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3iblioteca de PSICOLOGIA PROFUNDA Jitimos titulos publicados 24, Hanna Segal-Introduccién a la obra de Melanie Klein 25. W. R. Bion - Aprendiendo de la experiencia 26.E. Jones - La pesadilla 27. Grinberg, M. Langer y E. Rodrigué - Psi- coandlisis en las Americas. El proceso anali- tico. Transferencia y contratransferencia 28. Carlos A. Paz - Analizabilidad 29.C. G. Jung Psicologia y simbolica del ar- quetipo 30. A. Garma - Nuevas aportaciones al psicoand- lisis de los suefios 31, Arminda Abcrastury - Aportaciones al psi- coandlisis de nifios 32. A. Garma - El psicoandlisis. Teorta, clinica ¥ técnica 33.R. W. Whit ria psicoanaliti 34, M, Tractenberg- La circuncisién. Un estudio psicoanalitico sobre las mutilaciones genitales 35. W. Reich - La funcidn del orgasmo 36.J. Bleger - Simbiasis y ambigiiedad 37.4. Sandler, Ch. Dare y A. Holder - EI pa- ciente y el analista 38.M. Abadi y otros -La fascinacidn de la muerte. Panorama, dinamismo y prevencién del suicidio 39. 8. Rudo - Psicoandlisis de la vonducta 40, Anna Freud - Normalidad y paoiogia en la, nif 41. Garma - El dolor de cabeza. Génesis psico- somiética y tratamiento psicoanalitic. 42.8. Leclaire y J. D. Nusio - Desenmascarar lo real. El objeto en psicoandlisis 43, D. Liberman y D, Maldavsky - Psicoandlisis ‘y semiética, Sentidos de realidad y categoriza- I yo y la realidad en la teo- in = Familia y enfermedad mental in - El complejo de Edipo. Estruc- ura y significacién 46.A. Armando -La vuelta a Freud. Mito y realidad. 41. Leon Grinberg Teoria de la identificacion 48. J. Bowlby - El vineulo afectivo 49. J, Bowlby - La separacién afectiva SI. E. H. Rolla - Familia y personalidad 52M. Shepard - Fritz Perls. La terapia guestal- a 53. Leon Grinberg (comp,) - Practicas psicoana- icas comparadas en la neurosis 54, Leon Grinberg (comp.) - Pricticas psicoana liticas comparadas en las psicosis 55. Len Grinberg (comp.) - Prdcticas psicoana- liticas comparadas en nifos y ado'escentes 56,1. Berenstein - Psicoandlisis y semidtica de los suerios 57. Anna Freud - Estudios psicoanaliticos 58. PL. Assuun - Feud fa flosytay fx fl sofos 59.0. Kernberg - La teoria de las relaciones ob- ‘jetales 60.M. Sami-Ali - Cuerpo real, cuerpo imagi- nario 61.M. Sapir, F.Reverchon, J.J. Prévost otros = La relajacién. Su enfoque psicoanaiitica 62. W. R. Bion - Seminarios de psicoandlisis 63. J. Chasseguet-Smirgel - Los caminos del anti- Edipo 64.G. Groddeck - Conferencias psicoanaliticas para enfermos 65.M. A. Mattoon - El andlisis junguiano de los suenios 66. D. Foulkes - Gramdtica de los suettas 67. Anna Freud - El yo y los mecanismas de de- ‘fensa 68. Heinz Kohut - La restauracién del si-mismo 69. W. Reich y otros - Escritos psicoanaliticosfun- damentales 70. Georges Amado - Del nitio al adulto. El psi- coandilisis v el ser 71, Jean Guillaumin - Los sueitos y el yo. Rup- tura, continuidad, creacién en la vida pst- quica 72.1. Berenstein - Psicoandlisis de la estructura ‘familiar 73.M. A. Mauas - Paradojas psicoanaliticas 74.M. Yampey - Psicoandlisis de la cultura 75.C. M. Meneguzzo-Magia, mito y psico- drama T6L. Grinberg - Psicoandlisis. Aspectos teéricas ¥ dlinicos 77.D. J. Feldfogel y A.B. Zimerman (comps.)~ EI psiquismo del nito enfermo orgénico 78.C. G. Jung-Energérica psiquica y esencia del sueno 79.C. D. Pérez - Masculino-Femenino 0 ta bella diferencia 80. S. Freud - Exquema del psicoandlisis 81. D. Lagache - Obras I (1932-1938) 82. D. Lagache - Obras IT (1939-1946) !D. Lagache - Obras Ii (1947-1949) 84, D. Lagache - Obras IV (1950-1952) 91. M. Mannoni - El nifo retardado y su madre 92.L. C. H. Delgado - Andtisis estructural del dibujo libre 93.M. E, Garcia Arzeno- El sindrome de la iia puber 94, C. D, Pérez Un lugar en el espejo. El espacio virtual de la clinica 98.4. Tallaterro Curso basco de psico isis 99. F, Dolto - Sexwalidad femenina 100. B. Bulacio y otros - De la drogadiccién 101.1. de Krell = La escucha, La histeria 102.M. A Mauas - Problemas y pasatiempos psi- coanaliticos 103. D. Lagache - El psicoandilisis 104. F. Dolto = La imagen inconsciente del cuerpo