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PROCESO DE DUELO
Según Worden (1996) el proceso de duelo implica cuatro tareas esenciales que el niño
deberá realizar para proceder a una correcta integración de su experiencia de duelo.
Estas tareas son las siguientes:
CONDUCTAS ADECUADAS
Entregar un concepto claro de la palabra "muerte": Sobre todo dejar claro que el ser
querido no va a volver.
CONDUCTAS A EVITAR
Evitar el tema: Cuando se evita hablar del tema, se evita dar explicaciones claras y
entendibles al niño de lo que ha ocurrido. Así pues, el niño puede proceder a elaborar
sus propias explicaciones, lo que puede derivar en sentimientos de culpabilidad, por la
limitación cognitiva del menor para conseguir entender por sí mismo lo que ha
ocurrido.
Dar explicaciones sin sentido: “se ha dormido”, “se ha ido al cielo”, “es una estrella”,
pueden desembocar en comportamientos como tener miedo a ir a dormir, conservar la
esperanza de volverlos a ver, ya que “si está en el cielo tal vez pronto pueda venir a
visitarme, o tal vez yo pueda volar al cielo pronto a hacerle una visita”.
Impedir que expresen sus emociones: Incluso los niños más pequeños que no
consiguen entender completamente la pérdida del ser querido, notan su ausencia, y
esto genera emociones que deben de ser expresadas libremente ya que su represión
podría derivar en otros comportamientos disfuncionales o psicopatologías. Frases
como “tú ya eres un niño grande, tienes que ser fuerte y no llorar” deben evitarse a
toda costa. Las rabietas y enfados pueden ser una expresión clara de la rabia que
sienten los niños.
Los terapeutas pueden trabajar con niños de todas las edades en un ambiente seguro
y de confianza para ayudarles a asimilar y procesar experiencias difíciles y aumentar
de este modo su autoestima y confianza. Pueden trabajar como parte de un equipo o
de forma independiente, y pueden tener una referencia para el apoyo profesional
adicional como parte de la terapia. El objetivo principal de un terapeuta de juego es
equipar a los niños con conductas más adaptativas y mejores mecanismos para la vida
cotidiana. Esto sirve para ayudar a desarrollar una visión más positiva de su lugar en
el mundo.
El Rincón Hogareño:
Es una casa de juguete o esquina del cuarto. En este rincón con frecuencia los niños
tratan lo que han vivido en casa, aquí se experimentan roles y relaciones. Los niños
ilustran casi en su totalidad algunas de sus asociaciones individuales con el “hogar” y
los difíciles problemas que giran en torno a sus relaciones tempranas con figuras
primarias.
Casa de muñecas:
El juego en la casa de muñecas puede ser muy revelador. Las muñecas llenan cierta
cantidad de roles, los niños pueden jugar de manera realista. Los niños usan al
muñeco bebé para expresar la parte de bebé propio, lo que le hace el niño al bebé
(muñeco) puede que sea lo que se le hizo al niño cuando él era un bebé, por lo cual
esta técnica es útil en toda terapia de juego.
Títeres
Son una rica fuente de juego simbólico, a través de los títeres los niños pueden
encontrar un medio para expresar cosas que serian difícil expresar abiertamente. El
terapeuta debe tomar nota del dialogo, personaje y conflicto, las verbalizaciones y el
tema principal de la historia.
Cuentos
Lectura: Los cuentos aportan importantes mensajes tanto a nivel consciente como
inconsciente y les ayudan a comprender que se pueden sobrellevar las dificultades de
la vida adulta. Pueden encontrar en los cuentos ejemplos que les enseñaran valores,
algunos básicos como diferenciar el bien y el mal.
Inventar final: Leer cuentos sin leer el final y dejar que sean ellos quienes desarrollen
el final libremente.
Expresar
Buscar diferentes formas para expresar lo que se siente: lo escribimos, hacemos una
canción, lo dibujamos, lo bailamos, lo hablamos y vemos como la emoción se va
modificando.
4. JUEGO DE EXPRESIÓN CREATIVA
Artes plásticas
Algunos niños se comunican con mayor facilidad a través de la forma, color y dibujo
que de manera verbal. A través del arte se da al niño la oportunidad de expresar lo
inexpresable, como reflejo del mundo interior del niño son necesarios los materiales
como pintura, dibujos, trabajo con arcillas, plastilina, arena y agua. Las creaciones del
niño deben exponerse en cada sesión. El arte es una forma de comunicación
simbólica que ofrece una oportunidad para la representación terapéutica y su solución.
Al utilizar juguetes de construcción los niños pueden expresar cómo se han sentido
(aún de manera pre-verbal) acerca de ser “piezas descartadas” o “unirse”, “hacer algo
nuevo”. Demoler creaciones a partir de los juguetes de construcción puede que sea la
expresión vivida de sus sentimientos.
La reacción psicológica que sucede tras la muerte de un ser querido, el estado que
sobreviene tras sufrir una pérdida importante en la vida, se denomina duelo. La
diferencia más importante entre perder algo y perder a alguien está definida por la
muerte, ya que convierte la pérdida en irremplazable e irreversible. El duelo es un
proceso normal y una manifestación universal.
EL DUELO NORMAL
7. IRA: Puede ir dirigida hacia familiares o amigos que no han “ayudado” durante el
suceso o hacia personas que todavía disfrutan de lo que el paciente ha perdido (ej.:
otras personas que conservan sus cónyuges o sus hijos). También es habitual que la
ira se dirija hacia el personal sanitario (reacción frecuente en plantas oncológicas y en
urgencias) o incluso hacia el fallecido por haber abandonado a los supervivientes.
