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Casa de Oración Iglesia del Nazareno

Tema 10: Consejos para futuros ganadores. Por el pastor Adalberto Herrera.
Base bíblica: Proverbios 23:7
Introducción
Piense usando los principios de la Palabra de Dios. ¿Por qué? Porque en el pensamiento
está la esencia de nuestra identidad como hijos de Dios y de eso, en gran medida,
dependerá su éxito en la vida.
Debemos ser honestos con nosotros mismos, los cambios son estrictamente necesarios.
Hay cambios que debemos hacer y para muchos de nosotros, dichos cambios suponen una
urgencia vital, si es que acaso queremos ver la bendición y la gloria de Dios en nuestras
vidas.
La Palabra de Dios es oportuna en todo tiempo. En ella está la verdad pero también el
consejo sabio, perfecto y eterno de Dios, que de manera amorosa nos conduce a tierras de
paz y abundancia. Considera los siguientes consejos prácticos, cíñete a ellos y tendrás
gran retribución:
1. Piensa que todo es posible

Jesús dijo: si puedes creer, al que cree todo le es posible (Marcos 9:23). El cristiano
mediocre es el que todo el tiempo está desmintiendo esa verdad, diciendo: no tengo, no
puedo, no hay; pero el que piensa en grande dice: si tengo, si puedo, si hay. La diferencia
la hace tu fe.

2. Conéctate con ganadores


Mucha razón tiene el viejo pensamiento de las abuelas: “dime con quién andas, y te diré
quién eres”. Si andas con gente que reniega, maldice y se queja todo el tiempo, no solo te
van a identificar como uno de ellos, sino que además, terminarás pensando y viviendo
como ellos. (Proverbios 24:6). Camina con aquellos que pueden ayudarte a ser una mejor
persona y que con su experiencia pueden animarte a conquistar tus sueños.
3. Sé muy responsable
Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se
apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza (Proverbios 21:5). La palabra clave en
este texto es: diligencia, que también puede ser interpretada como prudencia. Si te
encomendaron una tarea, esfuérzate por hacerla de manera excelente, planéala, trabaja en
ella y entrégala en el tiempo acordado sin afectar a otros.
4. No postergues
Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu
pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en
el río. Y él dijo: Mañana. (Éxodo 8:9-10). Si comienzas algo, entonces termínalo. No
aplaces pagar, no cambies tus citas si puedes cumplirlas, no esperes otro año para lo que
puedes hacer ahora; por difícil que sean las condiciones, evita postergar tus compromisos.
5. No te excuses
Las excusas se convirtieron en una epidemia de nuestro tiempo, muchos de manera jocosa
la han llamado también: “esquezofrenia”. Es que- el tiempo, es que- la edad, es que- la
hora, es que- el dinero, es que- el sueño, es que- el cansancio, etc. Las excusas no son de
Dios, es de los mediocres. (Mateo 5:37).
6. Esfuérzate en alcanzar tus metas
Alcanzar metas demanda valentía, por tanto la valentía es una virtud de los ganadores. Un
ganador no solo tiene metas, sino que además se esfuerza por alcanzarlas, trabaja y todo
lo que hace, de una u otra forma, lo acerca a ellas. Ciertamente habrá obstáculos, a veces
sentirá temor y por qué no, en ocasiones lo visitará la duda, pero su firmeza y carácter lo
ayudará a enfrentar todo tipo de oposición. (Nehemías 4:14-15).
7. Piensa en el éxito, no en la derrota
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento (1 Corintios 15:57). Un
vencedor no da lugar a la derrota, si una idea o proyecto fracasa, pide la dirección de Dios
y lo intenta de nuevo. Pensar de esa manera nos ayudará a encontrar a Dios en los
momentos difíciles y él nos dará las fuerzas para continuar. La carrera termina cuando
llegamos a la meta, no antes. (Nehemías 2:17-20).
8. Piensa como un filántropo
El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado (Proverbios
11:25). Un filántropo es aquel que le gusta ayudar y es generoso. Se caracteriza también
por ser desprendido de los recursos materiales, recursos que su vez, puede compartir con
facilidad. Comienza con lo básico: dar para la Casa de Dios. Luego, usa los recursos que
tienes, para bendecir a todos aquellos que lo necesitan.
Conclusión
Mi consejo primordial para ti es: renueva tu mente, piensa como un ganador. Confía en la
ayuda de Dios y avanza hacia tu victoria. Prepárate, grandes y nuevas bendiciones de Dios
vendrán.

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