El año pasado fui com mis amigos a Italia, de avión. La experiencia fue impresionante.

Me alojé en un hotel situado en el centro histórico de Roma y muy cerca de la estación Termini
e de la célebre plaza de Republica.

El primer dia en la ciudad fue dedicado al Coliseo, Foro Romano, Arco de Constantino, Piazza di
Campidoglio y el deslumbrante monumento Vittorio Emanuele II. Esta ciudad sin duda que invita
a seguir caminando y descubriendo todos los segredos que tiene.

El segun dia fue dedicado al Vaticano. La fila gigantesca formada en la Plaza San Pedro y el
esquema de seguridad impresionan, es mucha gente y muchos guardias, pero todo fluye rápido
y luego es posible estar dentro de la Basílica de San Pedro, la mayor construcción sacra existente,
sin duda tiene una deslumbrante belleza.

Despues de entrar, hay un flujo muy grande hasta los museos del vaticano y la capella sixtina,
donde se encuentra muchas salas con obras maravillosas, que valen la pena ser apreciadas. Hay
que apreciar la hermosa vista del Vaticano.

El tercer y último día en Roma comenzó por Villa Médici, una mansión del siglo XVI donde hoy
funciona la Academia Francesa, ubicada en lo alto del cerro, donde existe un hermoso parque,
tranquilo, donde los romanos pasean en bicicleta y con sus cachorros. De lo alto, se tiene una
hermosa vista de toda la ciudad de Roma.

Hablando de la comida, me sorprendió mucho porque esperaba encontrar la típica pizza y pasta
comida en Portugal, y fue presentado con mucho más que eso. Me encantó la polenta, comida
tradicional italiana, la cual nunca había probado antes del viaje.

Si tuviera que elegir un momento de todo el viaje, sería incapaz. Todo fue genial, hasta el último
momento.

Toda esta experiencia me ha ayudado mucho a adquirir nuevos conocimientos sobre esta
encantadora cultura. Sin duda que fue una de las mejores viajes que tube haste hoy y
dificilmente me olvidaré de la misma.