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MAURICE GODELIER a ...

No existe más que una relación fortuita y


no necesaria entre 2a cantidad totaf de trabajo
socia2 empleado en producir un artículo socia&
por una parte... y, por otra parte, Ta medida en
que la sociedad exige satisfacción de esa necesi-
dad por el artículo en cuestión. n Karl Marx,
E2 Capital.

Teoría marginalista y teoría marxista del valor


y de los precios : algunas hipótesis
Uno de los aspectos más sorprendentes y El problema de la relación entre la teoría
apasionantes de las discusiones llevadas a cabo marxista y la teoría marginalista del valor no
desde hace algunos años por los economistas está en saber cuál de esas teorías proporciona
de los países socialistas es la aparición de un un fundamento al uso del cálculo indicado, sino
debate sobre la « rareza »1 de bienes de equi- en saber cuál da cuenta realmente del valor
po, su E<valor locativo », etc. y de los precios de las mercancías.
Con el concepto de « rareza », todo el problema Históricamente las dos teorías se han enfren-
de las relaciones entre teoría marginalista y tado y se presentan como dos soluciones contra-
teoría marxista tenía que plantearse nueva- dictorias, incompatibles, de un mismo proble
mentea, y en ello radica, en nuestra opinión, el ma: por qué los bienes de uso diverso se
interés de esta resurrección, el debate abierto cambian entre sí en cierta proporción, que se
se mantiene, hasta ahora, cubierto por las expresa en la relación de sus precios. En la
sombras proyectadas sobre esas cuestiones por conciencia de los partidarios de la utilidad
la extensa y confusa polémica de comienzos de marginal y en sus escritos, el marginalismo fue
siglo. La razón debe buscarse en el carácter presentado explícitamente como un edificio
práctico de las investigaciones que han condu- teórico que reconstruía completamente la cien-
cido a este debate y que fueron orientadas hacia cia económica y la inauguraba de hecho real-
los problemas de gestión optima1 de recursos. mente, haciendo tabla rasa de las hipótesis
Nosotros queremos contribuir, con algunas clásicas o marxistas”. Ante esta voluntad mili-
hipótesis, a la discusión sobre el tema capital tante y apasionada de hacer tabla rasa, los
de las relaciones entre teoría marginalista y marxistas reaccionaron la mayor parte de las
teoría marxista del valor y de los precios. veces rechazando totalmente los análisis margi-
Nos parece necesario subrayar con fuerza pre- nalistass.
viamente que el uso del « cálculo al margen »
no proporciona a una doctrina económica, cual- 1. Y. Kantorovitch, Calcul éconondque et utilisation des
quiera que sea, ninguna garantía de validez ressources (p. 83-91). Dunod, 1963.
teórica. El cálculo al margen es un instrumento 2. V&ase Guy Caire : a Planification soviétique et recherche
matemático para analizar los efectos de las de la rationalith », Revue Economi ue, mai 1963, p. 384440.
Nove : The Soviet economy, p. 27I -179.
variaciones-límite de una variable con las varia- --- __....-...
Zauhermann : x ~~
New Winds in Soviet Planning g, SOti
bles que le están asociadas. La utilización de Studi~, 1960, p. 1-13.
. a Rational prices and marginal cost in soviet type
esta técnica, como de cualquier otro procedi- %%i& D, Sovkt Studies, 1957, p. 369579.
miento matemático o estadístico, es indiferente 3. Ricardo : Principies, edición Mac Culloch, p. 37-39, Y
a la naturaleza de las realidades que mide y a Marx, El Capital, III, T. 1, p. 195.
la validez de las categorías económicas que 4. Rudolf Hilferding : B¿ihm-Bawerk als Marx Krltiker,
1904, passim. V. Pareto : Les systbmes sociaRstes, 1902
definen esas mismas realidades. El cálculo al (Giard), T. II. Chap. XIII.
margen -cálculo marginal- es, por otra parte, 5. Véase el reciente articulo de Stollberg : a Zum vulgären
utilizado por el marginalismo o por la teoría Charakter der Methodologie der Grenznutzentheorle B, en
Wlrtschafts Wissenschaí’t, Berlín enero 1964.
ricardiana de los precios del mercado, reanu- J. Domarchi : s Economie politique marxiste et &onomie
dada por Marx3, y no aboga en favor de ninguna politique bourgeoise B, Temps modemes, octubre 1964.
A. Colombat : MiAre de 1’6eonomie politique, M. Rivière,
de esas teorías. 1958, Chap. 1 y 2.
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

