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“UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPAN”


TEMA

DERECHO AL TRABAJO

DOCENTE : Mg. Cecilia Hananel C.


Estudiantes : Jacqueline P. CHIMOY JIRON.
Francisco CHOLAN TERAN.
Freddy CISNEROS DELAO.
José A. CONTRERAS SANTACRUZ.
Zoila M. TACILLA AGUILAR.
Hipólito M. WANDER BACILIO.
José A. VIERA AREVALO.

FACULTAD : DERECHO

CURSO : DERECHO LABORAL INDIVIDUAL Y


COLECTIVO

2018
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DEDICATORIA

Este trabajo colaborativo


esta dedicado a nuestra
docente de la asignatura
de: Derecho Laboral
Individual y Colectivo, a
quien considero una
persona muy profesional
pero sobre todo admiramos
su inteligencia y gran
calidad humana.
Gracias.
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Agradecimiento
Al todo poderoso Dios, a mi tutor virtual, por el tiempo
que dedica a esta hermosa profesión, por su dedicación, por
sus esfuerzos, por su paciencia y compromiso, es nuestra
base fundamental de nuestro desarrollo como personas, con
el cual por sus consejos, enseñanzas y sabidurías, estamos
aprendiendo a afrontar de la mejor manera los problemas
y obstáculos que a diario se nos presentaran en el devenir
de nuestra ardua carrera profesional.

Gracias.
Vaya el sincero agradecimiento a Dios todopoderoso y a
nuestro tutor virtual quien con su vasta experiencia nos orienta
en el mundo del Derecho. Es sabido que esta carrera demanda
de una gran responsabilidad, como cualquier otra, sin
embargo, somos conscientes que debemos estar preparados
para impartir justicia en todos los ámbitos y exclusivamente a
aquellos que son víctimas del abuso en sus centros laborales.
Es por ello, que reiteramos nuestro reconocimiento por esta
ardua labor.
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INDICE

 Portada 01
 Dedicatoria 02
 Agradecimiento 03
 Índice __________________________________________ 04
 Titulo 05
 Resumen________________________________________ 06
 Introducción_______________________________________ 07

 Conclusión xx
 Bibliografía xx
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“UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPAN DEL PERÚ”


DERECHO AL TRABAJO

AUTORES : Jacqueline P. CHIMOY JIRON.


Francisco CHOLAN TERAN.
Freddy CISNEROS DELAO.
José A. CONTRERAS SANTACRUZ.
Zoila M. TACILLA AGUILAR.
Hipólito M. WANDER BACILIO.
José A. VIERA AREVALO.

BASE LEGAL:

CONSTITUCION POLITICA DEL PERU

PREÁMBULO

EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEMOCRÁTICO, INVOCANDO A DIOS


TODOPODEROSO, OBEDECIENDO EL MANDATO DEL PUEBLO PERUANO Y
RECORDANDO EL SACRIFICIO DE TODAS LAS GENERACIONES QUE NOS HAN
PRECEDIDO EN NUESTRA PATRIA, HA RESUELTO DAR LA SIGUIENTE
CONSTITUCION:

TÍTULO I

DE LA PERSONA Y DE LA SOCIEDAD

CAPÍTULO I

DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA PERSONA


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Art. 1.- Defensa de la persona humana

La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la


sociedad y del Estado.

Art. 2.- Derechos fundamentales de la persona

Toda persona tiene derecho:

1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre


desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le
favorece.
2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra
índole.
7. Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a la
voz y a la imagen propias. Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o
agraviadas en cualquier medio de comunicación social tiene derecho a que éste
se rectifique en forma gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las
responsabilidades de ley.

Artículo 22°.- El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y un


medio de realización de la persona.

Artículo 23°.- El trabajo, en sus diversas modalidades, es objeto de atención


Prioritaria del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de edad y al
impedido que trabajan.
El Estado promueve condiciones para el progreso social y económico, en especial
mediante políticas de fomento del empleo productivo y de educación para el trabajo.

Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, ni


desconocer o rebajar la dignidad del trabajador.

Nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento.

ANTECEDENTES:
EL TRABAJO EN EL IMPERIO INCAICO
Las tareas eran asignadas a unidades domésticas y no a individuos y era este grupo, el
que tenía bajo su responsabilidad, la existencia de niños, ancianos, viudas, huérfanos y
lisiados. El trabajo, para hacer casas, sembrar, barbechar, hacer carreteras,
fortalezas, sistemas de riego, andenes estatales, almacenes de alimentos, etc., se
convertía en trabajo de la comunidad. El trabajo, la energía de los hombres y mujeres,
se empleaba también por el Estado y al Kuraka, que lo representaba, al igual que
el trabajo social del ayllu. El trabajo era una obligación. Había comercio de trueque de
productos, el ciclo comercial era muy limitado, no podía adquirirse artículos de lujo,
porque no existían. El capital no producía ningún interés. Lo que se adquiría, se repartía
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y el atesoramiento no existía. La entrada principal del estado era el trabajo campesino.


No había tributo ni dinero. El campesino tenía dos dimensiones económicas en su vida:
Realizar actividades relacionadas con la autosuficiencia dentro del ayllu, con el manejo
de sus tierras, sin deberle nada a nadie y contribuir al estado, con tiempo y energía en
todas sus necesidades, que incluía las tierras de la iglesia oficial. Muchos de sus
alimentos fueron crudos.
No conocieron el freír los alimentos. Conocieron la pachamanca o cocido bajo tierra.
El trabajo en el incanato era obligatorio, pero según la capacidad de cada uno, se
gozaba del derecho semanal y de numerosos días festivos, se gozaba del derecho de
vacaciones anuales pagadas, beneficio desconocido en los pueblos antiguos. Existían
muchos entretenimientos populares y los ocios de los trabajadores eran sabiamente
orientados y nadie sufría miserias, porque la seguridad social atendía las necesidades
de todos.
Nadie haraganeaba ni vivía del trabajo ajeno. En esos tiempos, se practicaba como
máxima social, el saludo cotidiano "Ama Kella", que significa "No seas Ocioso". Y la
respuesta al saludo era "Ama Kcampis Kaichu" que significa "No lo seas tú tampoco".
¿QUE ES EL TRABAJO?
El Trabajo es todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus
características o circunstancias; significa toda la actividad humana que se puede o se
debe reconocer como trabajo entre las diversas actividades que el hombre es capaz de
realizar.
La necesidad de trabajar quizás tuvo su origen, hace millones de años, por la necesidad
en el instinto básico del hombre de sobrevivir y perpetuarse como especie. En aquel
mundo solo y hostil, el hombre utilizo todas sus potencialidades para proveerse de
alimentos, elaborar su ropa y vivienda, fabricar sus utensilios, herramientas y armas,
para proteger a sus hijos.
Desde el punto de vista individual, el trabajo es todo lo que el hombre hace para su
satisfacción, alegría y bienestar; toda la gama de actividades que satisfacen sus
necesidades primarias, así como alcanzar la riqueza material y espiritual para el mismo,
los suyos y su país.
La persona cuando realiza un trabajo puede tener diferentes finalidades. Si el trabajo se
realiza para obtener ganancias económicas que nos garanticen la subsistencia, lo
llamamos “trabajo productivo” o “remunerado”.

DEFINICIÓN DEL DERECHO DE TRABAJO


El Derecho del Trabajo es un derecho viviente, palpitante, que va adquiriendo
dimensiones desconocidas. Es la regulación de las relaciones de trabajo individual y
colectivo, las condiciones de trabajo las reivindicaciones salariales, la sindicalización,
la huelga, el paro forzoso, la seguridad social, los comités de empresa y la cogestión.
El Derecho de Trabajo se ha extendido a todas las actividades que realiza el hombre y
se expresa en las normas laborales que protegen sus actividades. Son materia de
protección y por consiguiente, parte del Derecho del Trabajo, los descansos laborales
(semanales y anuales o vacaciones), las gratificaciones,
bonificaciones, remuneraciones, las utilidades, la estabilidad laboral, la jornada de
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trabajo, las horas extras, el trabajo nocturno, la CTS que son tan extendidas en nuestra
sociedad y en nuestro país.

