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UNIVERSIDAD NACIONAL ARTURO JAURETCHE.

GEOLOGÍA DEL PETRÓLEO.

CLASE 9

Trampas. Concepto de trampa, yacimiento y campo. Concepto de cierre. Cierre


estructural y cierre útil o práctico. Relación entre cierre y pendiente regional.

Clasificación de trampas: A) Trampas estructurales. 1- trampas formadas por


pliegues anticlinales. 2 - trampas formadas por fallas. 3- trampas complejas
(sobrecorrimientos, duplex, etc.). B) Trampas estratigráficas. 1- deposicionales
(trampas por cambio de facies). 2 - diagenéticas. 3 - trampas relacionadas con
discordancias. C) Trampas combinadas. Origen de cada tipo de trampas. Ejemplos
argentinos. Exploración de trampas estructurales y estratigráficas. Trampas
hidrodinámicas.

• Reconstrucción de cortes estructurales en fajas plegadas utilizando datos de


pozos (pases, espesores, buzamientos). Balance de líneas y de áreas.

• Construcción de distintos tipos de mapas de facies. Definición de áreas de interés.

• Esquematizar en corte y en planta (mapas: estructural, isopáquico, de facies),


distintos tipos de trampas estructurales y estratigráficas. Correlación de perfiles.

TEMA GENERAL TRAMPAS

SISTEMA PETROLERO

Definición. Ubicación de las Trampas.

Se recuerdan los componentes y procesos que definen el Sistema petrolero.


Sistema Petrolero

El sistema petrolero es un sistema natural, que incluye todos los elementos y


procesos geológicos esenciales para que un yacimiento de petroleo y/o gas exista
en la naturaleza.

Un sistema que contiene el conjunto de los rasgos geológicos que permiten la


acumulación de hidrocarburos en una cuenca sedimentaria.

Los componentes del sistema petrolero son :

- Roca madre. Rocas mayormente pelíticas, de colores no oxidantes


portadoras de materia orgánica (mayor del 5% en peso).

- Roca reservorio. Son rocas (areniscas o carbonatos, principalmente) que


tienen el espacio poral interconectado y en esos poros se alojan los hidrocarburos.

- Rocas sello. Rocas impermeables (arcillas, evaporitas, rocas volcánicas,


etc.) cubren a las anteriores e impiden la fuga de gas y petróleo.

Son rocas sello aquellas que por su escasa permeabilidad o por contener poros de
tamaño subcapilar, no permiten el paso de un fluido, sirviendo como cierre a su
migración o desplazamiento. Para que una roca sea considerada desde el punto de
vista práctico, como impermeable, esta no debe poseer fracturas interconectadas.
Una roca sello debe tener una presión capilar de entrada suficientemente alta para
detener la fuga de los hidrocarburos. Las rocas sello generalmente son litologías
dúctiles lateralmente continuas y con alta presión capilar de entrada

- Trampas. Anomalías estructurales (deformación o fallamiento) y


estratigráficas (acuñamientos, erosión) que frenan la migración de los
hidrocarburos y facilitan su acumulación.

El Sistema Petrolero funciona por la interrelación de sus componentes y los


procesos, requieren de tiempo geológico y condiciones geológicas adecuadas en
la Cuenca

Una vez que la roca madre ha alcanzado la madurez térmica, los hidrocarburos
generados son expulsados hacia rocas porosas y permeables próximas, se
concentran y continúan en su migración hasta las anomalías (trampas) que son
cargadas con petróleo o gas (o ambos) y de esta forma constituyen una
acumulación o yacimiento.

TRAMPA

Definición
Trampa es una anomalía geológica, estructural o estratigráfica, que manifiesta una
condición de cierre en su porción superior. Es un volumen cerrado de rocas dentro
de las cuales pueden acumularse hidrocarburos.

Es el resultado de una combinación geológica de estructuras e impermeabilidad. Se


forma cuando el potencial de migración de los hidrocarburos está impedido por
una o varias superficies que los hidrocarburos no pueden cruzar.

