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El propósito de enseñar a pensar es el de preparar a los alumnos para que, en el futuro, puedan resolver
problemas con eficacia, tomar decisiones bien meditadas y disfrutar de toda una vida de aprendizaje.
El arte orientado hacia la canalización de talentos y al desarrollo de la comunicación interior del niño, le
permite animar su vida emotiva, iluminar su inteligencia, guiar sus sentimientos y su gusto hacia las mas puras
formas de belleza por caminos con norte definido hacia el encuentro del punto máximo de creación y desarrollo
espiritual.
El aprendizaje de las artes en la escuela tiene consecuencias cognitivas que preparan a los alumnos para la vida:
entre otras el desarrollo de habilidades como el análisis, la reflexión, el juicio crítico y en general lo que
denominamos el pensamiento holístico; justamente lo que determinan los requerimientos del siglo XXl. Ser
"educado" en este contexto significa utilizar símbolos, leer imágenes complejas, comunicarse creativamente y
pensar en soluciones antes no imaginadas.
De hecho, las artes sirven de punto de encuentro, integrador de la historia, las matemáticas y las ciencias
naturales, as í podemos pensar en cualquier pintura como testimonio de un período histórico, o una escultura de
Calder como analogía visual de ecuaciones algebraicas.
La educación en las artes perfecciona las competencias claves del desarrollo cognitivo como son:
1. Percepción de relaciones. El arte enseña al alumno a reconocer que nada "se tiene" solo. Todos los procesos
del trabajo artístico se explican por la interacción que hace el ser humano, con elementos y formas (en música,
sonidos y palabras, por ejemplo). En este proceso donde el desarrollo de lenguajes, expectativas y hábitos
permite la fundamentación de valores como el respeto, la solidaridad, el compartir, la convivencia pacífica a
partir de la valoración de las diferencias que lleva a una resignificación de la identidad regional y nacional.
Piénsese en el ejecutivo que debe aprender a pensar de manera sistémica.
2. Atención al detalle. Diferencias pequeñas pueden tener grandes efectos. Hay una gran cantidad de
razonamiento visual en el proceso de tomar decisiones sobre color y forma para hacer de una pintura una obra
satisfactoria. Hay también al escribir muchas minucias en cuanto al uso de formas literarias, metáforas,
alusiones, etc. Todos estos son modos sofisticados del pensamiento. Es en la obra de arte donde se hace posible
una luna roja, iluminando el camino, un perro azul convirtiéndose en príncipe, o donde un mapalé transforma
espiritualmente la voluptuosidad erótica de un cuerpo.
3. Promoción de la idea de que los problemas pueden tener muchas soluciones y las preguntas muchas
respuestas. En los negocios, por ejemplo, es más deseable tener varias respuestas que una sola, así cómo
aprender a priorizar. Es así como podremos tener la posibilidad de que los elefantes vuelen, los tigres caminen
en 2 patas, hablen y trabajen en venta de seguros posibilidades nunca antes imaginadas.
4. Desarrollo de la habilidad para cambiar la direccionalidad cuando aún se está en proceso. El
aprendizaje de las artes enseña que una meta o fin pueden cambiar en el proceso, los fines a veces se
desprenden del proceso y éste a veces se deriva del fin. Este tipo de interacción se simplifica mucho en la
escuela, en donde casi siempre el fin o la meta son invariables. La vida real muestra lo artificial de este proceso
aprendido (¿o no aprendido?) en la escuela. El esculpir una piedra en búsqueda de una figura hermosa,
puede darnos como resultado un hermoso corcel, o lo que es más común, tallar una madera para elaborar un
santo y obtener finalmente el más hermoso de los molinillos.
5. Desarrollo de la habilidad para tomar decisiones en ausencia de reglas. Por ejemplo, decidir cuándo el
trabajo se terminó. En ausencia de reglas fijas es importante el desarrollo del juicio personal que nos permita
decidir cuándo estamos satisfechos por un
trabajo bien realizado. Además lo llena de razones para demostrar y explicar su obra, así el arte abstracto tiene
su justificación en el mundo de los sentidos. Al propósito inicial de cada tarea se le unen la inventiva, la
creatividad, el razonamiento y la sana competitividad que lo llevan a los mejores resultados.