¿QUE ES EL DERECHO LABORAL?


Es la rama del derecho que se encarga de regular las relaciones que se establecen a
raíz del trabajo humano se conoce como derecho laboral. Se trata del conjunto de reglas
jurídicas que garantizan el cumplimiento de las obligaciones de las partes que
intervienen en una relación de trabajo.
El derecho laboral entiende al trabajo como aquella actividad que un individuo desarrolla
con el objetivo de transformar el mundo exterior, y mediante la cual obtiene los medios
materiales o bienes económicos para su subsistencia.
Es de vital importante determinar que son varias son las fuentes de las que bebe el
citado derecho laboral para desarrollarse y establecer la justicia que se estima
pertinente. En concreto, se establece que entre aquellas destacan la Constitución, los
contratos de trabajo, los tratados internacionales existentes, la ley o los reglamentos.
Como hecho social, el trabajo contempla el establecimiento de relaciones que no son
simétricas. El empleador (es decir, quien contrata a un trabajador) cuenta con una
mayor fuerza y responsabilidad que el empleado. Por eso, el derecho laboral tiende a
limitar la libertad de cada compañía a fin de proteger al involucrado más débil de esta
estructura.
Esto supone que el derecho laboral se basa en un principio protector, a diferencia del
derecho privado que se sustenta en un principio de igualdad jurídica. El derecho laboral,
por lo tanto, debe aplicar, frente a la multiplicidad de normas, las reglas que resulten
más beneficiosas para cada trabajador.
Este principio protector es uno de los más importantes que existen dentro de este citado
ámbito, sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que el derecho laboral
también se basa en otros tales como es el caso del principio de razonabilidad. Este es
aplicable tanto al propio empleador como al trabajador y viene a establecer que ambas
figuras desarrollan sus derechos y sus deberes sin caer en conductas abusivas.
De igual manera también es importante subrayar el valor del principio de
irrenunciabilidad de derechos. Esta máxima deja claro que ningún trabajador puede
llevar a cabo la renuncia de los derechos que se le establecen como tal por parte de la
legislación laboral. Eso supone, por ejemplo, que no pueda ni trabajar más horas de las
que están establecidas ni que tampoco renuncie a cobrar menos de los que está
estipulado.
Cabe resaltar que las relaciones laborales están regidas por una ley de contrato de
trabajo y diversas normas complementarias. De todas formas, cada sector productivo
cuenta con sus propias normas para regular las relaciones o ciertos aspectos de ellas,
sin que estas normas impliquen una violación a la mencionada ley de contrato de
trabajo.
Por otra parte, existen convenios colectivos de trabajo que se aplican a distintos grupos
profesionales. Estos convenios colectivos son acuerdos que se negocian entre los
empleadores y los empleados y que deben ser aprobados por el Estado.
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Convenios estos que se deben caracterizar porque tienen que respetar en todo
momento la legislación laboral existente. En concreto, se pueden establecer dos tipos:
los convenios de empresa, en los que ejercen de interlocutores los delegados sindicales
o los comités de empresa, y los convenios de rango superior donde son los sindicatos
los encargados de tener la representatividad.
Aparición del Derecho del Trabajo o Derecho Laboral
El Derecho del trabajo surge de las nuevas relaciones que se establecieron durante
la revolución industrial. Frente al poder económico y político que adquirieron los
industriales capitalistas y grandes empresarios, surgieron primero de forma espontánea
y esporádica diversos tipos de protestas, como las manifestaciones, paros, marchas y
huelgas, la ocupación de fábricas y el sabotaje, que precedieron a la formación de
organizaciones de trabajadores (los sindicatos) que demandaban mejoras
socioeconómicas que no podían conseguirse a título individual. Por parte de los nuevos
capitalistas se sostenía que los Estados no debían legislar interfiriendo en la "libre
contratación" entre empleadores y trabajadores, por lo que en primera instancia el
Estado intervenía en los conflictos laborales limitándose durante mucho tiempo a la
represión de las protestas, consideradas ilícitas, mediante la acción policial o militar; por
parte de los sindicatos y trabajadores se demandaban mejoras tanto salariales como en
las condiciones de trabajo y una regulación que protegiera a la parte más débil en la
supuesta libertad de contratación, esto es al trabajador.
Durante el siglo XIX fueron naciendo diversas corrientes que desde ángulos distintos
exigieron la intervención del Estado en defensa de los trabajadores, como las escuelas
intervencionistas y las escuelas socialistas. Las escuelas intervencionistas quieren que
el Estado proteja, por medio de una política adecuada, a las clases sociales
perjudicadas con la libre distribución de la riqueza. El socialismo, particularmente en su
desarrollo formulado por Karl Marx, procuraba sustituir la estructura capitalista por un
régimen en que no existiera la propiedad privada de los medios de producción ni la
explotación por unos seres humanos de la fuerza de trabajo de otros. El objeto del
socialismo es la emancipación de los proletarios por obra revolucionaria de los mismos
proletarios.
El surgimiento de las primeras leyes laborales data desde la segunda mitad del siglo
XIX, y más tardíamente en unos países que en otros.

