Está en la página 1de 3

ADENDA

BIOÉTICA

1. Ética

La bioética médica es la parte de la bioética que se encarga de los métodos de análisis y procedimientos
de resolución de los problemas éticos planteados por las ciencias médico-sanitarias.

Estos procedimientos han de cumplir una serie de mínimos:


• Civil o secular: aun teniendo todas las personas el derecho al respeto de sus creencias, las entidades
sanitarias deben establecer un mínimo moral exigible a todos.
• Pluralista: aceptación de multitud de enfoques y posturas y conjugarlas en una única entidad.
• Participativa y deliberativa: implicación de todos los miembros de la sociedad en el proceso de
deliberación (médicos, enfermeras, asistentes sociales, gerentes, ciudadanos, etc). Ésta es una función
de los Comités de Bioética.
• Ética de responsabilidad: respeto de todos los seres morales.
• Autónoma: a partir de la autolegislación humana.
• Racional: desarrollada en un doble nivel, con un momento a priori (desde la razón) y otro a posteriori
(desde los actos).
- A priori (desde la razón) > PRINCIPIOS.
- A posteriori (desde los actos) > CONSECUENCIAS.

• Universal: establecimiento de leyes universales.

2. Principios de bioética

Las normas guía han de servir para que, en un caso determinado, las decisiones de todos los facultativos
sean aproximadamente las mismas. Este marco de referencia ha de ser aceptable para todos y, en una
sociedad plural, ¿cómo se establecerá la diferencia entre bueno y malo, entre moral e inmoral, de forma
que todos puedan aceptarla?

Todos los marcos de referencia han de cumplir los requisitos siguientes::


• Han de ser pluralistas. Esto significa que han de aceptarla diversidad de tradiciones culturales, de
resolución de los problemas y de opciones morales, porque en las sociedades democráticas todos
tenemos derecho a la libertad de conciencia y ello conlleva la obligación de respetar las creencias
morales de los demás. Así que hay que buscar el acuerdo basado en unos mínimos comunes, unas
bases que sean aceptables para todos y que puedan exigirse a todos. Por eso, los sistemas éticos
han de ser civiles y no directamente religiosos, ya que las religiones, en particular las monoteístas,
difícilmente toleran unos puntos de vista distintos de los suyos.

En resumen, la ética de nuestra sociedad ha de ser civil, basada en la razón y no en las creencias personales
y ha de aceptar diversos puntos de vista.
• Han de ser autónomos. Hay sistemas de pensamiento que elaboran las normas desde fuera y las
imponen a las personas. En ellas, el criterio de la moralidad puede ser el orden de la naturaleza (“si ha
nacido con una malformación no hay por qué gastar más recursos en él”), las convenciones propias de
la sociedad (“este comportamiento es una tradición en nuestra ciudad/área/comunidad/nación”) o lo
escrito en los libros revelados (“así está escrito en la Biblia/Corán/Talmud”). En cambio, la ética autóno-
ma considera que el criterio de moralidad ha de derivar de la razón humana, de la voz de la conciencia.

1
Manual CTO 1.ª Edición

• NO podrán ser completos. Es imposible diseñar un sistema com- 3.2. Principios de Beneficiencia
pleto y autosuficiente, que incluya toda la realidad y que tenga las
respuestas de todos los problemas que se puedan presentar. Por eso
la valoración ética trabaja en dos fases: primero crea un sistema tan “Hemos de actuar siempre buscando el bien de los demás”:
completo como sea posible y después analiza uno a uno los casos • Asegurar el bienestar de las personas y protegerlas de posibles daños.
particulares que escapen del marco establecido. En esos casos se em- • Procurar el bien del paciente (beneficencia); requiere el consenti-
plearán, si son necesarios, otros criterios. miento de la persona.
• Han de ser universales. Deben ser aplicables a todos; así, es inacep-
table que el respeto a los derechos humanos dependa del lugar en el Nuestras acciones profesionales han de encaminarse a hacer el bien. Este
que haya nacido la persona. principio se concreta en algunas normas de comportamiento, es decir,
el principio ético de beneficiencia nos obliga a:
De entre todos los sistemas éticas, aquí desarrollaremos el principalismo, • Normas de índole general:
por su facilidad de comprensión, su aplicabilidad y su frecuencia de uso. - Ayudar a las personas que están en peligro
Este sistema se basa en una serie de principios, definidos como normas - Ayudar a las personas con incapacidades o deficiencias.
morales amplias, que serían núcleo de normas más concretas, las cuales - Proteger y defender los derechos de los demás
servirán de guía para decidir.
• Normas específicas para los médicos:
Dado que la bioética, en tanto que ética aplicada es teórica pero también - Mantener una buena formación teórica y práctica.
eminentemente práctica, desarrolla unos principios que deben regir las re- - Orientar al paciente hacia otros tratamientos que son mejores para él.
laciones en el marco sanitario. Los principios bioéticos son el marco de refe- - Considerar los beneficios y las molestias que se causarán a los
rencia sobre el cual se plantean los dilemas éticos, se establecen los modelos pacientes con el procedimiento, de modo que el resultado sea
de toma de decisión y se analiza y mejora la práctica asistencial del día a día. positivo y proporcionado.

Es preciso advertir que el principio general de respeto a los seres huma- Los principios de autonomía y beneficencia se encuentran estrechamen-
nos tiene un carácter meramente formal, esto es, que en sí no manda, te relacionados y juntos definen la ética de máximos, es decir, el máximo
aunque sí tenga carácter prescriptivo. Se trata, por tanto, de un patrón moral que cada individuo o cada grupo de individuos pueden exigirse a
de medida de los actos, pero nada más. Para que una proposición tenga sí mismos. También se conocen como principios privados, porque uno
carácter deontológico o prescriptivo, habrá de ajustarse a un criterio ge- no puede exigir a los demás que los cumplan.
neral de obligación moral.

