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A L∴G∴D∴G∴A∴D∴U∴

S∴F∴U∴

La Cábala
M∴M∴ Luciano Ascurra

V∴M∴, QQ∴HH∴

Escribir sobre la Cábala y lograr transmitir las ideas que en ella se encuentran es una tarea
que conlleva muchas dificultades y se tiene un alto grado de probabilidad de no lograr el
objetivo; es grande la distancia entre las ideas y mis conocimientos, por eso es que en este
trazado vais a oír muchas citas, porque he preferido utilizar las palabras de quienes han
avanzado más en este camino.

Eliphas Levi en su Curso de Filosofía Oculta nos dice que “La leyenda es una flor que se
marchita con el soplo helado de la crítica”; ello no implica que el tema que tratamos sea
meramente una leyenda sino que el encarar esta clase de cuestiones con una visión
exclusivamente racional hace que se pierdan la belleza y la verdad perceptibles por otros
medios.

Antes de definir Cábala, esto es, antes de limitarla, veamos cuál podría ser el método de
aproximación y por qué. Según Dion Fortune en La Cábala Mística: “... el pensamiento
evolucionó del lenguaje, no el lenguaje del pensamiento. Lo que las palabras son para el
pensamiento los símbolos son para la intuición.” Recordemos los trazados que tuvimos la
oportunidad de disfrutar en nuestro Taller sobre la Percepción y la Intuición y de cómo
ambas, de distinta manera y en niveles diferentes, forman parte de los medios a nuestra
disposición para el aprendizaje.

La Cábala es una herramienta para estudiar el mundo espiritual. Para explorar nuestro
mundo nos valemos de las ciencias naturales tales como la física, la química y la biología.
Pero las ciencias naturales sólo estudian el mundo físico que percibimos con nuestros
sentidos, teniendo en cuenta que en nuestro plano para saber lo que algo “es” necesitamos
del “no es” que lo rodea o como lo expresa Israel Regardie en Un Jardín de Granadas: “Lo
que es conocido y denominado, lo es, no a partir de un conocimiento de su substancia sino
de sus limitaciones”.

Para comprender completamente el mundo en el cual vivimos necesitamos una herramienta


de investigación que pueda explorar la esfera oculta: aquella que nuestros sentidos no
pueden percibir. Esta herramienta es la sabiduría de la Cábala, guía que conduce a la
comprensión del Universo y del propio Ser. Una de sus formas de explicación es el Árbol
de la Vida, que es una disposición geométrica de Nombres, Números, Símbolos e Ideas.

Dice Dion Fortune “Cuando el esoterista se empeña en formular su filosofía para


comunicársela a los demás, enfrenta el hecho de que su conocimiento de las formas
superiores de la existencia lo obtiene mediante un proceso distinto del pensamiento, y este
proceso sólo comienza cuando el pensamiento queda detrás. En consecuencia, la forma
suprema de las ideas trascendentales sólo se conoce y entiende en la región de la
consciencia que trasciende al pensamiento; y sus ideas, en la forma original de éstas, se
podrán comunicar únicamente a quienes sean capaces de usar este aspecto de la
consciencia. ... Los místicos han usado todas las comparaciones imaginables en su empeño
por transmitir sus impresiones; los filósofos se han perdido en un laberinto de palabras; y
todo inútilmente en lo que concierne al alma que no está iluminada. ..., los cabalistas usan
otro método. No procuran explicarle a la mente lo que ésta no está preparada para tratar; le
dan una serie de símbolos para que medite sobre ellos, y aquellos le permiten construir la
escalera del conocimiento, un peldaño tras otro, y escalar donde no puede volar. La mente
no puede captar la filosofía trascendente, como el ojo no puede ver la música.” Y como nos
dice Eliphas Levi en su Dogma y Ritual de Alta Magia: “no hay mundo invisible; existen
solamente muchos grados de perfección de los órganos”.

Definición de Cábala. En hebreo la palabra Cábala significa recibir, porque es la tradición


recibida por el pueblo hebreo, utilizando la palabra tradición con el significado de Ley
recibida oralmente; y parte de suponer que el Universo funciona de acuerdo a ciertos
principios que se hallan contenidos en la Torah. Para lograr una vida plena, esos principios
deben ser entendidos y acatados, sin embargo, su conocimiento no surge de la simple
lectura, sino que debe desentrañarse utilizando determinadas técnicas que son las que
conforman la Cábala.

Según la Golden Dawn, la Cábala puede definirse como una doctrina esotérica universal.
Una sabiduría que pretende tratar in extenso los problemas del origen y naturaleza de la
vida, y la evolución del Hombre y del Universo.