En una trampa participan 3 componentes del sistema petrolero, la roca reservorio,


la roca sello y los fluidos (gas, petróleo y agua) con diferencias de miscibilidad,
solubilidad y densidad dentro del reservorio. En las trampas quedan definidos los
límites de rocas y de fluidos.

Los contrastes de capilaridad en los diámetros de las gargantas porales de las rocas
sellos y de los reservorios definen el límite superior de la acumulación. Esta
combinación de factores físicos de rocas y fluidos condicionan la acumulación de
hidrocarburos en una locación.

La configuración de la trampa es una de las definiciones más significativas en la


búsqueda de los hidrocarburos, pues las anomalías resultan señales distinguibles
en planos y en la información sísmica. Una vez descubiertos los hidrocarburos, la
configuración se utiliza para establecer el desarrollo y explotación adecuados.

La capacidad de la trampa está definida por la calidad del sello y la altura y


amplitud de la columna de petróleo/gas halladas en el cierre.

La mayoría de los yacimientos conocidos tienen entre el 50% y 80% de saturación


de hidrocarburos. Menos del 10% de saturación de hidrocarburos no es
recuperable.
Historia

Un primer concepto de trampa fue expresado por William Logan en 1844, cuando
relacionó la presencia de petróleo con anticlinales. En 1859, E. Drake siguiendo las
ideas de Logan, perforó el primer pozo para buscar petróleo en el oeste de
Pensilvania. Realizó el primer descubrimiento de petróleo en el subsuelo, llegando
al reservorio con una perforación y se toma este hecho como el comienzo de la
moderna industria del petróleo

White estudia varios anticlinales con acumulaciones de gas y petróleo y enuncia


formalmente en 1885 la teoría del anticlinal.

El término trampa fue introducido por Mc Collough en 1934.

Trampa. Yacimiento. Campo.

La trampa es el rasgo geológico indispensable para la acumulación de


hidrocarburos.

Puede decirse que toda anomalía geológica, cuyo origen sea tectónico (pliegue,
falla), estratigráfico (acuñamiento, arrecife, barra, discordancia, etc.) o litológico
(aumento o disminución de permeabilidad) que proporciona al reservorio una
forma cóncava hacia la base puede constituir una trampa de hidrocarburos si el
techo del reservorio está debidamente sellado.

Yacimiento: Es la unidad comercial más elemental de petróleo y gas que se


encuentra en un volumen continuo de roca y bajo igual sistema de presión.

Campo: Implica la presencia de varios yacimientos vinculados por un mismo


rasgo geológico, cualquiera sea su origen. Por ejemplo: areniscas apiladas
afectadas por un plegamiento, por falla y cualquier otra circunstancia, etc.

Cierre estructural
Es la distancia vertical entre el punto más alto de un pliegue anticlinal (cresta) y la
cota de la curva de nivel cerrada más baja del pliegue (plano estructural o corte
estructural).

El cierre estructural práctico se define en un pliegue desde la cresta del reservorio


hasta la superficie del contacto gas-agua o petróleo-agua.
En trampas estratigráficas, o por fallas, reservorios fracturados, etc., el cierre se
define como la distancia vertical entre el punto estructural más alto del reservorio
con hidrocarburos y el contacto hidrocarburos-agua.

Conociendo los valores del cierre estructural práctico es posible calcular el


volumen máximo de hidrocarburos almacenados en cada una de las trampas
potenciales definidas en una cuenca determinada, pudiéndose elegir las más
significativas para ser perforadas por los primeros pozos exploratorios.

Los valores de los cierres varían de menos de una decena de metros a centenares de
metros (yacimientos de Medio Oriente).

Hay que mencionar que no todos los anticlinales con cierre estructural contienen
hidrocarburos. Cuando no tienen hidrocarburos, no constituyen trampas y se
denominan secos (a pesar de contener agua).

