas de procesos de familia, donde se discutan derechos e intereses de menores. En
palabras de nuestro Tribunal
Constitucional lo que pretendemos con esta investigación es: “(…) el análisis de una
controversia constitucional de los derechos del niño debe realizarse a la luz del interés
superior del niño y del adolescente, principio investido de fuerza
normativa que en el presente caso debe ser concebido como vértice de
interpretación de los derechos (de las menores favorecidas) materia de la controversia
constitucional que nos ocupa”5.
En base a la breve exposición que antecede, la presente investigación jurídica pretende dar
contestación a las siguientes interrogantes: ¿Qué ocurre en caso de que en la tramitación de
un proceso de familia se inobserve un plazo otorgado
por el juzgado bajo un apercibimiento? ¿Qué ocurre si el accionante inasiste a una
audiencia programada por razones ajenas a su voluntad? De darse estos casos: ¿se podría
proseguir con la tramitación de las causas sin efectivizar los apercibimientos decretados en
autos bajo el sustento del sobredimensionamiento del interés superior del niño? o en el otro
caso, ¿podría reprogramarse la audiencia previa justificación a pesar que el código procesal
civil sea taxativo al respecto?
Estas y más interrogantes, son las que nos llevan a demostrar que en procesos de familia
donde se discutan derechos e intereses de menores en el Perú, es imprescindible establecer
si resulta viable la flexibilización de reglas procedimentales como criterio jurisdiccional
uniforme, atendiendo principalmente al interés superior del niño, niña y adolescente como
contenido constitucional a propósito de sendos pronunciamientos de nuestro máxime
intérprete constitucional.

5 EXP. N.° 02079-2009-PHC/TC de fecha 09-09-2010

2
CAPITULO I
MARCO TEORICO
1.1 DOCTRINA
El Principio del Interés Superior del Niño en el Derecho Peruano.
Actualmente vivimos inmersos en una sociedad vertiginosa, maravillosamente cambiante
y paradoja! por decir lo menos; cuyas caracteristicas están dadas por la expansión y
apertura de los mercados y la globalización de las comunicaciones, y porque no decirlo, de
la internacionalización y reconocimiento de los derechos humanos como eje central en la
vida juridica de las Sociedades y los Estados actuales; donde sin temor a equivocarnos, se
pretende revalorar al ser humano y su dignidad como fin de toda sociedad democrática.
Es en ese contexto, que resulta evidente, la existencia de grupos de derechos humanos
específicos que toman mucho más relevancia a nivel internacional, y éstos son los que
conllevan a la protección de las personas que se encuentra en una condición de desventaja
real y vulnerabilidad frente a los demás, resultando como es lógico, la necesidad que el
derecho les otorgue una protección tutelar especial para compensar la desigualdad
existente lo que no implica la violación del principio de igualdad ya que el tratamiento
legal especial que se les otorga es justificado y razonable.
Entre estos grupos vulnerables tenemos a los niños y adolescentes, que por su condición de
desventaja y debilidad propia de su edad, están en una situación de inferioridad frente a
terceros, incluso frente a los de su propio entorno familiar que muchas veces abusan o
maltratan física y psicológicamente a éstos
Desde el reconocimiento explícito de un catálogo de derechos, se superan las expresiones
programáticas del "interés superior del niño" y es posible afirmar que el interés superior
del niño es la plena satisfacción de sus derechos. El contenido del principio son los propios
derechos; interés y derechos, en este caso, se identifican. Todo "interés superior" pasa a
estar mediado por referirse estrictamente a lo "declarado derecho"; por su parte, sólo lo que
es considerado derecho puede ser "interés superior"
El Tribunal Constitucional Peruano arriba a la misma conclusión, en el Exp No. 1917-
2009-PHC/TC, al afirmar lo siguiente:
"[...]Así pues, teniendo presente el enunciado normativo de este artículo (en referencia al
artículo 4 de la Constitución), este Tribunal estima que el constituyente ha reconocido el
principio de especial protección del niño, que se fundamenta en la debilidad, inmadurez
(física y mental) o inexperiencia en que se encuentran los niños, y que impone tanto
al Estado como a la familia, a la comunidad y a la sociedad, entre otras acciones y
deberes, la obligación de brindarles atenciones y cuidados especiales y el deber de adoptar
las medidas ad cuadas de protección para garantizar su desarrollo libre, armónico e
integral".
El Tribunal Constitucional en su Sentencia del Expediente W 02132-2008-PA/TC: "el
principio constitucional de protección del interés superior del niño, niña y adolescente
constituye un contenido constitucional implícito del art. 4o de la norma fundamental en
cuanto establece que la comunidad y el Estado protegen especialmente al niño y al
adolescente"
Asimismo a partir de su consagración expresa como norma en el art. 3 de la Convención
sobre Derechos del Niño, no existe duda de que constituye una norma jurídica de
reconocimiento universal y obligatorio cumplimiento, cuya falta de respeto genera la
responsabilidad tanto de los Estados parte como de los particulares.

3
De conformidad con la doctrina de protección integral, las funciones normativas del interés
superior del niño podrían ser catalogadas de la manera siguiente:6
a) Es un principio garantista que establece el deber del estado de privilegiar los
derechos de los niños, niñas y adolescentes frente a otros derechos humanos, instituciones
o valores constitucionalmente reconocidos, como por ejemplo la identidad o diversidad
cultural o interés públicos o colectivos.
b) Sobre la base del interés superior del niño, los derechos reconocidos por la
convención deben ser interpretados de manera integral y sistemática, debiendo resolver los
conflictos entre ellos en base al ya referido método de la ponderación.
e) Implica el deber de privilegio de los derechos constitucionales de los niños, niñas y
adolescentes en el diseño e implementación de las políticas públicas estatales.
d) Garantiza la reducción del margen de discrecionalidad del estado para restringir los
derechos de los menores de edad consagrados en la convención sobre los derechos del
niño, garantizando así su efectiva protección.
e) El interés superior del niño debe ser respetado en el accionar de la sociedad en su
conjunto, lo que comprende la actuación de todas las instituciones privadas, así como de
sus propios padres o responsables.
De igual manera, el interés superior del niño puede servir de criterio interpretativo de las
normas vigentes, así como de aquellas prácticas que no se encuentran expresamente
regidas por la ley, permitiendo en este último caso llenar los vacíos o lagunas legales tanto
para la formulación de nuevas normas jurídicas como para la toma de decisiones en los
casos en que no existe norma expresa
Al respecto, es menester señalar que el Ordenamiento Nacional e Internacional consagra el
Principio de Interés Superior del Niño y otorga una protección especial a los niños y
adolescentes.
Es así que la Corte IDH, se "funda en la dignidad misma del ser humano, en las
características propias de los niños, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de estos,
con pleno aprovechamiento de sus potencialidades así como en la naturaleza y alcances de
la Convención sobre los Derechos del Niño"
En el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos este principio fue
inicialmente reconocido en la Declaración de los Derechos del Niño, que en su Principio 2
establece:
"El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios,
dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física,
mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en
condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración
fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño".
En sentido similar, este principio se reitera y desarrolla en el artículo 3.1 de la Convención
sobre los Derechos del Niño, que dispone:
"En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos
legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del
niño".
Nuestra norma máxima, la Constitución Política del Perú, también reconoce una protección
especial al niño y al adolescente en el artículo 4.7 Además, establece en el artículo 6,
como objetivo de la política nacional de población, la promoción de la paternidad y
6 COMPENDIO, Normas Básicas sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Tomo 1, Defensoría del
Pueblo, Pág. 18.
7 "La Comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al anciano en situación de
abandono. También protegen a la familia y promueven el matrimonio. Reconocen a estos últimos como institutos naturales y
fundamentales de la sociedad (...)"

4
maternidad responsable; el deber y derecho de los padres a alimentar, educar y dar
seguridad a sus hijos, así como la igualdad de los hijos sin considerar el estado civil de los
padres y la naturaleza de la filiación.
Ello se justifica no sólo en los instrumentos internacionales reseñados, sino también en el
artículo 16° del Protocolo de San Salvador, el cual establece que todo "niño sea cual fuere
su filiación tiene derecho a las medidas de .protección que su condición de menor requiere
por parte de su familia, de la sociedad, de la comunidad y del Estado".
Así cabe referir que la importancia del respeto al principio de interés superior del niño se
encuentra asimismo formalmente reforzada al haberse establecido expresamente en el
artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes. Dicho artículo
dispone que en toda medida concerniente al niño, niña y adolescente que adopte el Estado
a través de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los
Gobiernos Regionales, Locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la
sociedad, se considerara el Principio de Interés Superior del Niño y respecto a sus
derechos.
Sin embargo, es lamentable que a pesar de todo lo expuesto, el Comité de Derechos del
Niño haya manifestado en su último informe sobre el Estado Peruano su preocupación
debido a que, si bien reconoce que el Principio del Interés Superior del Niño está recogido
en el Código de los Niños y Adolescentes, en la práctica no viene siendo plenamente
aplicado, y cita como ejemplos a la Asignación de Recursos a los Temas de Niñez, las
decisiones sobre otros tipos de cuidado y su revisión y la administración de justicia. En tal
sentido, el Comité ha recomendado expresamente al Perú que persevere en su desempeñe
por lograr que el Principio General del Interés Superior del Niño se comprenda
adecuadamente y se integre debidamente en todos los instrumentos jurídicos, así como en
las decisiones judiciales y administrativas y en los proyectos, programas y servicios que
repercuten en la infancia.8
En este contexto, resulta válido aseverar que los principios de protección especial del niño
y del interés superior del niño, le imponen al Estado la obligación de adoptar todas las
medidas positivas que aseguren de manera rápida y eficaz la protección de los niños contra
malos tratos, sea en sus relaciones con las autoridades públicas, sea en las relaciones
interindividuales o con sus familiares.
El Estado entonces, a través de sus diferentes órganos, asume el deber positivo de adoptar
todas las acciones y medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas necesarias
y eficaces orientadas a proteger a los niños contra cualquier clase de violencia (abuso físico
o mental, descuido, trato negligente, malos tratos o explotación) de que sean víctimas, ya
sea éste proveniente de autoridades públicas, de sus familiares o de terceros, tales como el
maltrato de uno de los padres o el descuido de los padres para satisfacer sus necesidades
sociales básicas. En estos casos, el Estado tiene el deber de intervenir para protegerlos.
De otra parte, conviene precisar que para determinar la prevalencia del interés superior del
niño y materializar la adopción de atenciones, cuidados y medidas especiales de
protección, a decir de la Corte IDH, es preciso "ponderar no sólo el requerimiento de
medidas especiales, sino también las características particulares de la situación en la que
se hallan el niño"

