BOLETIN DE LIMA
Reyista cientifica y cultural. Organo de la Asociacién Cultural “Boletin de Lima A.C.”,
con seis ediciones anuales.
ISSN 0253-0015
Vol. XV, No. 87 Afio 15 Mayo 1993
INDICE - INHALTSVERZEICHNIS - CONTENTS
Editorial pagina 2
Bibliograffa y comentarios 3
TESTIMONIOS ¥ DOCUMENTOS
Una comunicacién reservada de José de la Serna al virrey Pezuela durante la
campatia de la Independencia 6
INFORMES Y NOTAS
Monumentos arqueol6gicos tempranos de la regién cisandina de Cajamarca
Rogger Ravines y Jorge Sachin 8
Hallazgo de osamentas fésiles de dinosaurios y otros mamiferos en Bagua, Amazonas
José Sanchez ¥. y Angel Jauregui Z. 15
‘Aves del casorfo de Huamani, zona alta del valle de Tea
Victor Velasquez Zea 2
El wagra phuku
Arturo Kike Pinto 27
ARTICULOS
Geografia de las finanzas municipales en el departamento de Junin entre 197 y 1979
Robert B. Kent y Aldo Sandoval Ricci 33
Caracterfsticas diferenciales del vibro cholerae marino y clinico durante la
epidemia peruana
Guy Carvajal, Jorge Sanchez, Marta E. Ayala y Atsuchi Hase 47
Investigaciones sobre contaminaci6n en agua potable de tanques y cisternas
del distrito de San Isidro, Lima
Maria Guillermina Medina Carrillo 55
‘Valor nutritivo del camote, Ipomoea batatas, en una muestra representativa de
cultivares del Perti
H, Cardenas y Z, Huamén 68
Caracteristicas de Podeocnemis unifilis (Repetitia, Testudines) en el
rio Samiria, Loreto
Augusto Fachin Teran oo
Induccién y andlisis quimico de la pigmentacién en Carassius auratus
raza Shubunkin “Goldfish calicos”, administrando carotenoides
‘Monica Chinchayan Robles, Carmén Rodriguez Best, Jessie Vargas Cardenas y
Monica Ramos Vésquez 5
Depredadores naturales en la bahfa Independencia. Extraccién con nasas
tipos noruega y japonesa
Alberto Gonzdlez Ynope 81
Bvaluacién de tres modelos para la estimacién de la cantidad individual
de veneno producida por serpientes venenosas peruanas
Alfonso Zavaleta M. y Miguel Campos S. 91
Niimeros anteriores del ‘Boletin de Lima’ al teléono 46-0031EL WAQRA PHUKU
Arturo Kike Pinto
El “wagra phukw” 0 “corneta de cacho” es un
instramento musical del pueblo andino cuyo so-
nido magico es capaz de comunicar al serhumano
con los espiritus de las més indémitas montafias,
excitando la temible bravura de los mitolégicos
toros sementales que las habitan como esperando
elmomento de bajarala plazuela de algiin pueblo,
acelebrar un yawar fiesta bajo las garras de un
c6ndor cordillerano
Las voces fascinantes del wagra phuku pro-
vienen del vibrar de los labios de algiin maestro
resonando en intima armonfa con la espiral de
cuernos que cuidadosamente unidos unos a otros
conforman el instrumento. Estos cuernos de toro
pueden Ilegar a ser tantos que el largo total del
tubo mida hasta aproximadamente 1 metro y
medio. Son tomados siempre de un s6lo lado y se
unen unos a otros mediante clavos, sujetando
Tuego las uniones con tiras de cuero que ademas
se refuerzan con cera de abeja 0 con brea para
evitar que el aire escape.