RELACIÓN ENTRE CIERRE Y PENDIENTE REGIONAL

La amplitud del cierre varía de una decena de metros a centenares de metros.


Amplitudes menores a la decena de metros no se pueden evaluar en secciones
sísmicas.

La pendiente regional mantiene valores estables (1º a 3º-4º) que arealmente pueden
modificarse. Valores mayores de la pendiente por plegamiento u otros factores
pueden modificar las condiciones de cierre y facilitar la fuga de fluidos
acumulados. A mayor amplitud del cierre estructural menor posibilidad de fuga.

CLASIFICACIÓN DE TRAMPAS

La búsqueda de trampas ocupa el mayor tiempo de la actividad de geólogos,


geofísicos e ingenieros petroleros. Cualquier clasificación sencilla y práctica es
una herramienta de gran valor para la exploración de una cuenca, al generar un
archivo de situaciones favorables para usar como modelos para explorar nuevos
prospectos.

Cada trampa es única. Hay suficientes semejanzas entre trampas para realizar una
clasificación. Cada clasificación sirve para diferentes propósitos.
Fundamentalmente debe servir para facilitar el descubrimiento de petróleo y gas.
Primero hay que conceptualizar la trampa conocida en todos los rasgos geológicos
que la conforman y luego pensar en como explorarlas.
Una trampa existe en un contexto de componentes y procesos geológicos que
constituyen el Sistema Petrolero.
La probabilidad que una trampa acumule petróleo y gas depende de la correcta
combinación de roca madre, roca reservorio, roca sello, maduración, migración,
ubicación de la trampa y el timing (la relación entre tiempo y espacio en que todo
esto se produce).

La clasificación más utilizada se debe a Levorsen (1954), que pone énfasis en las
causas geológicas, y es de gran uso en exploración. Distingue dos miembros
extremos: Trampas estructurales, con cierres convexos hacia arriba por
deformación local, por plegamiento o fallamiento, y Trampas estratigráficas,
definidas por variaciones estratigráficas o litológicas, que incluyen, las trampas por
discordancia y los reservorios fracturados. Una tercera, intermedia, son las
Trampas combinadas, que resultan de una combinación de las anteriores.

Sobre la base de la clasificación de Levorsen (1954) y las de otros autores,


Vincelette y otros (1999) realizan una nueva propuesta que resulta un intento
sistemático y afinado, que recurre a diferentes niveles de definición, que se
asemeja a las clasificaciones biológicas, de animales y plantas. Utiliza para ello los
conceptos de morfología (deformación y formas resultantes) y la evolución de
estos procesos en el tiempo.

Estos autores incorporan además las trampas conocidas como trampas


hidrodinámicas que estarían controladas por las condiciones de los fluidos en el
reservorio (cambios físicos, químicos y de presión). Estas condiciones han sido
comprobadas, pero aún su búsqueda resulta incierta.

Definen cuatro niveles:

Sistema. Basado en el rasgo geológico que crea la trampa.

Estructural. Deformación y/o fallamiento de la pila sedimentaria (especialmente


los reservorios y sellos) en el tiempo de la depositación o posteriormente.

Estratigráfico. Configuración de rocas reservorios y sellos en el tiempo de su


depositación, y luego de posibles procesos erosionales y diagenéticos.

Fluidos. Propiedades físicas y químicas y condiciones de los fluidos del reservorio.


Régimen. Basado en el proceso geológico dominante que causa la trampa.

Pliegue, Falla, Fracturas, Deposicional, Cambios de presión, etc.

Clase. Basado en la geometría, como la forma externa y tamaño, y la relación


interna de los componentes de la trampa.

Fallas: Normal, Inversa, Corrimiento, Cizalla, etc.

Familia. Basado en la génesis u origen de la trampa y las condiciones del cierre.

Reservorios originados en ambientes de: Plataforma, Mareales, Fluviales, etc.

