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JEsús el misionero

Tres áreas de la misión de Jesús

17 DE DICIEMBRE DE 2016
ALUMNO: ELIUD MADRID
Profesor: Oswaldo Fernández
Asignatura: Misiología
Índice

Introducción………………………………………………………………………..2

Jesús quien restaura……………………………………………………………3

Jesús el capacitador de líderes para la misión……………………5

Jesús transforma la cultura…………………………………………………8

Conclusión…………………………………………………………………………….10

Bibliografía……………………………………………………………………………11

1
Introducción

La misión es en el cristianismo un mandato dado por el mismo Señor y lo


vemos plasmado en la escritura desde el Antiguo Testamento (AT) hasta
el Nuevo Testamento (NT), la misión es parte fundamental en el relato
bíblico puesto que es la forma en que invitamos a los demás pueblos,
razas, culturas, reinos, etc. A alabar a Dios, Salmo 117:1 “Alabad a
Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle”. En el AT Israel estaba
encargado de mostrar al único Dios verdadero a las demás naciones. En
el NT la misión no ha cambiado, ahora la Iglesia está a cargo de dar
testimonio del único Dios verdadero, de la revelación final que es Cristo.
Pero la misión tiene un propósito, este propósito es glorificar a Dios por
el gran amor y misericordia que él ha mostrado, Salmo 117:2 “Porque ha
engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es
para siempre. Aleluya.” La misión tiene como base mostrar cuán grande
es el amor del Señor y que por medio de este amor tan glorioso nosotros
somos salvos.
Ahora bien Cristo es la revelación de Dios, el mesías prometido, es a quien
nosotros predicamos, puesto que solamente en El yace toda la salvación.
Entonces si Jesús es nuestra predicación misional ¿Cómo fue la misión de
Jesús? ¿Cómo se reveló? ¿Cómo fue su ministerio misionero?
Pocas veces hablamos de Jesús como misionero, mas siempre hablamos
de El como el “Enviado”. Durante este ensayo veremos que Cristo es el
misionero por excelencia, que su ministerio es por sobre todos los
ministerios y que al momento de estudiar métodos misiológicos debemos
mirar el ministerio integral de Jesús. Él es la imagen del Dios invisible y
en Él está toda la deidad de Dios, por lo que nuestro máximo referente
misionero debe ser Cristo, así como evidentemente lo hicieron los
primeros misioneros que vemos registrados en la biblia. Sus caracteres
estaban orientados al carácter de Jesús y esto provoco indudablemente
ministerios misioneros muy potentes e influyentes, ya que la fuente de
donde bebían era Jesús.

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Jesús quien restaura

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un
varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; más para
que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio
Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y
permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua,
aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése
es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es
el Hijo de Dios.

Juan 1:29-34

Jesús el Rey

Jesús se encuentra con Juan el Bautista y va donde el para ser bautizado.


Este hecho es importantísimo en el ministerio de Jesús puesto que Juan
el Bautista venia de familia sacerdotal y la labor que él está ejerciendo al
bautizar con agua era el de purificar, una labor sacerdotal. Este bautismo
de Jesús no era para purificación, tenía una profundidad aún más grande.
Recordemos el inicio de la era de los reyes en el AT, estos eran ungidos
ya que habían sido elegidos por Dios para ser reyes sobre Israel y quien
estaba a cargo de “ungir” era el profeta y esto era un evento público. Juan
el Bautista estaba ungiendo a Jesús como Rey públicamente.
Juan el Bautista además hace una referencia de la misión de Jesús: “He
aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” La misión de
Jesús era ser el sacrificio, definitivo por nuestros pecados y por medio de
este sacrificio como cordero, quitar el pecado del mundo. Esto es muy
potente, los reyes no eran ungidos para ser sacrificados, su labor principal
era el de gobernar, mas este Rey misionero vino a ser el cordero perfecto,
el sacrificio máximo y definitivo. Con esto Jesús nos habla muy fuerte
respecto del carácter del misionero, el misionero debe ser sacrificial.
El bautismo de Jesús también representa la transición del viejo al nuevo
pacto, con esto Jesús está diciendo que Él es la consumación del pacto,
que Él es el cumplimiento de la promesa, El Cristo enviado para la
restauración.