Francoise Dolto LA IMAGEN INCONSCIENTE DEL CUERPO olicaes PAIDOS Barcelona Buenos Aires México Titulo original: L'image inconsciente du corps Publicado en francés por Editions du Seuil, Paris, 1984 Traduccion de Irene Agoff Revision de Nora Markman Cubierta de Victor Viano 1° edicién castellana, 1986 © Editions du Seuil, 1984 © de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, S.A; Mariano Cubi, 92; 08021 Barcelona; y Editorial Paidés, SAICF: Defensa, 599; Buenos Aires. ISBN: 84-7509-341-8 Depésito legal: B-5.263/1986 Impreso en Huropesa; Recaredo, 2; 08005 Barcelona. Impreso en Espafia - Printed in Spain INDICE 1, ESQUEMA CORPORAL E IMAGEN DEL CUERPO E] esquema corporal no es la imagen del cuerpo . Imagen del cuerpo. Pulsiones de vida y de muerte . Los tres aspectos dindmicos de una misma imagen del cuerpo . re rr 2. LAS IMAGENES DEL CUERPO Y SU DESTINO: LAS CASTRACIONES . . La nocién de castracién simboligena La castracién umbilical . : La castracion oral La castracién anal El espejo > La castracién primaria a veces Hamada castracién ge- nital no edipica “Complejo de Edipo y castracién genital edipica (pre- hibicién del incesto) +» La aportacién narcisista de la castracién edipica como liberadora de la libido 3. PATOLOGIA DE LAS IMAGENES DEL CUERPO Y CLINICA ANALITICA . Primeros riesgos de alteracién de la imagen del cuerpo El periodo oral antes de la edad de la marcha y de la palabra. El destete, sus fracasos . -> Edad oral, anal y periodos ulteriores hasta la castra- cién primaria . 9 17 30 53 65 74 81 88 119 132 149 160 167 167 171 184 Patologia de la imagen del cuerpo en el periodo de latencia (después de un Edipo resuelto no obstan- te a tiempo) . see Histeria y psicosomatica . . De engendradores en engendrados: “el sufrimiento. De imaginario en realidad: las deudas y las herencias . Casos clinicos de trastornos de la imagen del cuerpo . Algunos temas anexos abordados 261 279 291 297 299 1. ESQUEMA CORPORAL E IMAGEN DEL CUERPO Al comienzo de mi practica en psicoanalisis de nifios (1938), y siguiendo el consejo de Sophie Morgenstern,' primera psico- analista de nifios en Francia, presentaba a los nifios —deseosos de comprender conmigo la causa, por ellos ignorada, de las di- ficultades que experimentaban en su vida— papel y ldpices de colores; mds adelante afiadi pasta para modelar. Dibujos, efusion de colores, formas, son medios espontaneos de expresién en la mayor parte de Jos nifios. Les complace en- tonces «contar» lo que sus manos han traducido de sus fantas- mas, verbalizando de este modo ante quien los escucha aquello que han dibujado y modelado. A veces esto que cuentan carece de relacién légica (para el adulto) con lo que el adulto creeria estar viendo. Pero lo mas sorprendente fue lo que poco a poco se me impuso como una evidencia: que las instancias de la teo- ria freudiana del aparato psiquico, Ello, Yo,* Superyé, son loca- lizables en cualquier composicién libre, ya sea grafica (dibujo), plastica (modelado), etc. stas producciones del nifio son, pues, auténticos fantasmas representados, desde las que se pue- den descifrar las estructuras del inconsciente. Tan sdlo son descifrables como tales por las verbalizaciones del nifio, quien antropomorfiza, da vida a las diferentes partes de sus dibujos 1. Quien se suicidé en 1940, a la entrada de los alemanes en Paris. * En castellano no es posible volcar la diferencia semdntica existente en francés entre los términos Moi y Je, ambos traducibles por «Yoo. Moi: instancia pstquica que corresponde ‘a la segunda tépica freudiana (Ich). Je: al igual que Moi, pronombre personal de primera persona sin- gular, salvo que Je sdlo puede cumplir en la frase la funcién de sujeto. El criterio a seguirse en esta traduccién sera indicar, cuando correspon- da, [Je]. En los casos que puedan prestarse a confusién, se indicard también [Moi]. Cuando sdlo se lea «Yo», entiéndase que traduce a Moi. (T.] en cuanto se pone a hablar de ellos al analista. No otra es la particularidad del andlisis de nifios: aquello que en los adultos sé descifra a partir de sus asociaciones de ideas sobre un suefio gue han