La clasificación de Vincelette y otros (1999) requiere distintos grados de


interpretación para los diferentes niveles propuestos. Los mayores niveles
requieren menor interpretación, mientras los otros dos necesitan un mayor grado de
interpretación y conocimiento detallado de los ambientes locales. Estas ideas
deben estar abiertas a la discusión y a la incorporación de nuevas evidencias.

Comentarios

Se llaman campos de petróleo gigantes a aquellos que registran acumulaciones


iguales o mayores de 80 millones de m3 como recuperación final.

A mediados del siglo pasado (1950) la mayoría de las trampas perforadas eran de
tipo estructural, pero a partir de esa fecha su porcentaje disminuye a medida que se
incrementa el conocimiento de los factores estratigráficos y sedimentológicos
intervinientes en el entrampamiento y aparecen nuevas técnicas de mayor
sofisticación, que permiten una prospección más elaborada y precisa para la
búsqueda de trampas estratigráficas.

A medida que el conocimiento geológico de una cuenca se incrementa, incorpora


nuevas tecnologías, y se tiene acceso a las trampas no estructurales, llamadas
sutiles o estratigráficas. Ya en este siglo, se verifica el comienzo de la producción
de los reservorios no convencionales (tipo yacimiento Vaca Muerta).

Conclusiones

Son muy numerosas las condiciones geológicas que pueden combinarse para
formar una trampa. El estudioso de la exploración petrolera deberá examinar todas
las trampas posibles, buscando los elementos esenciales de la acumulación. En la
bibliografía hay descriptas cientos de trampas de todo tipo. Cada una de las
trampas nació de una combinación única de condiciones.

Hay un solo modo de responder a la pregunta ¿Cómo se hace para buscar petróleo
y gas? La respuesta es sencilla pero precisa. “Busque una trampa y luego
perfórela”. Una persona capaz de encontrar trampas es, en realidad, un geólogo o
ingeniero petrolero exitoso. La dificultad radica en que no es fácil encontrar
trampas, y la dificultad se incrementa a medida que la exploración se hace a mayor
profundidad y aumenta la complejidad geológica.

La búsqueda de petróleo en una región productora suele seguir el siguiente


esquema cronológico:

1) Perforación de trampas estructurales;

2) Perforación de trampas combinadas;

3) Perforación de trampas estratigráficas.; y actualmente

4) Perforación de reservorios no convencionales.

La información obtenida durante la perforación del punto 1) se utiliza para


localizar las trampas del punto 2). Cuando en el área queden estructuras muy
pequeñas y difíciles de reconstruir, comenzará la búsqueda de trampas de tipo
estratigráfico. Son etapas que se siguen naturalmente.

Actualmente se ha comenzado a desarrollar la etapa 4, los reservorios no


convencionales, explorando y explotando la Formación Vaca Muerta en la Cuenca
Neuquina. También incluye la evaluación de las rocas madres de todas las cuencas
petroleras productivas de Argentina y de otras cuencas aún no productivas.

Hay muchos tipos de trampas documentadas en las cuencas sedimentarias


productivas, pero es probable que haya otras combinaciones de condiciones
geológicas formadoras de trampas que aún no se han explorado.

A) TRAMPAS ESTRUCTURALES

Las trampas estructurales por plegamiento suelen generar los primeros


descubrimientos de hidrocarburos por la relativa facilidad para definir los rasgos
de deformación a partir de la información geológica de superficie (afloramientos) y
de la sísmica del subsuelo. Luego son incorporadas a la exploración las fallas,
cuyos desplazamientos pueden conformar entrampamientos en alguno de sus
bloques.

Son los objetivos factibles y más visibles en la etapa exploratoria inicial.

Hasta la década de 1920 la definición de los rasgos estructurales se realizaba solo


con geología de superficie. Luego se completó con el apoyo de la fotografía aérea.
Las tareas geológicas desde superficie están limitadas por la cubierta aluvional,
discordancias, accesibilidad, encontrar igual ambiente geológico en los
afloramientos que donde se va a perforar, etc.