RESUMEN
El Derecho del Trabajo es un desprendimiento del Derecho Civil. Para comprender las
razones de esa escisión, debemos reparar en un dato jurídico de inmensas
repercusiones sociales, que es el de los principios que inspiran el ordenamiento civil.
Se proclama que todas las personas son formalmente iguales y libres, por lo que pueden
concurrir al mercado a comprar o vender cualquier bien. Como este mercado está regido
por una ley natural de la oferta y la demanda, las condiciones de dicha adquisición son
fijadas por ésta. Las partes pueden en esta operación, acordar sin restricciones lo que
convenga a sus intereses, en virtud de la autonomía privada individual. El Estado debe
garantizar que los sujetos puedan celebrar el contrato y luego lo cumplan según lo
pactado, pero no debe intervenir en la determinación de los derechos y obligaciones
establecidos en aquél. Si hubiera alguna ley que señalara el contenido de las relaciones
jurídicas, ésta tendría carácter dispositivo, por lo que cualquier regulación diferente del
contrato prevalecería sobre aquélla.
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La aplicación de este esquema en el campo de las relaciones laborales, más aún con la
rigidez propia del liberalismo entonces en auge, mostró que los valores consagrados por
el Derecho Civil no se verificaban en la realidad: el trabajador sólo dispone de su
energía, que debe ofrecer a quien la vaya a utilizar, que será un empresario, a cambio
de una retribución; pero como la necesidad de obtener un empleo, es mucho mayor que
las probabilidades de encontrarlo, la voluntad única del empleador establece los
derechos y obligaciones entre las partes. Esto condujo a un régimen de extrema
explotación de la mano de obra, sin precedentes en la historia: jornadas extenuantes,
salarios miserables, pagados muchas veces en vales, pésimas condiciones de
seguridad e higiene, etc. Hay multitud de testimonios de este cruel período, en la
historia, la filosofía, la economía, la literatura.
No tardó en surgir una reacción de los mismos afectados por este sistema, alentada por
el pensamiento anarquista y socialista (en el Perú no puede omitirse, además, al
aprista). El instrumento por excelencia en esa lucha estuvo en la organización sindical.
Pese a que los ordenamientos penales consideraban un delito la existencia y
funcionamiento de los sindicatos, éstos se formaron y consolidaron hasta llegar a
constituir una verdadera amenaza contra el régimen económico y político. Los
trabajadores tenían conciencia de que sólo por esa vía podrían presionar al Estado para
la fijación de reglas básicas para las relaciones 6 laborales, así como a sus propios
empleadores, en dirección de lograr un régimen de trabajo menos abusivo.
En este contexto, el Estado se vio forzado a abandonar su posición de abstención en la
determinación del contenido de los derechos y obligaciones de los sujetos laborales
individuales, que iba acompañada de una intervención represiva sobre las acciones
sindicales. Allí, el contrato que vinculaba al trabajador con el empleador, entonces
llamado arrendamiento de servicios, fue extraído del Derecho Civil, para poder apartarlo
de los valores antes mencionados y sujetarlo a otros distintos y hasta contrarios. Este
es el origen del contrato de trabajo y del área que se ocupa de todas las relaciones
derivadas de él: el Derecho del Trabajo.
Los supuestos del nuevo ordenamiento laboral son muy distintos a los del civil. Se
entiende que los sujetos de la relación laboral son materialmente desiguales, porque
uno tiene poder económico y el otro no, y, por tanto -también en la esfera sustancial-, al
último de éstos le falta libertad. La autonomía privada individual puede, por consiguiente,
constituir el vínculo entre las partes, pero la regulación está limitada desde afuera por la
ley. Esta se ocupa, pues, no sólo del acceso y la ejecución del contrato, sino además
de su contenido, y lo hace de modo relativamente imperativo: fijando beneficios mínimos
en favor del trabajador, que por autonomía privada pueden incrementarse pero no
reducirse. Constatado el desequilibrio real entre los sujetos laborales individuales, el
propósito del Derecho del Trabajo es el de compensarlo con otro desequilibrio en el nivel
jurídico, de signo opuesto al anterior: La protección del contratante débil. Este es el
sentido de la intervención tuitiva del Estado en esta área.
Pero el único vehículo de nivelación no es el que proviene del Estado: La Ley; sino que
hay otro surgido de la relación directa entre las organizaciones sindicales y el
empleador: el convenio colectivo. La autonomía privada se ensancha desde entonces
para abarcar, además de la individual, la colectiva. De allí nacen múltiples y complejas
relaciones entre la ley y el convenio colectivo en la regulación de las relaciones
laborales, que varían mucho en los modelos democráticos y los autoritarios.
La creación del Derecho del Trabajo supuso, en definitiva, que la regulación de las
relaciones laborales que había estado tradicionalmente a cargo de fuentes de
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configuración en los hechos unilateral: el contrato de arrendamiento de servicios, el