relatado, por ejemplo, en los nifios puede ilustrarse por lo que dicen acerca de sus grafismos y composiciones plas- ticas, soportes de sus fantasmas y fabulaciones en su relacién de transferencia. El mediador de estas tres instancias psiquicas (Ello, Yo, Supery6), en las representaciones alegdricas que el sujeto apor- ta, revelé ser especifico, Lo he denominado imagen del cuerpo. Ejemplo 1. Dos dibujos de un nifio de unos once afios, que padece de graves tics. Primer dibujo: un caballo cuya cabeza no entra en el rec- tangulo del papel, sobre el cual hay un jinete luchando con un enerigo no totalmente visible pero cuya espada se ve asomando hacia arriba, desde la izquierda en el campo del dibujo, ame- nazando la cabeza de este jinete, al mismo tiempo que se ob- serva, en la parte inferior y a la derecha del dibujo, una ser- piente venenosa que, segtin dice el nifio, esta por picar al caballo. En este dibujo, el caballo no tiene su cabeza, el ji- nete, si. Segundo dibujo (en otra sesién): se presenta como una va- riante del motivo precedente. La cabeza del jinete no cabe entera en el campo de la hoja; el caballo si tiene su cabeza, pero la cola carece de espacio para figurar. La serpiente ha sido reemplazada por una cabeza de tigre, a la izquierda y en la parte inferior, y lista para atacar al caballo. La cabeza de tigre se encuentra, de hecho, del lado donde deberia estar la cabeza del caballo, pero en un nivel inferior. El muchachito que, invitado por la psicoanalista, habla de sus dos dibujos, puede colocarse en el lugar de todos los per- sonajes y, desde el de cada uno de ellos, imaginar y decir lo que experimentaria. Aparecen asi sucesivamenie una cabeza representando la de- voracién oral, la del tigre; una cabeza que representa el domi- nio de la musculatura anal, figurada por la del caballo, y una cabeza del dominio del jinete, que representa al ser humano. Estas tres cabezas son susceptibles de intercambiarse una por otra, excluida como esta la posibilidad de que las tres cabezas se encuentren a la vez dentro del campo del dibujo. Por otra parte, para el jinete hay siempre un peligro, representado bien sea por la oralidad que forma parte de un cuerpo (el tigre), bien sea por la serpiente venenosa que, desde atras, figura a Jas fuerzas tehiricas y anales que pueden vengarse del individuo, y, al mismo tiempo, la espada de un superior jerarquico que hacia él apunta. Ulteriormente, en los tltimos dibujos de este nifio, el peligro 10 quedé representado por un rayo fulminante que destruiria a un tiempo al jinete, al caballo y probablemente a los animales que alli se encontraran; y que se hallaba en conflicto con estas instancias vivientes, conflicto figurado por el ataque. La explicitacién de estos diferentes peligros permitié descu- brir, mediante las asociaciones libres del nifio sobre los enemi- gos, las tormentas, los peligros del veneno, los peligros de la devoracion, que estos temas figurativos guardaban relacién con un drama familiar. La muerte del abuelo paterno del nifio fue seguida de conflic- tos familiares vinculados con la herencia, y su padre resulté testigo de la tentativa de asesinato de uno de sus hermanos por parte del mayor. Este hecho Ilegé directamente a oidos del muchacho cuando sorprendié una conversacién de sus padres mientras se hallaba acostado en su habitacién, en casa de los abuelos. En su interior todo se entrechocé, la avidez oral de la herencia, el tabti del asesinato, y el asombro de asistir a la connivencia de sus padres, quienes hablando en voz baja en el lecho conyugal dieron razén al criminal, que felizmente sdlo habia alcanzado a herir al otro (se hablo de un accidente de caza) y se pusieron de acuerdo en ocultarlo. Los tics del nifio tuvieron comienzo al volver de los funerales del abuelo. Como puede advertirse, gracias a los dibujos sucesivos, el analisis de los recuerdos y asociaciones inconscientemente figu- rados en ellos permitié liberar lo que se presentaba como con- tradicciones insolubles para el muchacho, quien no podia, a la vez, conservar su cabeza, su vitalidad muscular y el control de su conducta. El habia