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¿CÓMO LLEGÓ ALEXANDER FLEMING A SER UN

GRAN MÉDICO?

-Alexander Fleming en su laboratorio-


El bacteriólogo escocés sir Alexander Fleming revolucionó el tratamiento de las
infecciones bacterianas cuando descubrió la penicilina, el primer antibiótico. Aunque este
fármaco fue descubierto en 1929, se tardaron más de diez años en producir penicilina a
gran escala. Dado el gran número de víctimas durante la Segunda Guerra Mundial, un
grupo de científicos fundó una red de pequeñas fábricas de penicilina para poder
comercializarla en grandes volúmenes, lo que permitió salvar millones de vidas.

BIOGRAFÍA ALEXANDER FLEMING: Nacido en la pequeña ciudad escocesa


de Lochfield el 6 de agosto de 1881, Alexander Fleming era el séptimo hijo de un
modesto granjero de las Lowlands, enAyshire. Desde niño había mostrado una
sorprendente capacidad intelectual.

Finalizados sus estudios primarios, se traslada, junto con sus hermanos, a Londres
donde consigue su primer trabajo en una compañía naviera.

Alexander recibe su parte de la herencia de su tío, John Fleming; este


acontecimiento, junto con el apoyo de su hermano Tom que, al observar la falta de
interés de Alexander en su trabajo, le insta a iniciar estudios de medicina, cambiaría
el rumbo de su vida.
A pesar de que llevaba varios años alejado de los estudios y centrado en su trabajo
en la naviera, aprueba con pasmosa facilidad el examen del London College of
Preceptors y se inscribe en el St Mary’s Hospital Medical School a principios del año
académico de 1901.
Alexander fue un estudiante modelo desde el primer momento; varios premios
académicos jalonan su paso por la mencionada institución. En 1902 obtiene los
galardones de anatomía y fisiología. Dos años más tarde es premiado en anatomía
superior, farmacología y química orgánica.
En julio de 1904 aprueba el examen intermedio de la Universidad de Londres, con
sobresaliente en fisiología y farmacología. En enero del año siguiente sopera con
éxito la prueba preliminar de acceso al Colegio Real de Cirujanos. Pero no será
hasta 1906 cuando obtenga el título de medicina de la Universidad de Londres;
comienza entonces a trabajar en el equipo de Almroth Wright, que dotará al hospital
de un nuevo departamento: el de inoculación.
Durante esta etapa, Fleming publica varios artículos sobre bacteriología en las
revistas lle Lancet y The Practitioner; por el titulado “El diagnóstico de la infección
bacteriana aguda” recibe la medalla Cheadle para medicina clínica de la institución
londinense.
En julio de 1914 estalla la Primera Guerra Mundial; en octubre de ese mismo año,
Wright y todo su equipo de bacteriólogos se incorporan al cuerpo médico del
ejército. Son destinados a Boulogne, con el objetivo de estudiar el tratamiento
quirúrgico de las heridas infectadas. Durante estos años de guerra conoce a una
enfermera de origen irlandés, Sarati McElroy que se convierte en su esposa en
diciembre de 1915.

VIDA Y OBRA CIENTÍFICA:


Descubrimiento de la Lisozima

Como resultado de las investigaciones científicas llevadas a cabo en los años


posteriores a la guerra, Fleming descubrió un nuevo agente bacteriológico, la
lisozima. El hallazgo tuvo mucho que ver con el método de trabajo que el científico
desarrollaba en su laboratorio, no demasiado ordenado, según afirmaban sus
colaboradores más cercanos. Fleming tenía la costumbre de guardar los cultivos
durante dos o tres semanas en su mesa, con la intención de observar su evolución.

Así, en una porta objeto había depositado su propia mucosa nasal en el transcurso
de un resfriado, constató un rasgo notable: alrededor de la mucosa no había
colonias de bacterias. A partir de esta observación dedujo que lo que había evitado
el desarrollo de los gérmenes era que «algo», la lisozima, se había desprendido de
la mucosa.
En 1921, Fleming expuso sus descubrimientos sobre esta enzima, que pasaron
completamente inadvertidos, en el Club de Investigación Médica. Hay que señalar
que, a pesar de su notable capacidad de investigación, era un orador muy modesto.
La falta de interés que suscitó en la comunidad científica sobre su trabajo sobre la
lisozima no hizo, en modo alguno que decayera su ánimo; Fleming continuó
realizando experimentos con este nuevo agente bacteriológico. En 1922, Wright,
fascinado por los experimentos de su discípulo, propone a Fleming como miembro
de la Royal Society of Medicine.Pero, sin duda, el hecho más notable en la carrera
científica de Alexander Fleming fue el descubrimiento de un nuevo agente inhibidor
de la vida bacteriana, la penicilina. Este hallazgo, realizado en 1928, cuando
Alexander Fleming era titular de la cátedra de Bacteriología en la Escuela de
Medicina del St Marys Hospital, inauguro una nueva era en la práctica de la
medicina.