1.2 DERECHO COMPARADO


La Incorporación del Interés Superior del Niño en la legislación comparada
El carácter vinculante de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, define la
obligatoriedad del principio del interés superior del niño, de manera que este postulado

8 COMPENDIO, Normas Básicas sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Tomo 1, Defensoría del
Pueblo, Pág. 19

5
deja de ser meramente enunciativo para convertirse en una disposición de interpretación
jurídica de todo el articulado de la Convención.
En otros términos, los operadores encargados de impartir justicia en las diferentes
instancias judiciales de un Estado Parte deberán realizar una interpretación sistémica de los
derechos del niño toda vez que sus intereses resulten afectados. Los países de América
Latina –con la excepción de Chile– han adoptado en su legislación interna Leyes de
Protección Integral o Códigos de Infancia y Adolescencia. En estas leyes o códigos el
interés superior del niño aparece como principio rector o como parte del articulado,
excepto en los casos de Brasil, Cuba y Honduras. Adicionalmente, y a fin de otorgar
prevalencia a este principio, se verifican distintas situaciones:
i. Algunos países de la región han establecido dentro de sus textos constitucionales el
interés superior del niño como criterio supremo de protección de los derechos de la
infancia, reforzando de esta manera su relevancia jurídica para la toma de decisiones que
afecten los intereses de las personas menores de edad.
ii. Por otro lado, la armonización de los tratados internacionales de derechos humanos
en la legislación jurídica interna puede darse por “remisión expresa”.
iii. Otros países han otorgado rango supra-legal –pero no constitucional– en términos
genéricos a todos los tratados internacionales.
iv. Finalmente, se registra la existencia de un grupo de países en los que el interés
superior del niño aparece reflejado exclusivamente en sus leyes internas.
Entre los países que, además de instituir el interés superior del niño como principio en sus
leyes y códigos de la infancia y la adolescencia, lo han incorporado en sus textos
constitucionales se encuentran Bolivia, Ecuador, México, República Dominicana y
Venezuela.

Bolivia
La Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia establece: “Es deber
del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad del interés superior de la niña,
niño y adolescente, que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir
protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios
públicos y privados, y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con
asistencia de personal especializado” (art. 60). Mientras que el Código del Niño, Niña y
Adolescente establece: “Las normas del presente Código deben interpretarse velando por el
interés superior del niño, niña y adolescente, de acuerdo con la Constitución Política del
Estado, las Convenciones, Tratados Internacionales vigentes y las leyes de la República”
(art. 6).

Ecuador
Por su parte, la Constitución del Ecuador establece: “El Estado, la sociedad y la
familia promoverán de forma prioritaria el desarrollo integral de las niñas, niños y
adolescentes, y asegurarán el ejercicio pleno de sus derechos; se atenderá al principio de su
interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas” (art. 44). Y
el Código de la Niñez y Adolescencia dispone “sobre la protección integral que el Estado,
la sociedad y la familia deben garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que viven
en el Ecuador, con el fin de lograr su desarrollo integral y el disfrute pleno de sus derechos,
en un marco de libertad, dignidad y equidad. Para este efecto, regula el goce y ejercicio de
los derechos, deberes y responsabilidades de los niños, niñas y adolescentes y los medios
para hacerlos efectivos, garantizarlos y protegerlos, conforme al principio del interés
superior de la niñez y adolescencia y a la doctrina de protección integral” (art. 1).

6
México
La Constitución establece: “En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y
cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus
derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de
alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este
principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas
públicas dirigidas a la niñez” (art. 4). Cabe señalar que, en este caso no se le otorga
prevalencia al interés superior del niño. Por su parte, en el artículo 3 de la Ley para la
Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se menciona al interés superior
del niño como primer principio rector de la protección de los derechos de niñas, niños y
adolescentes.

Venezuela
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece: “Los niños, niñas y
adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la legislación, órganos
y tribunales especializados, los cuales respetarán, garantizarán y desarrollarán los
contenidos de esta Constitución, la Convención sobre los Derechos del Niño y demás
tratados internacionales que en esta materia haya suscrito y ratificado la República. El
Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral,
para lo cual se tomará en cuenta su interés superior en las decisiones y acciones que les
conciernan. El Estado promoverá su incorporación progresiva a la ciudadanía activa, y
creará un sistema rector nacional para la protección integral de los niños, niñas y
adolescentes” (art. 78). Y la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente
define que “El Interés Superior del Niño es un principio de interpretación y aplicación de
esta Ley, el cual es de obligatorio cumplimiento en la toma de todas las decisiones
concernientes a los niños y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el
desarrollo integral de los niños y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías”, definiendo que “En aplicación del Interés Superior del Niño, cuando
exista conflicto entre los derechos e intereses de los niños y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros” (art. 8).
Entre los países que han basado sus leyes de protección integral o códigos de infancia en el
interés superior del niño, sin hacer mención explícita al principio en sus cartas supremas
pero otorgándole rango constitucional a los tratados internacionales de derechos humanos,
ya sea por remisión expresa o mediante el bloque de constitucionalidad, se pueden
mencionar a Argentina, Colombia y Guatemala.

Argentina
El inciso 22 del Artículo N° 75 de la Constitución de Argentina establece: “Los tratados y
concordatos tienen jerarquía superior a las leyes”. Entre estos se menciona explícitamente
la CIDN. Por su parte, la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes dispone en su Artículo 3: “A los efectos de la presente ley se entiende por
interés superior de la niña, niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea
de los derechos y garantías reconocidos en esta ley”, enfatizando el respeto por: a) Su
condición de sujeto de derecho; b) El derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos
y que su opinión sea tenida en cuenta; c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus
derechos en su medio familiar, social y cultural; d) Su edad, grado de madurez, capacidad
de discernimiento y demás condiciones personales; e) El equilibrio entre los derechos y
garantías de las niñas, niños y adolescentes y las exigencias del bien común; f) Su centro
de vida (entendido como el lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen
transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia). Adicionalmente,

7
este artículo impone la prevalencia de los derechos e intereses de las niñas, niños y
adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos, cuando exista
conflicto entre ellos.

Colombia
El Artículo 93 de la Constitución Política de Colombia establece que “Los tratados y
convenios internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los derechos
humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el orden
interno.” Y el artículo 6 del Código de la Infancia y la Adolescencia define como regla de
interpretación y aplicación que “Las normas contenidas en la Constitución Política y en los
Tratados o Convenios Internacionales de Derechos Humanos ratificados por Colombia, en
especial la Convención sobre los Derechos del Niño, harán parte integral de este Código, y
servirán de guía para su interpretación y aplicación. En todo caso, se aplicará siempre la
norma más favorable al interés superior del niño, niña o adolescente”.

Guatemala
Mediante el Artículo 46 de la Constitución Política de la República de Guatemala se otorga
preeminencia al derecho internacional: “Se establece el principio general de que en materia
de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala,
tienen preeminencia sobre el derecho interno”. Mientras que el Artículo 5 de la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia define que “El interés superior del niño, es
una garantía que se aplicará en toda decisión que se adopte con relación a la niñez y la
adolescencia, que deberá asegurar el ejercicio y disfrute de sus derechos, respetando sus
vínculos familiares, origen étnico, religioso, cultural y lingüístico, teniendo siempre en
cuenta su opinión en función de su edad y madurez. En ningún caso su aplicación podrá
disminuir, tergiversar o restringir los derechos y garantías reconocidos en la Constitución
Política de la República, tratados y convenios en materia de derechos humanos aceptados y
ratificados por Guatemala y en esta Ley”.
Entre los países que han adoptado el interés superior del niño en sus leyes y códigos de la
infancia y la adolescencia, otorgando entidad supra-legal a los tratados, convenios y
acuerdos internacionales ratificados, pero sin reconocerles rango constitucional, se
encuentran Costa Rica, El Salvador y Paraguay.

Costa Rica La Constitución Política de la República de Costa Rica


Establece en su Artículo 7: “Los tratados públicos, los convenios internacionales y los
concordatos, debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa, tendrán desde su
promulgación o desde el día que ellos designen, autoridad superior a las leyes.” Por su
parte, el Código de la Niñez y la Adolescencia establece en su artículo 5: “Toda acción
pública o privada concerniente a una persona menor de dieciocho años, deberá considerar
su interés superior, el cual le garantiza el respeto de sus derechos en un ambiente físico y
mental sano, en procura del pleno desarrollo personal”, teniendo en cuenta a) Su condición
de sujeto de derechos y responsabilidades; b) Su edad, grado de madurez, capacidad de
discernimiento y demás condiciones personales; c) Las condiciones socioeconómicas en
que se desenvuelve; d) La correspondencia entre el interés individual y el social.