Años después, hacia los finales de la década de 1930, se inicia la aplicación de los
métodos geofísicos en exploración, especialmente los sísmicos. Estos han
evolucionado notablemente desde esos inicios. En la década de 1960 se inicia en
Argentina la registración sísmica de reflexión por stacking y a fines de 1980 la
sísmica en tres dimensiones, 3D.

La aplicación de sísmica 3D para exploración y desarrollo permite definir con


mayor precisión la estratigrafía y las variaciones laterales de la composición y
espesor de formaciones y unidades menores y también la geometría detallada de
las estructuras de deformación y fallamiento.

TIPOS

Se pueden distinguir:

1. Trampas formadas por pliegues anticlinales (simétricos, inclinados,


volcados, etc.). Incluye los domos.

2. Trampas formadas por fallas (directas, inversas, compresivas, en cupla, etc.).

3. Trampas donde se conjugan pliegues con fallas. Dan lugar a anomalías de


formas relativamente simples a formas más complejas como pliegues
fallados, cabalgamientos, etc.
1. Trampas anticlinales

Un pliegue anticlinal es una deformación de las capas que divergen con pendientes
contrarias a partir del eje, resultando una forma cóncava hacia la base.

Los anticlinales, domos y sinclinales se originan por fenómenos diversos. Las


dimensiones y formas resultantes dependen tanto de la intensidad y orientación de
los esfuerzos, como del espesor de las capas sedimentarias involucradas.

Se originan por fenómenos orogénicos, donde predominan esfuerzos horizontales y


tangenciales o cupla. Son esfuerzos compresivos que operan sobre un lado de la
cadena plegada, mientras en el otro lado un bloque estático induce una fuerza de
resistencia. Si se suma el efecto de despegue en las series plásticas, se producen
fenómenos de sobrecorrimiento (cabalgamiento). Este tipo de estructuras van
acompañadas de una muy importante fracturación.

Las cadenas orogénicas suelen estar acompañadas por deformaciones próximas o


alejadas, causadas por cuplas horizontales, que originan una intensa pero
localizada deformación acompañada por pliegues orientados a 45º de la dirección
de las fallas mayores, a ambos lados de la misma.

Los procesos epirogénicos se definen por movimientos verticales originados por


fallas de rechazos variables y pliegues de fondo, en general de suave deformación.
Los desplazamientos verticales del zócalo producen deformaciones en el fondo en
las zonas más estables de la cuenca, que a veces resultan discontinuas en el tiempo
geológico. La cobertura sedimentaria se deforma ajustándose a los accidentes del
zócalo y origina flexuras o pliegues suaves. Son movimientos lentos y progresivos,
contemporáneos con la sedimentación que provocan acuñamientos y cambios en
los espesores de los estratos.

La compactación de los sedimentos sobre un relieve antiguo origina deformaciones


de aspecto anticlinal sin intervención orogénica ni epirogénica. Igual sucede
alrededor de un núcleo rígido como un arrecife o un plutón. Estas anomalías
pierden magnitud a medida que se asciende en la columna sedimentaria.

2. Trampas por fallas

Las fallas generan trampas en general al poner en contacto los niveles permeables
del reservorio con estratos no permeables (pelitas, evaporitas, rocas volcánicas,
etc.) que lo sellan lateralmente.

TIPOS

1. Fallas normales o directas. El desplazamiento es esencialmente vertical y


la superficie de fractura se inclina hacia el bloque hundido. Es típico de
fenómenos de hundimiento por distensión o reajuste tectónico del zócalo o
de los terrenos durante la subsidencia. Los entrampamientos se localizan
mayormente en los bloques elevados de las fallas. También se conocen
trampas en los bloques bajos de estas fallas. Debe considerarse que a escala
de yacimiento las superficies de falla no son planas, sino superficies
complejas, a menudo curvas, con la concavidad dirigida hasta el labio
hundido.

