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TEMA 34

JUICIOS VERBALES DE CARÁCTER PLENARIO Y SUMARIO

(Esquema)

I. JUICIOS VERBALES DE CARÁCTER PLENARIO Y SUMARIO


A) La tutela ordinaria y la especial
- El art. 248 LEC y la pretendida unificación procedimental
- La proliferación de procedimientos en el anterior sistema
- El cauce de la tutela ordinaria: los procesos ordinarios y plenarios
- El cauce de la tutela privilegiada: los procesos especiales y sumarios
- Tutela ordinaria y especial en la LEC/2000
B) Determinación del ámbito del juicio verbal
- Por la cuantía
- Por la materia: delimitación negativa y positiva; aplicación preferente
C) El criterio atributivo de la sumariedad

II. EL VERBAL DE DESAHUCIO


a) Objeto
b) Competencia
c) Legitimación
d) Oposición
e) Especialidades del desahucio de finca urbana por falta de pago de la renta o
cantidades asimiladas: Enervación
f) Presupuesto para recurrir

III. EL PRECARIO
a) Objeto
b) Competencia
c) Legitimación

IV. EL JUICIO SOBRE TUTELA POSESORIA


- Antecedentes: interdictos
- Posibilidades de tutela:
A) Investidura en la posesión de bienes adquiridos por herencia
a) Objeto
b) Legitimación: heredero con título
c) Requisitos de la demanda
d) Procedimiento: 2 fases
1) Actuaciones previas a la vista
2) Vista: posible fase contradictoria
B) Protección de la tenencia o posesión frente a actos de despojo o de perturbación
a) Objeto: despojo, perturbación; posible acumulación
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b) Legitimación: activa: poseedor; pasiva: quien mande ejecutar los actos
c) Plazo
C) Suspensión de una obra nueva
a) Objeto
b) Legitimación: activa: poseedor; pasiva: dueño de la obra
c) Procedimiento: fase previa de aseguramiento: orden de suspensión y
posible reconocimiento
D) Demolición de cualquier objeto en estado de ruina que amenace causar daños a
quien demande
a) Objeto: demolición total o parcial; obras
b) Legitimación: activa: quien pueda sufrir los daños; pasiva: propietario,
poseedor con título jurídico

V. LA TUTELA DE LOS DERECHOS REALES INSCRITOS


A) Concepto y naturaleza
B) Competencia
C) Especialidades procesales
a) Relativas a la admisibilidad de la demanda
b) Actuaciones previas a la vista: medidas de aseguramiento
c) Oposición del demandado: causas

VI. EL JUICIO DE ALIMENTOS


a) Ámbito objetivo: distintas posibilidades: como medidas provisionales en procesos
matrimoniales; pretensión de un progenitor frente a otro para los hijos menores; juicio
plenario de alimentos
b) Competencia
c) Legitimación activa y pasiva; orden de obligados según el CC
d) Documentos a acompañar con la demanda

VII. LA RECTIFICACIÓN DE HECHOS


a) Objeto
b) Presupuesto
c) Competencia
d) Legitimación
e) Postulación
f) Admisión o inadmisión a trámite
g) Contenido de la sentencia

VIII. EL JUICIO VERBAL EN MATERIAS DE COMPRAVENTAS A PLAZOS Y


ARRENDAMIENTOS FINANCIEROS
- Protección del crédito al consumo
- Requisitos: modelo oficial; inscripción
A) Objetos: ejecución sobre el bien; entrega del bien al vendedor o financiador;
entrega al arrendador financiero
B) Competencia
C) Especialidades procesales
a) Requisito para la admisibilidad de la demanda: acreditación del

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requerimiento de pago
b) Actuaciones previas a la vista: exhibición y embargo; depósito
c) Emplazamiento y actitudes del demandado
d) Oposición del demandado: causas
IX. EJERCICIO DE LA ACCIÓN DE CESACIÓN EN DEFENSA DE LOS INTERESES
COLECTIVOS Y DIFUSOS DE LOS CONSUMIDORES Y USUARIOS
a) Ámbito
b) Objeto
c) Competencia
d) Legitimación
e) Reclamación previa
f) Publicación de la sentencia

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JUICIOS VERBALES DE CARÁCTER PLENARIO Y SUMARIO

Juicios verbales de carácter plenario y sumario. El verbal de desahucio. El


precario. El juicio sobre tutela posesoria. La tutela de derechos reales inscritos.
El juicio de alimentos. La rectificación de hechos. El juicio verbal en materias
de compraventas a plazos y arrendamientos financieros.

I. JUICIOS VERBALES DE CARÁCTER PLENARIO Y SUMARIO

A) La tutela ordinaria y la especial

Toda contienda judicial entre partes que no tenga señalada por la Ley otra
tramitación -dice el art. 248 LEC- será ventilada y decidida en el proceso declarativo que
corresponda, a cuya clase pertenecen el juicio ordinario y el juicio verbal.

