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Weint Mebrer deta Ware Aug
SuDoler, Comoe Mia
Su Dolor, Como el Mio
Usualmente, miramos a Jess con una actitud estereotipada. Aceptamos friamente
con dureza de corazén sus sufrimientos y su dolor. De alguna manera pensamos, al
menos inconscientemente, que El tenia que hacer lo que hizo y nos quitamos el
eso de encima encogiendo los hombros, sin la mas minima idea de lo asombroso
que es el hecho de un Dios suftiente. No podemos comprender un amor que quiere
experimentar nuestra miseria. El nico amor que entendemos es ese que da calor a
nuestros corazones y toca nuestras emociones. Preferimos sentir compasién 0
simpatia a sentir el dolor concreto de aquél a quien amamos.
Podemos ver a alguien que sufre de céncer, pero nunca deseariamos sentir
realmente cada uno de sus agudos y crudos dolores. Solemos decir que
prefeririamos sufrir antes que ver suffir a los que amamos, pero esto es
generalmente una simple expresién de simpatia.
Nuestra meditacién acerca de Sus sufimientos es superficial y distante, Simples
expresiones de piedad si tenemos algo de devocién o la mera aceptacién del hecho
histérico de que El vino, sufrié y murié. Nos cuesta trabajo recordar esta realidad
durante la Cuaresma y rapidamente la olvidamos en Pascua. Con qué alegria
onemos a un lado sus sufrimientos y sacamos los vestidos pascuales como si nos
tstuvigramos sacando algo desagradable de encima y empezéramos algo nuevo. Si,
la alegria de la Resurreccién debe habitar siempre en nuestros corazones y damos
quella esperanza que no conoce tristeza. Pero gacaso nos olvidamos de cual es el
‘signo pascual que asegura aquella esperanza con una fuente inagotable de alegria?
‘Mira mis manos y mis pies" fue lo que le dijo Jess a Tomas. Su cuerpo resucitado
y glorioso atin portaba las herdas. Pero estas heridas nos ofrecen un gran consuelo,
la mayor alegria y confirman nuestra esperanza. Estas heridas nos abren el secreto
de SU amor y nos otorgan una firme confianza en Su misericordia, Nunca mas
podremos dudar de su amor por nosotros, ni reclamarle por permitir que suframos
injusticias en nuestras vidas, cuando El nunca sufié este doloroso aguijén.
Antes de la Redencién podriamos haberte preguntado 20h Dios, cémo sabes Tt Io
que significa suftir? gEstuviste alguna vez hambriento o sediento? ¢Has tenido
‘acaso noches llenas de miedos o dias de largas horas que soportar dolorosamente?
ZAlguna vez te has sentido solo o rechazado? ,Alguna vez te han tratado
injustamente 0 has llorado acaso? zAcaso alguna vez el poderoso viento ha
atravesado tus huesos y te ha hecho temblar de frio? zHas necesitado alguna vez
de un amigo, y al verlo llegar, observar como te da la espalda?
‘Su respuesta a todas estas preguntas hubiera sido “No". Pero ahora ya no podemos
fantasear mas porque su amor ha respondido a preguntas nunca antes pronunciadas.
Ha querido sentir Jo que nuestra naturaleza siente, soportar la debilidad y las
limitaciones de nuestra condicién pecadora, cargar con nuestro yugo y temblar con
al viento frio.
“Las aves tienen nido y los zortos una guarida Je dijo a sus discfpulos— pero el Hijo
del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza" (Lc 9, 58). El comprender que el amor
de Jestis compartié y sigue compartiendo nuestras penas y dolores, nos llena de
Una alegria “que ningun hombre puede quitamos”, Nuestra alegria pascual constante
esta misteriosamente tejida y entretejida por la Cruz.