Nuestra hipótesis es que esas dos teotias no se este dominio, el de la formación de los precios
excluyen totalmente y pueden asf, sobre el ligada a las condiciones de venta de las mer-
plano mismo en que no se excluyen, combinarse cancías, el marginalismo nos parece aportar
y proporcionar una extensión de la teoría ciertas explicaciones validas teóricamente, cuan-
marxista del valor y de los precios. Esto signi- do, en realidad, creía aportar tambien la
ficaría al mismo tiempo que el marginalismo explicación del proceso de formación del valor.
no era una alternativa teórica excluyente del LksarrolJemos este ponto.
marxismo, como pensaban sus autores, ni un Para Marx, una mercancía es un objeto que se
conjunto de anAlisis que debían ser rechazados
radicalmente, como pensaban numerosos mar- caracteriza por dos propiedades: a) es útil, y
xistas. Para probar esto, es necesario diferenciar por eso la mercancía tiene un valor de uso.
cuidadosamente aquello que creían explicar los « La mercancía es, ante todo, un objeto exte-
marginalistas de lo que explicaban efectivamen- rior, una cosa que por sus propiedades satisface
te, es decir, separar su práctica teórica efectiva las necesidades humanas de no importa qué
de la idea que se haclan de ella. ESte método especie; el que esas necesidades tengan por
que consiste en aislar de un conjunto de pw origen el estómago 0 la fantasía, su naturaleza
posiciones teóricas aquellas que realmente se no cambia en nada el asunto. D’
deducen de la ciencia y aquellas que se derivan b) Se cambia en cierta proporción con bienes
de la ideologia es el metodo esencial de toda de utilidad diferente; hay un valor de cambio
ciencia. Así, la física de Newton está hoy en y este valor de cambio existe porque primero
dia separada completamente de la idea que se hay un valor de uso para los demás.
hacía de ella su inventor y ya no aparece como
el conocimiento en última instancia del universo a Es preciso que el valor de uso de las mer-
material sino como el conocimiento de uno de cancías sea constatado antes de que pueda
sus nivele@. realizarse como valor : pues el trabajo humano
empleado en su producción izo cuenta mds que
Con esta perspectiva, nos parece que los margi- en tanto que ha sido gastado bajo una forma
nalistas creyeron edificar una teorfa del valor, útil para los demás. Sólo su cambio puede
pero lo que de hecho desarrollaron fueron los demostrar si ese trabajo es útil a los demas, es
elementos de una teorfa de los precios. Frente decir, si un producto puede satisfacer las nece-
a ello, los marxistas respondieron con una teoría sidades ajenas 9:.
del valor creyendo desarrollar una teoría de los
precios. Para disipar todo equívoco precisemos El valor de cambio de una mercancía es para
que no damos por supuesto que el margina- Marx la cantidad de trabajo social empleado
lismo haya explicado todos los aspectos de una en su producción. Marx designa por capital
teoría de los precios y los marxistas ninguno. constante (c) el conjunto de medios de pro.
Nuestra hipótesis consiste explícitamente en ducción y de materias primas necesarias para
pensar que el marxismo constituye la s61a la fabricación de un producto útil cualquiera,
teoria del valor posible y que de ese hecho y capital variable (Y) la suma de los salarios
proporciona el fundamento de la teoría de los de los obreros. Estos, con el empleo de su
precios, aunque para desarrollarse, sobre ese fuerza de trabajo, producen el equivalente de
fundamento, exige la integraci6n de numerosos sus salarios y un excedente no pagado. Este
anlisis marginalistas concernientes a la for- excedente es la plusvalía (p).
mación de los precios. La historia marginalista El valor de una mercancía a la salida de la
aparece corno una teoria parcial de la formación fábrica es V = c + v + p’Q, donde c + v
de los precios, parcial y sin fundamento. constituye el capital adelantado por su propie-
La base de nuestra demostración es la distinción tario, y p constituye el beneficio de ese capital.
hecha por Marx entre el proceso de la forma- El proceso de formación del valor y de la plus-
ción del valor y el proceso de su reaBzaci6n. valía (valorización del capital) tiene lugar en el
La realización del valor es la venta de las interior del conjunto de las empresas y se
mercancías. Las condiciones de esta venta expli- presenta como un proceso a la vez micro y
can el proceso de formación de los precios. En macroeconómico.
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Teoría marginaiista y teoría marxista del valor y de los precios

La teoría marxista del valor pone en evidencia dos, de la naturaleza de las preferencias de los
el hecho de que, cuando el conjunto de las consumidores. El valor de los bienes parece
mercancías son llevadas al mercado para ser nacer de estas preferencias y « remontar ~13
vendidas, estas mercancías han costado ya a la desde el consumo hacia la producción. Este
sociedad una parte de sus recursos y de su movimiento aparente lo plantean los margina-
tiempo disponible. Han sido ya pagadas por la listas como el movimiento real de la formación
sociedad sin haber sido vendidas y esto cons- del valor, cuando, en verdad, no es sino un
tituye su valor de cambio. Las mercancías deben aspecto real del movimiento de formación de
ser vendidas para que su propietario recupere los precios, de la realización más o menos ade-
el capital adelantado para producirlas (c + v) cuada del vaIor.
y realice el beneficio, es decir, para que obtenga
de Ja venta de ellas un excedente del capital Este breve análisis pone de manifiesto, como lo
sobre el capital adelantado (C -h C + A C). ha demostrado Marx, cuánto más compleja es