Estos dos modelos de procedimiento declarativo son los que la LEC procura, con
carácter general, para el logro de todo tipo de tutela judicial, a excepción, claro es, de la
ejecutiva y la cautelar. Se ha pretendido, así, acabar con el gran número de procesos
especiales y de especialidades procedimentales que fueron proliferando bajo la vigencia
de la Lec de 1881, en la que a cada materia singular correspondía un tipo de
procedimiento (alimentos, interdictos, desahucio, etc), y conforme a cuyo criterio, en
cada ley sustantiva reguladora de determinada materia, el legislador se creía en la
obligación de establecer uno o varios procedimientos propios para resolver las
controversias que pudieran suscitarse sobre ella (arrendamientos, protección de los
derechos reales inscritos, circulación de vehículos de motor, derecho de rectificación,
etc). Ello obedecía a una motivación explicable (aunque la solución ofrecida fuera
poco certera): la necesidad de atender a lo que ha dado en llamarse tutelas especiales o
privilegiadas.

a) El cauce de la tutela ordinaria: Los dos tipos de juicio declarativo antes


mencionados, el juicio ordinario y el juicio verbal, son procesos ordinarios, esto es,

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aquellos por medio de los cuales los órganos jurisdiccionales pueden conocer de toda
clase de objetos, sin limitación alguna. Esos procesos son, además, plenarios, lo que
significa que en ellos la controversia existente entre las partes se somete en toda su
amplitud a la decisión del órgano jurisdiccional, sin limitación de alegaciones, ni de
prueba, ni de conocimiento.

b) El cauce de la tutela privilegiada: Existen, sin embargo, pretensiones que


tienen objetos muy específicos y determinados, de manera que en atención a la especial
protección que el ordenamiento jurídico les confiere, a la singularidad del derecho
material aplicable, o a la urgente necesidad de obtener una tutela inmediata, siquiera sea
provisional, requieren un cauce procesal también singular, lo que suele comportar una
tramitación especial. Surgen, así, los procesos especiales y los procesos sumarios. Los
primeros son el medio para decidir plenariamente una controversia sobre una específica
materia; los segundos el instrumento para resolver de forma provisional un concreto
aspecto de un litigio, por lo que no impiden otro proceso posterior en que la cuestión
controvertida se debata y resuelva en su integridad.

c) La solución de la LEC/2000: En orden a estos instrumentos necesarios para la


tutela privilegiada, la LEC reduce al mínimo los procesos especiales en sentido propio,
que regula en su libro IV (los no dispositivos en materia de capacidad, filiación,
matrimonio y menores, los relativos a la división de patrimonios, y los de base
documental para la tutela privilegiada del crédito), y todos los demás que exigen un
tratamiento peculiar por razón de la materia, los reconduce, con notable acierto, a
aquellos dos tipos de juicio, el ordinario y el verbal, con las especialidades que resulten
necesarias. El cauce del juicio verbal se utiliza para la sustanciación de las controversias
que, en principio, ofrecen una mayor sencillez. Y la tutela sumaria se procura, en todo
caso, mediante el juicio verbal, de cuyo ámbito objetivo seguidamente nos ocupamos.

B) Determinación del ámbito del juicio verbal

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El criterio general para la determinación del ámbito objetivo del juicio verbal para
la tutela ordinaria es el de la cuantía: por él se tramitarán los asuntos en los que la
cuantía de la demanda no exceda de 3.000 euros. (art. 249.2).

El criterio especial fijado en la ley para su determinación por razón de la materia


es el que atiende a la conveniencia de ofrecer, merced al mismo, una tutela especial o
sumaria, y se establece mediante una doble delimitación: 1) Negativa: que no se trate de
las materias reservadas al juicio ordinario en el apartado 1 del art. 249; y 2) Positiva: a
través de la enumeración que efectúa en los 11 apartados del art. 250. Estas reglas
particulares, por su propia especialidad serán siempre de aplicación preferente a la de la
cuantía, como expresamente se indica en el artículo 248.3 ("las normas de determinación
de la clase de juicio por razón de la cuantía sólo se aplicarán en defecto de norma por
razón de la materia").

C) El criterio atributivo de la sumariedad

La razón de ser de los juicios sumarios obedece a que el legislador ha considerado


que en determinadas materias el establecimiento de un juicio especial no es suficiente
para atender con eficacia la necesidad de tutela inmediata que demanda un determinado
interés social, por lo que para lograrla y para simplificar, al tiempo, la tramitación del
procedimiento, limita el contenido de la contienda a un aspecto concreto del litigio, que
es lo único que de momento se resuelve, pudiendo luego las partes acudir a un posterior
proceso plenario para dirimir en su totalidad el conflicto que les enfrenta.

Conforme a este criterio, la LEC configura como sumarios los procesos en que se
pretenda una rápida tutela de la posesión o tenencia, una inmediata protección frente a
obras nuevas o ruinosas, la efectividad de derechos reales inscritos frente a quienes se
opongan a ellos o perturben su ejercicio sin título que les legitime, el desahucio o
recuperación de fincas por falta de pago de la renta o alquiler, o que se resuelva sobre las
consecuencias del incumplimiento de determinadas obligaciones derivadas de los

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contratos de ventas a plazos y de arrendamiento financiero (art. 250.1. 1º, 5º, 6º, 10º y
11º).

De todos ellos dispone, en orden a su tramitación, que se sustanciarán con arreglo


a lo previsto para el juicio verbal (art. 250.1), y en orden a sus efectos, que la sentencia
que en ellos se dicte no producirá cosa juzgada (art. 447).

Lo establecido en estas normas permite comprobar que algunos procesos que


tradicionalmente se consideraron como especiales, al menos por una gran parte de la
doctrina (p. ej. desahucio), ahora se configuran en la LEC como sumarios, y otros que
merecieron esta conceptuación, se estructuran en la actualidad como plenarios (p. ej.
alimentos).

Nota común de todos los procesos sumarios, aparte de la relativa a la ausencia de


efectos de cosa juzgada de la sentencia, es la de que en ningún caso se admite
reconvención (art. 438.1).

II. EL VERBAL DE DESAHUCIO

a) Objeto: El juicio de desahucio se configura en la LEC como un proceso


sumario que tiene por objeto la recuperación de una finca rústica o urbana dada en
arrendamiento, con fundamento en el impago de la renta o en la expiración del plazo
fijado contractualmente (art. 250.1.1º). El carácter sumario ya le fue reconocido bajo la
vigencia de la Lec de 1881 por algún sector doctrinal (Herce) en atención a que existían
ciertas limitaciones de cognición y probatorias (art. 1579.2 Lec 1881), y algunas
resoluciones del TS también le atribuyeron esta naturaleza.

b) Competencia: La competencia territorial se atribuye a los Juzgados de Primera


Instancia (art. 45 y 47) del lugar en que esté sita la finca (art. 52.1.7º), debiendo
controlarse de oficio (art. 54.1).

