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7.

PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD

La razonabilidad consiste en la afirmación esencial de que el ser humano, en sus relaciones laborales,
procede y debe proceder conforme a la razón.

Se trata de una especie de límite o de freno formal, aplicable en aquellas áreas del comportamiento donde
la norma no puede prever la infinidad de circunstancias posibles.

Las relaciones en el derecho laboral son muy conflictivas, por lo que surge para ambas partes la
necesidad de la razonabilidad para poner fin a esa conflictividad. Por eso, en la práctica, significa que
debe existir razonabilidad en las pretensiones de los trabajadores, al igual que en el ofrecimiento de
los empleadores.

8. PRINCIPIO DE BUENA FE

Siendo las relaciones de trabajo de carácter personal y sinalagmático, de por medio está la conducta de
los trabajadores y empleadores quienes tienen la obligación de actuar de buena fe, que implica lealtad,
honestidad y honradez en el cumplimiento de sus obligaciones.

Por ello, el trabajador debe cumplir con su labor prestando sus servicios de la mejor manera; por su
parte, el empleador debe abonar todos los derechos que le corresponde a la otra parte.

9. PRINCIPIO DE NO DISCRIMINACION

Ningún empleador puede tratar desigualmente a trabajadores iguales o a la inversa.

Está proscrita la discriminación directa o indirecta por razón de sexo, raza, origen, religión, opinión, idioma,
estado civil, etc.

No constituyen discriminación las acciones positivas adoptadas por el Estado destinadas a lograr una
igualación efectiva entre diversas colectividades que tengan notorias desigualdades materiales.

Está previsto en el artículo 2.2 de la Constitución Política del Estado.

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