El Salvador
La Constitución Política de la República de El Salvador instaura mediante su Artículo 44 la
prevalencia de los tratados internacionales sobre la ley interna: “Los tratados
internacionales celebrados por El Salvador con otros estados o con organismos
internacionales, constituyen leyes de la República al entrar en vigencia, conforme a las

8
disposiciones del mismo tratado y de esta Constitución. La ley no podrá modificar o
derogar lo acordado en un tratado vigente para El Salvador. En caso de conflicto entre el
tratado y la ley, prevalecerá el tratado”. Mientras que el artículo 12 de la Ley de Protección
Integral de la Niñez y Adolescencia consagra el interés superior del niño como principio de
interpretación, aplicación e integración de la norma: “En la interpretación, aplicación e
integración de toda norma; en la toma de decisiones judiciales y administrativas, así como
en la implementación y evaluación de las políticas públicas, es de obligatorio
cumplimiento el principio del interés superior de las niñas, niños y adolescentes, en lo
relativo a asegurar su desarrollo integral y el disfrute de sus derechos y garantías”.

Paraguay
La Constitución de la República de Paraguay, en su artículo 137 indica que “La ley
suprema de la República es la Constitución. Esta, los tratados, convenios y acuerdos
internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras
disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en consecuencia, integran el
derecho positivo nacional en el orden de prelación enunciado”. El interés superior del niño
es adoptado como principio mediante el artículo 3 del Código de la Niñez y la
Adolescencia: “Toda medida que se adopte respecto al niño o adolescente estará fundada
en su interés superior. Este principio estará dirigido a asegurar el desarrollo integral del
niño o adolescente, así como el ejercicio y disfrute pleno de sus derechos y garantías. Para
determinar el interés superior o prevaleciente se respetarán sus vínculos familiares, su
educación y su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico. Se atenderá además la
opinión del mismo, el equilibrio entre sus derechos y deberes, así como su condición de
persona en desarrollo”.

1.3 NORMAS INTERNACIONALES


La Convención Internacional de los Derechos del Niño9 consagra como principio
fundamental: el interés superior del niño; es así que en su artículo 3° se dispone que: "En
todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas, privadas
de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos
legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del
niño."10 El interés superior del niño se consagra como un principio inspirador, que tiene su
origen en el Derecho Común, donde sirve para la solución de conflictos de interés entre un
niño y otra persona, donde priman los intereses del niño lo que implica que, éste principio
favorece la protección de los derechos del niño y, el lugar central que ocupa en la
Convención constituye un valioso aporte a la ideología de los derechos del niño. La
Convención, además permite imponer a los derechos del niño, límites destinados a
asegurar la "protección especial" que necesitan las personas menores de edad, debido a su
mayor vulnerabilidad y limitada madurez, esa posibilidad no se deriva del principio
de los intereses superiores del niño exclusivamente, sino que está reconocida en varias
disposiciones de la Convención11
El Tribunal ya ha establecido en la STC 02132-2008-PA/TC que el principio constitucional
de protección del interés superior de los niños y adolescentes constituye un contenido

9 El Perú suscribió la Convención Internacional de los Derechos del Niño el 26 de enero de 1990, entrando en vigencia como
Ley el 02 de setiembre de 1990, tras su necesaria ratificación por mínimo veinte Estados, convirtiéndose además en el marco jurídico
de los Códigos de Niños y Adolescentes que fueron promulgándose en el Perú.
10 EI concepto del Interés Superior del Niño fue recogido del Principio 2 de la Declaración sobre los Derechos del Niño de
1959, que dispone que el Interés Superior del Niño debe de ser considerado fundamental únicamente en cuanto a la promulgación de
las leyes destinadas a la protección y bienestar del niño.
11 http://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/805a368046d47159a274a344013c2be7/del mod tutelar a mod r esponsabilidad+C+4. + 11.pdf?MOD=A.J
PERES&CACH ElD=805a368046d4 7159a274a344013c2be 7.

9
constitucional implícito del artículo 4a de la norma fundamental, al establecer que "La
comunidad y el Estado protegen especialmente al niño y al adolescente, (...)". Se ha
explicado en dicha sentencia que debido a la situación especial en las que se encuentran los
niños y adolescentes, estos son sujetos de derecho de protección especial, requiriendo
asistencia y cuidados adecuados, necesarios y especiales para su desarrollo y bienestar12.
Asimismo en la sentencia del Exp. W 187-2009-PHC/TC, el Tribunal Constitucional
menciona que el respeto del interés superior del niño implica a: "las acciones del estado, la
sociedad, la comunidad y la familia, en lo que respecta a la protección de los niños y a la
promoción, preservación, ejercicio y disfrute de sus derechos tengan que estar orientados a
logra su pleno bienestar físico, psíquico, moral, intelectual, espiritual y social"

Principales Normas Nacionales referidas al Trabajo Infantil y Adolescente, y al


Principio del Interés Superior del Niño.
En el Perú se ha logrado establecer una legislación para la promoción y protección de
niños, niñas y adolescentes, en los diferentes aspectos de su desarrollo, entre las que se
encuentra el trabajo, el cual es protegido de manera especial con el instrumento nacional
del código de los niños y adolescentes, en el que se da un régimen de protección al
adolescente trabajador, además de los derechos que le reconoce la Constitución Política del
Perú vigente, y el Código Civil, es así que señalamos los instrumentos normativos en el
Perú:

a) Constitución Política del Perú de 1993.


En la que señala como punto de partida que "La defensa de la persona humana y el respeto
de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el Estado"13.
Este principio es del todo pertinente para enmarcar el problema del trabajo infantil y
adolescente, ante aquellas ocupaciones laborales que desempeñan niños y niñas, poniendo
en riesgo su bienestar integral, el estado coloca al ser humano como fin supremo.
Y que como derechos fundamentales de la persona reconocidos en nuestra carta magna en
el art. 2° de la misma, inciso 1 mediante el cual señala que "toda persona tiene derecho a la
vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y
bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece".
Asimismo el artículo 23° del mismo cuerpo normativo expresa de manera taxativa en su
inciso 1, que el trabajo, en sus diversas modalidades, es objeto de atención prioritaria del
estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de edad y al impedido que
trabajan( ...).
Con respecto al principio del interés superior del niño se advierte al art. 4 o mediante el
cual señala que la Comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente(
...) en situación de abandono.

b) Código Civil Peruano (1984).


Cuerpo normativo mediante el cual señala en su art. 457° sobre la "Autorización al menor
para trabajar.- el menor capaz de discernimiento puede ser autorizado por sus padres para
dedicarse a un trabajo, ocupación, industria u oficio. En este caso puede practicar los actos
que requiera el ejercicio regular de tal actividad, administrar los bienes que se le hubiese
dejado con dicho objeto o que adquiera como producto de aquella actividad, usufructuarios
o disponer de ellos.
La autorización puede ser revocada por razones justificadas".

12 Sentencia del Tribunal Constitucional- Exp. N" 03459-2014-PNTC


13 Constitución Política del Perú de 1993, artículo 1o.

10
e) Código de los Niños y Adolescentes.14
Cuerpo normativo que regula:
IX del Título Preliminar.· Interés Superior del Niño y del Adolescente. En toda medida
concerniente al niño y al adolescente que adopte el estado a través de los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial, del ministerio público, los gobiernos regionales, gobiernos locales y
sus demás instituciones, así como en la acción de la sociedad, se considerara el principio
del interés superior del niño y del adolescente y el respeto a sus derechos.
Articulo 4.· A su integridad personal-
El niño y el adolescente tienen derecho a que se respete su integridad moral, psíquica y
física y a su libre desarrollo y bienestar. No podrán ser sometidos a tortura, ni a trato cruel
o degradable.
Se consideran formas extremas que afectan su integridad personal, el trabajo forzado y
la explotación económica, así como el reclutamiento forzado, la prostitución la trata,
la venta y el tráfico de niños y adolescentes y todas las demás formas de explotación.
Articulo 14.· A la Educación, Cultura, Deporte y Recreación.-
EI niño y el adolescente tienen derecho a la educación. El estado asegura la gratuidad
pública de la enseñanza para quienes tienen limitaciones económicas. Ningún niño o
adolescente debe ser discriminado en un centro educativo, pos su condición de
discapacidad ni por causa del estado civil de sus padres. La niña o la adolescente,
embarazada o madre, no debe ser impedida de iniciar o proseguir sus estudios.
La autoridad educativa adoptara las medidas del CCISO para evitar cualquier forma de
discriminación.
Artículo 19.· Modalidades y Horarios para el Trabaja.·
El estado garantiza modalidades y horarios escolares especiales que permitan a los niños y
adolescentes que traban asistir regularmente a sus centros de estudio.
Los directores de los centros educativos pondrán atención para que el trabajo no afecte su
asistencia y su rendimiento escolar e informaran periódicamente a la autoridad competente
acerca del nivel de rendimiento de los estudiantes trabajadores.
Articulo 22.· Derecho a Trabajar del Adolescente.·
El adolescente que será protegido en forma especial por el estado. El estado reconoce
el derecho de los adolescentes a trabajar, con las restricciones que impone este
código, siempre y cuando no exista explotación económica y su actividad laboral
no importe riesgo o peligro, afecte su proceso educativo o sea nocivo para su salud o
para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. Artículo 40°.· Programas
para Niños y Adolescentes que Traban y Viven en la Calle (artículo modificado por la
primera disposición final de la Ley 28190 publicada el 18-03-2004, el texto vigente es:)
Los niños y adolescentes que trabajan participarán en programas dirigidos a asegurar su
proceso educativo y su desarrollo físico y psicológico.
Los niños y adolescentes que viven en la calle tienen derecho a participar en programas de
atención integral dirigidos a erradicar la mendicidad y asegurar su proceso educativo, su
desarrollo físico y psicológico. El Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, en
coordinación con los Gobiernos Regionales y Locales, tendrá a su cargo la promoción y
ejecución de estos programas, los cuales se desarrollan mediante un proceso formativo que
incluye el fortalecimiento de sus vínculos con la familia, la escuela y la comunidad.

d) Código Penal Peruano Vigente.·


Artículo 128.- (Artículo modificado por la segunda disposición final de la Ley 28190,
publicada el 18-03-2004, cuyo texto es el siguiente:)

14 Ley N" 27337 que aprueba el Nuevo Código de los Niños y Adolescentes, publicado en el diario oficial El Peruano el 07 de
agosto del año 2000.

