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Una vagina sana contiene bacterias buenas y malas, pero cuando las bacterias malas se
multiplican rápidamente y superan en número a las bacterias buenas o beneficiosas, este
desequilibrio suele provocar la infección. Comezón vaginal, ardor y flujo vaginal blanco
grisáceo acompañado de desagradable olor a pescado después de tener relaciones sexuales,
son los síntomas comunes de esta enfermedad.
Para curar este desequilibrio, la mayoría de los médicos normalmente recetan antibióticos
que pueden ser orales o tópicos, estos funcionan matando todo el presente bacteriano en la
vagina, ya sea bueno o malo. Pero una vez que dejas de usar los antibióticos, la
probabilidad de que la bacteria perjudicial de la vagina supere a las buenas se hace
demasiado grande y, como resultado, las mujeres que son tratadas con antibióticos siempre
experimentan un ataque repetido de esta enfermedad, o como es conocido, recurrencia de la
vaginosis bacteriana.
Para tratar esta infección y obtener un alivio permanente, muchas mujeres han recurrido a
tratamientos naturales de los cuales los acidophilus han ganado popularidad. Según los
expertos médicos, la acidophilus es muy beneficiosa, ya que ayuda a complementar el
cuerpo con esas bacterias benéficas que tanto se necesitan y al ser utilizadas para tratar la
vaginosis bacteriana han demostrado tener rotundo éxito.