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Contenido
Abstrac ......................................................................................................................... 3
1.1. Naturaleza y Concepto De Cultura ............................................................. 5
1.2. La estructura social y económica es la base y el modo como se produce la
cultura. 5
1.3. La naturaleza............................................................................................... 8
1.4. El proceso de socialización o enculturación. .............................................. 8
1.5. Naturaleza y Civilización. .......................................................................... 9
Capítulo 2 ................................................................................................................... 13
2.1. Definición de la cultura y cultura aplicaciones antropológica ................. 13
Referencias................................................................................................................. 17
Perspectiva antropológica de la cultura|
Abstrac
The humanization process contains a recognition from its identity to the culture that he
cannot be other people’s and that evidently they transfigure the individual’s imaginary
cognitivo, guided by specific codes, so that all culture implies a system of values and
communication codes, these they are translated the culture term that you imbrica in the
Cultural anthropology, and inside this the human culture, frames the differences and
behavior likeness among the human groups., the description of the diverse cultures and
of the processes that characterize them like an essential condition of the human existence.
Perspectiva antropológica de la cultura|
OJETIVOS:
GENERAL:
ESPECIFICOS:
Capitulo1
Así, pues, la palabra cultura, para un gran número de antropólogos, sociólogos, psicólogos
y otros científicos sociales, comprende todos los modos de comportamiento socialmente
adquiridos, por lo tanto, es la manera de pensar, de sentir, de actuar y de creer de los grupos
humanos, es decir, la manera total de vivir de las sociedades y de cómo éstas se adaptan al
ambiente y logran transformarlo.
otro grupo los antropólogos británicos, considera que este concepto de cultura resulta
demasiado amplio para designar provechosamente un campo específico.
Desde el punto de vista marxista, la cultura no puede ser comprendida sin el entendimiento
de la estructura socio-económica con la que forma unidad. La dialéctica de los conceptos de
cultura y sociedad expresa una relación entre forma y contenido de los fenómenos humanos.
"La cultura —dice Roger Bartra— no es sinónimo de superestructura, pues abarca también
las peculiaridades de los medios de producción; es claro que si la estructura social es la
transformación de la naturaleza humana y la cultura la transformación del ambiente realizada
por el hombre, ambos conceptos resultan inseparables, pues no se podrá entender cómo el
hombre se modifica a sí mismo sin analizar como modifica al medio que lo rodea"
El concepto se aclara si se tiene en cuenta el papel que juega el trabajo en la conducta social.
En efecto, el hombre para subsistir necesita trabajar, es decir, desplegar una actividad
productiva aprendida socialmente. En consecuencia, un primer elemento de la conducta social
es el trabajo. Esta actividad pone en relación al hombre con la naturaleza, sobre la cual actúa
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y, al mismo tiempo, determina, diversas formas de relación entre los hombres mismos y del
conjunto de esta interacción surge la Producción, como resultado del trabajo.
La diferencia esencial entre las relaciones del organismo animal con el medio y las
relaciones del hombre con el mundo exterior radica en que el ser humano no sólo se adapta al
medio, sino que, a base del conocimiento de las leyes objetivas que presiden el desarrollo del
medio ambiente, lo modifica con arreglo a sus necesidades.
Así, pues, el problema de las discrepancias sobre el término cultura no radica en la validez
del término mismo, incluso en la concepción marxista, sino en su extensión o en su adecuación
a las concepciones y métodos de estudio. De cualquier manera, es un término ampliamente
aceptado, y corresponde a una abstracción válida para señalar todas las formas de
comportamiento aprendido, y nos sirve también para aclarar la diversidad de maneras de ser
cuando nos damos cuenta que cada sociedad humana tiene una cultura diferente, o sea, un
sistema históricamente derivado de modelos de vida.
Según el enfoque conceptualista, la cultura no es una entidad sino un concepto que usan los
antropólogos para unificar una gran variedad de hechos que de otro modo permanecerían
separados.