11
Exposición a peligro de persona dependiente.
Artículo 180.- Rufianismo
(Artículo modificado por el artículo 1a de la Ley 28251, publicada el 08-06-2004)
Artículo 181.- (Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley N° 28251, publicada el 08-
06-2004)
Artículo 181-A.- Turismo Sexual Infantil
(Artículo incorporado por el artículo 2 de la Ley 28251, publicada el 08-06-2004)
Artículo 182.- Trata de Personas
(Artículo modificado por el Articulo .1 de la Ley N° 28251, publicada el 08-06-2004)
Artículo 183-A.- Pornografía Infantil
(Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 28251, publicada el 08-06-2004).

Principales Normas Internacionales referidas al Trabajo Infantil y Adolescente.


Si bien el trabajo infantil es un problema de dimensiones mundiales, por lo tanto diversos
países incluyendo el Perú, han tomado decisiones y acuerdos comunes para combatirlo. La
firma de estos convenios y tratados permiten que otros países contribuyan en la tarea de
prevenir y erradicar el trabajo infantil, es así que mencionamos los siguientes convenios y
tratados.
a) Convenio Internacional sobre los Derechos del Niño (ratificada por el Estado
Peruano el año 1990).
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, es un convenio de las Naciones
Unidas, siendo aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 61a,
sesión plenaria, el 20 de noviembre de 1989; que describe los derechos que tienen todos los
niños, y establece las normas básicas para su bienestar y desarrollo.
Es el primer instrumento internacional que jurídicamente incorpora toda la gama completa
de derechos humanos: derechos civiles y políticos así como derechos económicos, sociales
y culturales y plantea el protagonismo de los propios niños en la tarea de lograr el respeto
universal a los derechos humanos. Al ratificarlo, los gobiernos se comprometieron a
proteger los derechos de la infancia y aceptaron su responsabilidad ante la comunidad
internacional por el cumplimiento de dicho compromiso.
La aprobación de la Convención, origina un gran aporte de suma importancia para que
nuestra legislación, al incorporar la llamada doctrina de atención integral, reconociendo
por primera vez a los niños como sujetos de derechos, libertades y protección especial
relacionado con el desarrollo integral, y estableciendo un sistema de justicia
garantizándole un trato digno, respetando sus derechos fundamentales a las libertadys
y, sobre todo promoviendo su reintegración, a fin de que este asuma una función
constructiva en la sociedad15.
Este instrumento establece en su artículo 3.1, que: "En todas las medidas concernientes a
los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales,
las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a
que se atenderá será el interés superior del niño".
Asimismo, este instrumento no establece el trabajo como un derecho de los niños,
sino todo lo contrario, pues indica que en el caso de que el menor necesite trabajar, debe
considerarse mecanismos de protección, en el caso que se vea la necesidad de trabajar,
como la eda mínima para el trabajo, horarios y condiciones de trabajo, ya que la asistencia

15 William CAJAS BUSTAMANTE. Código de los Niños y Adolescentes. Comentado y Práctica Procesal. . Perú. 2003. pág.
107.

12
a la escuela debe ser regular y las sanciones referidas al incumplimiento de las normas
preventivas16.
En el artículo 32° prescribe que "Los Estados Partes reconocen el derecho del niño, a estar
protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que
pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su
desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social".
Del análisis de este artículo aparece que la Convención no se opone en principio a toda
forma de trabajo infantil, sino que se pronuncia contra aquellas formas que impliquen
explotación económica de los niños o que sean nocivas. El uso del vocablo "pueda" estaría
indicando que basta con esta posibilidad de peligro o entorpecimiento. En efecto, serian
formas negativas del trabajo infantil las que puedan ser peligrosas o entorpecer la
educación del niño. También queda protegido el niño contra aquellos trabajos nocivos para
su desarrollo, en sus dimensiones física, mental, espiritual o social.
Perú fue uno de los ·primeros países en ratificar la CIDN. Lo hizo en agosto de 1990,
mediante la Resolución Legislativa N° 25278.
La Convención sirvió como marco de referencia para elaborar el Código de los Niños y
Adolescentes.
En este instrumento internacional se garantiza a los niños, protección frente al
maltrato, explotación económica y sexual, discriminación por motivo de raza, sexo, o
estatus de minoría. Reconoce el derecho de los niños a una infancia tranquila, a la
formación escolar básica, atención a la salud y en general las condiciones de vida
humana.
No distingue entre niños y adolescentes. En este instrumento todo menor de edad, de
acuerdo a la legislación de cada país es un niño. El marco que brinda la Convención para la
definición de niño es limitativo en cuanto a la mayoría de edad.
En la Convención se concede a los niños, el derecho a un nombre propio, a la ciudadanía, a
la libre información, a la libertad de expresión, aJa participación de las decisiones sobre su
bienestar, y finalmente el derecho de reunirse pacíficamente y de formar sus propias
asociaciones.
Constituye un marco ético político para que cada Estado asuma la protección de su
población infantil, partiendo de una toma de conciencia de que los niños son sujetos de
derechos con necesidades especiales y del rol activo que le toca al Estado en la lucha por el
efectivo respeto de estos derechos destacando, no obstante, la responsabilidad primordial
de la familia en lo que respecta a la protección y asistencia a los menores de edad.
Sus disposición buscan regular de manera casi exhaustiva, . aquellas situaciones
de conflicto que se evidencien por el incumplimiento de estos derechos,
solucionando cualquier posible colisión con los derechos de los adultos, mediante la
aplicación "del principio de interés superior del niño" que debe ser considerado
primordialmente en todas las medidas convenientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o
los órganos legislativos, orientando de este modo la actuación de las autoridades públicas y
las políticas públicas en relación a la infancia. El convenio tiene cuatro principios
fundamentales: el interés superior del niño, la no discriminación, el derecho a la
supervivencia y desarrollo, y el derecho a opinar y a ser escuchado.

b) La Declaración de los Derechos del Niño.


Que en su Principio 2 establece: "El niño gozará de una protección especial y dispondrá de
oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que

16 La Convención sobre los Derechos del Niño propone que los Niños son Sujetos de Derechos y que son valiosos e
importantes.

13
pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y
normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la
consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

e) Normas de la OIT en Trabajo Infantil.


Los convenios internacionales forman parte del Derecho Internacional. Por lo general, se
elaboran bajo los auspicios de una organización internacional como la OIT o las Naciones
Unidas. Las organizaciones internacionales celebran conferencias diplomáticas para
redactar el proyecto de texto de un convenio.
En el caso de la OIT, lo hace la conferencia anual, en la que participan los delegados que
representan a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y trabajadores. En
otros casos, se hace una conferencia especial.
Una vez que un texto es aprobado o adoptado, los países pueden decidir ratificarlo. El
hecho de que un país vote el texto de un convenio no significará que lo ratificará. La
ratificación es un proceso independiente. Los gobiernos ratifican los convenios por
decisión propia. Ningún país puede ser obligado a firmar o ratificar un convenio.
Cuando un país firma un convenio, es como si firmara un tratado con otro país. Por lo
general, un convenio entra en vigor sólo después de haber sido ratificado por un número de
países. "Entrar en vigor", es un término jurídico que significa que el convenio pasa a
formar parte del Derecho Internacional. Generalmente, un convenio de la OIT entra en
vigor 12 meses después de que la OIT haya registrado dos ratificaciones.

d) Normas Internacionales del Trabajo.


Son los convenios y recomendaciones adoptados por la Conferencia Internacional de
Trabajo (CIT), que se celebra todos los años en Ginebra.
Los convenios internacionales de trabajo están abiertos a la ratificación de los Estados
Miembros. Son tratados internacionales vinculantes para los países que los ratifican.
Mediante la ratificación, los países se comprometen voluntariamente a aplicar las
disposiciones de los convenios en el· ámbito nacional. Esto requiere adoptar la legislación
y la práctica nacional a las disposiciones de los convenios y aceptar la
supervisión internacional.
El propio convenio prevé que entrará en vigor 12 meses después dela fecha de segunda
ratificación.
Posteriormente, cuando un Estado ratifica el Convenio, harán falta12 meses antes de que
entre en vigor en el país considerado. Por ejemplo, si un Estado ratifica el Convenio el 30
de enero de 2001, el Convenio entrará en vigor en ese país el 30 de enero de 2002.
Los Estados Miembros tienen la obligación de presentar los convenios a la autoridad o
las autoridades que en sus países respectivos son competentes en materia de promulgación
de leyes y otras medidas similares.
Las recomendaciones internacionales del trabajo no son acuerdos; por ello no requiere que
los gobiernos las ratifiquen. Las recomendaciones pueden estar vinculadas a los convenios
o ser instrumentos independientes.
Cualquiera sea el caso, se trata de una serie de directrices no vinculantes que pueden
orientar la política y las prácticas nacionales. Pueden contener medidas más detalladas
sobre la manera de aplicar las disposiciones de un convenio.
Es importante diferenciar los convenios de las recomendaciones. Los Estados Miembros
tienen, respecto de las recomendaciones, ciertas obligaciones importantes en materia de
procedimientos, a saber, someterlos textos a las autoridades competentes, presentar
informes sobre la acción resultante y en ciertas oportunidades presentar informes al

14
Consejo de Administración de la OIT, a pedido del mismo, acerca de las medidas
tomadas o previstas para dar efecto a las disposiciones que contienen.
Los convenios que no han sido ratificados tienen el mismo valor que las recomendaciones.