El cristiano experimenta y vive una paradoja.Sientealegria en el dolor, plenitud en el
exlio, luz en la oscuridad, paz en la turbacién, consuelo en la sequedad, contento en
el sufrimiento y esperanza en la desolacién. El cristiano comprometido tiene la
hablidad de asumir el momento presente, mirato con la cabeza en alto, encamar el
espiritu de Jestis en las mismas circunstancias y actuar conforme a El. Es dificil
pero El nos djo que fo seria, porque la felicidad que nos ha prometido esté mas allé
Ge esta vida. Se nos ha dado la oportunidad de ajustar nuestras vidas a vivir para
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16rena SuDoler, Comoe Mia
siempre con la Santidad misma, Veamos como se asemejan nuestras vidas con la
de Jesiis, quizés sea mas facil cambiar nuestras vidas segin la suya.
+H
En el Evangelio de San Mateo vemos que Jestis habia curado a dos endemoniados.
Estos dos hombres habfan sido poseidos por unos demonios que le imploraban a
Jestis que los deje entrar en una piara de cerdos antes de enviatlos al infiemo, su
hogar etemo, y Jesus se lo permitié. Los dueftos del ganado estaban tan
asombrados que corrieron a la ciudad a quejarse por la pérdida de sus cerdos, y
entonces vemos una extrafia reaccién en la gente, una reaccién desconcertante que
le causa a Jess mucho dolor. La Escritura nos dice que estos dos hombres que
fueron sanados, eran fieros y violentos y significaban una constante fuente de temor
para el pueblo, La reaccién del pueblo ante tal curacién debié haber sido de gratitud y
de amor. Sin embargo leemios luego que “el pueblo entero se reunié para encontrarse
con Jestis y tan pronto lo vieron le pidieron que abandonara su region’ (Mt 8, 34)
Prefirieron unos chanchos que a Jestis, prefireron mantener las cosas como
estaban a cambiarlas si ello les habla de costar algo. Temfan ver al Poder Divino en
accién, Eso hubiera significado renunciar a sus propias maneras y prefireron que
Dios los dejara solos.
Hay muchas ocasiones en la vida de un cristiano en las que sus actos de amor y
sacrificio no son valorados, como cuando uno trata de hacerle ver a un anciano que
esta en camino y cuando aquellos que amamos nos hacen sentir no queridos.
Cuando surgen estas ocasiones el alma deberia recordar el profundo dolor que debié
haber sentido el Corazén de Jesus al escuchar que lo echaban, se sintié tal como
nosotros ~dolido y golpeado— pero quiere que unamos nuestro dolor al suyo y se lo
ofrezcamos al Padre por la salvacién de las almas.
Los prisioneros también pueden ser relacionados con este incidente en la vida de
Jesus de un modo muy especial. Estos dos hombres habian sido liberados de
muchos demonios y estaban listos para reincorporarse a la sociedad una vez més,
habian pagado lo suficiente por su indulgencia: habian sufrido humilaciones a su
dignidad, fallas de respeto y una total desesperacién, sin embargo la alegria que
esperaban ver en la multitud no aparecia. Nadie se impresioné por su conversion,
solo se quejaban por lo que habia costado; los dos hombres liberados por Jestis
habfan sido liberados de la violencia, de demonios llenos de odio, y gno sucedia
mas bien que aquellos pobladores se encontraban bajo la influencia de los
silenciosos demonios de la avaricia, la ambicién, la aulojustificacién y la
autosuficiencia? No podemos imaginar el estado de cada una de aquellas almas que
le pidié a Jestis que dejara su ciudad, Es irénico ver como aquellos que estaban tan
visiblemente poseidos fueron liberados por el poder de Jesus y aceptaron su amor,
mientras que aquellos respetables ciudadanos le rogaron al Dios de la Misericordia
que los dejara solos.
zSera que todos estamos en una especie de prisién? ;Serd posible que aquellos
que estan en la cércel hoy en dia, piblicamente castigados por su violencia y sus
crimenes, tengan la oportunidad de cambiar y de volver a Jess, de aceptar su amor
y terminar siendo mds libres de corazén y alma que aquellos que estén fuera de los
muros de la prisién?