Según el criterio realista, la cultura es tanto un concepto como una realidad empírica; es un
concepto porque es la principal teoría explicativa de la ciencia antropológica; es una entidad
empírica porque el concepto está reflejando la forma en que verdaderamente están organizados
ciertos fenómenos. Pero no se debe confundir la teoría sostenida por algunos antropólogos de
que la cultura es supe orgánica, o sea una super-realidad, con el hecho universalmente aceptado
de que la cultura es supraorgánica, es decir, que no está directa e inmediatamente sujeta a las
leyes biológicas.
La concepción antropológica de cultura es mucho más amplía que como suele emplearse la
palabra ordinariamente, o como figura en el diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua. En contraposición a ello, a la persona poco instruida y cuyos modales son vulgares se
le denomina "inculto". Lo mismo sucede con los pueblos o con los grupos humanos a los cuales,
según su desarrollo o progreso material, se los califica de igual manera. Antropológicamente,
estas definiciones no tienen el mismo significado, puesto que la cultura no está restringida a
determinados campos del conocimiento ni a ciertas actitudes, sino que abarca todos los modos
de comportamiento derivados de la esfera total de la actividad humana.
Ningún antropólogo empleará el término "culto" frente a "inculto" porque esta distinción,
aunque de uso tan frecuente, sólo representa una diferencia en las formas de comportamiento
o la asimilación de determinados aspectos del conocimiento, mas no la presencia o ausencia de
cultura, puesto que todos los hombres poseen un tipo de cultura, cualquiera que sea el grupo o
la sociedad a la que pertenecen. Así, pues, entendida de esta manera la cultura comprende no
sólo los conocimientos y la manera de comportarse frente a determinadas situaciones sino
también a las costumbres y las tradiciones, la técnica, el arte, la ciencia, la moral, la religión y
todas las instituciones creadas por el hombre, así como también los instrumentos materiales y
artefactos" en los que se materializan las realizaciones culturales y mediante los cuales surten
efectos prácticos los aspectos intelectuales de la cultura, como son los edificios, los vestidos,
las máquinas, los artificios para la comunicación, los objetos de arte, etc.
Los términos naturaleza y cultura son profundamente equívocos y reúnen una variedad
importante de significados. En las expresiones siguientes: “hay que cuidar la Naturaleza”, “es
natural hacer tal cosa”, “fulanito tiene una buena naturaleza”, “menganita tiene mucha cultura”,
“me he matriculado en un curso de cultura clásica” o “el refranero resume la cultura popular”,
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aparecen estos dos términos: naturaleza y cultura, con significados, si no distintos, al menos no
del todo coincidentes. Por eso es importante aclarar tal variedad de significados.
1.3. La naturaleza.
En el lenguaje cotidiano, se entiende por Naturaleza- en este caso el término se suele escribir
con mayúsculas- el conjunto de los seres naturales en contraposición a los seres artificiales
hechos todo ellos por la intervención del ser humano. Otras veces, el término naturaleza hace
referencia a aquello que es innato, frente a lo que es adquirido. Naturaleza, pues, como lo
propio; lo adquirido, como lo ajeno. Como cualquier otro mamífero, el ser humano nace con
unas pautas de conducta propias de su especie. Son lo que suelen llamarse “conductas innatas”:
“taxias”, “reflejos” e “instintos”.Ningún ser humano nace sin saber cómo alimentarse de la
madre, cómo llorar en respuesta al dolor o para recibir alimento. Sin embargo, es igualmente
cierto que no todas las conductas son innatas, sino que, por el contrario, la mayoría de las
acciones de los seres humanos son producto de “conductas adquiridas”, del aprendizaje.
1. Cultura es aquello que nos hace capaces de romper con las normas y los instintos.
2. Cultura es lo artificial frete a lo espontáneo.
3. Cultura es lo aprendido frente a lo innato.
La cultura se define como el todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte,
moral, derechos, costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquirido por el hombre en
tanto que miembro de una sociedad. El hombre vive en una segunda naturaleza que su cultura,
esto quiere decir que nuestros aprendizajes fruto de la socialización termina siendo nuestra
naturaleza, es decir, nuestra forma espontánea de actuar. Esto ha llevado a los filósofos a negar
que exista como tal una naturaleza humana. Somos los seres más flexibles y adaptativos de la
naturaleza, de tal forma que el aprendizaje define lo que realmente somos.
