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CAS. Nº 997-2013 LIMA.

SUMILLA: La prescripción extintiva ataca directamente el derecho de acción de


la parte demandante, y, en tal sentido, al extinguirse la acción, no podrá
continuarse con la secuela procesal aunque existan otros codemandados que no
hayan denunciado la prescripción. En otras palabras, existiendo un litisconsorcio
pasivo, no será necesario que todos los codemandados postulen la excepción
de prescripción para declarar concluido el proceso.

Lima, catorce de noviembre de dos mil trece.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE


LA REPÚBLICA

Vista la causa número novecientos noventa y siete guión dos mil trece, en
audiencia pública realizada en la fecha y producida la votación correspondiente,
emite la siguiente resolución:

I. ASUNTO: En el presente proceso de obligación de dar suma de dinero, la


entidad demandante Banco de Crédito del Perú ha interpuesto recurso de
casación mediante contra el auto de vista de fecha nueve de enero de dos mil
trece, expedida por la Segunda Sala Civil Sub Especialidad Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la resolución número diez de
fecha treinta de diciembre de dos mil once que resuelve declarar fundada la
excepción de prescripción formulada por Bertha Emérita Ramírez Sarango y, que
en consecuencia, declara nulo todo lo actuado y concluido el proceso.

II. ANTECEDENTES:

DEMANDA:

Según escrito de fojas dieciséis, el representante del Banco de Crédito del Perú,
interpone demanda ejecutiva de obligación de de dar suma de dinero contra la
empresa D y G Investment SAC y Bertha Ramírez Sarango, con la finalidad que
se ordene a dichos demandados cumplan con el pago de la suma de veintidós
mil ciento cincuenta y cinco dólares americanos correspondiente a la letra de
cambio sin número girada el diecisiete de febrero de dos mil siete, con
vencimiento al diecinueve de marzo de dos mil siete, más intereses, gastos,
costos y costas. El demandante fundamenta su pretensión en que la Empresa D
y G Investment SAC le endosó el mencionado título valor el que fue aceptado
por la señora Bertha Emérita Ramírez Sarango y que llegada la fecha de
vencimiento de la cambial, no fue pagada a la entidad demandante, que
ostentaba el derecho como tenedor de la letra, por lo que fue protestada.
Mediante resolución número cuatro de fecha dieciséis de marzo del año dos mil
once se emite el mandato ejecutivo y se ordena a la parte demandada cumpla
con pagar lo adeudado bajo apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada.

EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN Y CONTRADICCIÓN:

Según escrito de fojas ciento siete, la codemandada Bertha Emérita Ramírez


Sarango deduce excepción de prescripción argumentando que según se advierte
de la letra de cambio que se acompaña tiene como fecha de giro el día diecisiete
de febrero de dos mil siete y fecha de vencimiento el diecinueve de marzo del
año dos mil siete, en tal sentido, la acción cambiaria en la vía ejecutiva ha
prescrito al haber transcurrido más de tres años desde la fecha de vencimiento.
Por otro lado, dicha codemandada formula contradicción al mandato ejecutivo
debido a la existencia de defectos formales en el título valor puesto a cobro, pues
el aceptante no habría consignado su nombre ni su documento nacional de
identidad.

RESOLUCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA:

Luego del trámite procesal correspondiente, el señor Juez del Décimo Cuarto
Juzgado Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, emite la resolución de fecha treinta de setiembre de dos mil once, obrante
a fojas ciento setenta y siete, mediante la cual declaró fundada la excepción de
prescripción deducida por la codemandada Bertha Emérita Ramírez Sarango, y,
en consecuencia, declaró nulo todo lo actuado y concluido el proceso. Menciona
el A-Quo que ha transcurrido el plazo de prescripción de tres años previsto en el
artículo 96.1 de la Ley de Títulos Valores para ejercer la acción directa, pues, la
fecha de vencimiento del pagaré fue el día diecinueve de marzo de dos mil siete,
pero la demanda fue postulada el día veintitrés de abril de dos mil diez. Menciona
además el A-Quo que la prescripción advertida ataca a la acción incoada en su
integridad, por lo que, los efectos de lo resuelto se entiende incluso en relación
a D y G Investment S.A.C, quien no dedujo excepción alguna.

RESOLUCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA:

La Segunda Sala Civil Sub Especialidad Comercial de la Corte Superior de


Justicia de Lima, mediante resolución de fecha nueve de enero de dos mil trece,
de fojas doscientos catorce, confirma la apelada que declara fundada la
excepción de prescripción deducida por la codemandada y que, en
consecuencia, declara nulo todo lo actuado y por concluido el proceso. Según el
Ad Quem, la prescripción cambiaria es distinta a la prescripción del Código Civil,
y se aplica por especialidad, toda vez que la pretensión cambiaria no está sujeta
a interrupción ni a suspensión. En tal sentido, no es relevante que la otra parte
no se haya apersonado porque la no invocación de prescripción no importa una
renuncia a ella, porque no es de aplicación el concepto de prescripción del
Código Civil. La prescripción advertida ataca a la pretensión en su integridad y
no sólo en relación a quien dedujo la excepción.