3
Con esto es importante que incluyamos la idea de Restauración, la cual
no podremos abordar a cabalidad, pero es importante tener presente
esto. Con el ungimiento de Jesús se establecía su reinado eterno, el cual
había sido prometido con David (2 de Samuel 7). Ósea se estaba
restaurando el Reinado en Cristo y aun mas este Rey estaba siendo
asignado por Dios mismo, como lo fue en el inicio de la era de los reyes.
Entonces ya vemos que Jesús restaura la reinado sobre su pueblo y se
afirma que es un Rey misionero, ya que él ha sido enviado para ser el
“Cordero de Dios y quitar el pecado”, tiene una misión.
Los discípulos y las tribus de Israel
Continuando con la idea de la Restauración, veamos qué pasa con las
doce tribus de Israel, nueve tribus y media se habían perdido1, por lo que
es evidente la Señal de Jesús al elegir doce discípulos, Jesús está
restaurando las doce tribus de Israel. Con esto no quiero decir que Jesús
está queriendo destacar y sobre exaltar a Israel, si no que apunto a la
restauración y que esta restauración solo le pertenece a Cristo, Rey sobre
las doce tribus, Rey de Reyes. Jesús está restaurando las doce tribus con
el objetivo de extender el evangelio, en el AT era Israel (las doce tribus)
las encargadas de proclamar la Gloria de Dios, ahora con esta
restauración Jesús está preparando a doce hombres en simbolismo de
reunión de las tribus para la extensión del evangelio. Jesús está
restaurando el sentido misionero que tenía Israel.
Israel era entre los pueblos el más pequeño e insignificante
(Deuteronomio 7:7), sin muchas cualidades un pueblo lleno de defectos.
Similar a los doce discípulos que Jesús escoge entre ellos habían traidores,
incrédulos, ladrones, violentos, con ideologías de guerra, etc. Jesús eligió
a los más insignificantes entre los judíos. Esta es una potente señal de
restauración ya que Jesús está recreando a estas personas para la misión.
El ministerio misionero tiene un fuerte sentido de restauración, ya que va
en busca de quienes están perdidos, de quienes están lejos del Padre. Por
lo que es maravilloso notar que Jesús, al iniciar su ministerio, lo hace
restaurando, esto es el sentido de la misión. Que las naciones, culturas y
razas sean restauradas por Jesucristo el Rey misionero.

1
Stein, Robert H. (1996). El llamamiento de los discípulos. Jesús, el Mesías: Un estudio de la
vida de Cristo (143). Barcelona: Clie.

4
Jesús el capacitador de líderes para la misión

Preparar líderes para la misión es algo fundamental, ya que la buena


preparación de líderes, que sepan transmitir el evangelio da muestras de
la fidelidad y amor que tenemos por la extensión del Reino de Dios.
Jesús vino para cumplir la misión encomendada, ser el cumplimiento del
pacto de Dios, ser el cumplimiento de la promesa. Después de esto él
debía volver junto con el Padre, por lo que Jesús tenía muy presente que
la buena preparación de sus discípulos era fundamental para la expansión
del evangelio sobre la tierra. Estos serían sus testigos (Hechos 1:8). Esto
nos deja una enseñanza muy clara, Jesús tenía claro que su ministerio
terrenal tenia término consumado es (Juan 19:30), así también la Iglesia
debería poner urgencia en la inversión para la preparación de nuevos
misioneros, ya que todos los ministerios tienen un final. Sin embargo la
misión solo acabará hasta que Jesús vuelva, hasta entonces el evangelio
debe seguir siendo pregonado con fidelidad.
Jesús llamó a doce hombres para la continuidad de la misión, está
preparación de la que fueron parte los discípulos era muy particular, ya
que Jesús les está invitando a vivir con Él. Solo viviendo con Jesús podrían
llegar a descubrir quién era y a familiarizarse con las enseñanzas del
Evangelio que Él les habría de encomendar más adelante.2

El mandato de Mateo 28:18-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas


las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén. No es más que imitar lo que Jesús había hecho con ellos
mismos, hacer discípulos no era solo instruir doctrinalmente a los nuevos
conversos, era compartir la vida diaria con ellos dando testimonio de lo

2
Stein, Robert H. (1996). El llamamiento de los discípulos. Jesús, el Mesías: Un estudio de la
vida de Cristo (143). Barcelona: Clie.

