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SERMÓN WILLIAM BRANHAM (Manifestación de Dios)

Ahora, acercándonos a Dios, confiese sus pecados, confiese su incredulidad. Dígale a Dios que
usted está avergonzado de sí mismo, de su incredulidad.
Lo reto a hacer eso y usted verá la Gloria de Dios.
Dígale a Jesús que nunca más va a descreerle.

Ahora que usted lo está aceptando, ahora eso va a finalizar. Usted nunca más se a quejar. No
importa lo que parezca, lo que se sienta, usted lo va a creer, porque Dios así lo dijo. ¡Dios lo
dijo!
Usted ha salido de la torre de Babilonia. Usted ha salido al valle, donde el lirio de los valles se
encuentra. Usted ha salido a la cuesta de la montaña, donde la Gracia de Dios fluye libremente
desde la Fuente de la Vida.

Confiese sus faltas. Diga: “Dios…”Si usted ha hecho algo a alguien, diga: “Voy a volver atrás y
hacer las cosas bien”
Haga eso ahora. Ore de todo corazón esta oración con la cabeza inclinada y los ojos cerrados:

Dios Todopoderoso, Creador del Cielo y la Tierra,


Autor de la Vida Eterna, Dador de todo bien,
Sé propicio a mi oh Dios.
Perdona mi incredulidad.
Creo en el Evangelio, yo creo que tú estás aquí,
Creo que ahora estás cumpliendo tu Palabra en mi cuerpo.
Abre los canales. Me vacío de mi incredulidad.
Recibo tu Espíritu.
Yo creo que tú estás en mí ahora.
Creo que mi enfermedad se desvanecerá.
¿Cómo puede la muerte y la vida existir en mi cuerpo cuando tú estás allí?
Te creo y te acepto ahora como mi Sanador.

(Luego de terminada la Oración Personal por sanación, el Profeta William Branham ora por las
personas con la siguiente oración)

La Biblia dice “La oración de fe salvará al enfermo, Dios lo levantará”


Si he hallado gracia en tus ojos por la acción del Espíritu Santo, yo pediré con todo mi corazón
en este momento que el Espíritu Santo le dé testimonio de que la obra ha sido consumada.

Oh Dios, mi Padre,
Vengo en el nombre de Jesús para orar por este pueblo que honesta y sinceramente han
confesado sus errores ahora.
Oh Bendito Dios que esta sea una noche que nunca olviden.
Que el Espíritu Santo entre en cada corazón ahora mismo y solamente saque todo, todas las
cosas y todas las enfermedades de sus cuerpos.

Ahora reto al diablo a un debate:


Satanás, tú estás consciente que estás abatido.
Tú no tienes derechos legales. Jesucristo, mi Señor, te despojó de toda autoridad que tenías
cuando Él murió en el calvario para quitar el pecado y la enfermedad, y no eres más que un
engañador, y te estamos llamando engañador.
Tú sabes que cuando nuestro Señor vino a la higuera, Él maldijo a la higuera. Al día siguiente
estaba seca.
Y nuestro Señor le dijo a sus discípulos: “Tened fe en Dios, porque si dijereis a este monte:
¡Quítate! Y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le
será hecho”
Satanás, tú conoces la Escritura acerca de eso.

Y acabo de enseñarle a este pueblo que Dios está en ellos y si Dios está en ellos y ellos le
hablan a esa enfermedad y dicen: “Apártate de mí” y no dudaren en su corazón, en ese
instante esa enfermedad tiene que moverse porque Cristo así lo dijo, porque no son ellos los
que hablan, es el Padre que mora en ellos quien está hablando.
Ellos están necesitados, sal de ellos en el nombre de Jesucristo.

Lo digo como el siervo de Dios, por medio de un mensaje de un Ángel, quien me ungió y ha
demostrado a la gente que Jesús está aquí y el mensaje está correcto.
Así que sal de ellos en el nombre de Jesucristo, yo te ordeno que te vayas de cada persona
enferma y entres en las tinieblas de afuera, en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.

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