RECURSO DE CASACIÓN:

Contra la mencionada resolución de vista emitida por la Sala Superior, la parte


demandante interpone recurso de casación mediante escrito de fojas doscientos
veintinueve, bajo el argumento que se ha incurrido en defectos procesales de
motivación al pretender generar un nuevo concepto respecto a la prescripción
cambiaria, pretendiendo desconocer la característica principal de la prescripción
de ser subjetivo para incoarla. Este Supremo Tribunal, mediante resolución de
fecha siete de agosto de dos mil trece declaró la procedencia del referido recurso
por la causal de infracción normativa de orden procesal del artículo 122 inciso
3 del Código Procesal Civil, e infracción normativa material de los artículos 95,
96 y 97 de la Ley de Títulos Valores.

III. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE:


La materia jurídica en discusión se centra en determinar si es que la prescripción
de la acción cambiaria, previamente declarada debe surtir efectos únicamente
frente a aquel demandado que la planteó, o, si por el contrario, los efectos de la
prescripción alcanzan a la demandada que no planteó excepción alguna.

IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:

1. Corresponde mencionar, de manera preliminar, que la función nomofiláctica


del recurso de casación garantiza que los Tribunales Supremos sean los
encargados de salvaguardar el respeto del órgano jurisdiccional al derecho
objetivo, evitando así cualquier tipo de afectación a normas jurídicas materiales
y procesales, procurando, conforme menciona el artículo 384 del Código
Procesal Civil, la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto.

2. Según se advierte del auto calificatorio de fecha siete de agosto de dos mil
trece, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso por diversas
causales, las que deberán ser analizadas de manera independiente. Cabe
precisar que se denuncia la supuesta concurrencia de infracciones normativas
de orden procesal y de orden material, por lo que, por estricto lógico,
corresponde emitir pronunciamiento, en primer término, respecto a las primeras,
toda vez que, de advertirse la existencia de algún defecto de orden procesal, el
reenvío tendrá efectos subsanatorios, por tanto, no será posible emitir
pronunciamiento respecto a las infracciones normativas de orden material
denunciadas. En caso se desestimen las infracciones normativas procesales, se
procederá a emitir pronunciamiento respecto a las infracciones normativas
materiales, siendo que, sin desconocer los fines del recurso de casación ni los
fundamentos del recurso extraordinario, este Supremo Tribunal se encontrará
legalmente facultado para realizar un análisis respecto a la pretensión postulada,
y respecto a los juicios de valor emitidos tanto por el A-Quo como por el Ad-
Quem respecto al fondo de la materia controvertida.

3. En primer término, se ha declarado procedente el recurso por la infracción


normativa del artículo 122 inciso 3) del Código Procesal Civil que prescribe que
las resoluciones judiciales contienen: “La mención sucesiva de los puntos sobre
los que versa la resolución con las consideraciones, en orden numérico
correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada
punto, según el mérito de lo actuado”.

El recurrente menciona que la sentencia impugnada viola su derecho al debido


proceso, pues no se ha emitido una resolución debidamente motivada porque no
se ha fundamentado debidamente la posición asumida respecto a que cómo
llega al raciocinio en tanto pese a que claramente se encuentra señalado en la
norma lo que es prescripción se concluye estableciendo una prescripción con
efectos distintos que implícitamente se asemejan a la caducidad. Al respecto
cabe mencionar que, pese a que se denuncian defectos de motivación y errores
en la formación del juicio jurisdiccional, el Ad Quem ha cumplido con expresar
los fundamentos lógicos, jurídicos y fácticos que coadyuvaron a la formación del
juicio jurisdiccional. Ahora bien, el recurrente menciona que se habría
interpretado erróneamente la prescripción de la acción prevista en la Ley de
Títulos Valores, sin embargo, se advierte que el órgano jurisdiccional ha
motivado su decisión sobre el particular y ha puesto de manifiesto su criterio. El
hecho que la decisión sea contraria a los intereses del recurrente no implica la
existencia de un defecto en la motivación, y, por tanto, no se verifica afectación
al debido proceso. En todo caso, la interpretación de la norma material será
materia de análisis en los fundamentos siguientes, atendiendo a que se ha
denunciado también dicha infracción normativa, empero, la infracción normativa
procesal debe ser desestimada.

4. Del recurso de casación postulado queda claro que el recurrente alega como
fundamento central que el órgano jurisdiccional habría generado confusión
respecto a la fi gura de la prescripción prevista en la Ley de Títulos Valores, a la
que habría equiparado con la caducidad del derecho civil, situación que habría
generado que se considere que la prescripción declarada a favor de uno de los
codemandados sea extensiva a favor de otro codemandado que no ha postulado
excepción alguna. Alega el recurrente que, conforme prescribe el artículo 1992
del Código Civil, existe la prohibición que la prescripción extintiva sea declarada
de oficio, por lo que, el órgano jurisdiccional habría incurrido en error al declarar
la conclusión del presente proceso, toda vez que únicamente uno de los
codemandados dedujo excepción de prescripción, por lo que, la ejecución del
título valor debería continuar contra el codemandado que no ha denunciado la
prescripción de la acción.

