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NORMAS PARA COLECCIONES CIENTÍFICAS

Estudiantes
Andrade Angie, De la Ossa Luz Elena, Díaz Saumeth Gisella, Sarmiento José Daniel & Yaspe Juliana

Las normas de colección científica tienen como característica común el concentrar archivos del
conocimiento en un espacio determinado con el fin de conservarlos y mantenerlos disponibles en el
largo plazo. Estos archivos tienen la cualidad de ser objetos físicos, denominados ejemplares, que son
de suma importancia para la ciencia.
Entender la función y la importancia de cualquier colección científica necesariamente implica entender
primero una propiedad de los ejemplares: su naturaleza única y, por otra parte, la relación que tienen
con la generación y avance del conocimiento científico. Hay que tener en cuenta que, las colecciones
son muy valiosas para la ciencia, y actualmente son incluso más importantes pues servirán en el futuro
para poder entender la naturaleza, tener referencia del estado natural antes, durante, y después de la
industrialización y de otros cambios ambientales, e identificar oportunidades para la conservación y
manejo de especies y ecosistemas.
En el caso de las colecciones biológicas, estas representan el patrimonio natural de un país o región,
constituyen un archivo histórico natural de utilidad múltiple donde la preservación de especímenes y
su información asociada son la base de estudios taxonómicos, sistemáticos, ecológicos, filogenéticos,
biogeográficos, de genética de poblaciones y conservación formando parte fundamental en el
conocimiento de la diversidad biológica y en el avance de las ciencias biológicas (TOBAR, 2002). Así,
las colecciones biológicas son los depositarios de la biodiversidad, entendida como la riqueza,
abundancia y variabilidad de todas las especies, comunidades y los procesos ecológicos y evolutivos
que ocurren dentro de las mismas (The Wildlife Society, 1993 citado en PÁEZ, 2004). Las colecciones
biológicas sirven no solo para la comunidad científica, también han sido muy beneficiosas para la
sociedad desempeñando un papel vital en aspectos de salud humana (vectores de enfermedades,
estudio de patógenos) y monitoreo de cambios ambientales (como bioindicadores de contaminación,
seguimiento a estos contaminantes ambientales y en el análisis del cambio climático global); además,
permiten que el estudio de estos aspectos sea más accesible y refutable (STUEBING, 1998 citado en
PÁEZ, 2004).
Con base a lo anterior, los reglamentos y una supervisión informada de las colecciones científicas son
necesarios para un control eficiente.
En el caso de Colombia, se rige el decreto 1376 del año 2013 el cual tiene por objeto principal
reglamentar el permiso de recolección de especímenes de especies silvestres de la diversidad
biológica con fines de investigación científica no comercial, con el fin de proteger la biodiversidad, la
integridad del ambiente, pero también, la creación de incentivos para las personas e instituciones que
desarrollen y fomenten la ciencia y la tecnología.
Es importante resaltar que esta regulación sólo será aplicable a investigaciones que no tengan fines
comerciales o industriales, y que los permisos de recolección no reemplazarán la obligación de
celebrar los contratos de acceso requeridos para investigaciones genéticas. Los permisos son
autorizados por autoridades ambientales como la CRA (corporaciones regionales) ANLA (autoridad
nacional de licencias ambientales) y del parque natural donde se vaya a realizar el estudio.
Es pertinente que, el investigador presente un informe luego de haber obtenido el permiso para la
colección de muestras, los ejemplares deberán ser depositados en una colección previamente
registrada ante el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos "Alexander Von Humboldt" y la
información asociada del proyecto de investigación científica deberá ser publicada en el Sistema de
Información de Biodiversidad de Colombia (SiB).
El Decreto 1376 permite que las Instituciones Nacionales de Investigación (INI) obtengan Permisos
Marco de Recolección que les permitirán, por el término de 10 años desde la expedición del permiso,
adelantar labores de recolección de especímenes de especies silvestres para todos los proyectos de
investigación científica, no comercial, que adelanten los investigadores vinculados a dichas
instituciones. Dentro de las INI se encuentran las instituciones de educación superior, las colecciones
biológicas ya registradas y los institutos o centros de investigación científica categorizados ante
Colciencias.
Igualmente, el Decreto permite a investigadores individuales y extranjeros obtener permisos similares
por el término de cinco años, siempre que estén vinculados a INI por medio de un acuerdo de
cooperación vigente.
Las actividades que podrán realizarse con las Colecciones Biológicas están orientadas a proyectos
científicos que permitan obtener información sobre fenómenos y procesos naturales, adelantar
actividades académicas y de divulgación, de apoyo a la implementación de proyectos de conservación,
para lo cual es muy importante que la información contenida en las Colecciones Biológicas se
mantenga actualizada y que los especímenes sean conservados de acuerdo al Protocolo de Manejo
de Colecciones Biológicas, que será elaborado por el titular.

BIBLIOGRAFÍA
 Ediciones Científicas Universitarias, UNAM, Fondo de Cultura Económica. México. PÁEZ, V.,
2004.- El valor de las colecciones biológicas. Actualidades Biológicas. 26(81): 2 pp.
 TOBAR, D., 2002.- Informe de la curaduría de la colección de mariposas “Ernesto Wolfgang
Schmidt-Mumm” del IAvH. Bogotá, Colombia.

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