e) Convenios Fundamentales.
Los convenios son tratados internacionales sujetos a ratificación y son vinculantes por los
estados miembros que lo ratifican.
El término "convenios fundamentales" o "normas fundamentales" se refiere a un grupo de
ocho convenios de la OIT que trata de lo que se considera como los derechos humanos
fundamentales en el trabajo o los derechos fundamentales de los trabajadores.
De los ocho tenemos los siguientes:
• Convenio sobre el Trabajo Forzoso, 1930 (N° 29).
La OIT lo define, como "Aquel trabajo o servicio que imponen coercitivamente el Estado o
unos individuos que tienen la posibilidad y la facultad de amenazar a los trabajadores con
sanciones como la amenaza física o la explotación sexual, la privación de comidas, de
tierra o de salario, restringiendo sus movimientos o encerrándolos".
Tiene por objeto la eliminación inmediata de todas las formas de trabajos forzosos. Hay
cinco excepciones: el servicio militar obligatorio, ciertas obligaciones cívicas, el trabajo
carcelario que resulta de una condena penal, el trabajo necesario en casos de emergencia
tales como guerra, incendio y terremotos, y pequeños servicios para la colectividad
• Convenio sobre Igualdad de Remuneración, 1951 (N° 100).
Conforme el artículo 1° de este Convenio, el término "remuneración" comprende el salario
o sueldo ordinario, básico o mínimo, y cualquier otro emolumento en dinero o en especie
pagados por el empleador, directa o indirectamente al trabajador; en concepto del empleo
de este último.
Destaca el principio de igualdad de remuneración entre hombres y mujeres para un trabajo
de igual valor. Esto se refiere a todas las remuneraciones pagadas por un empleador por un
trabajo realizado por hombres o mujeres: salario básico y cualquier otro pago adicional, ya
sea directo o indirecto, en directo o en especie
• Convenio sobre la Abolición del Trabajo Forzoso, 1957 (N°105).
Prevé la abolición de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio como medio de
coerción, como castigo para expresar determinadas opiniones políticas o ideológicas; como
método de movilización de la fuerza de trabajo, como medida de disciplina en el trabajo,
como castigo de haber participado en huelgas, y como medida de discriminación racial,
social, nacional o religiosa.
• Convenio sobre la Discriminación en el Empleo y la Ocupación, 1958
(N° 111).
Protege la oportunidad de igualdades y En el trato, prevé una política nacional con
miras a eliminar, en materia de empleo y ocupación, todas las discriminaciones basadas en
motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen
social, que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el
empleo y la ocupación.
• Convenio sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo, 1973 (N° 138).
Este convenio constituye una herramienta fundamental en la lucha contra el trabajo
infantil, ya que exige que los Estados Miembros se comprometan a seguir una política
nacional, que garantice la abolición efectiva del trabajo infantil. Fija la edad mínima para
la admisión al empleo o trabajo, la cual no deberá ser inferior en que cesa la obligación
escolar, o en todo caso, a 15 años. No obstante los países cuya economía o medios de
educación no estén suficientemente desarrollados podrán fijar la edad de 14 años y demás
ratificaciones posteriores.

15
• Convenio sobre la Prohibición de las peores Formas de Trabajo Infantil y la
Acción Inmediata para su Eliminación, 1999 (N° 182).
El Convenio W 182 fue redactado en la organización internacional del trabajo
(OIT), se centra explícitamente en la necesidad de adoptar medidas inmediatas para
eliminar las peores formas del trabajo infantil, tales como: la esclavitud, la trata infantil, la
utilización de niños en los conflictos armados, la utilización de niños en la prostitución, el
narcotráfico y el trabajo peligroso. El Convenio W 182 se adoptó en 1999 y a la fecha ha
sido ratificado por 169 países. Es esencial que los países los países ratifiquen el convenio y
adopten medidas positivas para eliminar el trabajo infantil y ayudar a la rehabilitación y
educación de los niños ex trabajadores17
Señala en cuanto a las peores formas de trabajo infantil. Se trata de "todas aquellas formas
de trabajo infantil que por su naturaleza y condiciones no garantizan a los niños y niñas sus
derechos consagrados en la ley, especialmente las que exigen capacidades superiores a las
que poseen los niños o las niñas, de acuerdo al momento particular de su desarrollo, o que
afecten o coloquen en riesgo su natural proceso de desarrollo físico, mental, psicológico,
emocional o afectivo, así como las que impiden o dificultan su ingreso, permanencia,
desempeño y logros en el sistema educativo y que no ofrecen tiempo suficiente y espacios
adecuados para la recreación, la práctica del deporte, el aprovechamiento del tiempo libre y
el descanso"?.

1.4 JURISPRUDENCIA
En la doctrina, entre los diversos autores que han tratado el interés superior del niño
reconocido en el artículo 3.1 de la Convención, hay el consenso de que este se trata de un
concepto jurídico indeterminado y que existe la necesidad de su concretización18, por
consiguiente, los trabajos elaborados en torno al mismo se han abocado a desentrañar su
contenido y alcances, ofreciendo al respecto diversas propuestas de interpretación. En
cuanto al Tribunal Constitucional se refiere, de la revisión de las resoluciones dictadas
hasta la fecha con relación al tema de investigado – que por cierto no son muchas – se han
encontrado las siguientes sentencias, en las cuales dicho Colegiado ha señalado lo que
entiende sobre el principio del interés superior del niño:

1) La STC Exp. N° 03247-2008-PHC/TC


De fecha 14 de Agosto de 2008, en el cual el Tribunal Constitucional hace suya la
interpretación que ha sido propuesta por Miguel Cillero Bruñol19 en el sentido de que el
principio del interés superior del niño es la plena satisfacción de sus derechos, los cuales
son el contenido del citado principio, existiendo, por tanto, una identidad entre el interés y
los derechos. A esta interpretación del interés superior del niño se le denomina garantista.
A continuación se cita el octavo fundamento de la sentencia indicada, que recoge dicha
interpretación:
“8. Que frente a esta situación la doctrina de protección integral se asienta en el interés
superior del niño (artículo 3º de la Convención de los Derechos del Niño), cuyo fin y forma

17 http://www. ilo.org/ipec/Cam paignandadvocacy/Y outhinaction/C 182-Youth-orien tated/1ang--es/i ndex.htm. 70internet:


www.pj.gob.pe.
18 Pretender definir lo que debe entenderse como “interés superior del niño” es una tarea compleja, ya que nos enfrentamos
a lo que en derecho es conocido como un concepto jurídico indeterminado o una cláusula general. Es por ello, que dicho concepto no
debe ser interpretado en una forma estática sino que, por el contrario, deberá entenderse en una forma dinámica, flexible, de manera
que podamos ir perfilando caso por caso una concreción acerca de lo qué es el favor filii. RAVETLLAT BALLESTÉ, Isaac. “El interés
superior del niño: concepto y delimitación del término”. Disponible en:
<http://revistas.um.es/educatio/article/view/153701
19 CILLERO BRUÑOL, Miguel. “El interés superior del niño en el marco de la Convención Internacional sobre los Derechos
del Niño”. En GARCIA MÉNDEZ, Emilio y BELLOF, Mary (compiladores). Infancia, ley y democracia en América Latina.
Temis/Depalma, Santa Fe de Bogotá – Buenos Aires, 1998, p.78.

16
de interpretación es “(…) la plena satisfacción de sus derechos. El contenido del principio
son los propios derechos; interés y derechos, en este caso, se identifican. Todo "interés
superior" pasa a estar mediado por referirse estrictamente a lo "declarado derecho"; por su
parte, sólo lo que es considerado derecho puede ser "interés superior". Una vez reconocido
un amplio catálogo de derechos no es posible seguir sosteniendo una noción vaga del
interés superior del niño”.

2) La STC Exp. N° 00012-2010-PI/TC


De fecha 11 de Noviembre de 2011, en el cual el Tribunal Constitucional, en el literal b)
del fundamento 30, interpreta el principio del interés superior del niño en los siguientes
términos:
“b) Desde una perspectiva normativa, el niño y el adolescente no se encuentran, en
abstracto, en una situación jurídica comparable con la de un adulto, toda vez que el artículo
4º de la Constitución, impone a la comunidad y al Estado la obligación de proteger
“especialmente al niño”. En este precepto reside la constitucionalización del
denominado “interés superior del niño”, que no es sino la exigencia de asumir prima facie
y en abstracto la superioridad axiológica de los derechos e intereses de los niños y
adolescentes, allí donde el caso impone al razonamiento jurídico la valoración de una causa
en la que ellos se encuentran comprometidos. Asunto que, entre otras cosas, se traduce en
el deber de, en caso de dudas hermenéuticas, interpretar el Derecho de forma tal que
resulten optimizados tales derechos e intereses, bajo el umbral de los criterios pro homine
y favor debilis.” Al respecto, la interpretación del interés superior del niño en los términos
indicados en la referida sentencia está vinculada al del principio de protección especial
reconocido en el artículo 4 de la Constitución (ver numeral I.1.2.A), el cual ha sido
conceptualizado en:

3) STC Exp. N° 2132-2008-PA/TC


De fecha 09 de Mayo de 2011, en los siguientes términos:
“10. De este modo, el principio constitucional de protección del interés superior del niño,
niña y adolescente se constituye en aquel valor especial y superior según el cual los
derechos fundamentales del niño, niña y adolescente, y en última instancia su dignidad,
tienen fuerza normativa superior no sólo en el momento de la producción de normas, sino
también en el momento de la interpretación de ellas, constituyéndose por tanto en un
principio de ineludible materialización para el Estado, la sociedad en su conjunto y la
propia familia, incluidos claro está el padre, la madre o quien sea el responsable de velar
por su derechos fundamentales.” En la misma línea tenemos:

4) STC Exp. 02079-2009-PHC/TC


De fecha 09 de Diciembre de 2010, por la que el Tribunal Constitucional con referencia al
principio de protección especial señaló la exigencia de hacer prevalecer el interés de los
niños y adolescentes sobre otros intereses. Así se indicó lo siguiente:
“13. En consecuencia, el deber especial de protección sobre los Derechos del Niño vincula
no sólo a las entidades estatales y públicas sino también a las entidades privadas e
inclusive a la comunidad toda, a fin de que en cualquier medida que adopten o acto que los
comprometa velen por el interés superior del niño, el cual debe anteponerse a cualquier
otro interés. Por tanto, constituye un deber el velar por la vigencia de los derechos del niño
y la preferencia de sus intereses, resultando que ante cualquier situación en la que colisione
o se vea en riesgo el interés superior del niño, indudablemente, este debe ser preferido
antes que cualquier otro interés. Y es que la niñez constituye un grupo de personas de
interés y de protección prioritaria del Estado y de toda la comunidad, por lo que las

17
políticas estatales le deben dispensar una atención preferente. En consecuencia, en la
eventualidad de un conflicto frente al presunto interés del adulto sobre el del niño,
prevalece el de este último; y es que parte de su esencia radica en la necesidad de defensa
de los derechos de quien no puede ejercerlos a plenitud por sí mismo y de quien, por la
etapa de desarrollo en que se encuentra, no puede oponer resistencia o responder ante un
agravio a sus derechos. Es en este sentido que el análisis de una controversia constitucional
de los derechos del niño debe realizarse a la luz del interés superior del niño y del
adolescente, principio investido de fuerza normativa que en el presente caso debe ser
concebido como vértice de interpretación de los derechos (de las menores favorecidas)
materia de la controversia constitucional que nos ocupa.”
De igual modo, en cuanto a privilegiar dicho interés en los casos concretos, el Tribunal
Constitucional ha sentado posición en la siguiente sentencia:

5) STC Exp. N° 01817-2009-PHC/TC


De fecha 07 de Octubre de 2009, se ha señalado lo siguiente:
“13. De otra parte, conviene precisar que para determinar la prevalencia del interés
superior del niño y materializar la adopción de atenciones, cuidados y medidas especiales
de protección, a decir de la Corte IDH, es preciso “ponderar no sólo el requerimiento de
medidas especiales, sino también las características particulares de la situación en la que se
hallan el niño”.
En consecuencia, el principio del interés superior del niño, según se desprende de la
interpretación del Tribunal Constitucional en las citadas resoluciones, es entendido como el
deber de privilegiar el interés de los niños y adolescentes mediante el pleno respeto de sus
derechos, teniendo en cuenta, para ello, las características particulares de la situación en la
cual se encuentren.
Con relación a lo indicado, resulta pertinente hacer mención de lo indicado en la doctrina
nacional por Alex Plácido, por un lado, en cuanto a que la protección especial reconocida a
favor de los niños o puede ser considerada discriminatoria en el marco de la Constitución
ni la Convención sobre los Derechos del Niño; y, por otro lado, respecto a que en los casos
donde el Tribunal Constitucional ha aplicado el principio del interés superior del niño, este
no ha sido objeto de una pretensión, sino que la discusión ha sido sobre cierto derecho en
el que ese interés estaba implicado, destacando la importancia de tomar en cuenta las
particularidades que rodean el caso. A continuación las citas respectivas:
“a) Los niños poseen los derechos que corresponden a todos los seres humanos. Pero, en
atención a la particular situación de vulnerabilidad y dependencia en la que se encuentra el
ser humano en tales fases de la vida, se justifica objetiva y razonablemente el otorgarles un
trato diferente que no es per se discriminatorio; sino, por el contrario, sirve al propósito de
permitir el cabal ejercicio de los derechos especiales derivados de tales condiciones. De
acuerdo con ello, la especial protección que les reconoce la Constitución y la Convención
sobre los Derechos del Niño tiene como objetivo último el desarrollo armonioso de la
personalidad de aquellos y el disfrute de los derechos que les han sido reconocidos. A tales
derechos especiales les corresponden deberes específicos, vale decir la obligación de
garantizar la protección necesaria, a cargo de la familia, la sociedad y el Estado. A estos
dos últimos, se les requiere una mayor participación en caso de desamparo mediante la
adopción de medidas para alentar el desarrollo en su propio ámbito de competencia y
coadyuvar o, en su caso, suplir a la familia en la función que esta naturalmente tiene a su
cargo para brindarles protección (La necesidad de proporcionar al niño una protección
especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del
Niño y en la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General el
20 de noviembre de 1959 y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos,

18
en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en particular, en los artículos 23
y 24), en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en
particular, en el artículo 10) y en los estatutos e instrumentos pertinentes de los organismos
especializados y de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del
niño. En la Declaración de los Derechos del Niño se indica que “el niño por su falta de
madurez física y mental, necesita protección y cuidados especiales, incluso la debida
protección legal, tanto antes como después del nacimiento”)”20.
“b) Pero, de este pleito en que ha entrado en juego ese interés [el principio del interés
superior del niño], se comprueba que no se le reclama como objeto de una pretensión, sino
que se ha discutido sobre cierto derecho en que ese interés está implicado (…) Y en ese
debate sobre derechos reclamados, se ha decidido de acuerdo con el “interés superior del
niño”. De ello se tiene que, este último es, además de contenido de aquellos, un
parámetro o criterio en la valoración de un derecho, relación jurídica o situación concreta,
o en la solución de un conflicto de derechos. (…) Asimismo, han tenido vital importancia
los datos personales y circunstanciales concretos de los protagonistas y de cada caso y
situación: solo así se ha podido decidir cuál es, dónde está y cómo encontrar el „interés
superior‟ del niño que se trate, cualquiera que sea la forma de presentación fáctica del
problema vivencial o conflictivo”21.
También tenemos que nuestro máxime intérprete ha expuesto en:

6) STC Exp. N° 00012-2010-PI/TC,


De fecha 11 de Noviembre de 2011, el Tribunal Constitucional señaló:
“En relación con ello, el artículo 3.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño,
establece que “[e]n todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior
del niño”. Este Tribunal ha considerado que de ello “se desprende que tales funcionarios
estatales deben estar dotados de una especial sensibilidad a la hora de resolver los
problemas en que pudieran encontrarse envueltos [los menores de edad]; bien se trate de
aspectos que pudieran calificarse de sustantivos, bien de asuntos que pudieran
caracterizarse como procesales” (STC 0052-2004-PA/TC, fundamento 8).”
Este Tribunal Constitucional ya se ha pronunciado en anteriores oportunidades respecto del
contenido constitucional del interés superior del niño, niña y adolescente, y en la exigencia
de su atención especial y prioritaria en los procesos judiciales, es así que tenemos:

7) STC Exp. 03744-2007-PHC/TC


De fecha 12 de Noviembre de 2008, en la que se señala:
“5. (…) es necesario precisar que conforme se desprende la Constitución, en todo proceso
judicial en el que se deba verificar la afectación de los derechos fundamentales de niños o
menores de edad, los órganos jurisdiccionales debe procurar una atención especial y
prioritaria en su tramitación. En efecto, como uno de los contenidos constitucionalmente
protegidos del artículo 4º
de la Constitución se establece que “La comunidad y el Estado protegen especialmente al
niño, al adolescente (...)”, haciendo que la preservación del interés superior del niño y del
adolescente sea una obligación ineludible de la comunidad y principalmente del Estado.
Desarrollado tal contenido, el Código de los Niños y Adolescentes ha precisado en el

20 PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex. “El ‘interés superior del niño’ en la interpretación del Tribunal Constitucional”. En:
Cuadernos Jurisprudenciales. N° 62, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2006.
21 PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex. “Ahora sí: el principio de protección especial de la infancia y adolescencia”. Disponible
en: <http://blog.pucp.edu.pe/item/22854/ahora-si-el-principio-de- proteccion-especial-de-la-infancia-y-adolescencia>.

19
artículo IX que “En toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado
a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los
Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción
de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente
y el respeto a sus derechos”.”
Como última acotación, pretendemos ahondar en ello, mediante la siguiente sentencia:

8) STC N° 06165-2005-HC/TC
De fecha 06 de Diciembre de 2005, en la que se expresa:
“12. (…) La tutela permanente que con esta disposición se reconoce tiene una base justa en
lo que se ha señalado como interés superior del niño y del adolescente, doctrina que se ha
admitido en el ámbito jurídico como parte del bloque de constitucionalidad del
mencionado artículo 4º, a través del artículo IX del Título Preliminar del Código de los
Niños y Adolescentes y, en el espectro internacional, gracias al principio 2 de la
Declaración de los Derechos del Niño y al artículo 3º, inciso 1 de la Convención sobre los
Derechos del Niño.”

