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UNA COLCHA DE RETAZOS DE LO QUE PIENSO DE ESTE HERMOSO PLATANAL

LLAMADO REPÚBLICA DE COLOMBIA…

Por: César Augusto Grueso Riascos

“Hacer la paz es acercar los muchos conflictos de una sociedad a un punto de consenso.

Se trata de una nueva visión de la pintura sobre la tela de la historia política de una

nación.”

BENAZIR BHUTTO

Uno, a veces, desde una visión típica del realismo mágico macondiano pudiese justificar

la crudeza del conflicto colombiano... Pero no... Indiscutiblemente, NO... El conflicto

colombiano no debería tener justificación... La lucha constante de una clase dominante

semi española que se ha perpetuado el ilegítimo derecho de gobernarnos frente a unos

"criollos" sin animadversiones, que fueron, son y serán los responsables de haber

generado un proceso de "independencia" en el siglo XIX. La disruptiva y lacerante

realidad colombiana desde la dinámica del conflicto no trasciende más allá de la

inigualable inequidad social, que se ha traducido en el establecimiento de movimientos

guerrilleros demasiado viejos pero que responden a la inefectiva y efímera actitud del

gobierno, frente a los asuntos del Estado. La conflictiva y sangrienta historia colombiana

es la respuesta a décadas y décadas de exclusión. Es INDISCUTIBLE que la solución de

los problemas en Colombia atraviesa por la falta de oportunidad del campesinado

colombiano y la aplicación constante de uno de los pilares del neoliberalismo.... "La

educación, la salud y el saneamiento son vistos como un gasto y como todo gasto debe

ser reducido a CERO". En ese sentido, quien haya leído a Keynes, a Lippman, a Ricardo,
a Smith o a cualquiera de los teóricos de los planteamientos económicos de los siglos

recientes y me demuestra en la práctica que es viable el modelo aplicado en países como

Colombia, Angola o cualquiera de esos que son tan desiguales y que se mueven en la

misma línea del modelo colombiano, les aseguro que votaría por Uribe o cualquiera de los

de la extrema derecha... Pero como estos modelos desde una perspectiva de desarrollo a

escala humana, no son posibles en Colombia por la "coimademocracia" o la "CVYLITICA",

no puedo desconocer que las actitudes reaccionarias de los últimos 20 años, sea cual sea

el nombre del mandatario de turno, no ha sido posible en mi cabeza que se procese

desde un campo lógico que tengamos que salir a pelear por lo que nos garantiza la

Constitución Política, o que un país que se considera por los expertos como una bomba

biodiversa, tenga que llorar a sus connacionales por hambre.

Cuando uno revisa, diagnostica, analiza o evalúa la actual coyuntura política de este país,

hace eco y remembranza una canción popular de la cultura del Atlántico colombiano que

reza "de nada sirve el doctor si es el ejemplo malo del pueblo"

En ese estricto orden de ideas, respetando el "derecho" constitucional de los colombianos

a expresar libremente sus opiniones, HAY QUE SER MUY, PERO MUY SINVERGÜENZA

para defender lo indefendible...

¿Cómo es posible defender los descarados robos que ha hecho la oligarquía colombiana

a nosotros, los contribuyentes? ¿Cómo es posible defender a estos déspotas que de

ilustrados no tienen nada y pensemos que las soluciones para el campo están en

incrementar los costos de la gasolina y de los insumos agrícolas? ¿Cómo es posible

negar con los ojos abiertos los resonantes casos de corrupción que enlodan la historia de

este país? ¿Cómo negar que nos están robando el país cuando candidatos a la
presidencia defienden el fracking como método de extracción de recursos fósiles y que

Estados unidos desaprueba hace más de 10 años? ¿Cómo es posible darle el aval a

personajes tan fúnebres que plantean el avivamiento del conflicto armado, pensando en

Colombia como si fuese el fulgor del siglo XIX? ¿Cómo es posible pensar que debemos

permitir un gobierno en cuerpo ajeno, cuando esté dirigente pensó en la posibilidad de

perpetuarse en el poder un importarle el orden constitucional vigente a través de sobornos

y dádivas? ¿Cómo puede uno ser TAN SINVERGÜENZA para darle el aval democrático a

un gobierno que plantea la ridícula idea de que todos los casos rimbombantes de

corrupción “fueron a sus espaldas”?

Uno puede plantear que le solicita el voto a un amigo o a un familiar porque depende su

empleo de esa votación... ¡Pero quien sepa de todos estos fenómenos políticos y me trate

de convencer ES UN SINVERGÜENZA!