EI arrepentimiento puede hacer que los rechazados sean agradables a Dios,
mientras que el orgullo hace de los que son aceptados por el mundo y sus patrones,
rechazados por Dios. Cuando construimos muros de prejuicios, odio, orgullo, y
autocompasion a nuestro alrededor, nos encontramos ciertamente mas encarcelados
que cualquier prisionero detras de unas paredes de cemento y unas barras de acero.
Hay muchos prisioneros asl, de por vida, que nunca han experimentado la libertad
de los hijos de Dios, solo el confort y la falsa proteccién de la oscuridad. El dolor de!
cambio los asusta tanto que prefieren la autosuficiencia y la autocomplacencia a la
Palabra de Dios o al Poder Sanador de su Cruz.
coed
Uno de los sufrimientos mas frustrantes que Jess debié haber padecido fue el de la
incomprensién, incomprensién de aquellos que lo amaban y falta de aceptacién por
parte de las autoridades. Un salvador suftiente no era aceptable para ninguno de
ellos. Un lider espiritual que gastara tiempo cambiando almas en vez de gobiemos
no tenia lugar en sus regimenes. £ sabia lo que verdaderamente necesitaban para
entrar en el Reino de su Padre, pero ellos estaban interesados en el Reino de este
‘mundo -ellos lo llamaban una realidad viva- y él lo llamaba muerte. Ellos cretan que
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esta vida era la Unica, y EI les decta que era solo un exilio mientras esperaban algo
mayor. El hablaba de los pobres como benditos, y les decia que era mejor ganar la
virtud a ganar el mundo entero, pero para ellos la gloria mundana era demasiado
como para dejarla por alguna realidad invisible
‘Sus apéstoles eran lentos para entender las mas sencillas pardbolas y generalmente
le pedian que se las explicase después que la multtud se habla marchado. El
trataba tanto de traor ol Misterio del Amor del Padre al lenguaje de los nifos, pero
incluso éste estaba fuera del alcance de sus discipulos, hombres destinados a
predicar la Buena Nueva a todo el mundo. Muchas veces los miraria asombrado
para preguntarles “ZAUn no entienden?” (Mc 7, 18) Incluso sus milagros fueron
incomprendidos, su autoridad cuestionada y sus parientes lo vieron como un hombre
insano. Su discemimiento era cuestionado porque le permitia a una pecadora tocarlo
y Su reputacién puesta bajo sospecha porque comia con pecadores. Cuando curaba
fn sdbado, era un quebrantador de la ley y cuando proclamaba al Amor como el
mandamiento mas importante, era considerado un heterodoxo.
No debe existir ser humano que no haya experimentado el dolor de ta incomprensién
en su vida, de alguna u otra forma, Nuestras intenciones son répidamente juzgadas
y nuestra virtud llamada hipocresia. Nuestras ideas son muy audaces y nuestra
Precaucién es llamada timidez, Los hijos acusan a sus padres de interferir en sus
Vidas cuando la amorosa correccién los advierte del peligro. Somos fandticos
extremistas si Jestis es parte de nuestra vida diaria, pero cuando alguna tragedia
nos golpea, los amigos de Job nos enfrentan con nuestra falta de piedad y con la
venganza de Dios que nos debe haber alcanzado por algin resentimiento escondido
ue debe estar oculto en nuestros corazones. Cuando somos compasivos con los
pecadores se nos llama imprudentes y cuando por un instante la ira nos envuelve se
nos acusa de no ser caritativos. La lista de incongruencias. puede ser multipicada
por cien y mientras mas tratamos de arreglarlas, mas enredados quedamos, pero
siempre podemos mirar a Jesiis y saber que El entiende. Como El, podemos hacer
la voluntad del Padre con la luz que tenemos y estar en paz. Sus sufrimientos
forman parte de nuestra redencién, los nuestros forman parte de nuestra
santificacion
coed
“En esto, se levant6 una fuerte borrasca y las olas imumpian en la barca. I estaba
en popa, durmiendo sobre un cabezal.” (Mc 4 37-38)
iE! Dios todopoderoso de cuyas manos planetas y galaxias cayeron se hizo hombre
y estaba cansado! Habia alcanzado un nivel de fatiga fisica tal que ni la lluvia, ni el