El descubrimiento estuvo precedido por los estudios que Alexander Fleming estaba
realizando sobre las variaciones de color de las colonias de estafilococos, lo que
parecía estar relacionado con su virulencia. Se pensaba que estos cambios de
tonalidad se producían si las colonias se incubaban durante veinticuatro horas y
luego se conservaban a temperatura ambiente durante varios días. Fleming, en
colaboración con M. Pryce, estudió estas alteraciones con cultivos de estafilococos
procedentes de forúnculos, abscesos e infecciones de nariz, garganta y piel.

La primera anotación sobre la penicilina en el cuaderno de laboratorio de Fleming


está fechada el 30 de octubre de 1928. El hecho que llamó la atención del científico
fue una placa de cultivo de estafilococo, en la que existía una zona de colonias que
habían desaparecido, alrededor de una gran mancha de hongo, lo que ponía de
manifiesto la capacidad del hongo para atacar a los microorganismos patógenos
comunes. El fenómeno, que suponía, de hecho, el descubrimiento de la penicilina,
pasó en aquel momento desapercibido para todo el equipo, excepto para el propio
FIeming, el único consciente de la importancia del hallazgo. Profundizó sus
investigaciones en este ámbito y continuó realizando experimentos con el hongo
encaminados a determinar su capacidad de destrucción de microorganismos.

Como resultado, publicó varios artículos sobre este tema; en 1929 aparecía, en la
revista The Journal, el titulado «Sobre la acción bacteriana de la penicilina con
especial referencia a su utilización en el aislamiento de B. lnfluenz.». En 1931, en el
transcurso de una conferencia sobre «El empleo intravenoso de los germicidas»,
pronunciada en la Royal Society of Medicine, Fleming anuncia su descubrimiento
de que la penicilina inhibe a los organismos anaerobios que causan la gangrena
gaseosa.

Fue así como Flerning sentó la base de lo que, con el tiempo constituiría una de las
armas más poderosas de la humanidad para luchar contra las enfermedades. No
obstante, se trataba sólo de un primer paso, ya que la utilización de la penicilina
no hubiera sido posible sin los trabajo de los investigadores de Oxford, H. W. Florey
y E.B. Chain.

Estos científicos llevaron a cabo los procesos de purificación y concentración de la


penicilina, con vista a poder demostrar sus efectos terapéuticos. Sus conclusiones
fueron publicadas en el artículo la “Penicilina como agente terapéutico”, apareció en
1940 en la revista The Lancet. Las aportaciones de Florey y Chain, que junto con
Fleming, fueron galardonados con el premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1945,
permitieron la producción a gran escala de penicilina en Estados Unidos Bretaña.

Los poderes curativos de la penicilina radican en su facultad de impedir el normal


desarrollo de una bacteria. Su acción consiste en destruir la corteza de las células.
Cuando la corteza y la membrana de una célula se debilitan y revientan, la bacteria
muere. ¿Cómo sucede esto? Las bacterias son microorganismos unicelulares,
compuestos fundamentalmente de tres partes: una corteza externa protectora, una
membrana interna elástica y un espeso líquido interior denominado citoplasma.
Normalmente, la corteza rígida se expande con el desarrollo de la célula. Al principio
se disuelve una porción de la corteza envejecida y, en consecuencia, la membrana
flexible se dilata.

Luego la corteza se restaura a partir de moléculas de mucoproteína, que desde el


citoplasma y a través de la membrana son transportadas hasta la corteza de la
célula mediante enzimas especiales que les sirven de vehículo. Las enzimas se
unen y acoplan a las mucoproteínas, de modo semejante a una llave y su cerradura.
Cuando la penicilina se introduce en este sistema, el proceso se distorsiona. Parte
de la molécula de penicilina se asemeja a la estructura hermética de la molécula de
mucoproteína. La enzima se acopla falsamente a una porción de penicilina y la
transporta hasta el lugar de la corteza de la célula dispuesto para recibir la
mucoproteína.

