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LÍNEA DE CONDUCCIÓN POR GRAVEDAD

La línea de conducción en un sistema de abastecimiento de agua potable por gravedad

es el conjunto de tuberías, válvulas, accesorios, estructuras y obras de arte encargados

dela conducción del agua desde la captación hasta el reservorio, aprovechando la carga

estática existente. Debe utilizarse al máximo la energía disponible para conducir el

gasto deseado, lo que en la mayoría de los casos nos llevará a la selección del diámetro

mínimo que permita presiones iguales o menores a la resistencia física que el material

de la tubería soporte.

Las tuberías normalmente siguen el perfil del terreno, salvo el caso de que, a lo largo de

la ruta por donde se debería realizar la instalación de las tuberías, existan zonas rocosas

insalvable s, cruces de quebradas, terrenos erosionables, etc. que requieran de

estructuras especiales. Para lograr un mejor funcionamiento del sistema, a lo largo de la

línea de conducción puede requerirse cámaras rompe presión, válvulas de aire, válvulas

de purga, etc. Cada uno de estos elementos precisa de un diseño de acuerdo a

características particulares.

Tubería por debajo de línea piezometrica (conducción forzada)


En esta conducción se deben instalar accesorios, como válvulas de purga en los puntos

bajos para realizar las labores de limpieza periódica, y válvulas de expulsión de aire

(ventosas) en los puntos altos. El funcionamiento y las especificaciones de estos

accesorios se describirán a continuación.

Trazado y profundidad de la tubería

En lo posible, la tubería debe extenderse en terrenos de propiedad pública. Cuando por

razones hidráulicas o de costos haya que utilizar terrenos privados, se deben establecer

las servidumbres necesarias.

Se han de analizar diferentes alternativas del trazado que permitan la optimización del

mismo desde el punto de vista de longitud, diámetros, accesorios y condiciones del

suelo.

Para este caso, si la tubería trabaja a presión deberá estar por debajo de la línea

piezometrica; además, se aconseja que exista una distancia mínimas de 2,0 m entre esta

y la clave de la tubería, exceptuando el inicio y el final del trazado.

En general, se recomienda que la tubería esté enterrada una distancia mínimas de 0,6

metros y que cuando se cruce por terrenos con altas cargas (carreteras o ferrocarriles) se

incremente mínimo a 1,0 m.

Cuando haya necesidad de cruzar una quebrada, rio o canal, en lo posible debe

preferirse el paso enterrado al paso aéreo, debido a los mayores costos y riesgos de

seguridad.

Bibliografia

Ricardo Alfredo Lopez Cualla (Elementos de diseño para acueductos y alcantarillados)

Segunda edición 2003

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