5
enseñado por Jesús. Esta es la forma bíblica de entrenar a nuevos
misioneros y líderes para servir a la Iglesia.
Jesús ya tenía un buen número de seguidores de entre esos seguidores
el elige un pequeño grupo, solo a doce para que estos posteriormente
fueran sus apóstoles (enviados) para dar forma a lo que sería la Iglesia.
Claramente de entre toda la multitud que seguía a Jesús habían personas
mucho más capacitadas probablemente, con mayor educación y recursos,
incluso podrían haber personas que tenían una apariencia de piedad
reconocida por la comunidad. Sin embargo Jesús no elige a los mejores
(tampoco podemos decir que elige a los peores).
Si algún líder tiene que elegir a quien va a entrenar para el liderazgo,
probablemente elegiría al más obediente o participativo en la Iglesia ya
que este evidencia más competencias de líder y esto no es algo malo, es
algo “normal” por nuestras limitaciones, ya que nosotros no tenemos la
capacidad de mirar los corazones como lo hace el Señor (1 Samuel 16:7),
además tenemos otra limitación, y es que nosotros solo vemos las cosas
en su tiempo presente, más Jesús al elegir a sus discípulos les conoció y
conoce desde la eternidad, esto quiere decir que Jesús miro a Pedro, un
hombro duro, terco, cobarde y también le vio muerto por causa del
evangelio. Nosotros no tenemos esta capacidad, por lo tanto el misionero
que quiera formar otros misioneros o lideres tiene la obligación de orar
por paciencia, entregándole todo al Señor ya que solo El ve el estado
futuro de la persona en formación y de Él depende ese futuro. Entonces
no podemos rechazar o excluir a nadie de una buena formación ya que
estamos limitados y esta limitación engrandece el poder y la gloria de
Jesucristo.

La oración por quienes se están formando es fundamental desde su inicio,


Jesús nos da ejemplo sobre esto en Lucas 6:12-13 En aquellos días él fue
al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó
a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó
apóstoles. Ya como expuse más arriba, estamos limitados, no tenemos el
poder de Jesús, sin embargo Jesús nos muestra que a pesar de su poder
y conocimiento completo del corazón humano, el busco al Señor para
elegir a sus apóstoles. La oración es la llave de todas las puertas en la
misión.

¿Por qué era importante rodearse de un círculo cercano? ¿Por qué era
estratégico? Aunque podría haber otras razones válidas, dos de ellas

6
están estrechamente relacionadas con el objetivo de Jesús de hacer
discípulos maduros: la interiorización y la multiplicación.3

No debemos negarnos a instruir a quienes Dios dispuso en su corazón el


llamado al ministerio, ya que no conocemos su futuro, sin embargo sí
debemos restringir nuestro número de discípulos en formación. Si Jesús
eligió solo a doce, lo hizo porque concentro sus fuerzas solo en ellos, dada
la limitación humana que tenemos nosotros, también deberíamos
concentrarnos solo en un pequeño grupo, pero con dedicación piadosa.

3
Ogden, Gregory J. (2006). Por qué Jesús invirtió en unos pocos. En Discipulado que
transforma: El modelo de Jesús (55). Barcelona: Clie.

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Jesús transforma la cultura

Para quienes gozamos de ser cristianos y proclamar el evangelio, tenemos


como preposición el hecho de que la persona que acepta a Jesús como su
salvador será cambiada completamente, sus hábitos, sus paradigmas y
cosmovisiones serán cambiadas por el poder del evangelio de Jesús. Y
esto es así, es una verdad, con el evangelio las personas cambian, pero
Jesús en su mandato de Mateo 28:19-20, apuntó hacia las realidades
presentes de las personas. Me explico, cuando predicamos el evangelio
siempre hablamos de lo venidero, del Reino y de que algún día si creemos
y perseveramos estaremos con Jesús eternamente, esto es una bendición
escatológica del evangelio, sin embargo también el evangelio tiene
bendiciones en nuestro estado presente “Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones” (Lucas 28:19ª). Ir a predicar a todas las naciones
significa ir a predicar el evangelio transformador a todas las culturas, esto
es muy potente ya que las desigualdades, los abusos, la violencia, la
corrupción están presentes en la cultura, algunos de estos males en
mayor medida en ciertas culturas que en otras. El ir y hacer discípulos a
todas las naciones implica que debemos transformar las culturas, ya que
las personas son víctimas de los males de las mismas culturas.

Sin embargo el modelo de transformación que nos entrega el Señor Jesús,


es un modelo que escapa de nuestras manos, no depende de nuestras
habilidades, sino que solamente de Él. Las culturas serán transformadas
cuando las personas que están inmersas en estas culturas sean
transformadas, en otras palabras. Las personas al ser redimidas, redimen
la cultura y no al revés.