El interés superior del niño/niña en la jurisprudencia


En el año 2005, la Corte Suprema de Justicia de la República mediante el expediente
N°756-2005-PUNO, se pronunció sobre el interés superior del niño/niña, en el
considerando tercero no es menos cierto que existen normas sustantivas que tienen que
tienen prevalencia sobre cualquier norma procesal. Tal es el caso del artículo IX del
Código de los Niños y Adolescentes, que dispone que en toda medida concerniente al niño
y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás
instituciones, así como en la acción de la Sociedad, se considerará el Principio del Interés
Superior del niño/niña y del adolescente y el respeto de sus derechos. En consecuencia,
estando a que es política permanente del Estado la lucha contra toda forma de violencia
familiar, estableciendo medidas cautelares y resarcimiento de los daños y perjuicios
causados por ella y al haberse determinado- según las evaluaciones psicológicas obrantes a
fojas diez, once y doce- que los menores sufren de maltrato emocional, bien ha hecho la
Sala Superior en fijar medidas de protección a favor de los menores22. Dicho expediente, se
trata de un recurso interpuesto por don Arturo Huamán Arias, contra la resolución que
declaró fundada la demanda de violencia familiar respecto de los menores Arturo y Waldo
Huamán Alvarado, el recurso fue declarado infundado el interpuesto en consecuencia no
casaron la resolución de vista de fojas doscientos cuarenta y seis, de fecha treinta y uno de
enero de dos mil cuatro.
En el año 2008 el Tribunal Constitucional se pronunció en la sentencia N° 2132-2008-
PA/TC - ICA, en la cual doña Rosa Felicita Elizabeth Martínez García interpone recurso
de agravio constitucional con el objeto que se declaren nulas las resoluciones: i) N.º 5, de
fecha 19 de marzo del 2004, ii) N.º 8, de fecha 1 de abril de 2004 y iii) N.º 10, de fecha 22
de mayo del 2004, que declara improcedente la nulidad deducida por la recurrente,
resoluciones todas sobre aumento de alimentos en favor de su menor hija Ana Fiorella
Solier Martínez23.
Sostiene que las cuestionadas resoluciones judiciales han vulnerado sus derechos al debido
proceso, a la igualdad ante la ley y a la protección especial del niño/niña y del adolescente,

22 JUSTICIA DE FAMILIA E INFANCIA. Interés Superior del Niño y Jurisprudencia peruana, 2008, p. 8 [ubicado el 5.VI.2012]
Obtenido en http://justiciadefamilia.blogspot.com/2008/10/inters-superior-del-nio-y.html, p. 15.
23 STC del 9 de mayo del 2011, Sentencia número 02132-2008-PA/TC. [Ubicado el 29.VI.2012]. Obtenido en
http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/02132-2008-AA.html, p. 17.

20
pues han declarado la prescripción de ejecución de la sentencia sobre pensión alimenticia,
la demanda de amparo fue declarada fundada. Pero el Tribunal llegó a esta decisión al
establecer al principio del interés superior del niño/niña, como un principio constitucional
de protección del interés superior del niño/niña que constituye un contenido constitucional
implícito del artículo 4º de la Norma Fundamental en cuanto establece quela comunidad y
el Estado protegen especialmente al niño/niña. Tal contenido fundamental es reconocido a
su vez por la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. De este modo, el principio
constitucional de protección del interés superior del niño/niña se constituye como aquel
valor especial y superior según el cual los derechos fundamentales del niño/niña, y en
última instancia su dignidad, tienen fuerza normativa superior no sólo en el momento de la
producción de normas, sino también en el momento de la interpretación de ellas,
constituyéndose por tanto en un principio de ineludible materialización para el Estado, la
sociedad en su conjunto y la propia familia, incluidos claro está el padre, la madre o quien
sea el responsable de velar por su derechos fundamentales.
En 1997, la Corte Interamericana de derechos humanos, recibió una demanda contra la
República de Guatemala por el secuestro, la tortura y el asesinato de Henry Giovanni
Contreras, Federico Clemente Figueroa Túnchez, Julio Roberto Caal Sandoval y Jovito
Josué Juárez Cifuentes, por el asesinato de Anstraum Aman Villagrán Morales. Como dos
de las víctimas, Julio Roberto Caal Sandoval y Jovito Josué Juárez Cifuentes, eran menores
de edad cuando fueron secuestrados, torturados y muertos, y Anstraum Aman Villagrán
Morales era menor de edad cuando se le dio muerte, la Comisión alegó que Guatemala
había violado el artículo 19 -Derechos del Niño- de la Convención Americana24. En este
caso, denominado Villagrán Morales, la Corte Interamericana de derechos Humanos ha
señalado que en virtud de la Convención Americana de Derechos Humanos de que el
Estado de Guatemala es parte y de la Convención Interamericana para prevenir y sancionar
la tortura, la República guatemalteca ha incurrido en graves violaciones a los derechos
humanos de los niños objeto de esta demanda al no establecer las medidas oportunas para
impedir una práctica sistemática de agresiones en contra de los niños de la calle por
miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
En 2003, el caso Bulacio v/s Argentina la Corte sanciona al Estado de Argentina a pagar
una indemnización a favor de la familia de la víctima Walter David Bulacio, de 17 años de
edad, quien producto de una detención masiva quedo detenido en la comisaría de la ciudad
de Buenos Aires25. Se denunciaron en estas inmediaciones múltiples violaciones a los
derechos del menor como por ejemplo agresiones por parte de agentes policiales, que no se
notificara de la detención al juez correccional de menores de turno y lo peor de todo es que
el joven Walter Bulacio producto de haber vomitado tuvo que ser trasladado a un centro
asistencial donde el menor denunció lesiones graves por parte de la policía, Walter Bulacio
falleció 6 días después.
En el año 2004, el caso Instituto de la reeducación del menor v/s Paraguay la Corte
sancionó al Estado de Paraguay por la violación del derecho a la vida y a la integridad
personal de los doce internos fallecidos y los demás menores que resultaron con lesiones
en el Instituto de la reeducación del menor26. Además el Estado violó el derecho a la
protección judicial e incumplió el deber de adoptar disposiciones de derecho interno de

24 CORTE I.D.H. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. 1999 [ubicado el 10.4.2012]
Obtenido en http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_63_esp.pdf, p. 12.
25 CORTE I.D.H. Caso Bulacio v/s Argentina, 2003 [ubicado el 05.IV.2012] Obtenido en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_100_esp.pdf, p. 15.
26 CORTE I.D.H. Caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri Vs. Perú, 2004 [ubicado el 20.IV.2012] Obtenido en
http://www.corteidh.or.cr/tablas/26393.pdf, p. 17.

21
manera de garantizar a los niños los derechos fundamentales que le han sido consagrados
en la Convención Americana de Derechos Humanos.
En 2005, el caso de las niñas Yean y Bosico v/s República Dominicana la petición fue
presentada a la Corte en virtud de que el Estado, a través de sus autoridades del registro
civil, habría negado el derecho a la nacionalidad dominicana de las niñas, manteniéndolas
en la situación de apátridas hasta el 25 de septiembre del 2001 27. La Corte sostuvo que la
República Dominicana violó los derechos a la nacionalidad, a la igualdad ante la ley, el
derecho al nombre y al reconocimiento de la personalidad jurídica y el derecho a la
integridad personal de las niñas en cuestión.
Así, en el caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri, la Corte I.D.H. “Se señaló que Rafael
Samuel y Emilio Moisés Gómez Paquiyauri eran niños de 14 y 17años, respectivamente,
cuando fueron detenidos ilegal y arbitrariamente, torturados y ejecutados
extrajudicialmente por agentes de la Policía Nacional del Perú”28. En este sentido, la Corte
reitera su concepto de niño establecido en la Opinión Consultiva sobre la Condición
Jurídica y Derechos Humanos del Niño, cuando señala que en definitiva, tomando en
cuenta la normativa internacional y el criterio sustentado por la Corte en otros casos, se
entiende por “niño” a toda persona que no ha cumplido 18 años de edad. Efectivamente,
este criterio será reiterado en la Opinión Consultiva sobre Condición Jurídica y Derechos
Humanos del Niño. La Corte ha sido clara en señalar que en definitiva, tomando en cuenta
la normativa internacional y el criterio sustentado por la Corte en otros casos, se entiende
por niño a toda persona que no ha cumplido 18 años de edad.
En todos estos casos enunciados, existe un uniforme razonamiento de la Corte, la que
considera en forma integral el corpus iuris gentium de los derechos del niño, incluyendo la
dinámica interacción e interdependencia entre la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño y otros cuerpos normativos. En
todos estos pronunciamientos, la Corte Interamericana de derechos humanos manifiesta un
claro reconocimiento del niño/niña como categoría especial de protección por parte del
Estado, la familia y la sociedad entera, además de su condición de plenos sujetos de
derechos y, especialmente, de derechos humanos. Por medio de las jurisprudencias antes
mencionadas podemos inferir que, cuando hablamos del interés superior del niño/niña no
estamos hablando de lo que nosotros pensamos que le conviene al niño/niña, de lo que el
juez cree que es lo mejor para el niño/niña, sino que cuando hablamos del interés superior,
del interés primordial del niño/niña, significa simplemente decidir sobre los derechos
humanos de los niños. El llamado interés superior del niño/niña debe ser entendido como
un término relacional o comunicacional, y significa que en caso de conflicto de derechos
de igual rango, el derecho de prioridad del interés superior del niño/niña prima sobre
cualquier otro que pueda afectar derechos fundamentales. Así, ni el interés de los padres, ni
el de la sociedad, ni el del Estado pueden ser considerados prioritarios en relación a los
derechos del niño/niña.
El principio significa que el interés superior del niño/niña es un instrumento jurídico que
tiende a asegurar el bienestar del niño/niña en el plan físico, psíquico y social. Funda una
obligación de las instancias y organizaciones públicas o privadas a examinar si este criterio
está realizado en el momento en el que una decisión debe ser tomada con respecto a un
niño/niña y que representa una garantía para el niño/niña de que su interés a largo plazo
será tenido en cuenta. Debe servir de unidad de medida cuando varios intereses entran en
convergencia. Podemos agregar que, por encima de cualquier norma procesal está el

27 CORTE I.D.H. Caso de las Niñas Yean y Bosico vs. República Dominicana, 2005 [ubicado el 20.IV.2012] Obtenido en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_156_esp.pdf, p. 14.
28 CORTE I.D.H. Caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú, 2004 [ubicado el 25.IV.2012] Obtenido en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_218_esp.pdf, p. 18.

22
interés superior del niño/niña, la razón tiene una sola explicación particular, por el estado
de vulnerabilidad y de indefensión en que se encuentra la persona cuando es niño y
teniendo además presente que uno de los objetivos del Estado y de la sociedad es el
correcto desarrollo de la personalidad del infante y el respeto al libre ejercicio de sus
derechos fundamentales, determinado por su intrínseca condición de ser sujeto de derecho,
es que se justifica brindarle al niño una protección especial y diferenciada del resto de
grupos sociales, que necesariamente desde ser respetada por todas las autoridades e
instancias judiciales.

