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SOSTENIBILIDAD DE
NIKE
by Sònia Flotats, 27 may 2016
A nivel social parece que también queda ya muy lejos esa imagen de
niños cosiendo pelotas, o al menos eso queremos creer. “Desde hace
más de 20 años estamos trabajando, junto a otras empresas, en
mejorar las normas laborales en las fábricas contratadas. Hemos
aprendido mucho en ese momento. Y hemos visto las limitaciones
del sistema existente”, asegura Parker. “El cumplimiento de nuestro
código de conducta es un requisito fundamental –añade-, pero no
podemos quedarnos ahí”. En este sentido la firma con sede en
Oregón asegura haber reducido el número de fábricas con las que
trabaja con el fin de lograr una implicación más activa con ellas en
términos de normas laborales y de fabricación. Según la marca, en su
forma actual “el 86 por ciento de las fábricas contratistas de Nike
han logrado una calificación mínima de bronce en su índice interno
de fabricación y el abastecimiento sostenible, que evalúa los
comportamientos basados en el desempeño ambiental (agua, energía,
carbono, residuos), la salud y la seguridad de los trabajadores, y la
progresión hacia la definición de la Asociación para el Trabajo justo
de un enfoque de “salario justo”.
Nike es el mayor proveedor de productos deportivos en el mundo, con presencia en más de 140 países. Su
sede está en Oregon, EEUU, y se trata de una empresa que ve a la responsabilidad y sustentabilidad como
catalizadores de innovación y diseño. Por lo tanto, sus productos son planeados desde esta visión. Al ser
una de las marcas más reconocidas mundialmente, también ha recibido múltiples críticas.
Estrategias sustentables:
Nike es una marca especialmente buena comunicando sus esfuerzos sustentables. Desde 2011 lanzó
el slogan “Better world“, el cual engloba todos los esfuerzos de la marca por ser más verde y señalar
su liderazgo en ésta área. La empresa comunica estos esfuerzos por medio de videos, impresos, sitios
web, etc. Casi toda su publicidad actual tiene un ángulo responsable.
En 2007, para conmemorar el Día Internacional sin Auto, lanzó un anuncio apoyando la causa.
Después del terremoto en Japón en 2011, lanzó la campaña All For Japan para recaudar fondos, que
Architecture for Humanity usó para ayudar a reconstruir el país.
Críticas:
En la década de los 90 recibió muchas críticas públicas por sus políticas de empleo. Por ejemplo,
apareció en el documental de Michael Moore (quien años más tarde ganó un Oscar) The Big One,
dedicado a analizar las fallas económicas y el desempleo en EEUU. Como respuesta, la marca
adoptó una nueva política de monitoreo y creó su departamento de RSE. También fue duramente
criticada por el famoso libro No Logo, de Naomi Klein.
Como a la mayoría de las grandes corporaciones, la principal crítica a Nike es sobre las condiciones
de trabajo en sus maquiladoras, tanto el ambiente físico de estos lugares, como el trato que se le da a
los obreros. La empresa ha tomado medidas, y sus planes han sido elogiados por organizaciones
como la Global Alliance.
En 2010, la organización United Students Against Sweatshops acusó a Nike de no pagarle
compensación a empleados hondureños después de cerrar una fábrica. El pago ascendía a 2.2
millones de dólares, pero la marca invierte 25 millones al año en sus esfuerzos de RSE.
En 2011, Greenpeace lanzó una campaña contra Nike y otras empresas, ya que descubrió que
algunas de sus fábricas contribuían a la contaminación del agua en China.
En julio de 2012 la empresa fue acusada de publicidad engañosa, ya que futbolistas patrocinados por
Nike emitieron twitts apoyando una campaña de la marca sin dejar en claro que se trataba de
publicidad pagada.
Conclusión:
Nike ha comprendido que, para seguir en el negocio, tiene que utilizar la innovación y la sustentabilidad
como armas claves, no como complementos. Desde finales de los 90 re definió por completo lo que
significa ser un líder de su sector, como respuesta a las duras críticas que recibió en esa década, y al
hacerlo emergió como una empresa todavía más fuerte, que entiende la importancia de plantearse metas
ambiciosas, pero también la de comunicarlas de una forma cool, interactiva y atractiva para sus
stakeholders.
https://www.youtube.com/watch?v=wEKFJWdJ5jg
Líder textil
La brillante carrera comercial de esta industria comenzó en los
años setenta cuando su fundador y actual director, Phil Knight,
ideó un nuevo modelo revolucionario de zapatillas deportivas
que causó sensación entre los deportistas.
En poco tiempo, la firma consiguió hacerse un hueco en el
sector textil alcanzando la capacidad suficiente para ampliar su
oferta de productos. La cuota de mercado de la empresa ha ido
creciendo progresivamente hasta lograr el nivel del que goza
hoy en día.
Para dar voz a las medidas que tomaron, se puso en marcha una
gran campaña de comunicación cuyo objetivo final era lograr
que los consumidores terminaran asociando su marca a unos
valores universales de justicia e igualdad.
Nike renovó su código de conducta donde especificaba sus
principios empresariales y ratificaba sus serios propósitos de
perfeccionamiento. Además, el código constituiría una
herramienta para garantizar la continuidad de su compromiso
social y también exigía que todos sus contratistas se adhiriesen
a esas mismas condiciones. Con la publicación del escrito, la
empresa se comprometía principalmente a:
1. Respetar los derechos de todos los empleados, incluyendo el
derecho a la libre asociación y a la negociación colectiva.
2. Procurar el mínimo impacto sobre el medio ambiente.
3. Asegurar un lugar de trabajo seguro y saludable.
4. Contribuir a la salud y el bienestar de todos los empleados.
Los consumidores y ONGs vieron con buenos ojos esta iniciativa
siempre y cuando los buenos propósitos se concretasen en
medidas reales para que ese código de conducta resultara
legítimo.
Proveedores y transparencia
También dio un paso muy significativo al publicar la lista con
los nombres y localizaciones de sus 700 proveedores y plantas
subcontratadas en todo el mundo.
Punto de inflexión