sido testigo silencioso y por tanto cém- plice de una conversacién parental de alcance deshumanizante en relacién con el cédigo de la Ley. Pero lo importante, lo que permite comprender que se pueda hacer psicoanilisis de nifios, es el hecho de que el propio nifio aporta los elementos de la interpretacion con lo que dice acerca de sus dibujos fantasma- goricos; es él, él-la serpiente quien piensa de esa manera, él-la cabeza de tigre quien representa a la madre peligrosa (el padre la llamaba «su tigresa») con la cual se identifica, y que es peli- grosa para el caballo que representa a su padre, en este caso; al mismo tiempo que la espada de Dios, sustituida por el rayo del cielo, viene a condenar al nifio, a herir su humanizacién desde el momento en que, juzgando a su padre, cémplice de su tio, se juzga culpable con respecto a la Ley. Porque lo que sus palabras le hicieron comprender es que sus padres —sobre todo su padre, su madre menos, angustiada por compartir el secre- to— eran, por su deseo, tan transgresores de la Ley como un hijo incestuoso: él, en este caso preciso, testigo ocasional de su coloquio en el lecho conyugal en la casa del linaje paterno. 1 Ejemplo 2. Se trata de un nifio de diez aiios totalmente in- hibido, de voz casi inaudible y cuyo rostro ofrece una sonrisa angustiada y fija. Ante la demanda de dibujar para expresarse, puesto que no puede contar nada y, segtin dice, no suefia, se pone a representar grdficamente «batallas con tanques». De hecho, todos los dibujos de sus primeras sesiones son repre- sentaciones de este mismo tema, de una manera que manifiesta con claridad la amplitud de su inhibicién en la relacién con el otro, En uno de sus dibujos, por ejemplo, hay un tanque de grafismo palido y temblequeante en mitad de la pagina y, sdlo en la extremidad derecha del papel, la punta del cafién de otro. De la punta de este cafién no sale ningtin obts; el unico obtis es el proyectado por el cafién del tanque visible, pero su direc- cién es tal, manifiestamente, que no podria causar ningun dajio al tanque invisible. De sesidn en sesién prosigue idénticamente este imposible combate entre dos tanques, sustituidos con posterioridad por boxeadores vistos de perfil, sélo visible un brazo y a respetable distancia uno del otro. Se confirma, pues, el problema de la riva- lidad en la forma del imposible cuerpo a cuerpo. Porque estos boxeadores carecen, segtin los primeros dibujos sucesivos del nifio, o bien de cabeza, porque no caben enteramente en el es- pacio del papel, dado el volumen de sus cuerpos, o bien de pies. Dandose cuenta de ello, el muchacho vuelve a dibujarlos con las rodillas dobladas; estan ambos de rodillas uno frente al otro, pero sus brazos, aun extendidos, no alcanzan a tocarse. Cuando finalmente, después de varias sesiones, el nifio con- sigue situar a los dos boxeadores de pie uno frente al otro, lo que aparece es que uno lleva una camiseta rayada y el otro no. A mi pregunta contesta que, si él estuviese en el dibujo, seria el primero. Ahora bien, las asociaciones demostraron que la ca- miseta rayada recordaba el jersey de un compafiero de clase que, habiendo vuelto de Ja escuela con una mala nota, habia recibido una paliza de su padre. Entonces, a mi pregunta: «g¢TU querrias que tu padre te pegara una paliza? —jAh! No es eso lo que quiero decir, sino que su papa se ocupa de él», En efecto, este nifio tenia un padre que lo trataba con total jndiferencia; en Ultima instancia, este padre no habia recono- cido a%su hijo como alguien valido. Toda la inhibicién del nifio pudo expresarse en una autodestruccién de su libido viril, por ausencia de identificacién posible a un padre que no se recono- cia como tal y que no reconocia en su hijo a un muchacho que iba haciéndose valido, puesto que no tenia ningtin interés por él. Se daba aqui inclusive una inversién de la situacién edipi- ca, era el padre el que estaba celoso de su hijo y el que no le permitia construirse en referencia a él mismo, elaborando ins- tancias de psique: Yo, Superyé, Ideal del Yo, debido a que este 12

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