agigantados pasos El anuncio de unas nuevas gafas de realidad virtual ya no sorprende tanto como hace unos años, cuando Oculus Rift comenzaba a distribuir sus primeros packs para desarrollo y era casi todo un lujo poder probarlas. Sin embargo, los pequeños avances que se están generando en el mercado marcan cada vez más la dirección de esta tecnología. Los nuevos horizontes marcados para las compañías en el desarrollo de la realidad virtual pasan por varios puntos: sistema de funcionamiento inalámbrico e independiente; la alta definición, para ver los contenido en 4K e incluso ya, se habla del 8K; el escaneo del entorno para “virtualizarlo”; la combinación con hologramas… Puede sonar a ciencia ficción, pero paso a paso, se está cada vez más cerca de ese futuro de película que a veces se ve en el televisor. Compañías como HTC por ejemplo, ya tienen un modelo inalámbrico, las gafas de realidad virtual HTC Vive Pro. Pretenden dar más independencia de movimiento al usuario, son más cómodas y al ser inalámbricas, no dependen de cables conectados al ordenador o la corriente. Lenovo, con la colaboración de Google, está desarrollando un modelo nuevo de gafas de realidad virtual que no necesite siquiera depender de un ordenador o un teléfono móvil. Aunque están aún puliendo el sistema, son capaces de adaptarse, de forma limitada, al entorno del usuario y detectar el movimiento de este y cuentan con apps integradas. Es sin duda un primer paso para su uso en determinados ambientes y sectores.