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Los versículos 1Ti_6:17-19 constituyen una instrucción positiva para los ricos,

diciéndoles cómo usar sus riquezas para la gloria de Dios. Nótese que los llama «ricos de
este siglo [mundo]». Es posible ser rico en este mundo y no ser rico para con Dios
(véase Luc_12:13-21). Primero, estas personas deben ser humildes, aceptando su
riqueza como una mayordomía de parte de Dios. Deben poner sus ojos en el Dador y no
poner su confianza en lo recibido. Dios quiere que los suyos disfruten de las bendiciones
de la vida; ¡la palabra «disfrutar» se halla en la Biblia! En Cristo, Dios «nos da todas las
cosas en abundancia para que las disfrutemos». ¡Él nos las da «en abundancia»! Pero
estas bendiciones materiales no son solamente para disfrutarse, también son para
emplearlas, para usarlas para la gloria de Dios y ganar almas. El dinero se debe usar en
buenas obras; se debe compartir; se debe invertir en cosas eternas, colocando un buen
fundamento para el tiempo venidero. «Tesoros en el cielo» es la manera en que Jesús lo
dijo en Mat_6:1-34.

Hechos 4:32-35
todas las cosas en común. Vea las notas sobre Hch_2:44-46. Los creyentes
entendieron que todo cuanto tenían le pertenecía a Dios, y por eso consideraban que
quienes podían suplir las necesidades de otros hermanos o hermanas tenían la
obligación de hacerlo (cp. Stg_2:15-16; 1Jn_3:17). El método para lograrlo consistía en
entregar el dinero a los apóstoles para distribuirlo (vv.Hch_4:35; Hch_4:37).

El Espíritu Santo también les dio una maravillosa unidad, al punto de que vendían sus
bienes y los compartían con los que tenían necesidad. Este «comunismo cristiano» fue
otra prueba de la presencia del Espíritu, un ejemplo de lo que ocurrirá en la edad del
reino cuando todas las naciones tengan el Espíritu y un amor desinteresado las unas por
las otras. Este «comunismo» no tiene ninguna relación con el comunismo marxista. Por
favor, nótese que este compartir de bienes fue algo temporal y no se le exige a la
Iglesia de Cristo hoy. Aun cuando los cristianos de hoy deben tener el mismo espíritu de
amor, no se espera que vendan sus bienes y formen una comunidad separada. En
Hch_11:27-30 los cristianos en Antioquía tuvieron que auxiliar a los creyentes de
Jerusalén. (Véanse también Rom_15:26; 1Co_16:1-3; 2Co_8:1-4; 2Co_9:2.) Cuando
Israel rechazó el mensaje esta obra de gracia del Espíritu gradualmente desapareció. El
modelo de ofrendar de la iglesia del NT se halla en 2Co_8:1-24; 2Co_9:1-15, 1Ti_5:8 y
2Ts_3:7-13.
tenían todas las cosas en común. Este despliegue de caridad cristiana no abolía el
derecho a la propiedad privada. Tal comunidad de bienes no era impuesta, sino
voluntaria, como un medio para eliminar entre ellos la extrema necesidad.
II. La multitud (Hch_2:42-47)
Nótese que los creyentes permanecieron en el templo y dieron su testimonio y
adoración. El Espíritu les dio unidad de corazón y de mente, y añadía creyentes cada día
a la Iglesia. Estos versículos son una hermosa descripción de lo que será la vida durante
la edad del reino. Aun cuando la Iglesia (como nosotros la conocemos) existía entonces
sólo en la mente de Dios, su plena revelación no fue efectiva sino hasta más tarde por
Pablo. Hch_2:1-47 es un mensaje para el pueblo judío, de modo que no lea en estos
versículos verdades que sólo se revelaron posteriormente. La iglesia de hoy no se reúne
en el templo judío, ni se le pide que practique el comunismo. La oferta del reino estaba
aún abierta y continuaría estándolo hasta los sucesos de Hch_7:1-60, cuando los líderes
de la nación resistieron al Espíritu una vez más y mataron a Esteban.

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