2. Fallas inversas. Producto de la tectónica compresiva. La superficie de falla


se inclina hacia el bloque elevado. Las superficies de falla pueden ser de
bajo o alto ángulo. Las de bajo ángulo (menor 45º) pueden ser fallas de
corrimiento. Los entrampamientos en estos sistemas de falla son menos
frecuentes que en las fallas normales. Aparecen en regiones fuertemente
tectonizadas, de estructuras complejas y que por lo general producen
compartimentación del reservorio.

3. Fallas de cizalla (cupla o desplazamiento de rumbo). Se producen por


esfuerzos contrapuestos que pueden originar una elevación y a su vez
generan pliegues a 45º del esfuerzo mayor. En la Falla de Plaza Huincul hay
entrampamientos en estas estructuras. Esta deformación transcurrente es una
prolífera generadora de trampas estructurales de hidrocarburos cuando los
terrenos sedimentarios son apropiados. El temprano desarrollo de
anticlinales cabalgando la falla transcurrente y el continuo crecimiento de las
estructuras durante la prolongada deformación, origina la disponibilidad de
trampas eficaces. En respuesta a la deformación de la falla de cizalla en sí
misma, dependiendo del grado de convergencia o divergencia de las placas
regionales, se generan varios modelos de potenciales trampas de pliegues y
fallas en echelon (a 45º de la cizalla), de compresión o distensión,
respectivamente.
B) TRAMPAS ESTRATIGRAFICAS

Según Levorsen (1954) son el resultado de la variación lateral de la litología de las


rocas reservorios o una interrupción de su continuidad.

Un reservorio poroso-permeable puede cambiar a impermeable (ambiente de


depositación o diagénesis), puede ser truncado por una discordancia (plegamiento
y erosión) o cambiar de facies lateralmente (ambiente de depositación). Los límites
pueden ser abruptos o graduales, de extensión local o regional.

Las trampas estratigráficas pueden ser:

1. Litológicas (pérdida de permeabilidad, por ejemplo, pasaje de arenita a


vaque).

2. Sedimentarias (acuñamientos, lentes, arrecifes, etc.).

3. Diagenéticas (son los cambios posdepositacionales que pueden ampliar la


porosidad o anularla, por disolución, cementación, reemplazo mineral de
granos, matriz o cemento; dolomitización; brechamiento; etc.).
4. Discordancias (las trampas en contacto con superficies de discordancia
pueden estar por debajo o por arriba de la superficie, o a ambos lados de la
misma).

5. Fracturados (franjas de fracturación y diaclasamiento en rocas rígidas).

La porosidad, permeabilidad y geometría del cuerpo sedimentario controlan la


dimensión de la trampa, que existe por sus características depositacionales y
geométricas intrínsecas.

Las trampas estratigráficas presentan diversos problemas para la exploración,


distintos de los que presentan las trampas estructurales. Un rasgo estructural
presentará la repetición de areniscas superpuestas en sentido vertical, es decir,
varias posibilidades de entrampar yacimientos unos sobre otros, en una sola
ubicación geográfica.

En cambio, las trampas estratigráficas rara vez tienen relación con reservorios
suprayacntes o subyacentes, pero pueden repetirse lateralmente. Las anomalías
estratigráficas suelen extenderse sobre vastas áreas. Por ejemplo, un arrecife en el
borde de la plataforma, un cuerpo arenoso de relleno de un canal, una acumulación
marina marginal en un sistema de playa-duna, y otros.

Para poder visualizar una trampa estratigráfica hace falta tener mayor información
estratigráfica de las unidades en estudio y luego hacer mayor número de
perforaciones para el descubrimiento de los hidrocarburos. Inmediatamente
después del descubrimiento hay pocos indicios para establecer el tamaño del
yacimiento o para determinar en que dirección se extiende. Estas incógnitas se
deben resolver con la perforación de pozos de avanzada.

En realidad, los yacimientos estratigráficos suelen ser una sucesión de sorpresas.