La recuperación del capital adelantado y la


realización de un beneficio dependen, pues, del 6. Igualmente,en el momento en que Marx pudo realmente
aislar en Smith y Ricardo lo que era ciencia de la ida
precio al que será vendida la mercancía. El que dichos autores se hacían de la economía,. fue cuando
proceso de formación de los precios no es, por dejó de ser simplemente el filósofo crítico de los
Manuscritos económico-Hlosdficos (1844) para convertirse
consiguiente, el proceso de formación del valor, en un economista capaz de modificar el estado teórico de
pero sí el de la realización posible del valor en la ciencia. Véase nuestro artículo « Economie politique et
philosophie *, La Pensée, octubre-noviembre 1%3.
el caso en que el precio de una mercancía
7. El Capital, Libro 1, T. 1, p. 51.
corresponda a la suma de los costos sociales
de su producción, a su valor. Así, cuando la 8. El Capital, Libro 1, T. 1, p. 96.
mercancía-valor se presenta en el mercado a 9. Marx subraya con vigor desde las primeras páginas de
El Capital las distinciones siguientes : « Una cosa puede
la búsqueda de un precio, ejecuta un « salto tener un valor de uso sin ser un valor (de cambio). Basta
peligroso »ll que consiste en transformarse en para ello que sea útil al hombre sin que provenga de su
trabajo. Tales son el aire, las praderas naturales, una tierra
una cierta cantidad de dinero. Ahora bien, si la virgen, etc... n
oferta de mercancías excede a la demanda t< Una cosa puede ser útil y producto del trabajo humano,
solvente, una parte de esas mercancías no será sin ser mercancía. Cualquiera que mediante su propia
producci6n satisface sus necesidades., no crea mis ue un
vendida, o lo será por debajo de su costo de valor de uso personal. Para producw mercancías de% e no
producción real, y de ese hecho una parte del solamente producir valores de uso sino también valores de
uso para otros, valores de uso sociales. En fin, ningdn
trabajo social habrá sido superfluo y « conse- objeto puede tener un valor (de cambio) si no es mm cosa
cuentemente inútil 9. Los recursos de la socie- Ml. Si no es útil, el trabajo que él contiene se emplea
inútilmente y, consecuentemente, no crea valor. * Libro 1,
dad habrán sido en parte derrochados. Por el T. 1, p. 56 (véase nota de F. Engels, 4a edición alemana).
contrario, si la oferta es inferior a la demanda Marx añade, por otra parte, que la conciencia, el honor,
etcétera pueden tener un precio sin tener valor de cambio.
todas las mercancías serán vendidas, cualquiera Señalemos que Auguste Walras habla criticado a J. B. Say
que sea su costo, hasta el momento en que la mostrando, con el ejemplo del aire, que puede haber
necesidad solvente de esos productos se encuen- utilidad sin valor de cambio. De la nature de la rfchesse et
de I’origlne de la valenr, p. 35.
tre saturada. El juego de la oferta y la demanda 10. Se supone aquí, de modo abstracto, que la producción
conduce a la formación de un precio de mer- de una sola mercancía implica el consumo de todo el
cado que es un precio de equilibrio, sin corres- capital constante.
ponder por ello al valor de la mercancía, a su 11. El Capital, Libro 1, T. 1, p. 115.
costo social de producción. Este es el aspecto 12. El Capital, Libro 1, T. 1, p. 115.
del mecanismo de la formación de los precios 13. Véase G. Pirou : L’utillté
J. B. Clark,
marginale
p. 164-176, 24&247. V6ase la &lebre
de C. Wngar
exposici6n
g
a través de la relación entre la oferta y la de la utilidad marginal y el ejemplo de los cubos de agua
demanda que analiza habitualmente la teoría en Ch. Gide : Principes d’kxmmie politique, 1903, p. 57-58,
y la exposición de G. Pirou en las N Th6ories modemes *
marginalista de1 valor y en el que aporta del valor y los precios en Economie libdrale et konomle
cierto número de explicaciones válidas. A este dirigée, S.E.D.E.S.. 1946, Capítulo II, p. 63-88.
nivel, que para un marginalista no se distingue Para una formulación
Dorfman, Samuelson
zi;onoderna, matemática, véase :
: Programmation lin6aire et
del de la formación del valor, la formación de gestion économique, 1B62, capítulo XIII: sobre el equilibrio
los precios parece depender erzteramente de la genera1 y la crítica
en Koopmans : Three
de los postulados
Essays
ImpIicitos
on the Stata of Economlc
de Pareto
medida del « deseo social » de bienes produci- Science, p. 53.
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

la noción de precio que la noción de valor y en valor serán más o menos grandes, realizando
cuánto se diferencian. No obstante, la diferencia traspasos de plusvalía hacia los sectores mono-
preciowdor no quiebra el nexo entre valor y polizados en detrimento de otros sectores. La
precio. Marx, después de Ricardo, vuelve a teoría del valor debe, pues, desembocar en una
tomar la hipótesis de que según la relación teoría de los precios desarrollada en función
entre la oferta y la demanda, el precio de una de la evolución de las condiciones de la pro.
mercancía se formará alrededor del valor de ducción, de la oferta y de la demanda, y de la
mercado de las mercancías producidas a los naturaleza competitiva o monopolista de la
costos más bajos si la oferta excede a la producción y de la distribución. Marx, así nos
demanda, o alrededor del valor de las mercan- lo parece, ponía de relieve esta tarea cuando
cías producidas a los costos más elevados si la escribíax8 : c Para que los precios a los que se
oferta es inferior a la demanda. Estos dos casos cambian las mercancías correspondan poco más
extremos son los costos límites de la producción 0 menos con el valor, es necesario: 1) que el
y. en consecuencia, del valor de las mercancías’. cambio de diversas mercancías cese de ser pura-
mente fortuito 0 simplemente ocasional ; 2) que
El proceso de formación de los precios, lejos de en la medida en que consideramos el cambio
estar completamente separado del proceso de directo de mercancías, éstas sean producidas
formación del valor y unido solamente a la por una y otra parte en cantidades que corres-
intensidad del deseo social, se mantiene unido pondan aproximadamente a las necesidades
al proceso de formación del valor. Esa unión recíprocas...; 3) que en la medida en que
se pone particularmente en evidencia cuando hablamos de la venta, ningún monopolio natural
se aborda la evolución de los precios en un o artificial haga posible a una de las partes
largo período. Marx, a partir de Ricárdo, contratantes vender por ehcima del valor o
avanzó la hipótesis de que los precios, en una forzarla a vender por debajo del valor. *
economía de mercado, tienden, en un largo
plazo, a acercarse al valor evolucionando en el Así resulta que los procesos de formaci6n del
sentido de los costos de producción. Resulta valor (costo social de producción) y el de su
significativo a este respecto que A. Marshall, en realización (preciebeneficios) demuestran que
sus Principios de Economía, depués de haber el sistema de precios se constituye en la con-
abordado como marginalista el problema de la junción del valor de Ias mercancías y de Ia
formación de los precios en plazo corto y necesidad social solvente. La teoría marxista
medio, vuelve a tomar la explicación ricardiana del valor proporciona, pues, el fundamento
para explicar los precios en un largo período=. teórico del an&lisis de la relación valor-precio
En un largo período, las fluctuaciones se elimi- y puede integrar elementos del análisis margi-
nan y asi * las causas persistentes dominan el nalista de la formación de precios en funci6n
valor completamente +. de la escasez relativa de bienes”. Al mismo
tiempo puede aclarar la naturaleza de esta
El anhlisis marginalista se presenta, en este escasez que se manifiesta en el juego de la
sentido, como una explicación parcial del papel oferta y de la demanda, con más profundidad
de la oferta y la demanda en la formación de y justeza que la doctrina marginalista misma
los precios en los períodos corto y medio. A y esto por dos razones :
trav& de las fluctuaciones de esos precios, la
tendencia de la evolución en el período largo se 1. En el seno del proceso mismo de la pro-
explica por la evolución de las condiciones de la ducción capitalista, la teoría marxista, siguiendo
producción. Al combinar estos resultados es a los clásicos, pone de manifiesto la relación
cuando se hace posible una teoría general de social de la clase capitalista que posee el
los precios en economia de mercado. Para ello monopolio de los medios de producción y del
se deberían tener en cuenta igualmente los dinero con la clase obrera obligada a vender
diversos grados de competencia de productores sin cesar en el mercado de trabajo su fuerza de
y consumidores en el mercado. Según la capa- trabajo. Esta relación fondada sobre la desi-
cidad de control de la oferta por parte de los gualdad de acceso a los medios de producción
productores”, las diferencias entre precio y determina la desigualdad entre las dos clases
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