El hombre vive en una segunda naturaleza que su cultura, esto quiere decir que nuestros
aprendizajes fruto de la socialización termina siendo nuestra naturaleza, es decir, nuestra forma
espontánea de actuar. Esto ha llevado a los filósofos a negar que exista como tal una naturaleza
humana. Somos los seres más flexibles y adaptativos de la naturaleza, de tal forma que el
aprendizaje define lo que realmente somos.
normas, valores, creencias de forma inconsciente y acrítica. Este proceso no puede ser
controlado a voluntad por la generación de más edad, dado que, no que es fruto de la teoría y
el raciocinio, sino de identificaciones inconscientes que nos llevan a adoptar un código de
valores tal que nos permita adaptarnos al entorno en el que vivimos. Para algunos antropólogos,
como Marvin Harris, el proceso de enculturación se basa en el control de la generación de más
edad sobre los medios de premios y castigos a los niños. De tal forma que se refuerza con
premios las conductas que llevan a conservar las creencias y tradiciones vigentes, mientras que
se inhiben, se frenan, las conductas que suponen una discontinuidad con lo establecido. La
interiorización, como hemos dicho, es la clave del proceso de socialización. El concepto de
interiorización es un concepto de origen freudiano que se basa en la creencia, en la instancia
de la `personalidad que Freud llama “súper-yo”.
La Antropología Cultural. Es una disciplina de la Filosofía que surge a comienzos del siglo
XX y que intenta, partiendo de la observación directa de las diferentes culturas, extraer leyes
universales de la conducta humana. El Funcionalismo fue una reacción a la antropología
evolucionista de finales del siglo XIX. Su idea más importante es que las culturas funcionan
como de organismos vivos se tratara, es decir, las diferentes funciones culturales como:
parentesco, rituales, intercambios, están sujetos al servicio de la satisfacción de las necesidades
del organismo social. Por tanto el antropólogo no debe buscar el significado de una función en
concreto, sino explicar como esta función contribuye al equilibrio del organismo cultural. El
autor mas conocido del funcionalismo es Malinowsky. El Estructuralismo, siglo XX, asume la
creencia de reglas universales, como proponía el funcionalismo. Estas reglas serían
inconscientes y se asemejarían a las oposiciones estructurales que maneja la lingüística. Otra
corriente antropológica es la Ecología Cultural, y su derivación mas importante es el
Materialismo Cultural de Marvin Harris. Para estos autores todas las culturas son válidas en
cuanto son el resultado del proceso de adaptación del ser humano a un determinado ambiente
(en nuestra especie la educación no es ya un fenómeno biológico, sino que nos adaptamos al
medio gracias a la cultura). Hasta aquí la Ecología Cultural parece una forma de Relativismo
Cultural. Sin embargo, también estas teorías buscan leyes universales (universales es lo
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Las relaciones entre los conceptos de naturaleza y cultura conocieron, en el siglo veinte,
profundas transformaciones, incluso cuestionamientos o cambios de valor, que son bastante
representativos del estado general del pensamiento contemporáneo.
En un segundo nivel, naturaleza y cultura han sido distinguidas desde el punto de vista de
la libertad de la acción. Lo natural es, ante todo, lo espontáneo, lo instintivo, lo irreflexivo, o
sea, la ausencia de la puesta en marcha del pensamiento deliberativo, del juicio, de la reflexión,
que caracterizan por el contrario el despliegue de la acción libre, es decir, voluntaria. Ser libre
es actuar en función de una deliberación y una representación previas, ahora bien, el animal o
el niño, por ejemplo (estos seres que no han sido cultivados), no hacen más que reaccionar a
las solicitudes de su entorno. Lo natural es, en consecuencia, como continuación de lo que se
acaba de decir, igualmente el obstáculo, lo determinado: el ser natural se comporta en función
y bajo la dependencia de causas que le son exteriores y que se aplican a él de tal suerte que no
puede escapar a eso, o bien que le dejan poco espacio para reaccionar. La naturaleza se piensa
entonces como el despliegue de un mecanismo riguroso. Por el contrario, como lo señala
Rousseau, la libertad y la cultura se caracterizan por el poder que posee el ser humano de
escapar a las reglas que él se ha dado para sí mismo, de rechazarlas, o de inventar nuevas.
