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Casa de Oración Iglesia del Nazareno

Tema 09: Tenga fe

Base bíblica: Números 14:1-10

Introducción:

En la circunstancia más compleja de tu vida, la fe puede hacer la diferencia. Caminar


con Dios demanda fe, sin ella, es imposible conocerlo y mucho menos agradarlo.

La fe es un requisito indispensable en nuestra relación con Dios. Las Escrituras dicen:


En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a
Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Hebreos
11:6.

Quien actúa conforme a su fe y no según su vista, provoca el obrar de Dios. De Josué y


Caleb podemos aprender algunos principios para enfrentar los desafíos de la vida que
superan nuestro ingenio o fuerza:

1. Fije su mirada en el objetivo

Un mal ambiente se originó en razón del informe de los espías. Mientras 10 de los 12
que habían ido a reconocer Canaán, hablaban sobre lo llamativa que era la tierra y lo
grande que eran sus habitantes, Caleb y Josué animaban al pueblo a ir y conquistarlo. A
diferencia de los 10, ellos no se concentraron en la fortaleza de sus enemigos, sino en lo
dichosos que serían cuando habitaran aquella tierra.

Un incrédulo, siempre pondrá su mirada en los obstáculos perdiendo así de vista, el


merecido fruto de la fe. Cuando no hacemos más que pensar en lo débiles que somos y
en lo difícil que puede ser lograr aquello que tanto deseamos, firmamos un contrato de
conformidad con el estancamiento y la mera ilusión. Consciente de que Dios está
contigo, fija tu mirada y atención al objetivo y no te descalifiques antes de usar tú fe.

2. Piense como un vencedor

Caleb y Josué no estaban acostumbrados a contar malas noticias. De hecho, fue por la
actitud y el lenguaje derrotista del pueblo que ellos rasgaron sus vestidos. Cuando Israel
entendió que no sería fácil entrar a Canaán, en lo primero que pensaron fue en retornar
a la esclavitud de Egipto, mientras tanto, Caleb y Josué, pregonaban que derrotarían a
los habitantes de Canaán y los comerían como a pan.

Indiscutiblemente la fe siempre nos guiará a hablar en fe. La dimensión de nuestra fe


queda expuesta por la forma de nuestro lenguaje. En ocasiones, hablar negativamente
sobre una situación que nos exige confianza en Dios, suele confundirse con la
prudencia o el carácter realista de los hechos. Lo cierto es que Dios respalda decisiones
arriesgadas y se mueve de acuerdo a la fe de aquellos que en Él confían.
3. Enfrente el temor

El mejor antídoto contra el temor es la fe. El temor paraliza y todas las personas, de
diversas maneras, lo experimentan. Existen muchas situaciones que producen temor,
pero ninguna, como el que produce la incertidumbre por el futuro. ¿Quién no ha sentido
temor por lo que vendrá? ¿Quién no ha sentido temor por el futuro de su matrimonio?
Ciertamente debemos alimentar nuestra fe, hasta que el temor muera de hambre.

Caleb y Josué no se atemorizaron por sus “gigantes enemigos”, no desperdiciaban


tiempo hablando de su estatura o musculatura, tampoco de sus armas o carruajes; ellos
durante 40 días alimentaron su fe mientras observaban las grandes uvas, los grandes
higos y las extravagantes granadas. Las Escrituras nos desafían a no retroceder ante el
temor: Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y
de dominio propio. 2 Timoteo 1:7.

Conclusión

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