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c) Legitimación: La legitimación activa corresponde al dueño, usufructuario o
cualquier persona con derecho a poseer la finca, y la pasiva al arrendatario (ordinario o
financiero) o aparcero (art. 250.1.1º).

d) Oposición: Cuando la demanda se funde en la falta de pago de la renta o


cantidad asimilada, sólo se permitirá al demandado, como motivo de oposición, alegar y
probar el pago, y también, en los urbanos, las circunstancias relativas a la procedencia de
la enervación (art. 444.1)

e) Presupuesto para recurrir: No se admitirán al demandado los recursos de


apelación, extraordinario por infracción procesal o casación si, al prepararlos, no acredita
tener satisfechas las rentas vencidas y las que con arreglo al contrato deba pagar
adelantadas (art. 449.1). Dichos recursos se declararán desiertos si durante su
sustanciación dejare de pagar el demandado recurrente los plazos que venzan o que deba
adelantar (art. 449.2).

f) Especialidades del desahucio de finca urbana por falta de pago: Lo dispuesto


inicialmente en la LEC/2000 ha sido profundamente modificado después por la Ley
23/2003, de 11 de julio. Esas especialidades se refieren a lo siguiente:

1.ª) Admisibilidad de la demanda: No se admitirá la demanda si el arrendador no


indica en ella las circunstancias concurrentes que puedan permitir o no en el caso
concreto la enervación del desahucio (art. 439.3)

2.ª) Acumulación de acciones: A la acción de desahucio por falta de pago podrá


acumularse la de reclamación de rentas o cantidades análogas vencidas y no pagadas,
sustanciándose en todo caso el procedimiento por los trámites del juicio verbal con
independencia de la cantidad que se reclame (art. 448.3,3ª).

3.ª) Condonación de rentas: También podrá el demandante, si así le conviniere,


anunciar en la demanda que asume el compromiso de condonar al arrendatario toda o
parte de la deuda (por las rentas o cantidades análogas vencidas y no pagadas) y de las
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costas, con expresión de la cantidad concreta, condicionándolo al desalojo voluntario
de la finca dentro del plazo que se indique, que no podrá ser inferior a un mes desde
que se notifique la demanda art. 437.3).

4.ª) Citación del demandado: A efectos de actos de comunicación, podrá


designarse como domicilio del demandado la vivienda o local arrendado (art. 155.3).

Si el domicilio donde se pretende practicar la comunicación fuere el lugar en el


que el destinatario tenga su domicilio según el padrón municipal o a efectos fiscales o
según registro oficial o publicaciones de colegios profesionales o fuere la vivienda o
local arrendado al demandado, y no se encontrare allí dicho destinatario, podrá
efectuarse la entrega de la cédula o a cualquier empleado o familiar, mayor de 14
años, que se encuentre en ese lugar, o al conserje de la finca, si lo tuviere, advirtiendo
al receptor que está obligado a entregar la copia de la resolución o la cédula al
destinatario de ésta, o a darle aviso, si sabe su paradero (art. 161.3, I).

En la citación para la vista se indicará, en su caso, la posibilidad de enervar el


desahucio conforme a lo establecido en el apartado 4 del artículo 22, así como, si el
demandante ha expresado en su demanda su compromiso de condonar la deuda, que la
aceptación de este compromiso equivaldrá a un allanamiento con los efectos del
artículo 21, a cuyo fin otorgará un plazo de cinco días al demandado para que
manifieste si acepta el requerimiento. También se apercibirá al demandado de que, de
no comparecer a la vista, se declarará el desahucio sin más trámites (art. 440.3).

5ª) Señalamiento de día para el lanzamiento: En el auto de admisión de la


demanda, el Tribunal señalará día y hora para que tenga lugar, en su caso, el
lanzamiento, que podrá ser inferior a un mes desde la fecha de la vista, advirtiendo al
demandado, al tiempo de la citación, que, en caso de que la sentencia sea condenatoria
y no se recurra, se procederá al lanzamiento en la fecha fijada si lo solicitase el
demandante en la forma prevenida en el artículo 549 (art. 440.3).

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6.ª) Enervación: El desahucio podrá ser enervado por el arrendatario si antes de
la celebración de la vista paga al actor o pone a su disposición en el Juzgado o
notarialmente el importe de las cantidades reclamadas en la demanda y el de las que en
dicho instante adeude. Esta enervación no tendrá lugar, sin embargo, en los dos casos
siguientes: 1) cuando se hubiere producido otra anteriormente, y 2) cuando el arrendador
hubiese requerido de pago al arrendatario, por cualquier medio fehaciente, con, al
menos, dos meses de antelación a la presentación de la demanda y éste no hubiese
pagado las cantidades adeudadas al tiempo de dicha presentación. Enervada la acción se
dictará auto de terminación del proceso, que tendrá los mismos efectos que una sentencia
absolutoria (art. 22.4).

7ª) Sentencia: La sentencia se dictará en los cinco días siguientes a la


terminación de la vista, convocándose en dicho acto a las partes a la sede del Tribunal
para recibir la notificación, que tendrá lugar el día más próximo posible dentro de los
cinco siguientes al de la sentencia (art. 447.1 LEC).

