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ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN JURÍDICA DE LA ISLA SUAREZ

CAPITULO I

GENERALIDADES

1.1. Resumen Ejecutivo. -

En el Río Mamore en la frontera entre Bolivia y Brasil precisamente entre la ciudad de


Guayaramerín en la parte boliviana y la población de Guajara - Mirin del lado
brasilero, encontramos una isla fluvial amazónica denominada Isla Suarez.

Esta Isla que tiene la denominación de una prestigiosa familia boliviana, nació en
Bolivia y como parte de nuestro Estado, así fue reconocida en 1867 a través del
Tratado de Ayacucho y ratificada por el Tratado de Petrópolis de 1903, sin
embargo, ambiciones impulsadas por intereses más allá del trasatlántico a
principios de la década de los años 30 (1930), originaron acciones para que
Brasil genere cuestionamientos y posibles argucias sobre la titularidad y
soberanía de Bolivia sobre la Isla Suárez, por lo que en 1959 el Tratado de
Roboré dejó en vilo de juicio la soberanía de este territorio boliviano.

No es el único caso, pues la investigación ha permitido conocer e identificar que


similar situación guardan casi 80 islas fronterizas entre Bolivia y Brasil a lo largo del
Río Mamoré y del Río Madera, de la misma forma otras 9 islas entre Bolivia y
Paraguay por el Río Guaporé.

Se planteó el Análisis Jurídico con el objeto de conocer el estatus de la Isla Suarez y


su situación de soberanía en relación a Bolivia.

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1.2.introducción. -

La formación de los territorios nacionales en América Latina fue acompañada por la


conformación y transformación de los Estados, proceso histórico en el que se presentó
una serie de conflictos limítrofes. Las fronteras han sido vistas como líneas
imaginarias y artificiales que determinados marcadores, como los hitos o mojones, se
encargaron de representar en la realidad; si éstas son geográficas, casi siempre los
accidentes naturales quienes dibujen esa línea; si son antropológicas, la frontera
consistirá en una zona de contacto entre diversos grupos culturales.

Los asentamientos humanos permanentes en América requirieron de un


determinado territorio sobre el cual establecerse y, una vez que se apropiaron de ese
espacio practicaron sobre él un dominio que pretendió ser absoluto y soberano,
procedieron en consecuencia fijar los límites, es decir, las marcas que indicaban la
jurisdicción sobre la cual se ejercían su influencia y que separaban una unidad política
de otra. Las fronteras son las áreas menos favorecidas de los territorios decretados
pertenecientes a un Estado, son líneas que acotan unidades políticas establecidas.

Las fronteras son líneas geográficas reconocidas que separan o ponen en contacto dos
o más continentes, países, provincias o Estados. Deben estudiarse haciendo énfasis en
la relación entre los grupos que separan, llegando a ser consideradas líneas de
conversión que el hombre ha proyectado en los espacios geográficos.

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1.3. Antecedentes.

1.3.1 Antecedentes históricos.

El conocimiento de lo que hoy entendemos como Frontera, encierra no sólo su


perspectiva desde el punto de vista del régimen jurídico, sino analiza su proceso de
transformación en el tiempo y en el espacio, como una región controlada y
transformado por el hombre de acuerdo a sus intereses sociales, económicos, políticos,
entre otros; del momento histórico estudiado sea en el pasado o en el presente. El
estudio de la Frontera desde el punto de vista espacial, no es más que un marco
provisional o permanente, de la actividad humana. Así pues, la geografía de las
Fronteras es solamente la geografía de los límites impuestos a la actividad de un grupo.

La idea que los hombres tenemos de la frontera ha evolucionado: desde la concepción


antigua, medieval, y moderna. El mundo primitivo conoció sus límites; igualmente
la antigüedad helénica. Pero eran los límites de la Ciudad- Estado, de las autarquías
asiáticas, donde aquellos estaban determinados en lo fundamental, por factores de
defensa y conquista.