Historia de la Cábala. Si tratamos de aproximarnos a la historia de la Cábala, hallamos que


lo disponible es muy similar a una leyenda, según la cual la Cábala fue enseñada
primeramente por el mismo Dios a un número selecto de ángeles en el Paraíso. Después de
la caída, los ángeles comunicaron esta doctrina a las criaturas desobedientes de la tierra,
para señalarles el camino de regreso a su origen. De Adán pasó a Noé, luego a Abraham,
fue transmitida a los egipcios, donde Moisés, que conocía la sabiduría de Egipto fue
iniciado en ella; es así que llega a David y Salomón, siempre transmitida oralmente.

En otra versión se considera su origen como posterior al advenimiento de la Cristiandad,


pero por los datos antiguos que se refieren a ella, y que se encuentran en el Libro de Daniel
que apareció en época más lejana, pareciera que esto no es así. Se supone también que
deriva del sistema de Zoroastro, sin que esté claro si sus autores eran contemporáneos o
sucesores de ese filósofo y reformador. Lo que sí queda claro, por las diferencias entre
ambos métodos, es que aunque esté basado en el Zendavesta, no es una copia sino un
desarrollo de este libro.

Lo ya constatable es que los primeros escritos datan del siglo XIII, aunque su autor, Rabí
Moshe de León, dijo haberlos obtenido de documentos del siglo II atribuidos a Rabí
Shimón Bar Yojai (Rashbi).
Componentes de la Cábala. Albert Gallatin Mackey, en la Enciclopedia de la
Francmasonería bajo el título de Kabbala, divide la Cábala en dos clases: Práctica y
Teórica. La Práctica se ocupa de las instrucciones para la construcción de los talismanes y
amuletos y no tiene mayor interés en este trabajo ya que no guarda relación con Masonería.
La Teórica se subdivide en la Dogmática y la Literal.

Cábala Dogmática. Los cabalistas sostienen que el Ser Supremo es la unidad absoluta e
inescrutable, pues no existe nada sin ella y todas las cosas se componen de ella. No puede
ser comprendida por el sabio ni descrita en palabras inteligibles por el pensamiento
humano; entonces hace que su existencia sea perceptible en forma directa mediante
emanaciones de su Luz infinita.

Estas emanaciones o sefirot conforman lo que se conoce como el Árbol de la Vida, y fueron
generándose cada una de ellas como un desbordamiento de la anterior y son; Kether,
Corona; Hokhmah, Sabiduría; Binah, Inteligencia; Hesed, Misericordia; Gueburah,
Justicia; Tiphereth, Belleza; Netzah, Firmeza; Hod, Esplendor; Yesod, Fundación y
Malkuth, Reino. Cada una de estas sephirot tiene una cara oculta y una visible, siendo
receptiva con respecto a la anterior y activa en relación a la siguiente.

Si bien cada uno de ellas tiene como característica predominante lo que su nombre indica,
también se le asocia un nombre de Dios, un arcángel, una virtud moral, un color, una
piedra, un metal, un planeta, una zona del cuerpo humano, el número de un naipe, la
predominancia de lo masculino o lo femenino. Entre las sephirot existen vías de
comunicación denominadas senderos y que corresponden a cada una de las letras del
alfabeto hebrero y son también los arcanos mayores del Tarot, en conjunto las diez sefirot y
los veintidós tsinorot conforman los treinta y dos senderos del Árbol de la Vida.

Adicionalmente, el Árbol de la Vida se compone de cuatro mundos: Mundo Divino, Mundo


de la Creación, Mundo de la Formación y Mundo de la Acción; éstos se corresponden con
nuestros niveles espiritual, mental, emocional y físico; expresando una visión
macrocósmica y una microcósmica del Universo; esta última es la que conocemos como el
Adam Kadmon u hombre primigenio; y el Árbol será uno u otro según lo veamos de
“frente” o de “espaldas”.

Cábala Literal. Es la explicación de las palabras sagradas por medio del valor de sus letras.
Para ello el cabalista se enfrenta al texto de la Torah como un conjunto simbólico donde,
por debajo de la letra y de los acontecimientos que narra o los preceptos que impone, se
hallan realidades místicas y metafísicas que deben ser leídas distinguiendo cuatro sentidos:
literario, alegórico-filosófico, hermenéutico y místico. Está compuesta por tres técnicas:

Gematría, que podría ser una variación de la palabra Geometría. Se basa en el hecho que
cada letra del alfabeto hebreo tiene un valor numérico asociado; entonces cuando la suma
de los valores de las letras de una palabra es igual al de otra, implica que existe una
conexión entre ambas y esta conexión no es casual.

Notaricon, proviene de la palabra latina notarius. Consiste en formar una palabra a partir de
la letra inicial de cada una de las palabras de una frase. Es similar a lo que conocemos por
acróstico. La palabra que se obtiene así debe tener algún sentido místico.