6. Imaginación como fuente de contenido, la habilidad para visualizar situaciones y predecir lo que
resultaría de acuerdo con una serie de acciones planeadas. El cultivo de la imaginación no es una de las
preocupaciones de los currículos escolares, siendo uno de nuestros más preciosos recursos humanos. Las
múltiples posibilidades que el proceso artístico ofrece al alumno, le permiten el adentrarse en la búsqueda
constante, en la investigación permanente de nuevas formas, expresiones, elementos, conceptos, principio éste
que puede trasladarse a cualquiera de los procesos científicos, como el principio de la rebotica desarrollado en
el cine.
7. Habilidad para desenvolverse dentro de las limitaciones de un contexto. Ayudar al alumno a ver los
límites, desarrolla las destrezas para inventar formas de explotar restricciones de manera productiva. Es ahí
donde el mundo del reciclaje tiene su mayor
utilización y belleza, ejemplo la chatarra aplicada a hermosas esculturas.
8. Habilidad para percibir y enfocar el mundo desde un punto de vista ético y estético. Ver el mundo real
de la ingeniería desde un punto de vista del diseño nos lo releva como algo más fresco. Permite que la
valoración estética de la naturaleza evite destrozar o malograr su paisaje, que sea imprescindible el susurro de
una paloma para que conservando nuestra capacidad de asombro no necesitemos el sórdido estruendo de una
bala que matando el ave aniquile del hombre sus sueños de grandeza.
Los buenos profesores de arte ayudan a los alumnos a desarrollar estas habilidades de pensamiento a través de
los problemas que les plantean, del discurso que promueve el pensamiento estético, del ejemplo que enseña
principios éticos, la autoevaluación del trabajo y, finalmente, mediante la interacción que tiene lugar en el sal ón
de clase.
Las artes promueven a su vez la idea de que la gran misión de la escuela no es solamente enseñarle al alumno a
ganarse la vida, sino a vivirla plenamente.
El manejo del arte y de la estética por parte de la filosofía ha sido enriquecido sin lugar a dudas por los trabajos
realizados por los estructuralistas, especialmente los trabajos de lean Piaget, Noam Chomski, Claude Levi
Strauss y por las escuelas de pensamiento que le siguieron, pero en particular por los trabajos que en la
Universidad de Harvard continúan realizando personajes tan actuales como Howard Gardner.
La búsqueda de explicaciones sobre la estructura de la mente y del conocimiento ha llevado también a
reflexiones cuya naturaleza se entrecruza con la necesidad de explicar con razones científicas las posibilidades
de interpretación de sus factores y procesos. Los autores mencionados constituyen una trilogía privilegiada en la
fundamentación de estas líneas de investigación.
El trabajo de Piaget sobre la epistemología genética, apoyado en referentes empíricos dejó planteado mediante
la observación y el análisis el tema relacionado con los estadios para llegar al desarrollo del pensamiento
hipotético deductivo y por lo mismo las condiciones propicias para una inteligencia que hace posible la
estructura de la ciencia en la mente de los sujetos según su desarrollo cronológico y mental.
Por otra parte Chomski plantea desde la lingüística estructural la búsqueda sistemática de las relaciones entre el
lenguaje y el conocimiento. Su propuesta se fundamenta en que el conocimiento y la comprensión del lenguaje
tienen una estructura única. Esta tesis establece la necesidad de aceptar la existencia de una estructura natural
que potencia a la mente, la predispone para el lenguaje y la determina como fuente de la comprensión
lingüística, la cual se activa por la experiencia de lo real.
Levi Straus desde su indagación por el arte y por la identidad específica de la cultura llega a establecer la
expresión de sentido de lo cultural propio de cada una de las etnias estudiadas, hecho que le permite inferir la
existencia de unas condiciones similares para toda mente humana independientemente de su grado de
civilización y establecer unas estructuras generales en las cuales se da la posibilidad de la manifestación de la
diferencia cultural según que unas etnias desarrollen o no determinados componentes de dicha estructura
universal. Desde esta lectura la expresión de lo artístico tiene que entenderse como la expresión necesaria de la
diferencia entre una cultura y otra por comparación con la estructura general.
Los aportes de estos pensadores e investigadores trasladaron el problema de la comprensión de lo artístico de lo
estrictamente filosófico al campo específico de la psicología. Los tres por separado y en conjunto abrieron el
espacio para iniciar una búsqueda que se completa según Gardner con los aportes posteriores de Ernest
Cassirer, filósofo alemán, en su "Tratado general sobre las formas simbólicas". Influenciado en su juventud por
Kant y después de un estudio concienzudo del racionalismo cartesiano, del pensamiento matemático de Leibniz
y de las teorías de la relatividad de Einstein, Cassirer se atrevió a cuestionar ciertos aspectos del dogma alemán
clásico según el cual las categorías:, de la comprensión pura le eran dadas a los seres humanos como parte de
sus derechos de nacimiento. Según estas tesis los seres humanos podrían entender desde un principio, conceptos
tales como la relación entre e! todo y las partes y la índole de la identidad y la contradicción entre A y no A.