en cuanto al acceso al producto social. La 16. Principies, p. 291.


17. J. Marshall : Le mkanisme des prix, p. 266-282.
teoría de la producción proporciona, pues, la Chamberlain : La théorie de la concurrence monopolistique,
base de la teoría del reparto del producto social capítulos V y VII.
a través del mecanismo de los salarios y los 18. El Capital, III, T. 1, p. 193-194 (subrayado por mi,
M.G.).
beneficios. Muestra también el principio que
19. Ya habíamos redactado este desarrollo cuando Leif
organiza la demanda solvente y determina 10s Johansen, profesor del Instituto de Economia de Oslo,
límites y en parte la composición de esa nos comunicó su artículo de agosto de 1963 : e Some
observations on Labor Theory of Value and Marginal
demanda (bienes necesarios, de lujo, etc.). Abre Utilities B. El autor desarrolla un modelo matematico sim le
la posibilidad a una teoría unificadazD de la tratando los efectos de las funciones de preferencia de Pos
capitalistas sobre las cantidades de mercancías producidas
producción y de la distribución. y sus precios, llegando a conclusiones próximas a las
u La u:necesidad social », que regula el principio nuestras., Véase del mismo autor : « A note on A gregation
m Leontreff Matrices and the Labour Theory o f Value B,
de la demanda, está esencialmente condicionada Econometrlca, 1961, numero 2 ; « Marxism and Mathematical
por las relaciones entre las diferentes clases y Economics P, Monthly Review, enero de 1963.
En el mismo sentido : R. Cameron : u The Labour Theo
por su posición económica respectiva ; es decir, of Value in Leontieff Models B. The Economtc Jo J
por la relación entre la plusvalía total y el marzo
in Leontieff
de 1952 ; M. Morishima
Matrices and the Labour
y F. Senton : « Ag re tio;
Theor J of ka& D,
salario, y también por la relación entre las Econometdca, 1961, numero 2 ; R. Meek : tudies in the
diferentes fracciones en las que se descompone Labour
Introductton
Theory of Values,
to Econometrics,
Londres, 1956 ; y 0. Lange :
1959, capítulo II : <I Market
la plusvalía (beneficios, interés, renta de la anal sis 2, p. 95 y 185. (Existe una edición en castellano
tierra, impuestos, etc.). Constatamos pues nue- del % ondo de Cultura Económica, México, 1965.)
vamente que nada puede explicarse de una 20. Y la posibilidad de una teoría rigurosa de la Renta
Nacional. Es preciso señalar que EI Capital contiene los
manera absoluta por la relación entre la oferta elementos para una teoría de la Renta Nacional sin formular
y la demanda, si no se ha demostrado antes tal teoría de forma completamente elaborada. Marx describe
el funcionamiento de una economía que descansa solo sobre
sobre qué base esa relación entra en juego. n2* las relaciones capitalistas de producción. El modelo de
En esta perspectiva, el límite de la necesidad esta economía está, pues, simplificado y no corresponde a
la economía real de un pais capitalista determinado :
social no aparece solamente como el límite « Aquí, no hay más que dos clases en resencia : la clase
subjetfvo de la utilidad de un bien para un obrera que no dispone
la clase capitalista
más que de su R erxa de trabajo
que posee el monopolio de los medios
y
individuo cualquiera sino como el límite obje- sociales de producción y del dinero. * (El Ca ítal, II, T. 2,
tivo de las posibilidades de satisfacción de sus p. 73). La critica de Marx que hacen ?
J. Lecaillon en su obra : La distribuci6n ‘de”%sh&G
necesidades, abiertas a las categorías sociales Nacional (T. 3, Modelos clásicos y marxistas) no tiene
(clases, grupos, etc.) por el lugar que ocupan sentido por la misma razón : ci Hubiera sido normal
reconocer, al lado de los trabajadores y los capitalistas,
en la estructura de la producción. otros tipos de agentes, y por consiguiente, otros partici-
pantes en la distribución de la renta nacional B (Marshall,
2. La teoría marxista, al establecer un puente p. 377). Véase nuestro artículo : « Les structures de la
entre la producción y la distribución, aborda, méthode du Capital de Karl Marx n, Economle et Politique.
junio 1960.
por consiguiente, el análisis de la relación entre 21. Marx, El Capital, III, T. 1, p. 197.
la oferta y la demanda de una forma macro- 22. Comparese desde este punto de vista con el analisis
económica y trata las preferencias de los indi-
viduos en el marco de las relaciones sociales
globales a las que pertenecen%. La teoría
marxista tiene, pues, la posibilidad teórica% de 23. Lo que no significa forzosamente que los marxistas
comprender al consumidor tal cual es, es decir, utilicen siempre prácticamente esta posibilidad y que nos
proporcionen un análisís científico de la evoluctón de las
ni como sujeto abstracto y universal separado necesidades y de la demanda social.
de las relaciones sociales y regulador de la 24. Vease la crítica al marginalismo que hace Vauridel en
demanda según el principio « natural » de igua- La demande des consommateurs, Cap. 1, sobre la base de
encuestas estadísticas hechas con los consumidores mismos.
lación de las utilidades marginales ponderadas%, 25. Ya Charles Gide escribía en 1903 en Principes d’dconomie
ni como sujeto de necesidades singulares sin politique (p. 60) : * Esta teoría (la marginalista) que
explica tan bien los hechos cuando se trata del hombre
14. El Capital. Libro III, T. 1, p. 201. aislado, de Robinsón, no lo a explicarlos en cuanfò
15. Prlnciples, Libro V, Capítulos III y VII, edición entramos en el mundo real. e ff; del cambio. mas oue nor
esfuerzos de abstracción. En efecto, puestó que eI v&or
Macmillan, 1961, p. 291. « Así, podemos concluir que, por es totalmente subjetivo, deberfa haber tantos valores como
regla general, cuanto más corto sea el período que examme-
mos, tanto más deberemos tener en cuenta la influencia que compradores y vendedores se encuentran en el mercado, y
sin embargo se llega a despejar un valor único, el valor de
la demanda ejerce sobre el valor ; y que, cuanto mas largo cambio B.
sea este periodo, tanto mas importante será la influencia
ejercida por el costo de producción sobre el valor. B 26. Lo que fundamenta la utilización del calculo estadistico.
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