reglamento interno de trabajo y la costumbre, que expresaban la disparidad, se
trasladara a las nuevas fuentes: la ley laboral y el convenio colectivo, que buscan la
paridad.
Como la relación laboral es, de un lado, conflictiva, porque los intereses de los
trabajadores como individuos y como categoría son diferentes y a veces opuestos a los
de los empresarios como individuos y como categoría, siendo ambos legítimos, se
requiere regulación, para que el conflicto discurra entre los márgenes del sistema; pero
como, de otro lado, es estructuralmente desigual, porque los trabajadores no tienen
poder económico y los empresarios sí, se requiere que esa regulación sea equilibrada,
para balancear con la ventaja jurídica la desventaja material y, de ese modo, contribuir
a la materialización de la justicia y la paz.
El ordenamiento laboral en su conjunto cumple así la función de regular la utilización del
trabajo ajeno por un empresario y la obtención de ganancias de él, permitiéndola pero
controlándola, y de encauzar los conflictos individuales y sociales que se originan en
esa relación. Esta función se adapta a las diversas circunstancias en las que debe
ejercerse, como pueden ser los distintos niveles de desarrollo económico o las
diferentes situaciones de expansión o de crisis económicas, pero en su esencia se
mantiene inalterada.
Este trabajo colaborativo está doblemente ligada a la vida universitaria. De un lado, es
producto de las lecturas, reflexiones con motivo del dictado del curso de Derecho
Laboral, a cargo de la Facultad de Derecho de la Universidad Señor de Sipan. De otro
lado, está concebido con un material para la enseñanza. En esta perspectiva, es sólo
un punto de partida para entrar al conocimiento del Derecho del Trabajo. No dudamos
que lo sostenido en este libro puede ser objeto de profundizaciones, cuestionamientos
y cuando se den cambios legislativos y actualizaciones. Su propósito es el de abrir y no
el de cerrar el debate.
Finalmente, queremos reconocer que las ideas expuestas aquí, pertenecen en mucho
a un equipo de trabajo formado, en torno al curso de Derecho Laboral. Muchos de sus
antiguos integrantes son hoy en día destacados docentes de nuestra Área Laboral.
INTRODUCCION
El trabajo es esencial para todas las personas en la organización de la sociedad actual.
Contribuye no sólo a la formación de los individuos, sino que también es necesaria para
que cada uno pueda hacer frente a sus necesidades y a las de su familia, entablar y
mantener vínculos sociales y cumplir con sus deberes para con la sociedad.
Pero, en nuestros días, el trabajo se ha convertido para centenares de millones de
personas en un bien escaso; un sufrimiento o un peligro para aquellos que tienen “la
suerte” de trabajar.
Sin embargo, después de casi un siglo, el derecho al trabajo (relaciones y condiciones
de trabajo) está codificado y las políticas laborales se elaboran en el seno de la OIT.
Ciertamente, sus reglamentos han hecho posible una cierta mejora de las condiciones
de trabajo en ciertas regiones del mundo, en particular en Europa durante el período
siguiente a la II guerra mundial (llamado los treinta gloriosos). Hay que constatar que ni
esta región del mundo escapa a los problemas citados y que se encuentra en plena
regresión en estos temas.
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Es necesario buscar el origen de todos estos problemas en la organización de la