Pero el alma andina no se satisface con el
cantar de un solitario wagra phuku, ella exige
siempre el unfsono de una pareja, en concordan-
cia con la complementaridad de las dualidades
caracteristicas de una consmovisién de arraigo
miilenario. Por eso se construye no uno sino dos
instrumentos, uno de ellos con los cuernos de un
lado y formando el espiral en un sentido y el otro
con los cuernos del otro lado y formando el
espiral en el sentido contrario. Asf, uno de los
wagra phuku es considérado hembra y el otro
macho y son ejecutados por una pareja de mts
cos en la que uno es el maestro, el que guia y el
otro es el discipulo, ef que sigue, Sélo al sumarse.
Jos timbres del uno y el otro selogra esa penetran-
te sonoridad que subiendo desde las rafces del
mundo alcanza hasta el songoruru, y es éste el
vebfculo sobreel que viajan las infinitas melodfas
con las que se cantan los bellos poemas quechuas
BOLETIN DE LIMA,
Lima, Mayo 1993,
31. 27-31pp.
que los pueblos ganaderos dedican a sus amados
animales, los cuales en el fondo no pertenecen a
os humildes humanos, sino alos wamani, espi-
ritus guardianes de las riquezas delos apu, divinas
montafias.
Este es pues el Wagra Phuku, El cuerno dela
abundancia andino, del que brota el tesoro de
siglos de cantares que resuenan al eco de las
cordilleras cuando Hlegan las fiestas del ganado.
Pero zcémo estén compuestos estos misterio-
sos cantos? Pues bien, para quienes no estén al
tanto de algunas nociones tedricas sobre misica
puede parecer algo casi increfble; pero el hechoes
que las melodias de los Wagqra Phuku estén cons-
truidas primorosarriente sobre innumerablescom-
binaciones de tnicamente tres sonidos bésicos,
que conforman Ia llamada escala trifénica.
En efecto, los sonidos que se obtienen tinica-
mente mediante la vibracién de los labios hacien-
do resonar un “tubo natural”, sin usar ningdn
aditamento del tipo “aves” o“pistones”, confor-
mano que se conoce como la “serie natural de los
arménicos”, de acuerdo a leyes que la “fisica
actistica” ha logrado determinar y es escogiendo
de esa serie de sonidos unos cuantos que el
hombre andino ha creado infinidad de cantares,
como los que se dedican a las ceremonias gana-
deras y se tocan con el wagra phuku.
Estos tres sonidos basicos que conforman esta
escala trif6nica comesponden a los del llamado
“acorde perfecto” 0 “acorde mayor” y es sobre
este acorde y al compés simplisimo de un pie
ritmico semejante a un trote, remarcado usual-
mente con la “finya”, tambor andino de origen
precolombino, que se entona “toriles”,
“torotoros”, “toro-velay”, “santiagos”,
“herranzas”, “waka taki”, etc. nombres diversos
con que segtin las zonas y ocasiones se denomina
este género de canciones.
27‘Vamos a ofrecer un ejemplo préctico sobre la
manera de obtener estos sonidos.
La técnicaes lamisma queen los instrumentos
de viento del tipo trompetas, cometas o clarines
queseusan en las bandas. Casi siempre los wagra
Phuku usan una boquilla hecha del mismo mate-
tial o adaptada de las de los instrumentos de
metal, aunque también hay casos en que sin usar
ninguna pieza adicional como boquilla los labios
deben vibrar directamente sobre el cuerno. En
cualquiera de los casos con un poco de habilidad
y préctica notaremos que al relajar los labios y
soplar con poca presién obtendremos sonidos
agudos. Los miisicos andinos reconocencon faci-
lidad los sonidos que les permitirén construir las
melodfas que por tradicién oral guardan en su
memoria auditiva, Asf es posible, controlando la
emisién de aire y la tensin delos labios, producir
cualquiera de los sonidos deseados pertenecien-
tes alaescala trifénica basadaenelacorde perfec-
to, en el momento adecuado y con la necesaria
duracién y ejecutar cualquier tonada.