Viento, ni los gritos de una tripulacién que gritaba sujeténdose asustada podian
superar. Estaba desecho, cada miisculo, cada hueso, cada nervio habian alcanzado
el méximo de sus capacidades y solo dormir le devolveria aquellas energias tan
ecesarias para que el cuerpo humano funcione bien,
Todos nos hemos sentido cansados, cansados por el trabajo y muchas veces
cansados del trabajo. Todos hemos alcanzado un punto en el que hemos tenido que
parar y descansar, y es en ese momento en el que podemos relacionamnos con
Jestis de una forma muy consciente. El y nosotros sabemos lo que significa estar
exhaustos, podemos unir nuestras faligas con las suyas y oftecérselas al Padre
como un holocausto de amor y obediencia. Nuestro trabajo, nuestra misién, y
nuestro estado de vida, realizados de acuerdo a Su Voluntad, hacen de nuestro
cansancio cotidiano un canal de gracia y fuerza. Se convierten en algo mas que la
consecuencia natural del esfuerzo, se convierte en sactificlo de alabanza, en acto
Penitencial, en holocausto personal de amor.
coed
asada como una hora, otro aseguraba: «Cierto que éste también estaba con él,
pues ademas es galileo». Le dijo Pedro: « |Hombre, no sé de qué hablas!» Y en
aquél momento, estando atin hablando canté un gallo, y el Sefior se volvié y miré a
Pedro..." (Le 22, 59-61) Tenemos la tendencia a prestarle atencién a la negacién de
Pedro en este pasaje de la Escritura, pero znos hemos puesto a pensar en Jestis?
Jesis habia escuchado como Pedro llamaba “amigo” a un perfecto desconocido y
luego negaba a aquél que era el tinico verdadero amigo que posefa: Jesus, El
Corazén de Jesis estaba indudablemente golpeado. Aquellos que lo arrestaron Io
odiaban y aunque su Corazén debié haber estado profundamente dolido, imaginen el
amargo impacto de dolor que sufrié cuando escuchaba con sus propios oldos el
rechazo de un amigo.
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SuDoler, Comoe Mia
Pedro era el hombre a quien Jestis habia amado mucho, dado mucho y de quien se
habia valido para llevar su mensaje de amor al mundo. Y He aqui que lo oye negar a
Aquél a quien habria de representar en la tiera. ¢Puede alguno imaginar la profunda
decepcién y el hondo dolor que se daba en el alma de Jestis? Quizas podemos,
quizés todos los seres humanos, en alguna o en otra ocasién. Los padres son
heridos por los hijos quienes insolentemente rechazan su carifo, consejo, amor y
proteccién. También los hijos, cuyos corazones claman por amor, ven muchas veces
a sus padres ir tras cosas que perecen sin tener un poco de preocupacién por
aquellas almas que Dios les ha confiado para que cuiden como padres. La amistad
también puede suftir un golpe mortal cuando una de las partes consiente sospechas,
desconfianzas, celos 0 incomprensién. Si, todos podemos de alguna forma
acercamos al’ dolor del Corazén de Jestis’ mientras escuchaba a su amigo y
compariero negarlo conociéndolo. Unamos nuestro dolor al suyo y entreguémosio al
Padre para la salvacién de las almas, cuando experimentemos el rechazo de algtin
ser amado.
+
“Porque vino Juan, que ni comia ni bebfa, y dicen: «Demonio tiene». Vino el Hijo del
hombre, que come y bebe, y dicen: «Ani tienes un comilén y un borracho, amigo de
publicanos y pecadores.»" (Mt 11, 18-19) No importa lo que Jesis hiciera. Las
autoridades nunca estaban satisfechas. Envié a su profeta Juan, un hombre de gran
austeridad, frugal, ascético y exigente. Su espiritu penitente azuz6 sus conciencias
y por es0 lo condenaron, Jesus vino con un espifitu que era bueno, gent,
Gompasivo y lo empezaron a etiquetar con nombres de tal modo que apareciera
Pequefio y sin importancia,
Juan apelé a las noventa y nueve y las llamé a la conversién, Jestis fue en busca de
la oveja perdida. Ambos, de cualquier modo, eran inaceptables. Algunos hombres
desean el conocimiento para poder especular, pero no palabras lenas de espiritu que
atraviesen el corazén y [o impulsen a cambiar.