1. Incredulidad (negación).
2. Fase de excitación, alarma, inquietud, dolor, coraje y culpabilidad (esta fase puede ir
acompañada de alteraciones fisiológicas tales como el insomnio, pérdida de peso,
etc.).
3. Asimilación ( reelaboración )
4. Recuperación.
Deben
consistir
en
favorecer
el
trabajo
de
duelo,
para
ello
es
importante
(Fernández
y
Rodríguez,
2002):
Facilitar
la
aceptación
de
la
realidad
de
la
pérdida.
Facilitar
la
expresión
y
el
manejo
de
los
sentimientos
ligados
a
ella.
Facilitar
la
resolución
de
los
problemas
prácticos
suscitados por
la
falta
de
lo
perdido.
Facilitar
una
despedida
y
la
posibilidad
de
volver
a
encontrar
sentido
y
satisfacción
en
la vida.
Con
el
fin
de
conseguir
estos
objetivos
existen
una
serie
de
estrategias
que
pueden
utilizar
los
diplomados
en
enfermería
para
ayudar
a
las
personas
en
duelo
(Cook
y
Oltjenbruns
1989;
Ripoll,
1997;
Fernández
y
Rodríguez,
2002):
Permitir
la
contemplación
del
cuerpo
del
fallecido.
Esto
es
muy
importante
para
evitar
posteriores
fantasías,
temores
y
fantasmas.
Previamente,
debemos
advertir,
si
existen,
de
posibles
alteraciones
visibles
en
el
cuerpo
o
de
su
aspecto
actual
(intubado,
conectado al
respirador
si
es
donante
de
órganos,
etc.).
También
se
les
permitirá
que
le
toquen
y
le
hablen,
“que
puedan
despedirse”.
Avisar,
si
lo
desean,
a
algún
familiar
o
amigo.
Ayudar
al superviviente
a
tomar
conciencia
de
la
muerte.
En
los
momentos
iniciales,
la
sensación
de
irrealidad
es
la
norma.
Hablar
sobre
la
pérdida
ayuda
a
realizar
esa
tarea.
La
persona
que
pretende
facilitar la
puede
preguntar
sobre
la
forma
en
la
que
se
enteró
de
la
misma,
cómo
reaccionó,
qué
pensó,
qué
sintió.
También
puede
explorar
el
comportamiento
frente
a
los
rituales
que
facilitan
el
cumplimiento
de
esta
tarea,
como
la
contemplación
del
cadáver
en
los
ritos
funerarios,
las
visitas
a
la
tumba.
Si
el
superviviente
cuenta
que
no
ha
podido
realizarlos,
se
pueden
explorar
las
fantasías
al
respecto.
Ayudar
a
identificar
y
expresar
sus
sentimientos
“a
su
modo
y
manera”,
manteniendo
una
comprensión
empática
y
sin
forzar
nunca
la
situación.
La
pérdida
puede
evocar
sentimientos
muy
dolorosos
de
los
que
el
superviviente
puede
intentar
protegerse
inconscientemente.
Aunque,
a
veces,
posponer
la
experimentación
de
esos
sentimientos
puede
ser
útil,
en
general,
ignorarlos
puede
ser
causa
de
problemas
y
dificultades
en
el
proceso
de
duelo.
La
persona
que
va
a
actuar
como
ayuda
puede
facilitar
la
expresión
de
estos
sentimientos.
A
veces,
esta
tarea
puede
estar
dificultada
por
el
hecho
de
que
quien
la
solicita
puede
pedirle,
precisamente
un
remedio
para
evitar el
dolor
(en
forma,
por
ejemplo ,
de
medicamento).
En un principio se pensaba que los ejecutivos eran los más estresados, sin
embargo las investigaciones afirmaban que también estaban expuestas a este tipo
de estrés las personas que tuviesen un contacto directo con pacientes, clientes,
alumnos o ciudadanos cuyas exigencias desbordaban la capacidad de actuación
del profesional, ya que la situación le ha sobrepasado y se va reduciendo su
capacidad de adaptación.
Por otra parte, hay que mencionar que el síndrome tiene un desarrollo insidioso
y progresivo como respuesta al estrés laboral crónico, pero hay que destacar
que en este proceso sobre todo fracasan las estrategias de afrontamiento que
suele emplear el sujeto, como por ejemplo, la evitación.
Las consecuencias del síndrome del Burnout son muy negativas tanto para el
sujetoque lo padece (salud física y mental: alteraciones psicosomáticas,
ansiedad, depresión, etc.) como para la organización en la que desempeña su rol
profesional (disminución del rendimiento, absentismo laboral, abandono del
puesto de trabajo, etc.).
1. Estrategias individuales
2. Estrategias grupales
3. Estrategias organizacionales
En el diagnostico precoz son los primeros en darse cuenta, antes que el propio interesado, son
una importante fuente de apoyo, son quien mejor nos comprenden ya que pasan por lo
mismo; por el contrario, cuando las relaciones son malas, contribuyen a una rápida evolución
del burnout. Por todo esto es de vital importancia fomentar una buena atmósfera de trabajo:
Además de todo esto, sería de gran relevancia comentar que la prevención de este
tipo de estrés, también ha de abordarse desde el enfoque organizacional y no
sólo de forma individual ya que la promoción de la calidad de vida laboral se
consigue mediante la puesta en práctica de políticas óptimas de dirección
organizacional.
¿Qué es?
Es una técnica psicológica utilizada sobretodo para trabajar trastornos de
ansiedad. El método fue desarrollado y creado por Francine Shapiro en
1987. Ella descubrió que los movimientos oculares involuntarios
reducían el nivel de malestar (ansiedad) ante pensamientos negativos.