El acorde perfecto obtenido podré basarse
te6ricamente en un sonido fundamental que defi-
nirfa una cierta sensacién de “onalidad”, aun
cuando este término en el caso de la mtisica
andina tiene un sentido algo distinto alo, que por
41 se.entiende en la misica occidental. Esta
“tonalidad” depende de la longitud del tubo (no
de su forma, que ademés de poder ser en espiral
puede también ser serpentina 0 caprichosamente
variada, en especial en las versiones de la zona
Huanca, donde el instrumento se le denomina
“Wagla Corneta” o simplemente “Wagla”. Por
eso, las parejas de wagra phuku “macho” y
“hembra”, deben sercuidadosamente construidas
exactamente de la misma longitud para que sue-
nen perfectamente afinadas.
Ahora bien, otra caracterfstica muy interesan-
te y particular de este tipo de misica es que no
siempre las melodfas alcanzarén el “reposo”, Ia
“cadencia” sobre el sonido fundamental acorde,
sino que en muchos casos lo hardn sobre su
“dominante inferior’, es decir una 4 justa hacia
abajo, o lo que vendrfa a ser la inversién de la S*
justa hacia arriba, Por eso podemos decir que la
escala trif6nica andina de la miisica de los wagra
phukw es una escala que se usa en dos “modos”.
28
Para acjarar un poco todo esto veémoslo
grdficamente:
Suponiendo que el sonido fundamental sobre
el cual resuena el tubo de nuestro wagra phuku
seal que correspondealanota “sol”, con nuestro
instrumento podremos obtener la siguiente serie
natural de arménicos:
De estos sonidos serén seleccionados Jos que
se indican en el recuadro y con ellos se compon-
rd cualquiera de las melodfas tradicionales de
este género. El “fa” entre paréntesis no es usual.
Elacorde perfecto sobre el que se basa nuestra
escala trifbnica seré el que corresponde a “sol
mayor”:
Finalmente, nuestras melodfas podrén usar
como sonido “conclusivo” los siguientes, indica~
dos con el signo: 2 _y asf ser construidas
sobre dos “modos”:
zr
I
VPS
Ahora bien, cuando se trabaja las melodfas,
especialmente sobre el “modo Il”, se usa ademas
un sonido “ si”, inferior al que hemos denomina-
do“conclusivo”, que apesarde no pertenecer ala
serie natural de arménicos superiores que es la
que hemos mencionado, puede obtenerse con un
poco més de prictica en el wagra phuku, ast
nuestro cuadro final sera como sigue:
oto xx
oto x
ae LSObviamente, por tratarse de un sistema de
afinacién natural, los sonidos anotados en el
pentagrama no corresponderin exactamente a
los sonidos de instramento afinados segin el
1, Salvia Salvillay
sistema “femperado” occidental, sin embargo
para aproximarnos a estas melodfas podremos
ofrecer algunos ejemplo en Jos dos “modos"
comentados:
Toro Velay
Lucanas
Ayacucho
|
<==
|
LL
_——
(modo
2. Churiagasa yana phuyu
Santiago
Junin
Preguntémonos ahora: estas melodias han
sido construidas sobre estaescala trifénica, en sus
dos posibles “modos”, a partir de.que ella ha sido
sugerida al hombre andino por él uso de instru-
mentos como él wagra phuku?
Observemos en primer lugar que la difusién de
esta clase de escalas es muy aruplia. Desde el
norte de Argentina hasta el Ecuador, y no sélo en
el macizo andino, también entre muchas comuni-
dades nativas de la Amazonfa. Por supuesto que
en cada zona las melodfas muestran un estilo
local; pero Ja escala usada es bésicamente la
misma.