8ª) Justicia gratuita: Si alguna de las partes solicitara el reconocimiento del


derecho a la asistencia jurídica gratuita, el Tribunal, tan pronto como tenga noticia de
este hecho, dictará resolución motivada requiriendo de los colegios profesionales el
nombramiento provisional de abogado y de procurador, sin perjuicio del resarcimiento
posterior de los honorarios correspondientes por el solicitante si se le deniega después
el derecho a la asistencia jurídica gratuita (art. 33.3 LEC, redactado por L.23/2003, de
10 de julio).

10ª) En aquellos partidos donde se constituyan Oficinas de Señalamiento


Inmediato se presentarán ante ellas las demandas de desahucio de finca urbana por
falta de pago y, en su caso, de reclamación de rentas acumulada, que se tramitarán con
las especialidades establecidas en la D.A. 5ª LEC, redactada por LO 19/2003 de 23 de
diciembre, conforme a la cual dicha Oficina señalará directamente la vista referida en

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el art. 440.1 y la fecha y hora en que hubiera de tener lugar el lanzamiento en el
supuesto del art. 440.3, ordenando que se libren las correspondientes citaciones con
las menciones exigidas por este último precepto.

III. EL PRECARIO

a) Objeto: Se decidirán en juicio verbal, como proceso plenario, las demandas en


que se pretenda la recuperación plena de la posesión de Una finca rústica o urbana
cedida en precario, por el dueño, usufructuario o cualquier otra persona con derecho a
poseerla (art. 250.1.2º).

La LEC explica en su Exposición de motivos la razón por la que lleva el proceso


por precario al ámbito de la tutela plenaria, diciendo que “la experiencia de ineficacia,
inseguridad jurídica y vicisitudes procesales excesivas aconseja… no configurar como
sumarios los procesos en que se aduzca como fundamento de la pretensión de desahucio,
una situación de precariedad”, considerando, en cambio, “muy preferible que el proceso
se desenvuelva con apertura a plenas alegaciones y prueba y finalice con plena
efectividad”.

b) Competencia: La competencia objetiva corresponde a los Juzgados de Primera


Instancia (arts. 45 y 47) y la territorial al del lugar en que esté sita la finca (art. 52.7º),
debiendo controlarse de oficio (art. 54.1).

c) Legitimación: Están legitimados activamente para promover el juicio los que


tengan la posesión mediata de la finca a título de dueños, usufructuarios o cualquier otro
que les dé derecho a disfrutarla, debiendo dirigirse la demanda contra cualquier otra
persona que la tenga en precario, es decir, sin título ninguno ni pagar merced.

IV. EL JUICIO SOBRE TUTELA POSESORIA

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Con la denominación genérica de "interdictos" la Lec de 1881 regulaba cinco
procesos de diverso significado que podían intentarse con alguno de los siguientes
objetos: para adquirir la posesión, para retenerla o recobrarla, para impedir una obra
nueva o para impedir que cause daño una obra ruinosa. De todos ellos solamente tenían
naturaleza de verdaderos "procesos posesorios", los llamados interdictos de retener o de
recobrar, cuya finalidad, respectivamente, era la de prevenir o defender la posesión
actual frente a un ataque, y la de recuperar la posesión perdida. El llamado interdicto de
adquirir era un medio para conferir al heredero la posesión de los bienes hereditarios; el
denominado de obra nueva tenía por objeto evitar los perjuicios que una obra de tal clase
pudiera ocasionar a la posesión, pero también a la propiedad o a otro derecho real; y con
el de obra ruinosa se pretendía evitar los daños que pudiera producir una construcción o
cualquier otro objeto en ruina.

La LEC/2000 ya no utiliza aquella denominación pero sigue ofreciendo análogos


instrumentos para la tutela de la posesión y de otras situaciones análogas, integrándolos
en el ámbito del juicio verbal de modo sumario.

Los cauces procesales que arbitra son los siguientes:

A) Investidura en la posesión de bienes adquiridos por herencia

a) Objeto: El objeto de este proceso es la tutela sumaria que se concede al


heredero para obtener la posesión de los bienes adquiridos por herencia, siempre que no
estuviesen poseídos por nadie a título de dueño o usufructuario (art. 250.1.3º). Es el
medio que permite al heredero con título hereditario postular y obtener la investidura en
la posesión de los bienes transmitidos por su causante, a la que tiene derecho en virtud
de dicho título conforme al art. 440 CC.

b) Legitimación: La legitimación activa está atribuida a los herederos, ya sean


testamentarios o ab intestato, pero también al albacea (art. 902 CC), al administrador de
la herencia yacente (art. 1026.2º CC) y a los legatarios de cosa específica y determinada

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(art. 885 CC). La pasiva corresponde a cualquier poseedor de los bienes hereditarios,
salvo que lo sea a título de dueño o de usufructuario.

c) Requisitos de la demanda: A la demanda deberá acompañarse el documento en


que conste fehacientemente la sucesión "mortis causa" en favor del demandante, así
como la relación de los testigos que puedan declarar sobre la ausencia del poseedor a
título de dueño o usufructuario (art. 266.4º).

d) Procedimiento: En el procedimiento se distinguen dos fases:

1) Actuaciones previas a la vista: Interpuesta la demanda, el Juez llamará a los


testigos propuestos por el demandante y, a la vista de sus declaraciones, dictará auto en
el que denegará u otorgará, sin perjuicio de mejor derecho, la posesión solicitada,
llevando a cabo las actuaciones conducentes a tal efecto. Dicho auto se publicará en el
Boletín Oficial de la provincia y en un periódico de los de mayor circulación, instando a
los interesados a comparecer y reclamar en el plazo de cuarenta días. Si nadie
compareciere, se confirmará al demandante en la posesión.