23
CONCLUSIONES
Las principales conclusiones que se desprenden del contenido de las sentencias del
Tribunal Constitucional sobre el principio del interés superior del niño son las siguientes:
• El principio del interés superior del niño forma parte del bloque de
constitucionalidad del artículo 4 de la Constitución, el cual contiene el principio
de protección especial del Niño y del adolescente.
• Una primera noción del principio del interés superior del niño es la
interpretación propuesta por Miguel Cillero Bruño, que el Tribunal
Constitucional hizo suya, en el sentido de que dicho principio representa la
plena satisfacción de los derechos del niño - los cuales son el contenido del
citado principio-, existiendo, por tanto, una identidad entre el interés y los
derechos. A esta interpretación del interés superior del Niño se le denomina
garantista.
• Una segunda noción del principio del interés superior del niño propuesta por el
Tribunal Constitucional es la que lo concibe como el deber de privilegiar el
interés de los niños y adolescentes mediante el pleno respeto de sus derechos
teniendo en cuenta para ello las características particulares de la situación en la
cual se encuentran.
• La consideración del principio del interés superior del niño en los casos
concretos se ha materializado de dos formas:
 Haciendo efectivos los derechos de los niño y adolescentes incluso por
encima de otros bienes constitucionales como la cosa juzgada.
 Minimizando el perjuicio a los derechos de los niños y adolescentes en
aquellos casos donde existan razones justificadas que impidan que se
privilegien dichos derechos.
• El principio del interés superior del niño es, además, uno de los fundamentos en
los que se sustenta el principio de protección especial de la infancia y
adolescencia, y asimismo, exige que los funcionarios estatales estén dotados de
una especial sensibilidad a la hora de resolver los problemas en los que
pudieran encontrarse envueltos los menores de edad.
• Finalmente, en cuanto al ámbito de aplicación, el principio del interés superior
del niño no sólo vincula al Estado y a las instituciones privadas, sino también a
la sociedad, la familia y los padres.

24
BIBLIOGRAFIA
ABELENDA. Derecho Civil. Parte General. Tomo I. Astrea. Buenos Aires. 1980.
239. En: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de las Personas. Edit. Rhodas. 5ta Ed.
Lima, 2006.

ASOCIACIÓN PERUANA DE INVESTIGACIÓN DE CIENCIAS JURÍDICAS. Derecho


Procesal Civil I. Edit. Ediciones Legales EIRL. 1era Ed. Lima, 2010.

AA. VV. “El Código Procesal Civil Explicado en su Doctrina y Jurisprudencia”. Edit.
Gaceta Jurídica, 1era Ed. Lima, 2014.

AZPIRI, Jorge. Derecho de familia. 1° edición, 1° reimpresión, Ed. Hammurabi, Buenos


Aires, 2005.

BAUTISTA TOMA, Pedro y HERRERO PONS, Jorge. Manual de Derecho de Familia.


Lima. Ediciones Jurídicas, 2006.

BELLUSCIO, Augusto César. Nociones de Derecho de familia. Tomo I, Bibliográfica


Omega, Buenos Aires, 1967.

BERIZONCE, Roberto O., La tipicidad del proceso de familia y su reflejo en la tutela


cautelar anticipatoria, en Revista de Derecho Procesal, Nº 1, Medidas cautelares, Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 1998.

BERMÚDEZ TAPIA, Manuel. El desarrollo estatal, jurisdiccional y familiar de la


protección del interés superior del niño. En: IUS, doctrina. Nº 8/2007, Lima: Grijley, 2007.

BUSTAMANTE, Reynaldo. Derechos fundamentales y proceso justo. Ara Editores, Lima,


2001.

BORDA, Guillermo A. Manual de Derecho de Familia. 12° edición, Editorial Lexis Nexis,
Buenos Aires, 2002.

CÁRDENAS, Jaime. “Los principios y su impacto en la interpretación constitucional y


judicial”. En: Tribunales y justicia constitucional. Memoria del VIII Congreso
Iberoamericano de Derecho Constitucional. México: UNAM, 2002.

CARPIO MARCOS, Edgar y PALOMINO MANCHEGO, José. “La


interpretación constitucional y los intérpretes constitucionales”. En: Revista
Institucional de la Academia de la Magistratura, N° 4. Lima, 2002.

CHIRINOS SOTO, Enrique. "La Nueva Constitución al alcance de todos". AFA Editores,
Tercera Edición, Lima, 1984.

CIFUENTES. Elementos de Derecho Civil. Parte General. Astrea. Buenos Aires. 1988. 70.
En: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de las Personas. Edit. Rhodas. 5ta Ed. Lima,
2006.

25
CILLERO BRUÑOL, Miguel. “El interés superior del niño en el marco de la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño”. En: GARCÍA MÉNDEZ, Emilio y BELLOF,
Mary (compiladores). Infancia, ley y democracia en América Latina. Temis/Depalma,
Santa Fe de Bogotá – Buenos Aires, 1998.

CIURO CALDANI, Miguel Ángel. “Principios y valores en el derecho constitucional”. En:


Los valores en la Constitución argentina. Buenos Aires: Ediar, 1999.

CORNEJO CHÁVEZ, Héctor. Derecho Familiar Peruano. Lima: Studium, 1985. Tomo I.

CORRAL TALCIANI, Hernán. Derecho y Derechos de la Familia. Lima: Grijley, 2005.


DE DIEGO, Clemente. Instituciones de Derecho Civil español. Artes Gráficas Julio San
Martín, Madrid, 1959, p.434.

DIAS, Maria Berenice. Manual de Direito das familias. 4° edición revisada, actualizada y
ampliada, Ed. Revista Dos Tribunais, Sao Paulo, 2007.

ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de las Personas. Edit. Rhodas. 5ta Ed. Lima, 2006.

ETO CRUZ, Gerardo. Los principios constitucionales y las leyes de desarrollo


constitucional en el Perú. Trujillo: IDEJC, 1991.

GALLEGOS CANALES, Yolanda y JARA QUISPE, Rebeca. “Manual de Derecho de


Familia”. Edit. Jurista Editores. 1era Ed. Lima, 2011.

GARCIA AMIGO. Instituciones de Derecho Civil I. Parte General. Editorial Revista de


Derecho Privado. Madrid. 1979. 399. En: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de las
Personas. Edit. Rhodas. 5ta Ed. Lima, 2006.

GARCIA TOMA, Víctor. “Teoría del Estado y Derecho Constitucional”. Edit. Palestra
Editores SAC. 2da Ed. Lima, 2008.

GONZÁLEZ SOLER, Olayo, “La intervención del Juez y del Fiscal en los procedimientos
de protección de la infancia”, en Boletín Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, Num.
19, 3ra. Época, septiembre, Madrid, 2001.

LANDA ARROYO, César. Constitución y fuentes del derecho: derechos, jurisdicción y


democracia. Palestra Editores, Lima, 2006.

LAURA MALESPINA, María. Fecundación Humana Asistida. Desafíos para el Derecho


de Familia. Actualidad Jurídica. Publicación Mensual de Gaceta Jurídica. T. 95, octubre
2000.

LEDESMA NARVAEZ, Marianella. "Comentarios al Código Procesal Civil". Gaceta


Jurídica, 3era Ed. Lima, 2011.

LLAMBÍAS, Jorge Joaquín. Tratado de Derecho Civil. Parte General. Tomo 1, 21°
edición, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2007.

26
MÉNDEZ COSTA, María Josefa y D'ANTONIO, Daniel Hugo. Derecho de familia. Tomo
I, Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, 2001.

MESIA RAMIREZ, Carlos. “Exégesis del Código Procesal Constitucional”. Edit. Gaceta
Jurídica, 3era Ed. Lima, 2004.

MONTERO AROCA, Juan; La Prueba en el Proceso Civil; Editorial Civitas; Madrid


España, año 2005.

MOYA OBESO, Alberto. "EL Proyecto de Investigación Científica". Editorial Trilce,


Trujillo, 1994.

PERALTA ANDIA, Javier Rolando. “Derecho de Familia en el Código Civil”. Edit.


IDEMSA. 4ta Ed. Lima, 2008.

PÉREZ ROYO, Javier. Tribunal Constitucional y división de poderes. Ed. Tecnos.


Madrid, 1988.

PLACIDO VILCACHAGUA, Alex. “El interés superior del niño en la interpretación del
Tribunal Constitucional”. En: Cuadernos Jurisprudenciales. N° 62, Gaceta Jurídica, Lima,
2006.

RODRIGUES, Silvio. Direito Civil, Direito de familia. 27° edición actualizada por
Francisco José Cahali, volumen 6, Saravia, Sao Paulo, 2002, p.4.

RUBIO CORREA, Marcial. El Sistema Jurídico. Introducción al Derecho. Lima:


Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1999.
RUBIO CORREA, Marcial. La interpretación de la Constitución según el Tribunal
Constitucional. Fondo Editorial de la PUCP. Lima, 2005.

SANCHEZ CALERO, Francisco Javier [et. ál.]. Curso de Derecho Civil IV. Derecho de
familia y sucesiones, 3° edición, Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, 2004.

VALVERDE, Emilio. El Derecho de familia en el Código Civil peruano. Imprenta


del Ministerio de Guerra, Lima, 1942.

VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Tratado de Derecho de Familia”. Edit. Gaceta


Jurídica, 1era Ed. Lima, 2013.

WELSTEAD Mary; EDWARDS Susan. Family Las. Oxford University Press, New York,
2006, p.2).

YUNGANO, Arturo. Manual Teórico Práctico de Derecho de Familia. Buenos Aires:


Ediciones Jurídicas, 1989.

27

También podría gustarte