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I.

SENSOR DE LLAMA
La detección de la llama es muy importante. En la industria son utilizados en los hornos
o en las calderas de vapor, la llama producida para esto debe ser estable. Ante un fallo
en la llama, el sistema de protección debe actuar, inmediatamente, activando el circuito
eléctrico de enclavamiento previsto en la instalación, eliminando así el peligro de su
eventual encendido y explosión subsiguiente. Los detectores de llama aprovechan varias
características de la llama para su funcionamiento: calor, ionización y radiación.

1.1. DETECTORES DE CALOR


También reciben el nombre de detectores de temperatura. El calor lo utilizan los
detectores térmicos formados por bimetales, termopares, varillas de dilatación y
dispositivos a expansión de líquidos que proporcionan un control relativamente
satisfactorio en instalaciones domésticas.

a. Detectores térmicos de temperatura fija o termostática


Actúan cuando el elemento detector llega a una temperatura predeterminada.

Detectores térmicos de temperatura fija con metal eutéctico fusible El


elemento detector está formado por una pieza de aleación eutéctica en forma
de eslabón que bloquea un interruptor eléctrico hasta que se alcanza la
temperatura de fusión y se cierra un circuito que activa la alarma. Además
de activar una alarma, este dispositivo también se emplea para actuar sobre
otros dispositivos. Se fabrican para temperaturas de actuación, entre 70 a
225 º C.
Detectores térmicos de temperatura fija con ampolla de cuarzo
El elemento detector está formado por una ampolla de cuarzo, conteniendo un
líquido especial, que al dilatarse por el calor, revienta y libera un muelle o varilla
que cierra un circuito eléctrico y se activa la alarma. Este detector puede actuar
sobre otros dispositivos y el rango de medición es de 70 a 225 ° C.

Figura 1: Detectores térmicos de temperatura


Fija con ampolla de cuarzo
.
FUNCION DE TRANSFERENCIA EN LAZO CERRADO
Para el sistema que aparece en la figura 1, la salida C(s) y la entrada R(s) se
relaciona del modo siguiente:

𝐶(𝑠) = 𝐺(𝑠)𝑬(𝑠)
𝐸(𝑠) = 𝑅(𝑠) – 𝐵(𝑠)
𝐵(𝑠) = 𝐻(𝑠)𝑪(𝑠)
𝐸(𝑠) = 𝑅(𝑠) – 𝐻(𝑠)𝑪(𝑠)
Al eliminar E(s) de estas ecuaciones, se obtiene:

𝐶(𝑠) = 𝐺(𝑠)[𝑅(𝑠) – 𝐻(𝑠)𝐶(𝑠)]


𝐶(𝑠) = 𝐺(𝑠)𝑹(𝑠) – 𝐺(𝑠)𝐻(𝑠)𝐶(𝑠)
𝐶(𝑠)[1 + 𝐺(𝑠)𝐻(𝑠)] = 𝐺(𝑠)𝑅(𝑠)
O bien,
La función de transferencia que relaciona C(s) con R(s) se denomina función de
transferencia en lazo cerrado. Esta función de transferencia relaciona la dinámica
del sistema en lazo cerrado con la dinámica de los elementos de la trayectoria
directa y de realimentación.

A partir de la ecuación anterior, C(s) se obtiene mediante:

Por tanto, la salida del sistema en lazo cerrado depende claramente tanto de la
función de transferencia en lazo cerrado como de la naturaleza de la entrada.

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