2) Eventual vista: Si se presentaren reclamantes se dará traslado de sus escritos al


demandante y se citará a todos a la vista, que continuará en la forma ordinaria (art.
441.1)

B) Protección de la tenencia o posesión de una cosa o derecho frente a actos de despojo


o de perturbación en su disfrute

a) Objeto: El objeto de la tutela sumaria puede consistir en la protección de la


posesión o la tenencia de una cosa o un derecho frente a las perturbaciones consistentes
en actos de un tercero que manifiesten la intención de inquietar o despojar al poseedor, o
en la protección de la posesión frente a un acto de despojo ya consumado (art. 250.1.4º).
Ambas pretensiones podrían acumularse subsidiariamente en un mismo proceso.

b) Legitimación: La legitimación activa corresponde a quien se halle en la

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posesión mediata o inmediata de la cosa o derecho por cualquier título (dueño, ocupante,
tenedor, coposeedor, nudo propietario, usufructuario, depositario, etc). El servidor de la
posesión, que simplemente posee en lugar o en nombre de otro (p. ej. el administrador de
una finca), no está legitimado para el ejercicio de esta pretensión, pues no es verdadero
poseedor.

La legitimación pasiva corresponde a quien haya ejecutado o haya mandado


ejecutar los actos de perturbación o despojo, y a sus causahabientes (art. 659 CC), pero
no al mero autor instrumental del hecho que actúa por orden de aquél.

c) Plazo: Es presupuesto para la procedencia de la tutela y de admisibilidad de la


demanda que ésta se interponga antes de un año desde el acto de perturbación o despojo
(art. 439.1).

C) Tutela sumaria para obtener la suspensión de una obra nueva

a) Objeto: El proceso tiene por objeto la protección de la propiedad, la posesión y


los demás derechos reales frente a la perturbación que para ellos suponga la construcción
de una obra nueva (art. 250.1.5º), mediante la suspensión inmediata de la misma,
debiendo entender por "obra nueva" no solo la nueva construcción de un edificio,
vivienda, casa u otra obra de ingeniería, sino también la modificación de las ya existentes
que altere o varíe la situación actual de la cosa poseída. En cualquier caso las obras no
han de estar acabadas, pues de ser así no sería procedente la tutela sumaria, por carecer
ya de objeto.

b) Legitimación: La legitimación activa corresponde al propietario, poseedor o


titular de un derecho real para quien la obra nueva suponga una perturbación o perjuicio,
y la pasiva al dueño de la obra, aunque la jurisprudencia, con relación al antiguo
interdicto, ha permitido que la acción se dirigiera también contra el contratista.

c) Procedimiento: Admitida la demanda y antes de la citación para la vista, el


juzgado dirigirá inmediata orden de suspensión al dueño o encargado de la obra, que
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podrá ofrecer caución para continuarla, así como solicitar que se le permita la realización
de las obras indispensables para conservar lo ya edificado. También se podrá acordar que
se lleve a cabo reconocimiento judicial, pericial o conjunto, antes de la vista (art. 441.2).

D) Proceso para la demolición de cualquier objeto en estado de ruina que amenace


causar daños

a) Objeto: El objeto del proceso está constituido en este caso por la tutela sumaria
para obtener la demolición o derribo de una obra, edificio, árbol, columna o cualquier
otro objeto análogo en estado de ruina que amenace causar daños a quien demande (art.
250.1.6º). Aunque la ley se refiere únicamente a la demolición, que podrá ser total
parcial, según lo requiera la concreta situación de peligro, parece que no debieran quedar
excluidas del objeto de este proceso la adopción de las obras o medidas de precaución
tendentes a evitar los riesgos que por su mal estado pueda originar aquello que amenace
causar un daño a las personas o las cosas con su caída.

b) Legitimación: Estarán activamente legitimados para pretender la demolición,


tanto los propietarios, poseedores o titulares de un derecho real sobre un bien contiguo o
inmediato que pueda resentirse o padecer daños por la ruina, como los que tengan
necesidad de pasar por las inmediaciones del edificio, árbol, construcción u objeto que
amenace causar daños.

La legitimación pasiva corresponde, en principio, al propietario de la obra u


objeto que amenace ruina, pero en caso de no ser hallado parece que la demanda podría
dirigirse también contra quienes posean o administren la finca en que dicho objeto se
encuentre en virtud de un título jurídico que les obligue a responder de sus deterioros
(administrador, apoderado, arrendatario o inquilino).

V. LA TUTELA DE LOS DERECHOS REALES INSCRITOS

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La LEC lleva al ámbito de la tutela sumaria, por el cauce del juicio verbal, las
pretensiones de los titulares de derechos reales inscritos en el Registro de la Propiedad,
relativas a la efectividad de esos derechos frente a quienes se opongan a ellos o perturben
su ejercicio sin disponer de título inscrito que legitime la oposición o perturbación (art.
250.1.7º).

a) Fundamento y naturaleza

La protección que por este procedimiento se dispensa al titular registral se basa en


lo dispuesto en el art. 41 LH y tiene su fundamento en la legitimación que reconoce el
art. 38 de la misma, según el cual a todos los efectos legales se presume que los derechos
reales inscritos existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por el asiento
respectivo mientras judicialmente no se declare lo contrario.