A partir de los principios morales se establecerán unos criterios concre- 3.3. Principios de Justicia (justicia distributiva)
tos, dotados de contenido material, que nos dicte lo que está permitido
o prohibido. La bioética establece cuatro principios básicos: autonomía,
beneficencia, no maleficencia y justicia “Tratar igual a las personas iguales y de forma distinta a las que sean di-
ferentes”.

3. Los cuatro principios básicos El principio de justicia ha de permitir a cada uno de nosotros obtener
lo que necesitamos, a la vez que obliga a emplear los recursos de forma
de la bioética prudente.

En virtud del mismo, los recursos sanitarios deben distribuirse de mane-


3.1. Principio de Autonomía ra equitativa, de tal manera que ante casos iguales se den tratamientos
iguales, sin que puedan darse discriminaciones.

“Hemos de respetar la libertad de decisión de las personas”. Supone un reparto equitativo de los beneficios y de las cargas entre los
miembros de una sociedad.
Todos los individuos deben ser tratados como entes autónomos, es decir,
como capaces para tomar sus propias decisiones, y las personas cuya au- Este principio define a la Institución Sanitaria.
tonomía está disminuida deben ser objeto de protección.
Por tanto, el principio de justicia obliga a:
Es posible profundizar un poco más para aclarar que no todos los pa- • Dar al paciente la asistencia y el tratamiento apropiados para su en-
cientes son personas autónomas, con derecho y capacidad para deci- fermedad.
dir por sí mismas. Lo será aquellas que cumpla a la vez estas tres con- • Evitar que las preferencias personales perjudiquen la calidad de la
diciones: atención a alguien.
• Ser capaz: la capacidad es un término legal que significa que una perso- • Cobrarle unos honorarios razonables.
na es mayor de edad y no padece ninguna enfermedad psíquica o física
que le impida gobernarse por sí misma y tomar decisiones razonadas. Una aplicación básica de este principio en el ámbito profesional es que
• Estar informada sobre las consecuencias de cada una de sus po- los recursos disponibles han de distribuirse de forma justa entre las dife-
sibles decisiones. rentes necesidades. Y todos los pacientes han de poder tener acceso a
• Estar libre de coacciones externas. unos servicios sanitarios adecuados.

2
ADENDA BIOÉTICA

3.4. Principios de no maleficiencia Algunos de esos conflictos excederán la relación privada entre el médi-
co y su paciente y por ellos conviene que existan instancias específicas
para la resolución de los conflictos morales. Estarán formadas por per-
“No hemos de hacer daño a nadie” sonas más preparadas, que ayudarán a tomar decisiones y que actuarán
como mediadores en determinados enfrentamientos. Esas instancias, los
En aquellos casos en que realizar el bien no es posible, el profesional llamados Comités de Ética o Comités Asistencias de Ética, serán órga-
debe preocuparse de no hacer daño, por ejemplo, la seguridad del enfer- nos consultivos, pero pueden evitar que los conflictos superen el ámbito
mo, la prevención de enfermedades iatrogénicas, etc. Este principio hace sanitario y lleguen a los tribunales. Y si llegara, el comité ha tomado una
referencia al profesional. decisión después de una reflexión madura y teniendo en cuenta las dife-
rentes perspectivas de los hechos, por lo que es muy difícil que el juez no
En el ámbito general significa que hemos de respetar la integridad física y la asuma como propia.
psíquica de los demás. Las normas de comportamiento para los médicos
derivadas de este principio se detallan a continuación. El principio ético No sólo es un comité resolutivo, sino también de formación y prevención
de no maleficencia obliga a: ya que puede, por ejemplo, elaborar guías de actuación para problemas
• No utilizar el estatus superior para obtener ventajas en la relación con que se repiten con frecuencia.
el paciente.
• Mantener el secreto profesional. Los Comités de Ética han de estar formados por distintos profesiona-
• Preservar el derecho del paciente a la intimidad. les sanitarios, desde médicos hasta auxiliares de enfermería, y tam-
• Evitar cualquier neglicencia o imprudencia que pueda perjudi- bién por asesores jurídicos, investigadores, filósofos y por algunos
carle. miembros de la comunidad, para tener en cuenta muchos puntos de
vista. Ése es el mayor interés de los comités, que atienden el punto de
vista de todos, y no sólo el de aquellos implicados de manera directa
4. Los comités de Ética en un problema concreto. En los centros más pequeños puede ser más
difícil conseguir un número alto de personas que quieran participar en
las decisiones.
Las decisiones médicas pueden entrar en conflicto con los valores de
otras personas en relación a los consentimientos, protocolos, ensayos clí- A los comités se les puede objetar que a veces sus respuestas son dema-
nicos… De la misma forma pueden aparecer otros conflictos que afecten siado lentas y que es posible que sea necesario responder a un proble-
a cualquier otro profesional, sanitario o no; como por ejemplo la obliga- ma más rápidamente. Tal vez el problema era previsible, pero los centros
ción de mantener el secreto profesional o de respetar la dignidad de los sanitarios siempre deberían poder contar con consultores localizables,
pacientes. Por eso es imprescindible formar en ética a todo el personal como otro especialista más. Puede ser un profesional del mismo centro,
del centro. formado en ética clínica.

También podría gustarte