relación con las de cualquier otro individuo%. Aquí termina nuestro antisis de las relacio&s
La demanda aparece no como una realidad entre la teoría marxista y la teoría marginalista
abstracta totalmente determinada o total- del valor y de los precios ante los problemas del
mente indeterminada, sino como una realidad anllisis de una economia mercantil capitalista.
concreta contradictoria, a la vez determinada La posibilidad de combinar estas dos teorias
globalmente y localmente indeterminad@. en un plano en el cual no se excluyan (teoría de
los precios) nos parece que descansa, en último
La teoría marxista permite analizar la demanda análisis, sobre el hecho de que la categotia de
sin encerrarse en extremismos abstractos ni los precios es más compleja que la del valor.
caer en la impotencia de un marginalismo que Partiremos ahora de este hecho para presentar
entendemos aquí como una concepción especu- algunas hipbtesis sobre el papel del sistema
lativa del sujeto econ6mico y del fundamento de los precios para la realización de un desa-
de sus actividad&. Lejos de ser el punto de rrollo económico óptimo en el marco de una
arranque de la economía política, la teoría de economía planificada socialista.
la oferta y de la demanda es el punto complejo
de llegada. La posibilidad de un desarrollo económico ópti-
mo parece descansar, generalmente, sobre tres
« Cuando se lleva el análisis más adelante, se condiciones : 1. La posibilidad de conocer con
constata que la oferta y la demanda suponen una aproximación suficiente la demanda social
la existencia de diferentes clases y subdivisiones (composición y evolución). 2. La posibilidad de
de clases que se reparten entre ellas el ingreso combinar de la mejor manera posible los me-
total de la sociedad y lo consumen como tal, dios de producción para satisfacer esta deman-
y que engendran por consiguiente la demanda da. 3. La posibilidad, para el conjunto de la
que el ingreso permite. Por otra parte, esta sociedad, de controlar realmente la utilización
oferta y esta demanda requieren fa comprensión de los recursos disponibles.
de toda la estructura del proceso de producción
capitalista si se quiere entender cómo nacen en Cuando estas tres posibilidades están reunidas
el seno mismo de los productores. + en el marco de un sistema económico, éste es
teóricamente apto para establecer una asigna-
ción óptima de sus recursos. En el cuadro
Al ofrecer la posibilidad de un análisis científico histórico actual, estas condiciones parecen estar
de los temas económicos reales y de sus com. reunidas en los sistemas económicos socialistas.
portamientos en un campo de relaciones socia- K Sólo allí donde la producción se encuentra
les históricamente determinadas, el marxismo bajo el control real y planificado de la sociedad,
pone en evidencia el carácter especulativo de ésta puede establecer la relación entre el tiempo
la filosofía marginalista de tema económico, de trabajo social empleado en producir ciertos
tomando sin embargo seriamente la realidad de artículos y el volumen de las necesidades socia-
las necesidades sociales que era el objeto de les a satisfacer por estos articulos. roaS
las construcciones ideales de esta filosofía y el
punto de partida de las ideas que se hacían La gestión óptima de una economía significa
los marginalistas sobre las relaciones económi- pues, la mejor combinación técnica de los
cas y sobre ellos mismos como teóricos de recursos, teniendo en cuenta ei mejor conoci-
estas relaciones. En el marco de las hipótesis miento posible de la estructura de las priori-
que estamos presentando, el marxismo puede, dades sociales (necesidades sociales, fines
según nuestra opinión, poner a la vez al desnudo objetivos).
el carácter « ideológico D del marginalismo, en-
tendido como filosofia económica (lo que ya Dejaremos a un lado el problema de cómo
ha sido hecho), y volver a tomar por su cuenta, conocer científicamente la estructura futura de
fundiéndolos, los resultados objetivos del mar- las prioridades sociales, base del establecimien-
ginalismo entendido como una ptictica del to de un programa objetivo de producción. Si
análisis de la formación de los precios (esto suponemos resuelto este problema, surge otl’o
apenas se ha iniciado). que intentaremos formular lógicamente lo más
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