Con Roma se asientan, nacen las bases de una jurisdicción territorial. No obstante
la Frontera romana, sus límites, servían a Roma, al Imperio, a su mundo. Los
límites romanos, el límite, la línea de separación del mundo bárbaro, tenía,
únicamente fines militares y aduaneros, el limes romano en el siglo III tenía una
longitud de 9000 kilómetros y estaba dividido en seis sectores: Renania, Danubio,
Oriente, Egipto, África, y Bretaña. Varia un tanto la idea de Frontera en la historia
de Roma según se trate de la Monarquía, la República, o el Imperio (Cantú, 1881).

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Sabemos que no hay espacialidad que no organice la determinación de fronteras
y que el origen de la.frontera se sitúa en el movimiento. En la cultura latina la frontera
distinguía lo sagrado de lo profano. Sin frontera no podía existir ni civitas ni
cultura, por lo que César llegó a afirmar: La más grande gloria del imperio es hacer
de sus fronteras un vasto desierto (Velasquez,2009).

Para los romanos el territorio se define por la formula Finis esse, que antes de aparecer
como un principio de división es un principio de unidad. Es un proceso de
unificación, un medio esencial de organización del Estado, un atributo de la
pujanza pública. Roma creó entre la teoría de la Frontera y la idea del Estado un lazo
de causa a efecto. El período medieval -caracterizado social, política, jurídica, y
económicamente por el feudalismo- trastocó el orden romano. Las características
guerras del expansionismo mahometano y de la reconquista Cristianas de la
Península Ibérica, tienen y determinan particularidades fronterizas enmarcadas
dentro de un concepto militar en la perspectiva de una primitiva noción delimitativa.

El concepto de Frontera que llega hasta nuestros días, aparece en la Europa del morir
feudal, e inicio del absolutismo, cuando los reyes gobernaban a sus súbditos en
territorios delimitados, que estaban sujeto a la autoridad absoluta del soberano. La
crisis de los Estados absolutistas, conllevan el nacimiento de las nacionalidades;
el impulso de la Burguesía naciente rompe las viejas estructuras del mundo
medieval, cuando surge los Estados Nacionales. Centralizada la teoría de
la Frontera en su elemento fundamental la delimitación, ésta es, en Derecho
Internacional, una operación de importancia vital puesto que es a la vez un factor de
paz, un signo de independencia y un elemento de seguridad (Braudel, 2010).

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Los problemas fronterizos en Latinoamérica evolucionaron históricamente desde la
formación de los Estados independientes. A muchos países les resultó difícil resolverlos por
tratarse de asuntos muy sensibles en los que estaban involucrados los nacionalismos
desarrollados desde el siglo XIX hasta nuestros días, y en los cuales influyen también la
economía, la cultura, la comunicación, la educación y la política. Así que muchas veces las
naciones discrepan entre sí sobre la demarcación limítrofe porque pierden algún territorio
que en el pasado les perteneció, o porque tienen que compartir el cauce de un río o algún
otro tipo de accidente geográfico.

La delimitación de una frontera posibilita ver en la construcción misma de su espacio los


aspectos relacionados con la formación del territorio, cuya existencia hace prevalecer
una continuidad en el ejercicio del control de ese espacio. Por otra parte, el mismo espacio
es producto de distintos intercambios prácticos y simbólicos que equiparan en el contexto
la creación de ecosistemas culturales y políticos que resguardan formas de establecer
relaciones entre los espacios interiores (Pérez Taylor, 2001 ). Los habitantes de
frontera son ciudadanos de una nación que se han incorporado a un sentido de pertenencia
común, pues para ellos esta región es una realidad que se construye con base en la dualidad
de su nacionalidad y la del vecino. Por eso, en estas regiones las crisis económicas o
políticas, pueden generar acciones colectivas que suelen convertirse en prácticas
nacionalistas. Cada zona fronteriza, en el proceso histórico de su propia delimitación y
en el proceso social de renegociación y conflicto constante, conjuga de un modo peculiar
la relevancia de la acción estatal y de la población local.