No importaba lo que hiciera Jestis, alguna falta podia encontrarsele. Cuando su ira
se desaté con los vendedores en el templo, cuestionaron su autoridad para resolver
tales asuntos con sus propias manos, cuando su compasién se hizo misericordia
con la adultera, cuestionaron su valentia. De todos modos, él ya le habia advertido a
sus apéstoles que la opinién de los hombres no le importaba (Jn 5, 41) Esto vale
también para nosotros porque hay momentos en los que nuestros mejores actos y
nuestras mejores intenciones son puestos en cuestion. Hay ocasiones en las que
nos inclinamos para agradar pero no oblenemos nada a cambio. Cuando esto
sucede debemos mirar a Jestis y hacer lo que El hizo: El cumplié la voluntad del
Padre en cada momento sin importarle la reaccién pablica, El camino su senda en
paz. EI habia venido a salvar a los hombres, no a diriir la opinidn paiblica, para El
era importante hacer lo que el Padre hizo y decir lo que habla escuchado de! Padre.
Era la imagen perfecta del Padre y esta imagen le levé tener a algunos en su contra
y a ganarse otros a su causa. La eleccién era suya, su voluntad era libre. Les ofrecié.
amor porque El mismo era Amor, pero su paz no dependia de su aceptacién, Su
amor era lo suficientemente profundo como para continuar amandolos y poderoso:
para permanecer en paz cuando se preferian a si mismos y no a El. Su amor cubria
a todos, eran ellos los que se apartaban del radio de su amor.
‘Vemos esto en el joven rico. Las Escrituras nos dicen que éste corrié hacia Jesus y
“se arrodillo delante de EI". Queria heredar la vida eterna y le pregunté a Jestis como.
hacerlo, Jesiis le respondié que guardara todos los mandamientos, pero el joven
encontré aquello sumamente facil, ya se habia hecho el habito de guardar la ley,
queria algo mas, su alma sabia de alguna forma que habia algo mejor, Entonces
Jesus ‘fijando en él su mirada, le amé" y el pasaje continua pero luego llega la
decepcién. El gran reto habia sido lanzado: “Anda, cuanto tienes véndelo y daselo a
los pobres y tendrés un tesoro en el cielo, luego ven y sigueme.” (Mc 10, 17-22)
Inmediatamente la grandeza del reto sacudié al joven como un trueno, no esperaba
una respuesta asi para su pregunta, no estaba listo para el sacrificio.
Jesiis sabia lo que el joven rico debia dejar pero también conocia la gloria y el
premio que perderia por toda la etemidad al dejar pasar la oportunidad de seguirio. El
joven pensé que tenia mucho que dejar, no pens6 que dejaba mas de lo que posefa
al no seguir a Jesiis. Sucede lo mismo con nosotros. Sabemos lo que causan las
Personas en sus almas inmortales cuando insisten en buscar cosas pasajeras,
Cuando las vidas disolutas estén a la orden del dia, cuando aparentemente no
pueden romper con una vida de pecado. Su excusa es que no pueden vencer sus
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debilidades, y asi, no entienden realmente lo que estén dejando, jLa paradoja esta
fen que no pueden dejar la miseria, pero son capaces de renunciar ala alegria etemal
Con cuanta cetidumbre podemos decir que El entiende nuestras penas y los dolores
Ge nest corazén_ Su dolor fue como el mio, jGracias Jesis por amamos tanto!
Aras
GB _suare
Cortesia de:
Etemal Word Television Network
5817 Old Leeds Road
Irondale, AL 35210
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