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los Diez Años de Primavera

En 1944, los Revolucionarios de octubre, un grupo de oficiales


militares disidentes, estudiantes, y profesionales liberales,
derrocaron al gobierno de Federico Ponce Vaides, quien había
sucedido en el mando al General don Jorge Ubico, luego de que
éste a su vez había dejado el poder en el contexto de las luchas
sociales en pro de la autonomía de la Universidad estatal. Así
comenzó lo que a veces llaman los Diez Años de la Primavera en el
país de la eterna dictadura, un período de libre discurso y
organizaciones políticas, Reforma agraria, en el que se parecía que
se abría una era de gran progreso en Guatemala. En 1945, y para
sustituir a la Junta Provisional Revolucionaria, fue elegido
democráticamente un presidente civil, Juan José Arévalo, que
mantuvo la presidencia hasta 1951.

Las reformas sociales iniciadas por Arévalo fueron continuadas por su sucesor, el Coronel
Jacobo Arbenz Guzmán. Arbenz legalizó del Partido Comunista Laborista Guatemalteco en
1952. A mediados del periodo de Arbenz, los comunistas controlaron organizaciones
campesinas claves, sindicatos, y el partido político gobernante, sosteniendo algunas posiciones
de gobierno claves. A pesar del apego de la mayor parte de los guatemaltecos a los ideales
originales del levantamiento de 1944, algunos líderes del sector privado y los militares vieron
las políticas de Arbenz como una amenaza comunista. El ejército rechazó defender el gobierno
de Arbenz cuando un grupo liderado por el Coronel Carlos Castillo Armas y apoyado por los
Estados Unidos y la United Fruit invadió el país desde Honduras en 1954 y rápidamente
asumió el gobierno.

Finales del siglo XX

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