Este dogma propone que el hombre tendría una capacidad intrínseca para el pensamiento científico racional. Por
sus parte Cassirer llegó a la convicción de que estas construcciones racionales no surgían hasta más adelante en
el curso de la historia humana y siempre lo hacían en una mezcla con otras formas de pensamiento de
orientación menos racional y postuló que el estudio de la mente humana debería tomar en cuenta una gama
mucho más amplia de formas de pensar.
Desde este punto de vista el hombre es por naturaleza un animal simbólico y según Cassirer la realidad física
parece retroceder en relación directa con la actividad simbólica del hombre. En lugar de ocuparse de las cosas
en sí mismas, el hombre está continuamente dialogando consigo mismo. Se ha envuelto hasta tal punto en
formas lingüísticas, imágenes artísticas y símbolos míticos o prerrogativas religiosas, que no puede ver ni
conocer nada si no es con la mediación de este instrumental.
La mente humana, fortalecida por los símbolos, viene a recrear el mundo físico en su propia imagen simbólica.
Gardner plantea igualmente las tesis de Susanne Langer, Nelson Goodman y Ernst Gombrich, mediante las
cuales aparecen conceptos tales como la diferenciación entre los símbolos discursivos del hombre y los
símbolos presentacionales. Los símbolos de naturaleza discursiva permiten procesar discursos en los cuales es
imprescindible la estructura sintáctica y en consecuencia una determinada organización y confluencia de la
suma de las partes que permite captar el significado y los símbolos de naturaleza presentacional los cuales sólo
pueden ser leídos en lo que ellos presentan como una totalidad y no dan lugar a una interpretación sintáctica por
cuanto la sumatoria de las partes no permite interpretar lo que ellos expresan como un todo.
El tema del simbolismo discursivo y presentacional trasladó el problema de la comprensión del arte a la
estructura mental del sujeto de una manera clara y permitió la comprensión de un nuevo concepto en el
desarrollo de las maneras de entender la inteligencia y su capacidad para captar lo presentacional el cual fue
enunciado por Goodman como el contexto mental del observador.
Según Gardner, en su libro "Los lenguajes del Arte" Goodman plantea que existen diferentes sistemas
simbólicos e introduce el concepto de sistema notacional. La notacionalidad es una idea que permite estructurar
comparaciones entre los sistemas simbólicos creados por los seres humanos contra una gama única de criterios.
Igualmente se ocupó de cómo funcionan los símbolos es decir cómo simbolizan en la práctica y descubre otros
modos de simbolización que son muy importantes pero que han sido ignorados. Refiriéndose a la estética se
preguntó no lo que convencionalmente se había preguntado sobre qué es el arte sino cuándo algo es arte y
propone varios indicadores de los atributos estéticos:
Densidad Sintáctica. Por ejemplo en un dibujo la diferencia entre dos líneas pueden transmitir importantes
diferencias de significado.
Densidad semántica. Por ejemplo en e! idioma común los significados de los vocablos se superponen entre sí
de muchos modos a tal punto que es imposible determinar en dónde comienzan y dónde terminan
intencionalmente.
Plenitud relativa. En este sentido los símbolos no funcionan de manera absoluta siempre. Sólo lo hacen cuando
están contextualizados. En el arte las otras maneras de funcionar son relativas.
Ejemplificación. En este sentido los símbolos sirven para expresar las propiedades que posee literalmente
aquello que se simboliza.
Referencia múltiple y compleja. En este sentido los símbolos desempeñan varias funciones referenciales
integrales, algunas directas y otras por intermedio de símbolos diferentes.
Para Goodman el creador artístico es el individuo con suficiente comprensión de las propiedades y funciones de
ciertos sistemas de símbolos como para permitirse crear obras que funcionen de una manera estéticamente
eficaz. Del mismo modo el perceptor artístico, sea miembro del público, crítico o conocedor, debe ser sensible a
las propiedades de los símbolos que transmiten significados artísticos: a la plenitud, a la densidad, a la
expresividad y a la pluralidad de significados.