La molécula de penicilina no encaja debidamente en su sitio y provoca una grieta


en la nueva corteza. El desarrollo de la célula ejerce presiones crecientes sobre la
corteza; la zona defectuosa cede y al fin se quiebra. Entonces, la membrana celular
elástica se dilata hasta romperse; el citoplasma se derrama y la bacteria muere.

EL RECONOCIMIENTO PÚBLICO DE ALEXANDER FLEMING:


Sir Fleming es una de las personalidades que mayores muestras de gratitud ha
recibido por parte de la comunidad científica y de la sociedad en general. En 1946,
tras ser galardonado con la medalla de oro del Colegio Real de Cirujanos de
Londres, de fue nombrado miembro honorario de numerosas instituciones: la
Academia de Medicina ha de Buenos Aires, el Colegio de Cirujanos de Brasil, la
Academia de Medicina de Turin, el Colegio de Farmacéuticos de Filadelfia y el Real
Colegio de Médicos de Edimburgo.
En 1948 viajó a España, donde recibió, asimismo, diversos testimonios de
reconocimiento. Fue designado miembro honorario de las reales academias de
Medicina de Madrid, Barcelona y Sevilla, de la Sociedad Española de Higiene y del
Ateneo de Sevilla. Recibió el cargo de presidente de honor de la Sociedad Médica
de Hospitales de Sevilla, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y la medalla de oro de
la Real Academia de Medicina de Sevilla.
También realizó diversos viajes por Estados Unidos, Pakistán —como delegado de
la UNESCO— y Cuba —donde fue nombrado miembro de la Sociedad Cubana de
Clínica y del Colegio Nacional de Farmacéuticos, y distinguido con diversos título:
La Gran Cruz, Orden de Honor y Mérito de la Cruz Roja Cubana, entre otros.
Alexander Fleming murió el 11 de marzo de 1955, de una trombosis coronaria;
reposan en la cripta de la catedral de San Pablo, en Londres.
PENICILINA…”UN AUTÉNTICO MILAGRO DE FLEMING”:

No inventé a la penicilina, la naturaleza lo hizo. Yo sólo la descubrí por


casualidad
-Alexander Fleming-
Los dos descubrimientos, semi-accidentales (serendipias), de Alexander
ocurrieron en los años veinte:

a) En el descubrimiento de la lisozima (1922): Fleming halló la acción


antibacteriana de la lisozima al percatarse de la destrucción de las bacterias de unas
de sus placas sobre la que previamente había estornudado accidentalmente ya que
las mucosas corporales continente la enzima lisozima.

b) El descubrimiento de la penicilina (1928): Se realizó cuando unas placas de


estrafilocos que estaba analizando se infectaron accidentalmente por el hongo
Penicillium chrysogenum. La curiosidad de Fleming le llevó a estudiar esas
muestras con moho y a descubrir el efecto antibacteriano de uno de los
componentes de ese hongo: la penicilina. Fleming comunicó su descubrimiento
sobre la penicilina en el British Journal of Experimental Pathology en 1929.
La penicilina comenzó a utilizarse de forma masiva en la Segunda Guerra Mundial,
donde se hizo evidente su valor terapéutico. Desde entonces, se ha utilizado con
gran eficacia en el tratamiento contra un gran número de gérmenes infecciosos,
especialmente cocos; en este sentido, se ha mostrado sumamente útil para combatir
enfermedades como la gonorrea y la sífilis.

La importancia de la penicilina está en los millones de personas que ha


salvado desde que fue descubierta y ésta ha sido uno de los pilares
fundamentales de la farmacología actual. Gracias a ella se pudo luchar contra
enfermedades tan importantes como la tuberculosis, la escarlatina, la
neumonía bacteriana, la fiebre reumática y muchas más. Además ha sido
esencial para que se pudieran combatir todo tipo de infecciones, tanto de la
piel, garganta, huesos, estómago, articulaciones, sangre, la meningitis, etc.

Por sus descubrimientos Fleming fue elegido miembro de la Royal Society en 1942,
recibió el título de Sir dos años más tarde y en 1945, compartió con el patólogo
australiano H. W. Florey y el químico alemán E. B. Chain el premio Nobel. Falleció
en Londres el 11 de marzo de 1955. Fue enterrado como héroe nacional en la cripta
de la catedral de San Pablo de Londres.

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