La decoración navideña nos ofrece una oportunidad muy valiosa para
disfrutar con nuestros hijos, y si tenemos en cuenta estas ideas podemos estimular su lenguaje y desarrollo.
Mientras preparamos el árbol de Navidad podemos aprovechar por:
-Contar y aprender los números;
-Observar las bolas y espumillones y aprenderlos colores; -Percibir diferentes texturas de las bolas, del árbol, cintas, luces: -Percibir los sonidos que producen las bolas al chocarlas o rozarlas; -Aprender formas; -Aprender y diferenciar medidas, un ejemplo del que podemos hacer es hacer grupos de bolas de la misma medida y color; -Centrar la atención con las luces del árbol, observando los colores, las formas y ritmos de intermitencia.
Si lo que vas a montar es el pesebre podemos aprovechar por:
-Enseñar a nuestro pequeño los animales y los sonidos que producen.
Las onomatopeyas de animales son un recurso que en esta ocasión nos va muy bien; -Explicar los diferentes oficios que representan las figuras, "este es un leñador y lo que hace es..." -Colocar las figuras requiere precisión, así que si las coloca nuestro hijo de entre 3 y 5 años estamos estimulando su coordinación viso manual, es decir, la motricidad fina de las manos.