En mi disruptivo pero coherente sistema existencial, he logrado moverme dentro los

campos de la lógica... Porque así me lo enseñó desde niño mi papá... una persona que se

movió desde la defensa de los derechos de los trabajadores y fruto de eso, nació

COOTRAIPI, de la cual mi padre es socio fundador... Desde ese ejemplo, desde la mirada

de un hombre afro, que tuvo que salir de su hermosa Guapi y más precisamente de Calle

Larga, me enseñó que la vida debe estar enmarcada en el trabajo duro y en el sacrificio

para aportar al crecimiento de país... Con esa visión y esa idea, crecí entre la esperanza

de aportar a la construcción de un proyecto serio de nación... La efervescencia de la

adolescencia marcó la ruta para moverme entre las líneas del pensamiento crítico y tomar

una de las decisiones más trascendentales de mi historia... SER MAESTRO... Así las

cosas, no creo que mi papá sea un mamerto por enseñarme que toca madrugar a hacer

las cosas que uno quiere de buena manera y que ayudar a los demás, más que una
obligación, se constituye en un acto altruista que denota la esencia solidaria del espíritu

humano...

Ya en la edad adulta en la que me encuentro, RATIFICO de manera contundente todo lo

que rodeo y rodea a mi entorno social, siguiendo los pasos de mi padre en el sindicalismo

y como una persona que vive del sentido común para entender que si uno piensa en un

proyecto de construcción nacional, pensando o no en un gobierno alterno, NO SE PUEDE

COHONESTAR que tengamos que vivir y presenciar de modo irracional los escándalos

resonantes por el robo y la desviación del erario, que, finalmente, se traduce en el aporte

que usted y yo hacemos desde el pago cumplido de nuestros impuestos... Así las cosas, y

sin referirme de mala o buena manera a ninguno de los candidatos, la historia nacional ha

mostrado que un pensamiento diferente es satanizado en esta nación que define en su

constitución política "el respeto a la diferencia desde lo pluriétnico y lo multicultural"... No

podemos seguir permitiendo que este hermoso país se fragmentado desde la visión

sátrapa de unos cuantos y que la inmovilidad social siga siendo una constante en el

interminable silencio de la sociedad colombiana... Creo, que una Colombia diferente es

posible... Y hasta el último de mis respiros, lo creeré y ayudaré a que los niños y jóvenes

que atiendo sueñen con un país diferente, próspero y con las condiciones de vida dignas

que TODOS Y TODAS MERECEMOS...

"El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición

normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en

que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer

la carne de otro".

Martin Luther King (1929-1968)


El análisis que se puede hacer de este proceso en Colombia, puede tipificarse como una

experiencia renovadora y catárquica que hizo posible la aproximación entre uno de los

grupos narcoterroristas más contundentes en su accionar contra el Estado colombiano.

Las FARC, que en sus inicios fue el cúmulo de campesinos excluidos y maltratados por un

Estado indiferente en el desarrollo de políticas agrarias consecuentes con el modelo de

desarrollo que vivía el país en el siglo XX. Un Estado con una notoria ausencia en las

regiones más apartadas del país. El levantamiento de armas de este grupo se da por la

falta de participación en el proyecto de formulación de reformas de orden agrario.

Muchos grupos subyacentes en ese mismo periodo, como el ELN, EL MPL, QUINTÍN

LAME, entre otros, fue el proceso de condensación y de precipitación de la crisis

manifiesta en el agro colombiano... Un agro ignorado y maltratado... Un agro responsable

de la producción de materias primas y alimentos esenciales para una nación más rural

que citadina.

El paso ininterrumpido del tiempo determinó la evolución del estado en una entidad más

efectiva y sumida en la barbarie del neoliberalismo... Un capitalismo salvaje y ajustado a

los requerimientos del nuevo orden mundial... En ese sentido, los grupos marginales

alzados en armas, decidieron agudizar la crisis estatal con actividades de mayor

contundencia y enmarcadas en el ataque a la población civil...

Bojayá... Mapiripan... El Nogal... Los diputados del Valle... Arauca...El Aro… El Salado…

Soacha… Trujillo… Marquetalia… Incalculables pérdidas materiales... Pero las pérdidas

más grandes fueron las humanas... Pérdidas que se enquistaron en los estratos socio

económicos más bajos de la población... Las cifras históricas no son alentadoras...

NUNCA SERÁN alentadoras... Lastimosamente, la naturaleza conflictiva de nuestro


proceso histórico latinoamericano hace posible el desarrollo de estos procesos como

manifestaciones palpables de la irresponsabilidad de los gobiernos...

El proceso de paz, este proceso que logra convertirse en un referente para el mundo...

Uno de los más cortos en su estructuración, aprobación y refrendación... Referentes como

Irlanda, Uganda, Guatemala o Sudáfrica, son la muestra de que la posibilidad de vivir en

paz es posible... Los conflictos de orden negativo, determinados como caos, hacen

posible la salida de la penumbra... La visibilización de las necesidades sociales... La

posibilidad de recibir con toda la franqueza, poder de perdón y ánimo de reconciliación a

los individuos que, por mucho tiempo, intentaron por la vía armada, su ascenso al poder.