claramente posible : dado un programa de Esta relación traduce la presión ejercida sobre
objetivos de producción y de consumo finales el presente por el futuro que haya sido elegido
para el ultimo año de un plan, la selección de y esta presión determina la « rareza » relativa
ese programa i tiene efectos sobre el sistema de las capacidades de producción presentés con
de precios existente en el momento en que se relación a ese futuro. Esta relación no deter-
toma esa decisión ? Si esta decisión tiene efectos mina, sin embargo, de manera unívoca, la
sobre el sistema de precio@ i cómo éste ultimo « rareza » de las capacidades de producción,
va a registrar esas opciones futuras de manera puesto que esta rareza depende igualmente de
que pueda facilitar su realización proporcio- las técnicas que habrán de elegirse para obtener
nando a los agentes económicos un sistema de los consumos finales, de la elección en materia
referencias que les permita un cálculo econó- de localización, etc. La determinación de la
mico eficaz y haga así posible una gestión rareza no puede ser sino el resultado de un
óptima de los recursos de acuerdo con los análisis que proceda por interacciones sucesivas.
objetivos del plan tanto en el nivel microeconó- No existe pues rareza « en sí » de los recursos
mico como macroeconómico ?sl sino una rareza relativa a las necesidades y a
La teoría marxista supone que el valor de un los medios. En la práctica de la planificación,
producto es la cantidad de trabajo social
(muerto + viviente) empleado para producirlo. 27. Desde un cierto punto de vista el keynesianismo y el
Supone que el precio del producto se establece post-keynesianismo han abandonado ciertos postulados
mediante la confrontación de un trabajo pasado marginalistas en la medida
teona macroeconómica
en que han desarrollado
que se presenta como un regreso
una
a
(valor) y la importancia de una necesidad los clásicos.
presente (demanda social). A través de esta M. p : El Capital, III, T. 1, p. 209, subrayado por mi,
confrontación los productos y los medios de . .
producción resultan más o menos « raros ». 29. El Capital, III, T. 1, p. 203.
Según nosotros, el precio, en una teoría marxis-
ta desarrollada, debe ser considerado como una 30. Particularmente
constituye
sobre el sistema
el conjunto de los precios
parcial
de
de precios
los medios
que
de
categoría más compleja que la del valor porque producción.
traduce no solamente el costo social (valor de 31. Esta fórmula no significa que supongamos que sea
cambio) sino también la utilidad y la rareza posrble construir un sistema único de precios tal ue todas
sociales (valor de uso). En el marco de una las decisiones tomadas, de manera descentraliza 8 a, sobre
la base de esos precios, se combinen de tal forma que
economía planificada se instituye consciente- prodpzcan un desarrollo general óptimo. El problema
mente una confrontación general de los medios consiste en determinar rigurosamente la naturaleza de las
decisiones a tomar al nivel central y al nivel descentralizado.
de producción disponibles en el presente y los Se ‘n la naturaleza de las decisiones y el nivel a que
objetivos de producción y consumo futuros. La de r en ser tomadas, son concebibles varios sistemas de
precios que habría que articular uno sobre otro, de manera
confrontación se hace pues a escala social, entre que se encuentre la mejor combinación de las decisiones
las fuerzas productivas y las necesidades pre- económicas, cualquiera que sea el nivel al que se tomen.
Sobre este punto Mahnvaud escribe, a propósito del
sentes o futuras de la sociedad, es decir, el artículo de Koopmans y Beckmann « Assignment problems
consumo actual o diferido de los bienes. and the location of Economics Activities B, Ecm~ometrka,
enero 1957, p. 53-76 : « Si admitimos que cada fábrica
Así pues, según la naturaleza de los objetivos utiliza los productos fabricados por otras fábricas, y si
tenemos en cuenta los gastos de transporte... no parece que
determinados por los planificadores, las capaci- puedan imaginarse sistemas de precio o de alquiler que
dades de producción disponibles en el año inicial permitan mantener un equilibrio por el simple juego de las
decisiones descentralizadas. D (Documentation &onomique,
del Plan resultarán más o menos escasas. Si se 57/1320). En el mismo sentido, P. Massé declaró en el
trata de satisfacer la demanda de coches parti- Congreso celebrado en París en junio de 1963 sobre las
posibilidades de la investigación operativa en los paises en
culares optando ya sea por la multiplicación vía de desarrollo : « Estamos obligados a sobre asar el
y venta de estos coches o por la constitución de marghml, es decir, una optimización fundamenta B a sobre
los precios que traducen las características diferenciales de
un parque nacional de automóviles que se la cmxmstancia económica. La acumulación de operaciones
alquilen a los usuarios de estos coches, la futura marginalmente ventajosas puede conducir, en efecto, a una
situación globalmente desfavorable., como lo muestran
demanda de acero resultará modificada y la ciertos excesos de la concentración mdustrial y urbana. B
relación de las capacidades actuales de la pro- El análisis marxista debe tener muy en cuenta esta
ducción de acero, de caucho, etc., respecto a reflexión critica de los marginalistas sobre sus propios
principios en el momento en que deba integrar los aspectos
esta futura demanda también se modificará. racionales del analisis marginalista.
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