Artificio aún, pero en el sentido positivo de la invención de nuevas formas de existencia, que
no pueden ser deducidas de la naturaleza y de su orden determinado. Se podría concluir que
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esta parte de la geografía que rechaza todo determinismo natural es, como las otras ciencias
humanas, una ciencia de la libertad, o al menos, que es por principio una ciencia de la cultura.
A decir verdad, el marco teórico que acaba de ser esbozado a grandes rasgos es menos
rígido que lo que parece. Varias fórmulas o situaciones de transición que conciernen
igualmente a la geografía pueden evocarse al respecto.
Por un lado, ciertamente, tanto para Rousseau como para otros autores, la naturaleza, o más
exactamente lo natural, han podido ser considerados como normas o ideas éticas. Lo natural,
en esta perspectiva moral, es lo verdadero, lo auténtico, inclusive lo sano, y todo lo que se
desvía de esto, en los pensamientos y en las actitudes, es presentado como una degradación o
una degeneración. El reciclado de basuras domésticas, las carreras en la montaña y los
productos "biológicos" son portadores de ideas para la conducta humana. La naturaleza es, en
este sentido, una norma de la cultura.
En una perspectiva opuesta, la cultura ha podido ser pensada como la finalidad y el porvenir
de la naturaleza. La naturaleza es concebida, en este caso, como un conjunto de recursos
materiales y como una reserva de energías, que se caracterizan ante todo por su
indeterminación. Es necesario comprender entonces la cultura como una actividad: ésta
consiste en emplear esos recursos y esas energías, y así darles una determinación, es decir, una
significación. La naturaleza está cultivada, es decir, a la vez trabajada y puesta en forma, tanto
en el hombre como alrededor de él. La educación, la agricultura, la técnica en general, son
diferentes ejemplos de este "modelado" de la naturaleza por la cultura.
Pero es precisamente en el ser humano, en definitiva, donde las relaciones entre naturaleza
y cultura están marcadas por una ambigüedad constitutiva. Como escribe Merleau-Ponty, es
imposible "superponer en el hombre una primera capa de comportamientos que se
denominarían "naturales" y un mundo cultural o espiritual fabricado. Todo está fabricado y
todo es natural en el hombre, ..., en el sentido de que no hay una palabra, ni una conducta que
no deba cualquier cosa al ser simplemente biológico, y que al mismo tiempo no se sustraiga a
la simplicidad de la vida animal, no desvíe de su sentido a las conductas vitales, por una suerte
de escape y por un genio de lo equívoco que podrían servir para definir al hombre". En el
dominio específico de la geografía, la noción misma de medio geográfico, cualesquiera que
sean los avatares que esta noción hubiera podido conocer (de Vidal de la Blache a Berque),
pero también la del paisaje, permiten tomar a su cargo esta ambigüedad, constitutiva de lo
humano.
Hasta el presente, sin embargo, la naturaleza era pensada como primera, cronológica y
ontológicamente con respecto a la cultura, cualesquiera que fueran las formas tomadas
por sus relaciones. La cultura venía luego de la naturaleza, que era, por así decirlo, el
marco. Esta configuración intelectual, esta precedencia, está hoy en vías de cambiar. Se
tomarán tres ejemplos.
