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Desperté a las 7 de mañana de un jueves cualquiera, tenía una cantidad de píldoras en mi pecho,

no sabía lo que hacía la noche anterior antes de acostarme y sin embardo dejé alguna evidencia lo que
quizás estaba haciendo, no era la primera vez sin embargo de que esto ocurría, no me importó en lo
absoluto. Luego de un par de tazas de café y un poco de hardcore comienzo de nuevo la rutina de
siempre, una ducha, maquillar mis dientes amarillentos y un poco de tequila para aliviar el paso hacia
el trabajo. Encendiendo mi vehículo, me doy cuenta de que hay poca gasolina, la estación de servicio
está cerca, así que no hay problemas. Al llegar, una enorme cola está desviando mi atención y no
necesariamente era la de la estación de servicio, era solamente una tienda de electrónica rematando no
sé que tipo de artefacto, pero allí estaban quizá desde muy temprano cuando le pregunto al gasolinero
- ¿Desde hace cuánto están allí?
-Llevan allí toda la madrugada y parte del día, las malas lenguas dicen que están vendiendo por primera
vez unos robots o algo así
-¿Robots?
- Si, allí está un cartel especial, con toda la información
- Gracias
Intrigado acerca de aquella ocasión, me dirijo a la multitud y ciertamente eran robots, humanoides, o
así los medios de comunicación y parte del internet estaba esperando con ansias aquel momento. Lo
único que pude pensar es que era una mala idea, los millones que recaudaron de Terminator y todas
aquellas pesadillas robóticas quizás no eran en vano, pero igual sigo odiando a los humanos, porque no
hemos podido determinar las causas de nuestros problemas como especie. Todo esto me parecía extraño
lo relacionado con robots y todos los avances tecnológicos en menos de 3 años. Si mal no recuerdo,
hace 3 años hubo una noticia relacionada con el dinero en efectivo, una especie de gran “acto de
corrupción” azotó más de 15 países, con impacto internacional por culpa del “efectivo” y ya a los
meses habían implementado una moneda electrónica para que aquellos actos delictivos no siguieran
sucediendo, millones de arrestos alrededor del mundo porque todavía poseían efectivo se hicieron, pero
luego de unos meses y unas películas “taquilleras” todos olvidaron ese mal rato, y era como si no
hubiese ocurrido nada.
Realmente ya me tenía al borde del colapso mi propio trabajo, el jefe era una especie de buen hombre,
pero era lo totalmente ingenuo con respecto a la economía, le gustaba invertir en cosas que no tenía
ganancias y siempre reía cuando perdía una cantidad de dinero que le iba a costar unos meses para
recuperar, pero en fin, era un buen hombre. Mi trabajo consistía en simplemente ordenar las
transacciones bancarias que se hacían en la empresa, era parte de la nómina, simplemente copiar y
pegar cantidades inmensas de números unos tras otro. Y luego llegar a mi apartamento, sentarme en la
computadora y buscar cualquier cuestión referente a noticias, ya había desenchunfado el televisor, tenía
días que no le encendía porque las noticias eran simplemente más y más llamados a que las personas
depositaran todo su efectivo, que la “revolución tecnológica” está a la vuelta de la esquina, “invierta en
sus monedas virtuales” una y otra vez. Todo estaba comenzando a ser automatizado pero en ningún
momento la gente había perdido su fe en religión ni nada por el estilo, incluso había quiénes estaban ya
montando sus iglesias de robots, nada extraño en lo que se ha convertido este mundo quizás.
5:30 pm recibo una llamada, es mi novia, que luego de haber subido 15 fotografías en su viaje por el
amazonas, me responde la llamada de hace una semana:
- Aló mi amor ¿cómo estás?
-Disculpa que no te haya respondido, he estado ocupada, fíjate que acabo de subir algunas fotos, te
extraño, te perdiste este viaje solo por quedarte en tu trabajito
-Lo sé, y lo siento por no acompañarte, pero es que tenía cosas que hacer aquí
-Disculpa también que no te haya avisado que estaba aquí, sólo quería llamar tu atención, hasta luego
-…
Ya era la 3era vez que se iba a algún lugar del mundo sin previo aviso, en realidad ni siquiera la
consideraba mi novia, solo porque le hice algunos favores “bancarios” y su desvío de fondos a unos
cuantos paraísos fiscales, me ha devuelto el favor de manera un poco “sexual” pero no importa, otro día
de éstos en la cual me considere como su novio, tampoco está muy lejos.

La ciudad era bastante grande, en comparación con lo que era hace algunos años, se habían construido
más de 30 edificios y se ha levantado un enorme complejo urbanístico, todo ello considerando la alta
tasa de desempleo, que ya había sido reducido, ahora había más gente como yo, haciendo el mismo
trabajo, aunque ya lo de los robots me había puesto los pelos de punta al principio. Ya el viernes por la
noche me contacté con los pocos amigos que quedaban, Mike y Paulo, par de tecnócratas que en
cualquier conversación tendrían que hablar sobre el futuro una y otra vez, pero son buenos para pasar el
rato.
-Hey Andre, soy Mike, te estamos esperando en el mismo sitio, hay una chica que está preguntando por
ti, ¿vienes ya? -Decía un sms-
-Ya voy, gracias por conseguir otra “doncella” que cuando entre a mi habitación, se vaya corriendo

Entrando al mismo bar, con un enorme televisor en frente de todo el público, llegando al pub, están
ellos y una misteriosa mujer que parece sacada de una revista porno platicando sobre cualquier cosa
menos sobre sus fantasías tecnocráticas:
-Si, si, este tipo es un genio, se la pasa todo el día en un blog escribiendo de cosas sobre conspiración,
tiene bajo rating, habla sobre que ya no habrá empleo y que todo es digital
-Ahí viene Andre, silencio, recuerda Paulo, nada de computadores

-Hey muchachos, ¿cómo les va? - Dije -


-Hey Andre, un gusto, gracias por venir, ven acá, te tengo que presentar a alguien especial
-Andre, ella es Chloe
-Un gusto, Chloe – Respondí -
-El gusto es mío gracias por venir – Dijo Chloe -
-Andre, dijo Mike
-Ella tiene ya sabes, unos problemitas con esas cuentas, y ya que eres el experto, no sabía si estabas
ocupado, necesitamos tu ayuda
Por algún momento pensé que se repetiría la historia, pero no me interesó, ya tenía días sin conocer si
quiera a otra mujer.
-Ah está bien, ¿cuál problema tiene? - Respondí -
-Andre,

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