Cavtroto 5
EL PARENTESCO I'S SIEMPRE HETEROSEXUAL
DE ANTEMANO?
El cma del matrimonio gay noes el mismo que el del pa
rentesco gu, pero parece que los dos se han confundido en la
‘opinign publica de Estados Unidos cuando no slo se dice que
cl matimonio es y deberia continua siendo una institucién
un vinculo heterosexual, ino también que las uniones gays no
son rlaciones de parentesco y que no deberian clificarse de
tales @ menos que asuman una forma de familia reconocble.
ay varias formas de conectardichos puntos de vista Una fo
rma es afiemar que la sexualidad necesita otganizarse al servicio
de las eelaciones reproluctivasy que el matrimonio —el cual
provee de estatus legal a forma familiar o, més bien, se con
be como aquello que debera afianaar la instiucion contin
dole ese estas egal deberfa permanecer como el punto de
apoyo que mantiene en equi a dichesinsttucones,
?Por supucsto, esta conesin se enfrenta a numerosisimos
desafios, que toman diversas formas en el mbito local a nivel
ddoméstcoe internacional. Por una part, hay varias formas so
ciolégias de mostta queen Estados Unidos existe y persiste
tna cera cantidad de relaciones de parentesco que no se con
forman al modelo dela familia nuclear y que se seven de rela
cones biolgicasyno bolas que exceden el aleance dels
actualesconcepcionesjridies,y ue operan sein regs que
no se pueden formalize. Si entendemos el parentesco como150 DESHACER EL GENERO
tuna serie de prcticas que instituyen relaciones de varios tipos
mediante las cuales se negocian la reproduccidn de la vida y las
ddemandas de la muerte, entonces la pricticas de parentesco
serin aquelas que surjan para cuidar de las formas fundamet
tales de la dependencia humana, que pueden inclu el na
rmiento, le cra de losnifios, las relaciones de dependencia emo:
cional y de apoyo, los lazos generacionales, la enfermeds
muerte y la defuncién (por nombrar sélo algunas). El pare
tesco no es ni una esfera completamente auténoma, que se en-
tiende como diferente de le comunidad y la amistad —o de la
regulacién del Estado— a través de algin decreto definitorio,
ni esti «pasado» ni «muerto» por el simple hecho, como David
Schneider apunta, de que haya perdido la capacidad de ser fo.
‘malizado y rastreado en las formas convencionales que est
dliaron los etnélogos del pasado.’
En la sociologia reciente, las nociones de parentesco se
hhan desvinculado de la presuposicién del matrimonio; por
cjemplo, el ya clitico estudio de Carol Stack sobre el paren:
tesco afroamericano, All Our Kin, muestra cdmo el parentes:
co funciona bien través de una red de mujeres en las que al-
‘gunas estan relacionadas por lazos biolégicos y otras no.* El
largo alcance de las consecuencias de la historia de la esclavi
tud en las elaciones de parentesco afroamericanas se ha con-
vertido en el centro de nuevos estudios gracias a Nathaniel
‘Mackey y Fred Moten, que muestran cémo la desposesién de
las relaciones de parentesco debido a la esclavitud ofrece un
legado continuo de «parentesco heriddo» dentro de la vida afr-
‘canoamericana. Si, como Saidiya Hartman sostiene, «la escla-
vitud es el fantasma en la maquina del parentesco»,’es porque
cl parentesco afroamericano a sido vigilado intensamente y a
la vez patologizado, lo que ha conducido a una dificil sit
‘ign en la que se esta sujetoa presiones normalizadoras dentro
sélo cuando se extiende
‘como norma (excluyendo asf otras opciones); una «opcién
‘que se extiende también a las relaciones de propiedad y que
‘onvierte cn mas conservadoras las formas sociales de la se
xulidad, Pata un movimiento sexual progresista, incluso para
tin movimiento que pueda querer producir el matrimonio
como una opeién para no heterosexuales, la proposicién de
«que cl matrimonio deberia converse en la iniea manera de
Sancionar o leitimar la sexualidad es inaceptablemente con-
fervadora, Aunque no se trate del matrimonio sino de contra-
tos legals, de reconocer las uniones de hecho como contratos
legals, todavia quedan algunas preguntas por responder: 2por
«qué el matrimonio o los contratos legales deberian converttse
en la base sobre la cual se decidan las prstaciones sociales sx
ritaris, por ejemplo? ¢No deberia haber formas de onganizar
cl derecho a la seguridad socal de modo que todos tengan ac
‘eso sin tener en cuenta su estado civil? Sise defiende ef matt:
‘monio como una forma de procurars esto derechos, entonces
no se esta afirmando también que derechos tan importantes
como lasanidad dependen del estado civil dela persona? ¢Qué
efecto tiene sto sobre la comunidad de los no casados, os sl
teros, ls divoreiados, los que no tienen interés los no mon6:
amos, y eémo se reduce el campo sexual en su propia legibil,
dad, una vez que se extiende el matrimonio como norma?”
Independientemente de lo que se piense sobre el matrimo-
no gay, se exige clarament alos que trabajan en estudios de la
sexualidad que respondan a muchos de ls argumentos més ho-
‘mofébicos que se han esgrimido en contra de las propuestas de
‘matrimonio gay: Muchos de estos argumentos no sélo estén im-160 DESHACER EL GENERO.
pulsedos por un sentimiento homofébico, sino que a menudo
se centran en miedos sobre as relaciones reproductivas, en si
tas son naturales o«artfcales». ¢Qué consecuencias tendria
‘en el nifio, en ese pobre nifo, figura martiizada por un pro:
_gresismo ostensiblemente epoista y tenaz? De hecho, los debs
tes sobre el matrimonio gay o el parentesco gay —dos custo.
res que a menudo se fusionan—, se han convertido en espacios