en terminarlo bien si tú me ayudas de una vez terminando con mis dudas, tu calor de mujer contra mi frío. Las dos juntas en este desvarío, senos con senos, álgidas, desnudas, de carne y hueso, humanas, como viudas que mueren por nadar en franco río. Y aunque nosotras hombre no tenemos, ni tuvimos esposo con juguete, juguetes sí tenemos, y jugamos a mover nuestras piernas como remos, a tragarnos de lleno un veintisiete centímetros de amor si nos amamos.