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Entendamos por inútil todas aquellas disciplinas que se alejan del utilitarismo y la búsqueda de un

beneficio material. Esas disciplinas inútiles como la literatura, que "sólo" buscan adentrarse en lo
más profundo del alma humana. Que Nuccio alabe todo aquello que es inútil, aquello que no rinde
beneficios, aquellas actividades ajenas al ánimo de lucro, para todos aquellos que se pasan el día
esperando la oportunidad de trabajar, aunque sea por una miseria, leer lo bello y necesario que es
hacer cosas inútiles, a fin de ser libres, rompiendo así nuestras cadenas y servidumbres hacia este
mercado capitalista que nos asfixia, envilece y alimenta, me parece un chiste malo. Es mejor ser
libre y comer tres veces al día y dormir caliente en invierno que emplear tu libertad en morir de
frío en el banco de un parque o debajo de un puente mientras escribes poesías exaltando lo bello
que es vivir y morir (de frío/hambre/enfermedad/soledad). Leo este ensayo y pienso en las
necesidades de Maslow. Sólo aquel que tiene todas sus necesidades cubiertas puede pensar en la
autorrealización personal. Así, creo, aquel que tiene su hipoteca pagada, su trabajo indefinido, sus
padres e hijos sanos y fuertes, y el horizonte despejado, se abraza al arte, entonces sí, como un
bálsamo, como ese algo refrescante que nos relaja, que nos eleva sobre nuestra monotonía, sobre
nuestros días grises y clónicos, es entonces cuando el arte en cualquiera de sus disciplinas nos
permite enriquecer nuestras existencias , que nos ayuda a hacernos mejores, toda vez que todas
las demás necesidades básicas ya han sido satisfechas en mayor o menor medida. Por tanto,
siendo ese el punto de partida para este libro el ensayo de Nuccio, cuyo título es un buen cebo,
resulta interesante, ameno, instructivo, donde Nuccio recopila párrafos de escritores (Montaigne,
Leopari, García Lorca) y filósofos (Kant, Aristóteles, Séneca) que defienden la idea de que no vale
la pena sacrificar una vida en pos del enriquecimiento, del atesoramiento de bienes, sino que más
bien se trata de gozar la vida, de exprimirla, de consumirla (y consumarla) y ahí el arte, aunque a
menudo no sea lucrativo (hoy todavía menos con la piratería y las descargas ilegales), juega un
papel fundamental como surtidor de obras de recreo y esparcimiento.

En el universo del utilitarismo, en efecto, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más
que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: porque es fácil hacerse cargo de la eficacia
de un utensilio mientras que resulta cada vez más difícil entender para qué pueden servir la
música, la li teratura o el arte.

La literatura, el arte y la música, cosas inútiles para el utilitarismo, son percibidas como un peligro
por el mero hecho de existir.

Ha habido otras épocas en la historia en las que ha sucedido lo mismo. ¿Quiere decir eso que
estamos en un momento especial de la historia? Buena pregunta, por que en efecto la obsesión
por el dinero y las ganancias no son nuevas, ya existían en el mundo clásico. En mi capítulo
dedicado a la dignitas hominis he citado muchos autores donde el tema es siempre es el mismo:
¿el hombre vale tanto como gana o tiene una dignidad que vale lo que su comportamiento
moral.? Según los autores clásicos los comportamientos morales son la única cosa que da valor al
hombre. Esta historia es antigua pero ahora la situación es paradójica y extrema pues todo está
contaminado por el tema del beneficio. Cuando al hombre se le quitan sus derechos pierde la
dignidad humana y hoy es más grave aún, por que antes, cuando existía la esclavitud y los
trabajadores eran explotados se veía normal, ahora que hemos superado eso no podemos volver
de nuevo al pasado y eso es lo que dictadura del beneficio está intentando. Está convirtiendo al
hombre en mercancía, haciéndole pagar con su propia carne como Shilock, está deshumanizando
a las personas. Incluso los politicos deciden exclusivamente basándose en los sondeos. Ayudar a
los inmigrantes y a los que vienen ilegalmente ¿Reporta más votos o menos? Esta es la prueba de
que hemos perdido el norte. Hoy el hommo economices gobierna todos los aspectos de nuestra
vida. Las cosas que no comportan beneficio se consideran, pues, como un lujo superfluo, como un
peligroso obstáculo. Tristemente todo está contaminado, incluso la cultura se ha convertido en
una industria. Todo lo que hacemos está contaminado por la dictadura del beneficio. La cultura es
la única resistencia a la lógica económica actual

Por el bien de la humanidad debemos entender que matar lo inútil significa matar las cosas más
bellas que podemos tener en nuestra vida, matar aquello que puede ayudarnos a hacer más
humano el mundo en que vivimos y el que nos espera.

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