Puesto que la pretensión se basa en un título inscrito en el Registro de la


Propiedad, la doctrina solía equiparar estos asientos a los títulos ejecutivos y atribuir al
proceso en que se intenta hacer valer la efectividad de su contenido la naturaleza de
"juicio ejecutivo", según la terminología de la Lec de 1881, con un incidente declarativo
intermedio que permitía la oposición del ejecutado, sin que la sentencia dictada en él
produjera efectos de cosa juzgada. El criterio adoptado por la LEC/2000 supone la
atribución precisa de la naturaleza jurídica que le corresponde: se trata de un proceso
para la tutela sumaria de la efectividad de los derechos reales inscrito, sin perjuicio de lo
que en definitiva se resuelva en un declarativo posterior sobre el derecho de los
contendientes.

b) Competencia

La competencia territorial se atribuye al Juzgado de primera instancia (arts. 45 y


47) del lugar en que esté sita la finca (art. 52.1.1), debiendo controlarse de oficio
(art.54.1).

c) Especialidades procesales
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a) Relativas a la admisibilidad de la demanda: Como requisitos de admisibilidad
de la demanda el art. 239.2 LEC exige que en ella: 1) Se expresen las medidas que se
consideren necesarias para asegurar la eficacia de la sentencia que recayere; 2) Se señale,
salvo renuncia expresa del demandante, la caución que conforme a lo previsto en el art.
64.4.4 haya de prestar el demandado, en caso de comparecer y contestar, para responder
de los frutos que haya percibido indebidamente, de los daños y perjuicio que hubiere
irrogado y de las costas del juicio; y 3) Se acompañe certificación literal del Registro de
la Propiedad que acredite expresamente la vigencia, sin contradicción alguna, del asiento
que legitima al demandante.

b) Actuaciones previas a la vista: Tan pronto como se admita la demanda, el


juzgado adoptará las medidas solicitadas que, según las circunstancias, fuesen necesarias
para asegurar el cumplimiento de la sentencia que recayere (art. 441.3)

c) Oposición del demandado: La oposición del demandado únicamente podrá


fundarse en alguna de las causas siguientes:

1ª) Falsedad de la certificación del Registro u omisión en ella de derechos o


condiciones inscritas que desvirtúen la acción ejercitada.

2ª) Poseer el demandado la finca o disfrutar el derecho discutido por contrato u


otra cualquier relación jurídica directa con el último titular o con titulares anteriores o en
virtud de prescripción, siempre que ésta deba perjudicar al titular inscrito.

3ª) Que a finca o el derecho se encuentren inscritos a favor del demandado y así
se justifique presentando certificación del Registro de la Propiedad acreditativa de la
vigencia de la inscripción.

4ª) No ser la finca inscrita la que efectivamente posee el demandado.

VI. EL JUICIO DE ALIMENTOS

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a) Ámbito objetivo: Para reclamar la efectividad del derecho a la percepción de
alimentos que en el ordenamiento jurídico se reconoce en favor de determinadas
personas, se ofrecen, en razón de las distintas hipótesis que pueden darse, varias
posibilidades procesales:

1) Una es la adopción de medidas provisionales sobre alimentos en función de


otro proceso pendiente: En aquellos tipos de juicios, como los matrimoniales, que
afectan a una pluralidad de relaciones jurídicas de muy distinta naturaleza, la ley
establece como una medida más de las que tratan de proveer a las diversas relaciones
afectadas, una previsión sobre alimentos. Tal es el caso de los alimentos que un cónyuge
ha de abonar al otro y a los hijos comunes dentro de las medidas provisionales de
nulidad, separación o divorcio (art. 771 LEC y 103 CC).

2) Otra es la pretensión sobre alimentos que un progenitor puede reclamar del


otro en nombre de los hijos menores, a la que se refiere el art. 748.4º LEC (en el ámbito
de los procesos no dispositivos del Libro IV, Título I, y cuya sustanciación también se
reconduce a los trámites del juicio verbal en el art. 753).

3) Y otra es el juicio plenario sobre alimentos a que se refiere el art. 250.1.8º, para
cuya tramitación remite al ámbito del juicio verbal.

Respecto de este juicio y de la razón por la que se le atribuye naturaleza plenaria,


explica la LEC en su Exposición de Motivos que "los procesos sobre alimentos no deben
confundirse con medidas provisionales ni tienen por qué carecer, en su desenlace, de
fuerza de cosa juzgada", sin que ello impida "reclamaciones ulteriores -que- pueden estar
plenamente justificadas por hechos nuevos".

b) Competencia: La competencia objetiva corresponde a los Juzgados de Primera


Instancia (arts. 45 y 47) y la territorial se rige por las reglas generales (art. 50).

c) Legitimación: Están legitimados activamente todos aquellos que se consideren


con derecho a alimentos por título legal, convencional o sucesorio, y pasivamente los
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que resulten, por igual título, obligados a prestarlos (a los primeros se les llama
alimentistas y a los segundos alimentantes).

En el caso de existir varias personas obligadas, el Código Civil establece una


gradación entre ellas, correspondiendo la legitimación pasiva, por este orden, al cónyuge,
a los descendientes de grado más próximo, a los ascendientes también de grado más
próximo, y finalmente a los hermanos consanguíneos (art. 144). Pero si la obligación
recayera sobre dos o más personas de las especificadas en alguno de los tres últimos
grupos, no se impone en todo caso un litisconsorcio pasivo necesario, ya que aunque el
pago de la pensión debe repartirse entre todos los obligados en cantidad proporcional a
su caudal respectivo (art. 145,1 CC), en caso de urgente necesidad y por circunstancias
especiales puede el juez obligar a uno solo de ellos a que los preste provisionalmente, sin
perjuicio del derecho de éste a reclamar de los demás la parte que les corresponda (art.
145,2 CC).

d) Documentos a acompañar con la demanda: Se habrán de acompañar


necesariamente a la demanda los documentos que justifiquen cumplidamente el título en
cuya virtud se piden los alimentos (art. 266.2º). Consecuentemente, si la misma se
fundare en un derecho otorgado por la ley, se deberán presentar los documentos que
acrediten la relación de parentesco entre el demandante y el demandado, o las
circunstancias que den derecho a exigirlos, sin perjuicio de completar la justificación con
los demás medios de prueba.