el presente ya no está enteramente determinado a medida que se realizan los objetivos del plan.
por el pasado y el futuro; tampoco es ya la Porque los coeficientes de rareza introducidos
simple prolongación del pasado, su extrape en el sistema de precios deberán modificarse a
lación. El presente es el lugar de encuentro medida que nos acerquemos a la realización
contradictorio de dos presiones, la de los del plan, y el sistema de precios deberá traducir
medios que lega el pasado y la de las necesida- esta modificación para que se mantenga una
des que impone el futuro. En este contexto gestión óptima de la economía.
práctico, se plantea el problema de expresar en
el sistema de los precios de los medios de Esta es la primera dificultad a resolver. Ade
producción no solamente su valor (costos más, a medida que se modifiquen las capacida-
sociales de producción) sino su rareza compa- des de producción de la economía, el sistema
rada con las exigencias del futuro. Si el sistema de precios deberá registrar los crecimientos de
de precios no traduce estas opciones futuras, la productividad obtenidos por la realización
orientará el c&lculo económico hacia inversiones del plan y la variación de los costos de pro.
que no corresponden al programa óptimo de ducción de los bienes y, por lo tanto, de su
realización del plan. Para una utilización racio- valor. Y la última dificultad: a medida que
nal de los recursos es necesario, pues, que el el plan se realiza, el plan siguiente comienza a
sistema de precios no solamente exprese fiel- perfilarse y a presionar en cierta forma sobre
mente los costos reales de producciónS sino el primero. A medida que la rareza inicial de
que traduzca con suficiente exactitud la rareza los medios de producción desaparece con la
relativa de los bienes de equipo. Esta formu- realización del plan en vigor, nuevos coeficientes
lación se aproxima a la de Kantorovitch y a su de rareza deben ser evaluados, expresando Ia
tentativa de definir las a evaluaciones objetí- relación entre las nuevas capacidades de pro.
vamente determinadas u y las a evaluaciones ducción y los nuevos objetivos de consumo, es
locativas B de equip@ en el seno de un sistema decir : la demanda final del siguiente planS. La
de precios. Este se presenta como un siste- dinámica del sistema de precios descansa sobre
ma de índices de los costos ponderado por un esta necesidad de expresar contradictoriamente
sistema de índices de rareza, teniendo en las transformaciones de la rareza de bienes en
cuenta los objetivos del plan. Tal sistema función del pasado y del futuro. Así, la contra-
proporciona la base para el c&lculo de la efica- dicción que domina la práctica de la gestión
cia de las inversiones : « La eficacia (que rela- económica se renueva constantemente pero
ciona el valor de las inversiones y el valor de nunca al mismo nivel. Constituye, pues, una de
la producción) se calcula, no sobre la base de las contradicciones históricas que una sociedad
los precios en vigor y los precios de fabricación, debe dominar, y la práctica económica de esta
sino sobre la base de las evaluaciones de la sociedad es óptima cuando se descubre la mejor
producción, objetivamente determinadas por la manera de dominar esta contradicción.
situación y el plan óptimo. +
Nos hemos limitado a formular conceptual y
Tal sistema de precios permitiría tomar decisiw lógicamente el problema de la relación entre la
nes a escala local, de acuerdo con los objetivos naturaleza del sistema de precios y la rea&
globales del plan, y facilitaría el establecimiento zación óptima de los objetivos de un plan
de una relación fluída entre las decisiones en el seno de una economía socialista. La
centralizadas y las decisiones descentralizadas, cuestión que se plantea ahora -y nosotros la
es decir, de una relación exacta entre los suje planteamos a los matemáticos- consiste en de
tos económicos que realmente, a diferentes terminar los procedimientos matemáticos que
niveles, controlan las fuerzas productivas, cual- permitirían edificar ese sistema dimknico de
quiera que sea su situación en el ordenamiento precios y hacerlo operanteJ6. Este problema no
jurídico. es solamente matemático, es social, y comienza
por el problema de determinar las prioridades
Sin embargo, el verdadero problema planteado sociales, las necesidades propuestas por la
por la con@itoción de tal sistema de precios no política como objetivo de producción. En el
es en absoluto su existencia sino su evolución fondo de la búsqueda del optimum aparece el
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

problema de saber en qué condiciones la sobrepasada : justificada porque ponía al des-