Hasta la primera mitad del siglo veinte se mantuvo la idea de que la naturaleza física
constituía una realidad objetiva a describir y a explicar, realidad exterior al hombre y
frente a la cual el ser humano estaba ubicado, por así decirlo, intentando adoptar una
mirada científica y objetiva. Los descubrimientos y las teorías de la física cuántica
replantearon profundamente esta creencia. Heisenberg, en un texto célebre, extrajo
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de esto, este sentimiento de precariedad conduce a una nueva interrogación ética, que
es la de la posibilidad, en el futuro, de un mundo habitable por el hombre, es decir, de
la cultura.
Estos tres ejemplos nos lo indican: la cuestión de las relaciones entre naturaleza y cultura
no es más hoy en día, parece, la del acuerdo o del desacuerdo entre dos mundos territorialmente
distintos. Sería más bien la de la delimitación y de la articulación, en el seno mismo de la
cultura, de lo que puede ser designado, pensado, vivido, como "la naturaleza".
(www.hypergeo.eu)
Capítulo 2
En los dos primeros ejemplos se aplica a los modos peculiares de un pueblo o de una
sociedad determinada; en el último, a las formas de vida de una época. También podríamos
referirnos a la cultura de los cultivadores incipientes de la costa peruana, aplicando el concepto
a los grupos con un estilo y forma de vida semejante o que han tenido entre sí algún modo de
contacto. Incluso podemos referirnos a la cultura de los estibadores de los muelles de Nueva
York como a la cultura de los camioneros interprovinciales peruanos, para señalar los modelos
y patrones comunes de individuos de un grado análogo de actitudes dentro de otra cultura más
amplia. La diversidad de la cultura de los pueblos, grupos o individuos, como dice Ruth
Benedict, no es solamente el resultado de la facilidad con que las sociedades elaboran o
rechazan posibles aspectos de existencia, sino que se debe también a una integración compleja
de rasgos culturales, digamos, aun entrecruzamiento de estos rasgos. Las formas finales de las
instituciones tradicionales, de los modos de vida, van mucho más lejos que el impulso humano
original. Estas últimas formas de cultura a las que hemos hecho mención, dependen, en gran
medida, del modo en que los rasgos se han ligado con otros de diferentes campos de
experiencia. Esta combinación o integración de rasgos se estructuran de tal manera que se
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convierten en una entidad a la que se adaptan los individuos como a un medio que los rodea y
condiciona. Como dice Hulse: "En cierto sentido, la cultura no es sólo nuestra creación sino
también nuestra creadora". De tal manera, pues, que el término cultura, usado por los
antropólogos puede aplicarse válidamente: 1) A todo lo que es socialmente transmitido en la
sociedad humana, incluyendo los modelos de vida o "patrones" de conducta social, artística,
ideológicos etc. y las técnicas para dominar el medio. Este es el concepto más general y
abstracto; A los modos de vida peculiares de un grupo o de dos o más grupo o sociedades entre
las que existe un determinado grado de interacción y semejanza; A los tipos de comportamiento
peculiares de una sociedad dada y A formas especiales de comportamiento característicos de
los diversos agregados, segmentos o estratos de una sociedad vasta y de organización compleja.
En reemplazo de esta acepción del término, algunos prefieren emplear el vocablo subcultura,
pero éste se presta, a veces, a confusiones.
Una sociedad es un pueblo, un conjunto orgánico de individuos, mientras que una cultura
consiste no en el grupo humano propiamente sino en sus modos de actuar, esto es, en el
comportamiento social. Una sociedad es un conjunto de individuos que obran de acuerdo con
su cultura. Dice G. M. Foster: "Una sociedad concreta es una cosa en marcha -funciona y se
perpetúa en sí misma- porque sus miembros, aunque no se lo propongan, están de acuerdo en
cuanto a las normas básicas para vivir juntos. La palabra "cultura" es el resumen o síntesis de
estas reglas que orientan la forma de vida de los miembros del grupo social. Más
específicamente, la cultura puede describirse como la forma común y aprendida de vida que
comparten los miembros de una sociedad y que consta de la totalidad de los instrumentos,
técnicas institucionales sociales, actitudes, creencias, motivaciones y sistemas de valores que
conoce el grupo". Son las necesidades humanas, individuales y sociales, las que originan todo
el dinamismo de la cultura.