5. El recurso ha sido declarado procedente por la infracción de los artículos 95,


96 y 97 de la Ley de Títulos Valores1, los cuales regulan la prescripción de la
acción cambiaria derivada de los títulos valores. Al respecto cabe mencionar que
la norma especial es clara al señalar que se refieren a la prescripción extintiva y
no a la caducidad, pues si bien ambas se encuentran destinadas a la extinción
de la posibilidad de recurrir ante el órgano jurisdiccional en defensa de un
derecho material, se trata de institutos jurídicos distintos e inconfundibles. La
caducidad requiere reconocimiento legal expreso para su configuración, esto
es, la ley es la que debe señalar expresamente que nos encontramos ante un
supuesto de caducidad.

Tal es el sentido del artículo 2004 del Código Civil que, literalmente
prescribe: “Los plazos de caducidad los fija la ley, sin admitir pacto
contrario”. En tal sentido, la Ley de Títulos Valores contiene un supuesto de
prescripción y no de caducidad, porque no señala expresamente que se trate de
este último no siendo posible, por prohibición legal, presumir que se trata de
una caducidad. El hecho de que la prescripción cambiaria no admita suspensión
ni interrupción, según prescribe el artículo 95.3 de la Ley de Títulos Valores, la
convierte en un régimen especial de prescripción extintiva, mas no en una
presunta caducidad. Por tanto, las reglas propias de la prescripción son
aplicables al caso concreto, entiéndase con las limitaciones propias previstas
con la ley especial (como la inexistencia de suspensión o interrupción
prescriptoria). A mayor razonamiento, las reglas previstas en la Ley de Títulos
Valores son de prescripción y no de caducidad debido a que únicamente tiene
efectos frente a la acción cambiaria en la vía ejecutiva que otorga el título valor,
mas no ataca el derecho material o la obligación contenida en dicho título valor,
por lo que, el acreedor puede recurrir a la vía causal para reclamar el
cumplimiento de la obligación.

6. Sin perjuicio de lo expuesto, queda claro que tanto la prescripción como la


caducidad (cada una con sus propias particularidades) tienen como efecto
extinguir la posibilidad de reclamar un derecho material ante los Tribunales, por
lo que, sus efectos atacan directamente el derecho de acción, entendido éste
como el derecho subjetivo de las personas de recurrir ante el órgano
jurisdiccional solicitando tutela de un derecho. Ahora bien, este derecho de
acción tiene como característica principal su subjetividad, como una situación
innata en una persona respecto, por lo que, una vez extinguido este derecho de
acción por prescripción, no puede ser invocado, aunque subsista el derecho
material.

7. En el caso de autos, cierto es que únicamente uno de los codemandados ha


deducido la excepción de prescripción contra la acción cambiaria derivada del
cobro del título valor consistente en la letra de cambio de fecha de vencimiento
diecinueve de marzo de dos mil siete, sin embargo, tras declararse fundada dicha
excepción, los efectos de la prescripción atacan directamente el derecho del
Banco de Crédito del Perú, de recurrir vía acción cambiaria en procura del cobro
de la obligación contenida en el título valor.

Esto significa que es el derecho de acción del demandante el que se ha visto


atacado, por lo que, al declararse extinto el derecho de acción es evidente que
la secuela del proceso carece ya de sustento, porque cabe recordar que el
derecho de acción se manifiesta a través de la postulación de la demanda y este
acto procesal a su vez, origina toda la mecánica procesal. Por tanto, en un
proceso en el que exista litisconsorcio pasivo no es necesario que todos los
codemandados postulen la excepción correspondiente para poder declarar
prescrito el derecho de acción de su contraparte. Es por tal razón que la
excepción de prescripción es considerada como una excepción perentoria, pues,
de declararse fundada su efecto inmediato será la conclusión del proceso, según
prescribe el artículo 451 inciso 5 del Código Procesal Civil.

8. Lo expuesto nos permite concluir que el recurso extraordinario de casación


planteado por el demandado debe ser declarado infundado.

V. DECISIÓN:
Por las consideraciones anotadas, y en aplicación del artículo 397 del Código
Procesal Civil; declararon: a) INFUNDADO el recurso de casación de fojas
doscientos veintinueve, interpuesto por el Banco de Crédito del Perú; en
consecuencia, NO CASARON la resolución de vista de fojas doscientos catorce,
de fecha nueve de enero de dos mil trece. b) DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad y los
devolvieron; en los seguidos por el Banco de Crédito del Perú con D y G
Investment y otra, sobre obligación de dar suma de dinero; intervino como
ponente, la Juez Supremo señora Rodríguez Chávez.

SS. ALMENARA BRYSON, HUAMANÍ LLAMAS, ESTRELLA CAMA,


RODRÍGUEZ CHAVEZ, CALDERÓN PUERTAS.

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