Los profesores podemos aplicar estrategias concretas que lleven a los alumnos a mejorar su propio ambiente de trabajo. El ambiente físico de la sala de clases es un factor que los mismos alumnos pueden mantener y adornar. El profesor puede incentivar la participación estableciendo grupos de alumnos que realicen estas labores en forma rotativa. Una manera de fomentar estas actividades es permitiendo que los mismos estudiantes establezcan sus propios estándares de orden y de aseo de modo que su cumplimiento sea reconocido como una meta de interés común y no como algo impuesto desde fuera. Los sentimientos de comodidad tienen que ver también con los estados corporales y psicológicos de los aprendices.