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El despertar

por Dominique Liebheart

​l despertar​
E , aquel mítico rincón otrora visitado por soñadores y arquitectos de
mundos imposibles, hoy en día por simples mortales que buscan en sus rústicas
cuatro paredes la libertad que el exterior les niega. Me encuentro a un par de
metros, de pie bajo la intensa lluvia invernal, observando a la chica sentada junto
a la ventana de la esquina, concentrada resolviendo los misterios y entresijos de
alguna ciudad de cristal. Me veo abriendo la puerta, dando un par de timoratos
pasos al interior, y buscando el punto exacto en donde ella esté sentada. La
encuentro. Noto que me observa: su penetrante mirada me invita a acercarme a su
refugio inventado. Afuera sigue lloviendo; por la ventana fluyen gotas de lluvia
apenas perceptibles, y nosotros continuamos mirándonos bajo un reconfortante
silencio salaz. Abro los ojos. La ventana ofrece un sorprendente escenario estival,
pero lo que más estremece cada centímetro de mi cuerpo es que los palpitantes
labios de Marina están sobre los míos. El beso acaba. Ella sonríe y vuelve a leer su
libro sobre una juventud perdida. Yo bebo un poco de café y continúo escribiendo
aquella lejana primera vez que nos conocimos en ​ El despertar​
.

Correo electrónico: ​
felipedz.hp@gmail.com
Número de teléfono: (+569) 89 242 806

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