VII. LA RECTIFICACIÓN DE HECHOS

Se decidirán también en juicio verbal las demandas que supongan el ejercicio de


la acción de rectificación de hechos inexactos y perjudiciales (art. 250.1.9º) a que se
refiere la LO 2/1984, de 26 de marzo.

a) Objeto: Objeto de este proceso es, pues, la pretensión que en esta ley especial
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se reconoce a toda persona, natural o jurídica, de obtener el cumplimiento del deber de
rectificar la información difundida por cualquier medio de comunicación social, de
hechos que le aludan, que considere inexactos y cuya divulgación pueda causarle
perjuicio (art. 1). De él se trata especialmente en el tema 35 del Programa, por lo que
aquí solamente procede destacar lo siguiente:

b) Presupuesto: reclamación previa: Con carácter previo a la petición de la tutela


judicial, el interesado habrá de solicitar la rectificación de la noticia inexacta o
perjudicial del director del medio de comunicación en que haya sido publicada o
difundida, dentro de los siete días siguientes al en que tuvo lugar la publicación o
difusión (arts. 2, 3 y 4).

c) Competencia: La competencia se atribuye al Juzgado de Primera Instancia del


lugar donde radique la dirección del medio de comunicación (art.4).

d) Legitimación: Corresponde la legitimación activa al perjudicado aludido en la


información publicada o difundida, y si aquél hubiere fallecido, a sus herederos (art.1.2).
Pasivamente legitimado está el director del medio de comunicación (art. 5,2).

e) Postulación: La acción se ejercitará mediante escrito del interesado en que


solicite la tutela judicial, no siendo necesaria la intervención de Abogado ni de
Procurador (art. 5)

f) Admisión o inadmisión a trámite: El juez, tras examinar su competencia y sin


audiencia del demandado, no admitirá a trámite la demanda si estima la rectificación
manifiestamente improcedente (art. 5.2). Este es el único caso en nuestro derecho en que
cabe acordar la inadmisión de la demanda por razones de fondo.

g) Contenido de la sentencia: El fallo se limitará a denegar la rectificación o a


ordenar su publicación o difusión en la forma y plazos previstos en el art. 3 de la Ley,
contados desde la notificación de la sentencia, e impondrá las costas a la parte cuyos
pedimentos hubieren sido totalmente rechazados (art. 6.2).
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VIII. EL JUICIO VERBAL EN MATERIAS DE COMPRAVENTAS A PLAZOS Y
ARRENDAMIENTOS FINANCIEROS

Con la finalidad de ofrecer una adecuada protección al denominado "crédito al


consumo", la LEC remite al cauce del juicio verbal para la tutela sumaria de
determinadas pretensiones derivadas de los contratos de ventas a plazos de bienes
muebles y de arrendamiento financiero, encaminadas a que el órgano jurisdiccional
resuelva de modo inmediato sobre las consecuencias del incumplimiento de la obligación
de pago que incumben al comprador o al financiado (art. 250.1.10º y 11º).

Requisito imprescindible para otorgar esta tutela es que los contratos de que se
trate se hayan formalizado en el modelo oficial establecido al efecto y se hallen inscritos
en el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles.

a) Objeto

El objeto del proceso puede estar constituido por alguna de las siguientes
pretensiones:

1) La encaminada a que el tribunal resuelva, con carácter sumario, sobre el


incumplimiento por el comprador de las obligaciones derivadas de un contrato de venta a
plazos de bienes muebles, al objeto de obtener una sentencia condenatoria que permita
dirigir la ejecución exclusivamente sobre el bien o bienes adquiridos o financiados a
plazos.

2) La encaminada a que el tribunal resuelva, con igual carácter, sobre el


incumplimiento por el comprador de las obligaciones derivadas de un contrato de venta a
plazos de bienes muebles con reserva de dominio, con el objeto exclusivo de obtener la
inmediata entrega del bien al vendedor o financiador, previa declaración de resolución
del contrato.

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3) La tendente a que se decida de igual modo sobre el incumplimiento de un
contrato de arrendamiento financiero, con el objeto exclusivo de obtener la inmediata
entrega del bien al arrendador financiero, previa declaración de resolución del contrato.

b) Competencia

La competencia se atribuye al Juzgado de Primera instancia del domicilio del


comprador (art. 52.2), debiendo controlarse de oficio (art. 54.1).

c) Especialidades procesales

a) Requisitos de admisibilidad de la demanda: No se admitirán las demandas a las


que no se acompañe la acreditación del requerimiento de pago al deudor, con la
diligencia expresiva del impago y de la no entrega del bien, en los términos previstos, en
sus respectivos casos, por el art. 16 y la Disp. Adicional 1ª de la Ley de Venta a Plazos
de bienes Muebles, así como certificación de la inscripción en el Registro de Venta a
Plazos de Bienes Muebles, si se tratare de bienes susceptibles de inscripción en el mismo
(art. 439.4).

b) Actuaciones previas a la vista: El juzgado, al admitir la demanda, ordenará lo


siguiente: a') Cuando lo que se pretenda sea dirigir la ejecución sobre el bien objeto de la
venta a plazos, la exhibición de los bienes a su poseedor y su inmediato embargo
preventivo, que asegurará mediante depósito; b') Cuando lo que se pretenda sea la
entrega del bien, el depósito del bien cuya entrega se reclame (art. 441.4).

c) Emplazamiento: Además de lo anterior, se emplazará al demandado por cinco


días para que se persone en las actuaciones, por medio de procurador, al objeto de
anunciar su oposición a la demanda por alguna de las causas legalmente previstas. Si
dejare transcurrir dicho plazo sin anunciar su oposición, o la fundara en alguna causa que
no sea de las legales, o no asistiera a la vista, se dictará sentencia estimatoria de las
pretensiones del actor.