Temurah, que significa permutación o cambio. Este es el caso de lo que conocemos como
anagramas o también se logra reemplazando cada letra por otra que esté a una distancia
determinada; esto es lo que se hace en el método criptográfico utilizado por Julio César, el
cifrado por desplazamiento. Al realizar dicho cambio se obtiene otra palabra cuyo
significado es totalmente distinto. Para estos cambios existen varias tablas de reemplazo
posibles.

Cábala y Masonería. La gran similitud que surge a primera vista entre ambas es la
transmisión del conocimiento mediante símbolos que deben ser meditados en forma
personal, ya que al pensar sobre algo determinado nos vamos formando conceptos sobre él:
utilizando el símbolo como un medio para guiar al pensamiento en lo Invisible e
Incomprensible. Ambas proveen “herramientas” para estudiar los símbolos y, que bien
utilizadas, permiten avanzar en la búsqueda de la Verdad, ya que la Verdad no puede ser
transmitida sino que debe ser hallada.

Pero además podemos percibir otros elementos que pueden resultar un poco más tangibles:
el Árbol de la Vida está compuesto por tres pilares que podemos asociar a las columnas de
nuestro Taller: una, la de la Fuerza; otra, la de la Forma y, finalmente la del Equilibrio, que
en algunos escritos hallaremos como el Pilar del Medio. Una es positiva, la otra negativa y
la del medio es neutra y las equilibra. Por ello es que el “estar entre columnas” es un
llamado a centrarse e integrarse, reconciliando las tendencias extremas y a veces
enfrentadas de nuestro yo; obteniendo de esa forma la armonía que mediante la mesura y el
autoconocimiento nos permitan avanzar hacia niveles más evolucionados de nuestro ser.

Asimismo es posible asociar cada una de las Sephirot con un Oficial de nuestro Taller,
donde además de la explicación que pueda darse por su ubicación se puede hallar otras
relacionadas con las características atribuidas al planeta que corresponde a cada Sephirah y
la función que el Oficial desempeña.

Los cuatro mundos, además de la asociación con nuestro cuerpo pueden relacionarse de
otra forma: el Mundo de la Acción o Físico con el Profano; el Mundo de la Formación con
el Aprendiz; el Mundo de la Creación con el Compañero y el Mundo Divino o de las
Emanaciones con el Maestro; y todo ello vinculado con el nivel de percepción de la lectura
de la Ley Sagrada del que habláramos anteriormente: literario, alegórico-filosófico,
hermenéutico y místico.

Conclusión. Esta sucinta e introductoria presentación tiene como intención despertar el


interés por conocer más sobre el tema y si así fuera, me sentiré satisfecho, ya que considero
que ese estudio es enriquecedor y cuando se lo hace con una guía adecuada nos encamina
hacia un estado de profunda paz. Recalco la necesidad de contar con guía, una buena y sana
guía, ya que existen ciertos componentes que no fueron mencionados; aquellos que hacen la
contrapartida o el opuesto de los elementos positivos mencionados; amén de la facilidad
con la que podemos sentirnos atraídos o peor aún, impelidos, hacia los elementos mágicos
que están latentes en estos conocimientos y quedarnos estancados en ellos.
La base de las ideas expuestas se halla en los siguientes textos: el Sepher Yetzirah o Libro
de la Creación; el Zohar o Libro de los Esplendores; el Sepher Sephirot o Libro de las
Emanaciones; el Aseh Metzaref o Fuego Purificador y el Talmud. El principal apoyo de la
Cábala es la Biblia, en especial, la Torah (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio), también denominado como el Libro de la Ley.

Para finalizar, cito un párrafo de una de las cartas de Eliphas Levi a sus discípulos: “Lo que
debemos proponernos al estudiar la Cábala, es lograr una inmensa paz, mediante la
tranquilidad de la mente y la paz del corazón. La tranquilidad de la mente es una
consecuencia de la certeza; la paz del corazón nace de la paciencia y de la fe. Sin la fe, la
ciencia desemboca en la duda; sin la ciencia, la fe puede llevarnos a la superstición. La
reunión de ambas produce la certeza.”

Es cuanto, V∴M∴

Valle de Santa Cruz, 24 de agosto de 2010 e∴v∴

Bibliografía:
Un jardín de granadas, Israel Regardie
La Cábala mística, Dion Fortune
Sepher Yetzirah, versión de Wynn H. Wetcot
Dogma y ritual de la alta magia, el Dogma, Eliphas Levi
Curso de filosofía oculta, Eliphas Levi
Enciclopedia de la Francmasonería, Albert Gallatin Mackey
La búsqueda de la lengua perfecta, Umberto Eco

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