política puede interpretar objetivamente la nudo la imposibilidad para el marginalismo de
evolución de las necesidades sociales. Y la solu- dar cuenta del costo social de la producción y
ción no está solamente en un suplemento de de las relaciones de clase en la producción,
matemáticas sino en el perfeccionamiento de relaciones borradas en la imagen abstracta de
la democracia. Un sistema socialista contiene una multitud de individuos que maximizan sus
la posibilidad de ese perfeccionamiento ya que utilidades, y sobrepasada porque la práctica
no descansa sobre la propiedad privada de los misma del desarrollo socialista exige hoy el
medios de producción y ha excluido, por prin- medir la rareza de las capacidades de pro-
cipio, la posibilidad de la explotación de una ducción para poder triunfar sobre ella y multi-
clase por otra. plicar las posibilidades de satisfacción colectiva
e individual.
Para concluir, nos parece necesario subrayar Lejos de temer la confrontación con el margina-
que la existencia de una di’ferencia valor-precio lismo, la teoría marxista de la economía puede
no tiene el mismo sentido en el marco de un enriquecerse con ella y, al mismo tiempo,
sistema capitalista que en el de un sistema suministrar a conceptos sin fundamento teórico
socialista. En el primero, esa diferencia expresa el fundamento que les falta y que tantos margi-
la imposibilidad de ajustar conscientemente la nalistas desearían para sí mismos3’.
producción a la demanda en un régimen de
32. Es el camino emprendido por los trabajos de Ccikos-
propiedad privada y de competencia. En el Nagy, en Hungrla, y otros investigadores en la URSS y en
segundo, traduce, por el contrario, la posibilidad Alemania del Este. Véase nuestro artículo « La mesure
de la valeur, problème de gestion o timale d’une Bconomie
de controlar el desarrollo económico y de ajus- socialiste ». Véase el artículo de g amsonov « La corres-
tar conscientemente la producción a los objeti- pondance entre la somme des prix et la somme des valeurs
dans I’économie de I’URSS x, Ekonomoceskle NauklÍ 1960,
vos del consumo social determinados por el 1, p. 26-31. Kondrasev : c Problèmes de prix, couts et
planificador. Una vez más, el mismo elemento rentabilité s, Deng’gi 1 Kredit, 1961, 9, p. 15-23.
-la diferencia valor-precio- no tiene el mismo Aunque supongamos resueltos los tres problemas del calculo
del valor : transformación del trabajo complejo en trabajo
sentido si funciona en el seno de una estructura sim le ; transformación del trabajo muerto en trabajo vivo,
y e P paso de la contabilidad microeconómica a la contabi-
capitalista o de una estructura socialista. Bajo lidad macroeconómica,, el problema de la mejor utilización
la identidad formal encontramos una diferencia de los recursos segmrá sm resolverse si no tenemos en
cuenta la relación entre los recursos y los objetivos de
funcional, estructural. Y lo mismo sucede con producción.
otras categorías de la economía política : sala- 33. Kantorovitch : Calcul &onomlque et utllisatlon des
rio, capital, etc... ressources, 1963, p. 83 y siguientes.
Véase G. Sarthou : < Méthodes math6matiques et gestion
économique en URSS a, en Cestion, noviembre 1961, p. 410-
Si el sistema socialista afronta conscientemente 418. El autor considera que la teoría de los precios de
Kantorovitch elimina enteramente el unto de vista de la
la tarea de eliminar la rareza de un gran núme- teoría marxista del valor para desarrol Parse sobre la base de
ro de bienes y de substituir la fórmula « a cada la teoría marginal del valor. Nosotros no tenemos esa
uno según su trabajo » por el principio de opinión y pensamos que Kantorovitch desarrolla una teorfa
de los precios sobre la base de la teoría del valor
distribución 4 a cada uno según sus necesida- fuera de ella o contra ella. Véase Kantorovitch, p. 75-7-F
Véase también Mine : « L’efficacité 6conomique des inves-
des », esta perspectiva supone la desaparición, tissements dans l’économie socialiste B, Ekonomista, 1961,
a la postre, de las categorías de valor y precio. p, 515-526. Bilek : « L’influence du facteur temps sur le
Sin embargo, y ello no es una paradoja, esta calcul de l’efficacité des investissements », Statlstlcky
Obzor. 1961..._ 1. D. H-14.
lucha contra la rareza supone el perfecciona- 34. Kantorovitch, p. 219. Hay que notar que la eficacia de
miento de los medios destinados a medirla y, las inversiones en Kantorovitch desempeña el mismo papel
que una tasa de actualización.
con ellos, el perfeccionamiento de la teoría del
35. Hemos intentado expresar estas diferentes variables en
valor y de los precios. el esquema adjunto.
36. Para la determinación del sistema de precios al
En este contexto, la crítica marxista de comien- iniciarse el período, la solución puede encontrarse mediante
zos de siglo que se contentaba con rechazar la el metodo de resolución del problema dual en la progra-
mación lineal. Pero el problema sigue siendo cómo operar
filosofía marginalista del valor sin preocuparse para que el sistema sea dinámico.
de explorar la verdadera significación de ciertos 37. Cf. 1. M. Little : A crltlque of welfare economles,
resultados prácticos del análisis marginalista Cap. 1, ti Utilitarian economics m, y su discusión del libro
de Arrow, Social choice and individual value, en Journal
de los precios, aparece a la vez justificada y of Political Economy, octubre 1952.
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Teoría marginalista y teoría marxista del valor y de los precios

AB0 INICIAL Af@ TERMINAL


DEL PLAN DEL PLAN

CAPACIDADES DE PRODUCCION
II

SATISFACCIONESi
III

rareza de capacidades
IV nuevas creadas por el
plan en función de los
objetivos del plan
siguiente
SISTEMA DE PRJ%IOS DE LOS MEDIOS DE
V PRODUCCION

T. *al

La rareza (fV) disminuye con la realización del de los objetivos propuestos para el plan
plan (III). Varía, pues, a la inversa de las siguiente. A esta condición podría ser remitido
capacidades de producción (II) y en el mismo el caso (V).
sentido que la disminución del valor de los
bienes (1) que son disponibles en T,. Para elaborar el sistema de precios en función
Construir el sistema de precios consiste, pues, de estas variables y de estas variaciones, es
en aplicar (IV) sobre (1) : la rareza sobre los necesario disponer de un instrumento matemá-
costos, y en ponderar los indicadores de valor, tico que permita un cálculo eficaz. Con este
por los índices de rareza. Pero, a medida que modelo, en lugar de delinear esquemas ilustra-
el plan se realiza, las capacidades de pro- tivos, sería posible construir las gráficas de las
ducción evolucionan (II) y su rareza depende funciones.

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