Los límites que demarcan la extensión de los países son cambiantes, pues la mayoría de las
veces son trazados luego de lograr acuerdos tras disputas pacificas o violentas. Esta
es una realidad que está presente en todos los continentes. Ejemplo de ello son las
guerras vividas en Europa o la

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fragmentación de los países que formaban la antigua Unión Soviética o la ex Yugoslavia.
América no escapa a esta realidad. Hay que tomar en cuenta que los países americanos
surgen tras guerras de independencia del sometimiento español, portugués, francés o
inglés y son esas nuevas entidades las que se encargan de delimitar su soberanía
sobre una población en áreas no bien especificadas. Ello condujo a enfrentamientos
que en ocasiones llegaron a conflictos bélicos como fueron la Guerra del Pacifico
(1879-1884), la del Chaco (1932-1935), y la peruana-ecuatoriana (1941-1942) (Briceño,
2014).

1.4.-Descripcion Del Objeto De Estudio.

El objeto de estudio en la presente investigación, está centrado en conocer el estatus


jurídico de la Isla Suárez, que en la delimitación fronteriza entre Brasil y Bolivia en el cauce
del Río Mamore y por la Ribera de Guayamerin (Bolivia) y Guajaramerin (Brasil) ha
quedado pendiente.

1.5.- Planteamiento Del Problema.

1.5.1.- Identificación Del Problema.

En la formación del actual territorio de Latinoamérica las fronteras se estructuraron


de acuerdo al principio del uti possidetis juris, según el cual se debían conservar los límites
que poseían los países iberoamericanos durante el período de colonización. Pero el
desconocimiento de las realidades geográficas de los extensos territorios fronterizos
y la falta de precisión con que las potencias europeas habían determinado los límites
entre sus colonias, hicieron de la demarcación de nuestras fronteras - por no suponer la
misma delimitación- una ardua tarea que duró más de un siglo de largas disputas

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territoriales y que terminaron resolviéndose, al menos parcialmente, mediante acuerdos
internacionales.

Toda frontera tiene una génesis y el actual trazado de límites responde a la elección de
una estrategia territorial, que incluye una combinación de decisiones geopolíticas,
propias de un contexto histórico, y de lo cual resultan los territorios fronterizos.

Toda frontera es la superficie del Estado, es decir, una franja del territorio que funciona como
ámbito de contacto con los Estados vecinos a ambos lados de los límites, por tanto,
constituye un espacio de tensiones y conflictos como resultado, entre otras cuestiones,
de los alcances espaciales del poder. Las fronteras son construcciones humanas y cada
país, Estado o región, adopta la identidad en estos ámbitos, y al ser cambiantes se producen
situaciones de tensión y conflicto en aspectos políticos, económicos y territoriales,
entre otros.

El diferendo territorial entre estos dos países es por una pequeña isla fluvial en el Amazonas,
ubicada en el río Mamoré. Tiene una superficie de apenas 2,58 km2 y hasta ahora no existe
una definición formal de a qué Estado pertenece el territorio. Se trata de la Isla Suárez,
como es conocida en Bolivia, donde se la considera parte del departamento de Beni, o Ilha
de Guajará-Mirim, nombre para los brasileños, que la incluyen en el territorio del Estado de
Rondónia.

La zona fue delimitada por el Tratado de Ayacucho, firmado el 27 de marzo de 1867 por
ambos países, donde el entonces emperador del Brasil y la República de Bolivia
acordaron sus límites y se resguardaron de futuros conflictos mediante el art 4°: "Si
en el acto de la demarcación ocurrieren dudas graves, provenientes de la inexactitud de
las indicaciones del presente Tratado, serán esas dudas decididas amigablemente por ambos
Gobiernos, a

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los cuales los Comisarios las elevarán, considerándose de acuerdo, que al resolverlas, como
interpretación o aditamento del mismo Tratado; y dejando entendido que si tales dudas
ocurrieren en un punto cualquiera, no dejará por esto de proseguir la demarcación en los
otros indicados en el Tratado".

A partir del Tratado, Bolivia ocupó la isla, que fue reclamada por Brasil en abril de 1930,
comenzando un período de reclamos y respuestas por parte de Bolivia donde aseguraban
que su soberanía se basaba en la proximidad geográfica con la isla.

Este diferendo no se ha dirimido hasta el momento y aunque en la creencia general Bolivia


sigue administrando la isla, numerosas familias brasileñas la

ocupan y han sentado dominio en este discutido terriotrio.

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