La prosperidad de las naciones estará enmarcada en la tranquilidad y en la prosperidad

social... Dicen los que saben que "No hay camino para la paz... La paz es el camino"... La

paz es la solución para que Colombia pueda moverse en el camino del desarrollo y del

florecimiento de los espacios de equidad y de justicia social.

La manera en que podemos analizar el sistema educativo colombiano, teniendo como

atenuante, la “oscura y triste noche” en la que hemos estado sumidos por casi los 200

años de vida republicana y recrudecidos en los últimos 50 años de la historia reciente,

hace inminente y obligatorio re – pensar los postulados estructurantes del Estado (porque

en un país serio, la idea de educación como catalizador en la construcción de nación es

un tangible y no un abstracto).

En ese sentido, y pensando en que la violencia se convirtió en el eje articulador de

programas, propuestas, proyectos, entidades descentralizadas, planes y cuanto invento

reaccionario de la” clase dirigente” de este país, se ha visto, que los últimos años, que la

apuesta gubernamental transicional del plomo y de la guerra a una apuesta por la mesa

de dialogo entre los que administran el Estado con uno de los grupos marginales que
están muy en contra con la forma de administrar el Estado, se hizo posible gracias al

show mediático que prevalece gracias a la “esquizofrenia colectiva” en la que nadamos

los colombianos. Las pro-puestas, sean serias o no, han logrado hacer un calado en la

colectividad colombiana, todo gracias a la “caja mágica” que llamamos, desde una

perspectiva de modernización, televisor; entonces, la proyección de los “mandatarios” de

turno, es tratar de quedar en el registro histórico colombiano, con una actitud mesiánica y

de desarrollo para el país, pero el obedecer de manera contundente las reglas de juego

de los organismos internacionales, so pretexto de “mejorar las condiciones sociales” pero

que en el fondo se obtienen unos recursos para “financiar” propuestas de desarrollo

estatal.

Reconociendo el papel trascendental que juega la educación en un país de profundas

desigualdades y de enormes diferencias sociales, se han pensado las normas o

supuestos legales en los que se debe mover el colombiano promedio… Esos postulados,

como muchas de las propuestas colombianas, se han dado como el pretexto de subsanar

fallas en la falta de efectividad del aparato estatal. Es así, que nace como respuesta la

carta de navegación del Estado colombiano, la Constitución Política de 1.991… El parto

de la norma de normas, se da por la dejación de armas de un grupo marginal y que,

acudiendo a la lógica, decidieron bajar los brazos, su mente y su espíritu a una mesa de

negociación, en la que jugó un papel decisivo, la sociedad civil colombiana. Es así como

nace y se acuerda, a través de una asamblea nacional constituyente el establecimiento y

la aplicación de una nueva estructura constitucional, en la que pasamos de

representaciones a una apuesta mucho más decisiva desde la participación, participación

que no se ha logrado entender, ya que los “políticos” nos han hecho entender que la

política se limita ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE al depósito de un voto en una urna.


Desde la periferia normativa se han venido generando procesos diferenciales que de una

u otra manera han marcado una tendencia en la sociedad colombiana y en algunos

sectores de la academia. Es así como hablar en materia educativa de algunas normas

como la 115, el 1860, la 1029, la 1098 o la guía 49 han propiciado una ligera revolución en

cuanto a incluir al sistema educativo colombiano en el tema de la globalización. Muchos

de los elementos constitutivos de las normas han sido la promoción efectiva de procesos

de regulación de los sujetos de acuerdo al rol que desempeñan en la sociedad, aunque

muchos procesos han sido, son y serán irrisorios si la apuesta de los gobiernos es la de

simplemente generar de manera arbitraria programas de gobierno que solo permean los 4

u 8 años de administración del dinero público.

Las razones violentas y notorias que se han fijado en la memoria de los colombianos,

como consecuencia de la sistemática y reinante violencia en el país, ha obligado a la

clase pensante de este país y que logra generar movilidad de pensamiento, a que se

motiven procesos al interior de las aulas de clase para promover otro tipo de cultura, una

cultura que transforme y que haga posible el trascender intelectual, cultural y social de las

comunidades en Colombia; Es en ese sentido y evocando postulados constitucionales

como el conferido en el artículo 22, donde se plantea que la paz la recibimos pero que

también la debemos dar, posibilitando así, la construcción de la misma.

Así es como se va configurando una nueva propuesta de escenarios pacíficos y

enmarcados en la generación de nuevas culturas, planteados en la ley 1732, en la que la

enseñanza de la cátedra de paz va en la vía de propender esos espacios de reflexión

desde el aula de clase.

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