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c) Oposición del demandado: La oposición del demandado sólo podrá fundarse en
alguna de estas causas: 1ª) Falta de jurisdicción o de competencia del tribunal; 2ª) Pago
acreditado documentalmente; 3ª) Inexistencia o falta de validez de su consentimiento,
incluida la falsedad de la firma; 4ª) Falsedad del documento en que aparezca formalizado
el contrato (art. 444.3).

IX. EJERCICIO DE LA ACCIÓN DE CESACIÓN EN DEFENSA DE LOS


INTERESES COLECTIVOS Y DIFUSOS DE LOS CONSUMIDORES Y
USUARIOS

Aunque el programa no se refiere expresamente a ellos, debe hacerse referencia


en este lugar a los procesos que tengan por objeto el ejercicio de la acción de cesación
en defensa de los intereses colectivos y difusos de los consumidores y usuarios.

a) Ambito de aplicación: La Ley 39/2002, de 28 de octubre, de transposición al


ordenamiento jurídico español de diversas directivas comunitarias en materia de
protección de los intereses de os consumidores y usuarios, modificó, entre otros
preceptos, los artículos 249.1, 4º y 5º y 250.1, 12ª de la LEC, estableciendo que se
decidirán en juicio verbal las demandas en materia de competencia desleal, propiedad
industrial, propiedad intelectual, publicidad y condiciones generales de contratación
en las que se ejercite la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y
difusos de los consumidores y usuarios.

Dicha Ley 39/2002 ha modificado las leyes sectoriales correspondientes para regular
de nuevo o para introducir en ellas la acción de cesación en defensa de aquellos intereses,
reformando en lo necesario determinados preceptos de las siguientes leyes: Ley 7/1998, de 13
de abril, de Condiciones Generales de la Contratación (arts. 16 y 19); Ley 26/1984, de 19 de
julio General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (adición de los arts. 10 ter., 10
quater y Disp. adicional tercera); Ley 26/1991, de 21 de noviembre, sobre contratos
celebrados fuera de los establecimientos mercantiles (art. 10); Ley 21/1995, de 6 de julio
reguladora de los Viajes combinados (art. 13); Ley 42/1998, de 15 de diciembre, sobre
derechos de aprovechamiento por turno de bienes inmuebles de uso turístico (art. 16 bis); Ley

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25/1990, de 20 de diciembre, del Medicamento (arts. 120 y 121); Ley 25/1994, de 12 de julio
sobre ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (arts. 21 y 22); y Ley 34/1988, de 11
de noviembre, General de Publicidad (arts. 6, 6 bis, 25, 26 y 29). El ejercicio de la acción
de cesación tanbién se contempla en la Ley 23/2003, de 10 de julio, de Garantías en la
Venta de Bienes de Consumo.
b) Objeto: La acción de cesación se dirige a obtener una sentencia que condene
al demandado a cesar en la actividad que sea contraria a la Ley que, en cada caso, la
regula y a prohibir su reiteración futura. Pero también puede tener por objeto prohibir
la realización de una conducta de tal clase que ya hubiera finalizado al tiempo del
ejercicio de la acción, si existen indicios suficientes que hagan temer su reiteración de
modo inmediato.

c) Competencia: En los procesos en que se ejercite la acción de cesación en


defensa de los intereses tanto colectivos como difusos de los consumidores y usuarios,
será competente el tribunal del lugar donde el demandado tenga su establecimiento, y,
a falta de éste, el de su domicilio; si careciere de domicilio en territorio español. El del
lugar del domicilio del actor (art. 52.1, 16º LEC, redactado por L. 29/2002).

d) Legitimación: Para el ejercicio de dichas acciones están legitimados


activamente:

1) En general: El Instituto Nacional de Consumo y los órganos o entidades


correspondientes de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones locales
competentes en materia de defensa de los consumidores; las asociaciones de
consumidores y usuarios que reúnan los requisitos establecidos en la Ley; el
Ministerio Fiscal; las entidades de otros Estados miembros de la Comunidad Europea
constituidas para la protección de los intereses colectivos y de los intereses difusos de
los consumidores que estén habilitadas mediante su inclusión en la lista publicada a tal
fin en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas.

2) En materia de Condiciones Generales de la Contratación, además de los


anteriores, también están legitimados activamente: Las asociaciones o corporaciones
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de empresarios, profesionales y agricultores que estatutariamente tengan encomendada
la defensa de los intereses de sus miembros, las Cámaras de Comercio, Industria y
Navegación y los Colegios Profesionales legalmente constituidos.

3) En materia de ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva y en


materia de publicidad ilícita, la legitimación activa se reconoce, además, a los titulares
de un derecho o un interés legítimo.

e) Reclamación previa: En materias de publicidad (ya sea de medicamentos o


en general) y de actividades de radiodifusión televisiva, sus normas reguladoras
contemplan la posibilidad de que, con carácter previo al ejercicio de la acción de
cesación, las personas y entidades legitimadas puedan solicitar el cese de la actividad
que se considere contraria a la ley. Pero esa reclamación previa no es en ningún caso
necesaria cuando aquellas conductas lesionen intereses colectivos o difusos de los
consumidores y usuarios

f) Publicidad de la sentencia: En las sentencias estimatorias de una acción de


cesación en defensa de los intereses colectivos y de los intereses difusos de los
consumidores y usuarios, el Tribunal, si lo estima procedente, y con cargo al
demandado, podrá acordar la publicación total o parcial de la sentencia o, cuando los
efectos de la infracción puedan mantenerse a lo largo del tiempo, una declaración
rectificadora (art. 221. 2 LEC, redactado por L. 39/2002).

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