La cultura es el resultado tanto de la interacción entre los hombres como de los grupos
humanos con la naturaleza exterior. En última instancia, la cultura es el conjunto organizado
de actitudes mediante el cual las sociedades se enfrentan al medio para transformarlo y asegurar
así su adaptación y la supervivencia de la especie. La adaptación, como en la evolución
orgánica, es un concepto clave en el estudio de las formas de vida social de los seres humanos.
La estabilidad de todo sistema de cultura depende, en primer lugar, de su efectividad en la
adaptación y, luego, de la eficacia con que realiza la transformación del medio que lo rodea.
En otras palabras, el desarrollo de la cultura, como una espiral creadora está señalado por una
permanente dinámica de acción y reacción entre la adaptación y la transformación de la
naturaleza.
Por su parte Harris plantea: “La cultura alude al cuerpo de tradiciones socialmente
adquiridas que aparecen de forma rudimentaria entre los mamíferos, especialmente entre los
primates. Cuando los antropólogos hablan de una cultura humana normalmente se refieren al
estilo de vida total, socialmente adquirido, de un grupo de personas, que incluyen los modos
pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar.”
Los juicios anteriores tienen a la antropología como elemento sustantivo de la cultura para
especificar la especie humana, tomando en cuenta la vida en sociedad, porque precisamente es
vital la relación de los unos con los otros en en su actuar, mediante esta actividad se trasmiten
ideas, sentimientos y maneras de actuar; es también esencia de la cultura el estilo de vida del
individuo y la colectividad.
reales y que por supuesto acarrearán en su delimitación de civilización o no, descansando sobre
pilares que tienen su origen en la forma de vida y comportamiento de los grupos humanos, es
por ello su carácter colectivo, plural y público que permite cuestionarse las propias prácticas
culturales y acoger otras más idóneas.
Sobre esta base es que estamos construyendo el criterio de cultura como proceso de
antropogénesis y al mismo tiempo como proceso de comportamiento social, el hombre se hace
hombre en sociedad, se transfigura y se conforma en el trabajo, crea valores que lo trasciende
y que transmiten de una forma u otra a las futuras generaciones de hombres una serie de códigos
de conducta esenciales para vivir en medio de una determinada sociedad ya que el resultado
final de una cultura es un sistema social y al mismo tiempo un sistema de códigos de
comunicación que lo mismo se trasmiten a través de la cultura material que a través de la cultura
espiritual.
Aun cuando se perciba un intento de resistencia hacia posturas subjetivistas por una parte,
en otro sentido Cliffor Geertz asume una postura semiótica ante el enrevesado fenómeno de la
cultura en su artículo Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura cuando
presupone que: …el hombre es un animal suspendido de una trama de significaciones que él
mismo ha tejido; en consecuencia entiendo la cultura como esa red (…) Pese a que es
“ideacional” no la encontramos en la cabeza de nadie, pese a no ser material, no es una entidad
ocúltala cultura es un contexto, algo dentro de lo cual todo eso pueda ser inteligiblemente es
decir, ampliamente descrito.
De ahí que para Geertz, asumir una concepción objetiva de cultura requiera necesariamente
de un basamento que descanse en patrones interpretativos y que involucre al hombre en la
depuración sígnica y simbólica de esa realidad que se le presenta como otra en la búsqueda
semi-inconsciente de significados. Se impone un entramado axiológico de posturas, discursos,
análisis, axiomas y lecturas que no pueden lacerarse de las experiencias y saberes de los
hombres en tanto estos ordenan su conducta en relación a sus costumbres, tradiciones, conjunto
de hábitos, guiados por un sistema de símbolos significativos como condición esencial de la
cultura. No existe naturaleza humana al margen de la cultura, el hombre es un producto de la
cultura que lo formó y en el que influyen condiciones naturales, biológicas, psicológicas, y
sociales que aportan simbologías específicas e individuales de un fenómeno según el medio
cultural donde este se forme. (www.gestiopolis.com)
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Referencias