producción y la orientación de las políticas económicas. Además, tres decenios de
política neoliberal, aplicada a nivel planetario y llamada mundialización, han exacerbado
las crisis. Al poner a competir no sólo a los trabajadores sino también a los Estados
entre ellos, y al excluir aún más la economía del campo político, esta mundialización
neoliberal ha provocado una regresión en las legislaciones que regulan las relaciones
de trabajo y ha debilitado al movimiento sindical.
En este contexto, si bien el derecho laboral es conocido por todo el mundo, el derecho
al trabajo no lo es tanto. Por supuesto, la reglamentación de las relaciones de trabajo
es extremadamente importante, pero hay gozar previamente de un empleo del que
poder beneficiarse.
El derecho al trabajo, reconocido a nivel internacional y en la mayor parte de las
legislaciones, responde a esta condición previa. Como derecho humano que es, aporta
al tratamiento de estas cuestiones una dimensión que rara vez se pone por delante y no
es tenido en cuenta en la elaboración de las políticas y las estrategias de lucha contra
el desempleo y el subempleo.
A través del presente trabajo colaborativo se analizaran el origen, clasificación, sus
principales características, los diferentes aportes de cada una de ella para el estudio y
aplicación del derecho al trabajo así como la importancia que tienen los mismos en el
correcto desenvolvimiento de la sociedad.
En la actualidad, el derecho laboral ha cobrado una importancia significativa en la
realidad peruana, así, lo que busca el derecho laboral es el garantizar que los
trabajadores tengan un ambiente laboral adecuado y que realicen sus labores en
condiciones dignas. Sin embargo, en ciertas ocasiones, debido a la realidad
del trabajo en el Perú, la protección laboral a los trabajadores no se concretiza, ya que
debido a las exigencias del mercado se busca la reducción de los costos de producción,
así como el evitar reconocer algunas garantías y derechos de los trabajadores, los
cuales al no reconocerse sus derechos sufren vulneraciones a los mismos, los cuales
les corresponden constitucionalmente, por lo que se verían afectados gravemente.
Debido a ello es que con frecuencia se ha empleado el concepto de primacía de la
realidad cuando se considera que en la relación entre el trabajador y el empleador
existen elementos que podrían dar indicios de que nos encontraríamos ante una relación
laboral entre ambos, es decir, que existe un contrato de trabajo y no una relación de
cualquier otra índole.
La coyuntura actual en nuestro país muestra un desarrollo muy eficiente en cuanto al
tema laboral, creo principalmente por los diversos tratados que nuestro gobierno ha
venido autografiando hasta nuestros días, siendo esencial para el desarrollo económico.

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