Siguiendo el análisis de Goodman es posible obtener un modelo de lo que puede concretar el ejecutante artístico
competente. A la luz de este estado final artístico se pueden examinar las aptitudes requeridas para volverse
sensible a las obras de arte o para crear obras de arte de una manera competente. En otros términos, con base en
las teorías de Goodman es posible establecer las competencias básicas para la enseñanza del arte tanto en su
dimensión histórico analítica como en su dimensión empírico creativa.
Estos avances en las corrientes cognitivas están presentes en las dimensiones actuales del discurso pedagógico
didáctico y los educadores debemos profundizar en sus esquemas, análisis y contenidos para permitir la
generación de propuestas que respondan, hasta donde sea posible, a la comprensión de la misión de la
educación frente a lo artístico y por consiguiente a la necesaria compenetración de lo artístico en los fines y
propósitos de la educación. Las investigaciones de Gardner expuestas en su libro "Arte, Mente y Cerebro" han
abierto un camino que debe ser acompañado de manera profunda por el pensamiento pedagógico para captar las
verdaderas dimensiones del arte en la energía vital de lo educativo.
La educación artística genera espacios y tiempos que favorecen la comprensión de la vida en su complejidad.
Irónicamente la ciencia y la tecnología producidas por la humanidad para manejar la complejidad y reducirla
son ahora unas de sus causas. Para nadie es un secreto que el manejo y la valoración de las tecnologías de la
información y la comunicación se llevan cabo en medio de emociones, tensiones, contradicciones y
ambigüedades. Las diversas modalidades del arte pueden ayudarnos a sacar a flote nuestras mejores dotes
humanas usando las tecnologías sin esclavizarnos de ellas.
Aquí se tomará la expresión desarrollo integral para referirnos a los "procesos, saberes, competencias, y valores
básicos y fundamentales de las personas y de los grupos, en las diversas culturas que integran la nacionalidad
colombiana" pues, formación integral y desarrollo integral humano aparecen constantemente en las
publicaciones y eventos del sector educativo: en un principio como sinónimos y, mientras la palabra formación
parece implicar un resultado, la palabra desarrollo invita más a pensar en procesos.
"El maestro nunca debe didactizar, instrumentalizar el juego, porque el placer de jugar desaparece."
"El juego permite como en un carnaval ver el mundo al revés,
permite el desdoblamiento sin ser esquizofrénico,
puede generar conocimientos,
ayuda a la creación de nuevos símbolos y signos culturales".
"La Iúdica reivindica una pedagogía integral,
donde el rol, el aprendizaje y la innovación se dan la mano".
Alberto Motta
Mucho se exige la presencia de la lúdica y la creatividad en la escuela, pero poco se estudia y reflexiona sobre
los procesos de pensamiento que intervienen en su logro y el papel que éstas juegan en el desarrollo integral
humano. Partamos de que lúdica y creatividad van de la mano; la creatividad es en esencia lúdica, pues el
descubrimiento, la capacidad de asombro y la inquietud, nos colocan en los terrenos del placer por el
conocimiento. Pero no sólo el estado lúdico de nuestras relaciones produce en nuestro entendimiento
creatividad.
La creatividad brota como hecho espontáneo en el momento en que frente a los límites del conocimiento y de su
utilización y por efectos de la actitud de búsqueda, decidimos dar el paso hacia lo desconocido para recuperar
de lo no razonable elementos que se convierten en innovación al ser expresados en formas artísticas que pueden
ser o no lúdicas.
Otro lugar común es considerar que la creatividad y la lúdica son casi de responsabilidad exclusiva del área de
Educación Artística o del área de Educación Física, Recreación y Deportes. Superar esta visión implica una
actitud innovadora, fuera de esquemas rígidos y verticales, es decir una actitud creadora en sí misma.
"Ignorar o no comprender el ámbito de la creatividad conduce a que las sociedades generen implícitamente una
especie de freno, que se manifiesta en un aislamiento entre creatividad, enseñanza y sociedad, generando
estructuras de pensamiento y comportamientos repetitivas y conformistas". Estas palabras de María Emilia
Arciniegas, tomadas del ensayo “Creatividad y Maestros”, corresponde a la situación que vive la escuela frente
a propuestas para trabajos basados en la creatividad. Por considerar este ensayo un aporte de los más elaborados
en la literatura sobre el tema, retomamos literalmente el siguiente texto.