Sí esto es así entonces la misión es urgente, la Iglesia debe


comprometerse socialmente, debemos dolernos de las injusticias como

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Jesús se dolió con los desposeídos, no soportar el abuso, así como Jesús
no soportó el abuso de los mercaderes del templo, puesto que somos
llamados hijos de Dios y portamos el evangelio el cual es potentemente
transformador. No existe lugar o espacio social «prohibido» para la acción
evangelizadora y para el compromiso social de la iglesia. Si el amor de
Dios es inclusivo y abarcador, el correlato natural de esta afirmación es
que la vocación misionera de su pueblo está por encima de cualquier
factor teológico o ideológico limitante.4 Dios es luz para todas las
naciones. Entonces, el mensaje de arrepentimiento y perdón de pecados
tiene que ser proclamado y vivido en todo lugar donde se encuentre un
ser humano necesitado de la gracia de Dios.5

La misión debe buscar la transformación de nuestras culturas, solo por la


predicación del evangelio y el actuar misericordioso de la Iglesia las
personas serán transformadas, así consecuentemente nuestra cultura
también lo será. Como dije anteriormente, este método de transformación
de la cultura no depende de nosotros, depende del Señor. Nos queda
solamente obedecer fielmente al mandato y orar con fervor por los nuevos
conversos.

La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra


ella (Juan 1:5), así como en el principio la tierra estaba desordenada y
vacía, ósea había un desorden (Génesis 1), un caos, la luz trajo orden y
sentido a las cosas. Así también es Jesús quien es el Verbo encarnado, su
luz no puede ser vencida por las tinieblas, es más, el por ser la luz ya
venció las tinieblas. El evangelio puede traer orden y sentido a nuestras
culturas.6

4
Padilla, Rene C. (1998). La misión liberadora de Jesús según Lucas. En Bases bíblicas de la
misión: Perspectivas latinoamericanas (104). Buenos Aires: Nueva Creación.
5
Padilla, Rene C. (1998). La misión liberadora de Jesús según Lucas. En Bases bíblicas de la
misión: Perspectivas latinoamericanas (105). Buenos Aires: Nueva Creación.
6
Morris, León. (2005). Texto, exposición y notas: El Verbo y la Creación. En El evangelio
según Juan Vol. I (122). Barcelona: Clie.

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Conclusión

Ver a Jesús como Profeta, Rey y Sacerdote es algo potente dentro de la


teología, el problema de esto es que a Jesús le atribuimos solo estos tres
oficios (generalmente) como ministerios y olvidamos hablar del ministerio
integral de Jesús, Jesús efectivamente realizó todos los ministerios, por
lo que es bueno llamar a Jesús el mayor misionero. Podemos llamar a
Jesús como el mayor misionero porque Él es Dios, porque El dejó su gloria,
porque Él se vino a humillar y obedecer, porque Él se ofreció como
sacrificio aun siendo sin pecado, porque el venció la muerte.

Por lo tanto nuestro mayor referente en la instrucción misionera debe ser


Jesús, porque además de toda su obra redentora, Él es la cabeza de la
Iglesia, la misión se trata de Él.

La labor misionera de Jesús es de plena restauración y es así como debe


ser entendida, predicar a Cristo solamente escatológicamente es una
predicación incompleta, puesto que el evangelio tiene implicaciones
temporales, así también como el pecado, sin embargo porque Él es la luz,
ya venció a las tinieblas.

También usó a quienes no eran los mejores a la vista humana. Ya que


Jesús decidió elegir a los que no son tan buenos, porque su método de
discipulado era intensivo, se trata de compartir su vida con ellos, para la
interiorización y multiplicación. Nuestros objetivos de discipulado deben
apuntar a la interiorización (del evangelio) y la multiplicación (de más
discípulos).
10
La urgencia de la misión está presente en nuestra Iglesia, El Señor nos
ayude.

Bibliografía

Morris, León. (2005).El evangelio según Juan Vol. I. Barcelona: Clie.

Ogden, Gregory J. (2006). Discipulado que transforma: El modelo de Jesús. Barcelona: Clie.
Padilla, Rene C. (1998). Bases bíblicas de la misión: Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires:
Nueva Creación.

Stein, Robert H. (1996). Jesús, el Mesías: Un estudio de la vida de Cristo. Barcelona: Clie.

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