En segundo lugar indaguemos [a presencia de
instrumentos del tipo de wagra phuku y notare-
mos que en efecto, ella es notable, En el norte
argentino y en Bolivia se toca el “erg‘e”, una
larga trompeta hecha de cafia u otros materiales
de origen vegetal. Con exactamente el mismo
nombre se conoce un instramento similar en
29FIESTA DELOS CHIUCHAISVIO
MO TAWNACO
——
Apurimac y algunas provincias del Cusco. Tam- wagraphuku enceremoniasy fiestas dedicadas al
bign en Apurimac se toca la “pampa corneta”, ganado. En Cajamarca se tocael “clartn’
fabricada de “maguey”. En Junin se toca el hecho deun largo tubo decartizo. En las comuni-
“mamaq”, instrumento hecho con Ja cafia del dades Sharanahua de la Amazonfa se fabrica la
mismonombrey también de“maguey”seconfec- “‘cashtaina” con un tubo de cafia al que se le
ciona el “Aurguer”, ambos usados al igual que el adjunta un pabellén tomado de la cola de la
30caparaz6n del armadillo 0 “kirkincho”, ¥ hay aun
més de estos instromento en Ecuador, Chile, y
entre muchos otros pueblos amaz6nicos.
Por otro lado, se ha encontrado casi intactos
instrumentos de fabricaciéa precolombina, he-
chos inclusive de cerdmica, cuyo parecido con
algunos de estos instrumentos actuales es impre-
sionante.
‘Ademés, Guamén Poma de Ayala, en uno de
sug numerosos dibujos de su erénica, dedicado
a las fiestas del Chinchaysuyo”, representa a
dos personajes tocando unos extraiios instrumen-
tos hechos con créneos de “taruka”, especie de
ciervo andino, que seg parece se tocaban en-
tte dos miisicos tal como hemos comentado
que hasta hoy se toca el wagra phuku, en espe-
cial en la regién de Ayacucho, jy con acompa-
fiamiento de “tinya’”!
El wagra phuku en sf es un instrumento fa-
bricado con un material cuyo origen histérica~
mente no s¢ encuentra en nuestro medio natural
pues no existia el ganado vacuno antes de Ia
llegada de los evropeos. Ademés su uso esté
estrechamente ligado a la crianza de este tipo
de animales, E incluso en algunas regiones,
como en Junin las fiestas y ceremonias en las
que se usa se conocen como “Santiago”, santo
catélico Hegado a nuestro mundo andino junto
con la invasién espaiiola. Pero, en esencia, el
instrumento es autéctono, asf como el sentimien-
to con el que el hombre andino trata a sus ani-
males, ademés de la fe en fos Wamani y los
‘Apu, que la figura de Santiago, que adernés sim-
Doliza en el fondo al rayo “Ilapa”, no es capaz
de cuestionar,
Por consiguiente, nos atrevemos a afirmar
que el uso de las escalas trifénicas sf esté ligado
al uso de instrumentos del tipo del wagra phe,
aunque no séto exclusivamente a él sino a mu-
chos de la misma familia, y desde épocas pre-
colombinas.
B] 4rea de difusi6n del wagra phuku, con sus
variantes en cuanto 4 estilo y denominacién,
abarea desde la zona de los Andes centrales,
Pasco, Junin y sierra de Lima, pasando por
Huaneavelica, Ayacucho y Apurimac, hasta las
zonas surefias de Arequipa y Cusco.
Es pues el wagra phuku un claro represen-
tante de lo que hoy debemos reconocer como
cultura andina contemporénea, una resistente,
pujante y vigente expresién de nuestros pueblos
que aun en Lima, capital y centro de recepcién
y de irradiacién de la influencias occidentales
ep nuestro pais, podriamos compartir con sus
auténticos cultores si entre los meses de julio a
setiembre recorremos los locales en donde en
especial los fines de semana, se reunen las in-
numerables asociaciones de residentes en las que
se reproducen las ceremonias y fiestas propias
de sus lugares de origen.
* {Por qué pues, no dejamos llevar por la
fascinante atraccién de los timbres de los wagra
phukw y permitic que sus sugestivas melodias
nos hablen invadiendo nuestra emocién y trans-
porténdonos hasta los indémitos parajes donde
nuestros hermanos “runa” pastores de ganado
celebran ancestrales cetemonias para que sus
animales se multipliquen y nuestra cultura
andina se proyecte vigorosa hacia mejores ma-
fianas?. :
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