El estudio de las facies es una herramienta fundamental para definir los ambientes
de sedimentación y conocer tentativamente la geometría del cuerpo arenoso en
estudio. Estos cuerpos, con su configuración particular pueden ser el relleno de
canales fluviales limitados por la llanura de inundación, depósitos de playa y dunas
paralelas a las líneas de costa, depósitos de mareas perpendiculares u oblicuos a la
línea de costa, cuerpos clásticos de la plataforma submarina, turbiditas, etc. Estos
detalles más el conocimiento general de los procesos de sedimentación en la
cuenca, la posición de los bordes de acumulación y la parte profunda, permitirán ir
ajustando la disposición de los cuerpos sedimentarios propicios para ser
explorados.

C) TRAMPAS COMBINADAS

Resultan de la participación de pliegues y/o fallas combinadas con factores


estratigráficos (acuñamientos, cambios petrofísicos, discordancias, etc.). La
correcta atribución de los factores principales que controlan la acumulación dan las
bases fundamentales para resolver la metodología de búsqueda de situaciones
similares. A estos factores rocosos se debe agregar el flujo de fluidos para el
llenado de la trampa con hidrocarburos.

TRAMPAS. Clasificación de Levorsen (1954). Sintetizada en un gráfico.

1. Estructurales Pliegues Orogénicos Tectónica de cobertura

Epirogénicos Tectónica de fondo.


Domos de sal. Compactación

Fallas Normales, Crecimiento

Inversas, Corrimiento

Cizalla.

Combinaciones

2. Estratigráficas Sedimentarias: Acuñamientos

Lentes

Arrecifes

Litológicas Cambios de permeabilidad

Diagenéticas Reemplazo de minerales

Disolución
Brechamiento

Fracturación

Discordancias

3.Combinadas

TRAMPAS HIDRODINÁMICAS

Se ha descubierto otro origen para las trampas. Cuando en un acuífero se da un


gradiente de potencial de fluidos tal que el flujo del agua se dirige buzamiento
abajo, la fuerza hidrodinámica puede obstaculizar el movimiento del petróleo que
puede haber en el acuífero buzamiento arriba, en cuyo caso su flotabilidad hará que
se acumule en yacimientos. El tamaño del yacimiento dependerá de variables,
como la densidad del agua, la densidad del petróleo, la litología del acuífero y la
magnitud del gradiente de potencial del fluido en el mismo.

Como analogía imaginemos un tubo inclinado lleno de agua que fluye hacia abajo,
en el sentido de la inclinación. Dentro del tubo hay corchos, cada uno de los cuales
flota lo suficiente como para elevarse en el tubo en dirección contraria al flujo de
agua. Los corchos pueden compararse con el petróleo y el gas. La constricción
equivale a la disminución de permeabilidad a lo largo del borde buzamiento arriba
de un acuífero.

El estudio de las presiones de los fluidos de muchos acuíferos en muchas cuencas


sedimentarias indica que el agua de la formación está por lo general en un estado
dinámico. La disciplina que estudia estos temas se llama hidrodinámica. Son
múltiples sus aplicaciones a la geología del petróleo.
Los tipos de acumulación de petróleo y gas esperados bajo condiciones
hidrodinámicas están influenciados por todas las complejidades estratigráfico-
estructurales que son familiares en el caso de trampas hidrostáticas, pero con una
complicación adicional en aquellas por la influencia del tipo de flujo de agua que
determina un ángulo (tilt) en las superficies de los fluidos (contactos gas-agua o
petróleo-agua) y por lo tanto la posición de las tramas hidrodinámicas.

La intensidad del flujo de agua determina el ángulo de las superficies de contacto


con petróleo y gas. La pendiente puede ser suave, moderada o fuerte.

Con el flujo de agua buzamiento abajo son posibles trampas en espolones, terrazas
y homoclinales. Con condiciones hidrostáticas son requeridos algunos tipos de
cierre convencional. Bajo condiciones hidrodinámicas algunas estructuras cerradas
pueden no tener suficiente buzamiento contrarregional para el entrampamiento de
petróleo en estas condiciones.

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